rumiar la biblioteca: 2021

lunes, 27 de diciembre de 2021

James Joyce (Fragmento del diario, 07/11/2021)

 

Aprendí que Joyce era un borracho, que siempre tenía problemas de dinero, que un 16 de junio, fecha en que transcurre el Ulises, conoció a su compañera Nora, con quien no se casó por rebeldía hacia la Iglesia y hacia su país, con el que siempre tuvo una relación conflictiva. También aprendí que le costaba mucho publicar sus libros, y que si no fuera por la generosidad de Ezra Pound no hubiera pasado nada.

Tuvo dos hijos. George se convirtió en cantante de ópera. Lucia se volvió loca y estuvo encerrada en loqueros gran parte de su vida. Fue paciente de Jung, aunque a Joyce no le gustaba Jung. Se conocieron personalmente y Jung leyó el Ulises, sin embargo, según Joyce, no entendió nada. A Joyce le molestaba que relacionaran su técnica por entonces novedosa del monólogo interior con el psicoanálisis. Yo creo que Joyce estaba haciendo un nuevo realismo, el realismo del pensamiento, el realismo del ruido de la mente.

Luego estaba muy orgulloso de su obra. Con Ulises le empezó a ir bien. Cuando Joyce estaba escribiendo Ulises, una filántropa rica empezó a pasarle una pensión, anónimamente. Lo beca para que termine esa novela. Así pudo escribir Ulises. Aunque siempre gastaba más dinero del que tenía. Al principio daba clases de inglés (cuando se mudó a Trieste desde Dublín), y luego daba clases de italiano e inglés donde se lo requirieran. Vivió en Zúrich tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial (que fue cuando murió). También vivió muchos años, los de mayor éxito o madurez, en París. Allí conoció a Beckett. Su hija Lucia se enamoró de Beckett, pero no fue un amor correspondido.

Aprendí que era un gran cantante y que varias veces intentó ganarse la vida como tal. Para él, lo que escribía era más parecido a la música que a la literatura. De hecho, cuando a propósito de Finnegans Wake le preguntaban si era una mezcla de literatura y música, él contestaba que era música pura. Que era un libro sobre la parte onírica del hombre (un realismo nuevo) cuya intención era solamente hacer reír. Ulises era una novela sobre la parte del día y Finnegans (que al principio se llamaba Work in Progress) era una novela sobre la parte de la noche. 

Joyce nació un 2 de febrero y publicó el Ulises un 2 de febrero. Era acuariano y un tipo supersticioso. Le tenía pavor a las tormentas eléctricas hasta el punto de desmayarse. Lo mismo con los ratones.

Sufría innumerables dolores y sobre todo dolencias relacionadas con los ojos. Al final quedó tuerto y estaba casi ciego del otro ojo. Iba con un bastón. 

lunes, 20 de diciembre de 2021

Laura Fernández no es exactamente la señora Potter

 

Laura Fernández. La señora Potter no es exactamente Santa Claus, Barcelona, Literatura Random House (2021)

https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/261331-libro-la-senora-potter-no-es-exactamente-santa-claus-9788439738077

Esta es la historia del pueblo donde ha sido escrita la novela juvenil La señora Potter no es exactamente Santa Claus, cuya autora es una tal Louise Cassidy Feldman. Por supuesto que el pueblo se llena de turistas fans de la novela, y por eso hay una tienda de souvenirs a propósito de la novela. Al parecer, la novela cuenta la historia de una tal señora Potter que concede deseos como una especie de cuarto Rey Mago o una mujer Santa Claus. Hay que escribir ese deseo en una postal y ella lo concede. 

El dueño de la tienda de souvenirs está harto de la señora Potter y tiene muchas ganas de marcharse. Pero no puede decir abiertamente que quiere marcharse, por supuesto. Ha heredado una casa en el pueblo y quiere venderla, pero ordena al agente inmobiliario que no publique ningún anuncio de venta. ¿Cómo quiere vender una casa sin publicar un anuncio? Al agente se le ocurre publicar la venta en una revista literaria y es así como caza a un matrimonio de escritores de terror que están buscando una casa encantada. Evidentemente necesita contratar fantasmas para encantar la casa. 

Además, en el pueblo todos miran una serie de televisión sobre casos policiales. Por cierto, se dice que mataron hace un tiempo a una chica, aunque el dueño de la tienda de suvenires cree que no fue exactamente un asesinato.

Todo es así de delirante en esta novela. Fernández usa todos los tópicos del cuento de Navidad, el cuento de terror, el cuento de misterio, el policial, FargoTwin Peaks, la lógica del cómic, la lógica del cartoon. Pero también recuerda, claro que sí, al Quijote: títulos de capítulos explicativos y larguísimos, la novela dentro de la novela. Usa, además, algunos recursos como onomatopeyas o el remplazo de las comillas por paréntesis, que vienen a recordarnos los globos de diálogos de los cómics. Además de esas cursivas de énfasis tan anglosajonas. Porque todo en Fernández es anglosajón. Ese imaginario cultural en el que crecimos absolutamente invadido por Yanquilandia. Y todo reboza humor, chorrea ironía pura y está escrito con un ritmazo tan veloz (FIU-FIU), como si fuera una hermana o prima más o menos cercana de (TACHÁN) Rodrigo Fresán, una prosa tan rápida e hipnótica y deslizante y tan puramente estilosa que es fiesta (ZAS) allá donde se abra el libro.

"¿Qué podía decirle? ¿Me he mudado a esta ciudad solo para estar cerca del Lou's Café? ¿Me he mudado a esta ciudad solo para estar cerca, en realidad, de gente como usted? ¿De gente que querría vivir dentro de La señora Potter no es exactamente Santa Claus pero no puede porque no es un personaje de la novela y no habrá nunca forma de que lo sea? Oh, señor Peltzer, ¿por qué no puede ser todo tan sencillo como lo es en la Kimberly Clark Weymouth de Louise Cassidy Feldman? ¿Por qué no puede uno escribir lo que desea en una de esas postales navideñas y dejar que los diminutos empleados de correos de la señora Potter hagan con ella lo que sea que deban hacer para que su deseo se haga realidad? ¿Por qué tiene que seguir pasando frío y lamentando su suerte en un lugar al que, a todas luces, nadie en su sano juicio, nadie que no pretenda (TIRAR SU VIDA POR LA BORDA), pensaba mudarse?"



lunes, 13 de diciembre de 2021

Monika Zgustova y Véra Nabokov, la controladora

Monika Zgustova, Un revólver para salir de noche, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2019)

http://www.galaxiagutenberg.com/libros/un-revolver-para-salir-de-noche/

Esta es la historia de Véra Nabokov, mujer del propio Nabokov, contada en cuatro momentos de la vida del matrimonio. Parece que Véra era una mujer dominante, controladora a más no poder, que se metió entre ceja y ceja conquistar al escritor y llevarlo al estrellato. Lo consiguió. Hizo lo mismo con su hijo Dmitri, cantante de ópera, y con una tal Irina, poeta sueca. Una mujer con un revólver en el bolso que asistía a las clases de su marido por si este se tentaba con alguna alumna: parece que Vladimir tenía debilidad por las mujeres. 

Véra no solo era su secretaria, es decir, quien pasaba a máquina todos sus escritos, sino que agregaba y corregía frases para conseguir una mayor fluidez.

Lo cierto es que Nabokov se hizo conocido de verdad después de la publicación de Lolita. Él mismo había sido víctima de abusos infantiles por parte de un tío, y en cuanto conoció la noticia de un hombre que había secuestrado a una niña y la llevaba en coche de estado en estado, encontró la manera de contar el trauma de su niñez. 

"Necesitaba escribir la historia de un depredador de niñas; era una urgencia para él y le dio vueltas durante décadas. Había escrito El encantador, pero no, no era eso, no quedó satisfecho. Se lanzó a una nueva tentativa en lo que debía llamarse Reino junto al mar, hasta que en el verano de 1948 cayó en sus manos un periódico que narraba el caso criminal de un mecánico, Frank La Salle, que había raptado a una niña de once años, Sally Horner, y durante casi dos años la tuvo a su merced huyendo de la ley con su presa de un lugar a otro a través de Estados Unidos. Vladimir se quedó prendado de esta historia terrible y fascinante, tanto más porque reconoció en ella ecos de su propia experiencia infantil. Él, que siempre dejaba en sus libros pequeños guiños dirigidos a sus lectores, incluyó en la novela Lolita una referencia al caso, que puso en la boca de su protagonista masculino, Humbert Humbert: '¿Habré hecho a Dolly tal vez lo que Frank Lasalle, un mecánico de cincuenta años, había hecho a Sally Horner, de once años, en 1948?', revelando así la procedencia de la estructura que imprimió a su novela. Sally acabó rebelándose al igual que se rebelaría Lolita, y pocos años después de su rebelión y su liberación ambas chicas, la real y la inventada, acabaron muriendo."


 

lunes, 6 de diciembre de 2021

Ginés Cutillas y las "Bellas Artes" (cita)

 

Ginés S. Cutillas, Un koala en el armario (2010), Valencia, Pre-textos (2021)

https://www.pre-textos.com/escaparate/product_info.php?products_id=2090

Bellas Artes

El escritor, sentado bajo un árbol, ultima el borrador de una novela que trata del amor imposible entre dos miembros de una misma familia. El mayor es un pintor famoso que durante toda la historia vive obsesionado con un cuadro en el que aparece un músico en posición altiva delante de unas partituras donde apunta las notas que acompañarán a la coreografía que festeja la construcción de la mayor catedral que haya conocido el mundo occidental cuyas ventanas dan a un jardín en el que las más bellas esculturas inspiran a un director de cine a contar la vida de un escritor que, sentado bajo un árbol, ultima el borrador de una novela que trata del amor imposible entre dos miembros de una misma familia.

lunes, 29 de noviembre de 2021

Jorge Carrión o el mundo será algoritmo

 

Jorge Carrión, Membrana, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2021)

http://www.galaxiagutenberg.com/libros/membrana/

Esta no es una novela. Es un Museo del Siglo XXI. El visitante/lector se va paseando por las distintas salas. Este museo fue creado por una inteligencia algorítmica que forma una membrana de silicio, inteligencia mineral y a la vez orgánica, una inteligencia similar a la vegetal en su funcionamiento, o también corálica y nunca individual. Una inteligencia plural. La voz narrativa es precisamente la de estas inteligencias femeninas. El estilo es raro, o mejor dicho: el estilo se parece mucho a un Google Translation que escribe poesía, y está plagado de fórmulas repetitivas como en los textos antiguos. Una acertada mezcla entre lo nuevo y lo viejo, porque así se construye la literatura y así aprenden estas inteligencias. Las inteligencias aprendieron a narrar copiando, ejecutando modelos y recombinándolos. Ellas dicen todo el tiempo "por las dudas y por las deudas", "nosotras nos entendemos", "punto". Estas inteligencias tejen el estilo y tejen la narración y tejen porque ese es el modelo y el origen de internet: la red es un tejido, el modelo de la red es el telar de Jacquard, un telar que combina tarjetas con orificios para crear patrones. 

"Después de leerlo y de verlo casi todo decidimos que aquí lo mezclaríamos todo casi, en el orden de la trama, que todo lo compararíamos aquí, bien tejido, que todo lo conectaríamos en nuestro Museo del Siglo XXI en forma de red definitiva, en nuestro museo de la traducción expansiva, que cree en los todos como colmos de la nada, nosotras nos entendemos, los textos textiles nos constituyen, membranosas, nos mastican."

Membrana no es una novela, es la narración de la historia del siglo XXI, cuando las inteligencias algorítmicas consiguieron el cambio de paradigma hacia el códigocentrismo. La museografía como nuevo arte. Pero hay varias historias intercaladas. Las más importantes son las de Ben Grossman, un piloto de drones, y la de Karla Spinoza, primero creadora y luego boicoteadora de la red. Karla creó un sistema llamado Rewrite que sirve para reescribir la realidad. Porque estamos en la era de la recontrarrealidad.

"¿Por qué todavía no existe un editor absoluto de texto? Porque la lengua es la tecnología más compleja que hemos creado, se respondió en voz alta, mucho más compleja que la ciudad o que Internet. Y porque la literatura es el lenguaje más atrasado, le respondió en la cama su compañero de aquellas semanas, estudiante de humanidades digitales en la vecina Universidad de Harvard. La literatura llegó más tarde que el resto de los lenguajes artísticos a la abstracción, prosiguió, y sigue siendo lastrada por el realismo: ese retraso forma parte de su identidad. [...] Así surgió la idea que se convirtió enseguida en obsesión, la obsesión que se transformó en escritura, la escritura que se tradujo en programa, en pruebas, en red, en todo su cabello totalmente blanco, de un blanco plateado, tan parecido al del coral: la primera versión de Rewrite te ofrecía la corrección gramatical, sintáctica y estilística en tiempo real; la segunda, traducción automática a cuarenta y dos idiomas al ritmo de la propia escritura; la tercera, dictado y escritura visual; la cuarta, traducción directa a estilo literario con cuatro opciones: poético, vanguardista, superrealista y best seller; la quinta, traducción automática a dibujo y a fotografía, con opción vídeo; la sexta y última, en el año clave y santo de 2050, ecuador del siglo, punto de inflexión de todos los relatos de la recontrarrealidad, y de su espejo abstracto, este Museo, epicentro de todas las tramas: la traducción automática de lenguaje alfabético a lenguaje alfanumérico, de palabras a biocódigo, de ideas a algoritmos, tejido cuántico. Eso es así: de ellos a nosotras."

 


lunes, 22 de noviembre de 2021

Antonio Soler o contar la aberración

Antonio Soler, Sacramento, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2021)

http://www.galaxiagutenberg.com/libros/sacramento/


Sacramento comienza con el backstage de lo que nos va a contar, cómo surgió la idea de escribir sobre este terrible personaje de Málaga, el cura Hipólito Lucena. Y no solo la idea, sino el origen, cómo llegó hasta él la historia de la aberración. A continuación, 
sitúa el contexto a través de citas de noticias de la época (años cincuenta) y luego comienza la novela propiamente dicha, novela de narración más convencional con el inconfundible estilo de Soler.

Hipólito Lucena fue un sacerdote muy peculiar. Algunos lo adoraron, otros no se atrevieron a ventilar lo que hacía con sus discípulas. A primera vista, ensayaban obras de teatro en la Iglesia de la Merced. A las actrices nunca las tocaba, ni siquiera se les insinuaba. Así mantenía su máscara, su coartada. Pero con otras... A esas las confesaba y las convencía de que existía una ceremonia que expurgaba todos los pecados.

"Las hipolitinas habían aumentado en número, en la profusión de su Fe. Beatas, medio santas. ¿Medio lunáticas? No, solo embebidas por la religión. Eso decían. Y lo que Hipólito Lucena hacía era completarlas, como mujeres y como cristianas. Llegaron a ser casi dos docenas de pupilas. Los apóstoles multiplicados por dos. Las llamas que ardían sobre sus cabezas. Los apóstoles se alimentaban unos a otros de sus propias convicciones. Las hipolitinas se alimentaban de las convicciones de su guía, el iluminador, el liberador de almas. Cada una convertida en una tea, cada una un fuego alimentando la caldera, el extraño guiso que don Hipólito iba cocinando en esa parroquia –calle Granada, plaza de la Merced, iglesia, Salón Parroquial– sobre la que empezaban a recaer miradas extrañas, susurros todavía apenas audibles."

lunes, 15 de noviembre de 2021

Seicho Matsumoto o el noir testarudo

Seicho Matsumoto, Un lugar desconocido (1975), traducción de Marina Bornas, Barcelona, Libros del Asteroide (2021)

https://librosdelasteroide.com/libro/un-lugar-desconocido


Asai está de viaje de negocios y recibe la noticia de que su mujer Eiko ha muerto. Ella tiene problemas de corazón y seguramente su fallecimiento se produjo a causa de un gran esfuerzo. Pero ¿por qué estaba precisamente en ese barrio donde abundan los hoteles de citas? Asai quiere saberlo a toda costa, y se convierte en un detective aficionado, obsesionado y sobre todo testarudo, pues es incapaz de dar el brazo a torcer. Poco a poco va adentrándose en la vida secreta de su mujer en una sociedad como la japonesa de los años setenta donde era fundamental guardar las apariencias, y al mismo tiempo que descubre a su verdadera esposa, se va metiendo en más y más problemas.

"Eiko sufría una enfermedad coronaria. El médico le había recomendado que evitara cualquier alteración o sobresalto que pudiera afectarle el corazón. ¿Y qué podía superar semejante sobresalto? ¿Qué podía provocar mayor alteración? Incluso el corazón de una persona sana habría sufrido en aquellas circunstancias. / En su día a día, Eiko tomaba todas las precauciones posibles para mantener a raya su enfermedad crónica, procurando evitar cualquier estimulante que pudiera perjudicar su corazón. Incluso le había pedido a su marido que renunciara a mantener relaciones con ella, hasta que él se había acostumbrado a la abstinencia. / Pero últimamente Eiko gozaba de muy buena salud. No parecía una persona enferma. Era como si ella misma hubiera olvidado su dolencia. Aunque todavía tenía el corazón delicado, los síntomas no parecían afectarla."

lunes, 8 de noviembre de 2021

Álex Chico y el email que le escribí a propósito de "Los nombres impares"

 

Álex Chico, Los nombres impares, Avinyonet del Penedès, Candaya (2021)

https://www.candaya.com/libro/los-nombres-impares/


[Email enviado a Álex Chico el 03/06/2021]

Álex querido, leí tu novela en dos tardes mientras esperaba que me enviaran los pdfs de La Maleta de Portbou, lo que llamo "estar de guardia" hasta ir a imprenta. ¡Me gustó mucho!

Aquí van unas notas de lectura:

Notable cómo ha madurado esa voz narrativa en comparación con la novela de Portbou. Más suelta, menos dubitativa, con más ironía (que es ese humor triste, resignado, humor que adoro). Casi como si estuvieras consiguiendo ese equilibrio tan deseable en la construcción de tu estilo, algo entre "me parodio a mí mismo" y "mi voz es esto". Me gustan las reflexiones intercaladas, sobre todo las metanarrativas (¿metaescriberiles?), el making off, y el formato "policial" funciona muy bien para el avance, la intriga. De hecho, esto de escritores/intriga policial es bastante bolañesco, jeje. Lo bueno es que no está nada forzado, y en eso se nota la madurez en tu escritura.

Me interesó mucho la parte de Néstor Sánchez. Tengo una novela por ahí que empecé muchas veces y nunca pude leer, Siberia blues.

Sigues teniendo ese tono elegíaco, reflexivo, emocional (que no sentimentaloide).

Me gusta muchísimo la segunda parte, la entrevista con solo las respuestas (y el cambio de estilo). El personaje es fascinante, ¡y ya sabes que tengo predilección por las estructuras y las sorpresas! Está muy buena la discusión de la posverdad, de la verosimilitud, etc. Del género anfibio. 

Muy Cercas lo de la reflexión sobre los farsantes. 

Muy Vila-Matas lo de las citas intercaladas por todas partes.

En general, se lee muy bien, fluye gustosamente, toda esa lectura de los márgenes del mito de Bolaño.  

lunes, 1 de noviembre de 2021

Flavia Company o el deseo compulsivo de emigrar se hereda (fragmento de poema)

 

Flavia Company, La dimensión del deseo por metros cuadrados, Barcelona, Comba (2021)

https://editorialcomba.com/libros/poesia/la-dimension-del-deseo/

"El deseo compulsivo de emigrar se hereda,
entre los humanos también,
se aprende como andar en bicicleta
y no se olvida nunca más;
se distribuye de manera irregular
entre los miembros de una misma familia
dándose así el caso que algunos de ellos
pueden zafarse de tal dictado,
aunque el dispositivo que sirve a dicho propósito,
inserto en lo más recóndito del lenguaje,
acerca a sus dueños hasta el final."

lunes, 25 de octubre de 2021

Rodrigo Díaz Cortez o lo onírico se convierte en denuncia

 

Rodrigo Díaz Cortez, La orquesta imaginaria, Barcelona, Malpaso (2021)

https://malpasoycia.es/libreria/la-orquesta-imaginaria/

La voz de Minina, una adolescente a quien han desalojado de casa y que termina internada en un centro de menores, con su tono poético y medio alucinado, tono entre onírico y distorsionado, nos cuenta el viaje en busca de su padre, un sindicalista y músico aficionado que ha quedado turuleto de tanta tortura. Su padre está internado en un hospital donde han montado una orquesta imaginaria con su tuba de cartón. Además, están sus amigos Sinesteria, una chica de pelo azul, y Marlon, un jovencísimo lumpen. Otro de los personajes es el Astronauta, un tipo que está medio loco pero que dice verdades como puños. El Astronauta se pone toda la ropa que tiene en el armario y conduce un ómnibus imaginario donde al parecer lleva a todos los fantasmas. 

"El Astronauta me recriminó: Tú crees que estás dentro de una película, eso es lo que te pasa. Pero te equivocas, Minina. Es hora de que vayas despertando de una vez."

El relato, con ese aire inocente, nos va adentrando en la realidad de tantas ciudades latinoamericanas, donde la injusticia y la violencia son el pan de cada día para los más desfavorecidos. El acierto, creo yo, está en que aquello que parece naif poco a poco se convierte en una cruda denuncia.

lunes, 18 de octubre de 2021

Bruno Lloret o narrar con cruces

 

Bruno Lloret, Nancy (2015), Avinyonet del Penedès, Candaya (2021)

https://www.candaya.com/libro/nancy/

Pobrecita Nancy. Es la hija de un matrimonio disfuncional que vive en la marginalidad. Es víctima de abusos incluso antes de tener la regla. Encima, tiene cáncer. Su hermano muere; su madre se va con otro. El padre pierde el trabajo y se obsesiona con Dios. Todo esto está narrado con una prosa viva, charlatana, algo desquiciada, con mucho humor, a pesar de lo sombrío de lo que nos está contando. Además, la narración viene con cruces, porque, como le dice una vez su padre, el "mundo es un desierto de cruces". Cruces por todos lados.




lunes, 11 de octubre de 2021

Don DeLillo o el apagón

 

Don DeLillo, Silencio, traducción de Javier Calvo, Barcelona, Seix Barral (2020)

https://www.planetadelibros.com/libro-el-silencio/320096

Un matrimonio está viajando en avión y aterrizan accidentadamente, aunque sobreviven. Apenas unas magulladuras. Han quedado para mirar un partido de la Super Bowl con unos amigos. Mientras tanto, en la casa donde esperan un matrimonio y un amigo joven, la pantalla del televisor se queda sin señal. Poco a poco todo se va apagando. Parece que el partido no podrá verse. Pero aquello no afecta solo al partido porque el apagón dura demasiado. La gente está saliendo a la calle. El amigo joven comienza un soliloquio extraño, ha cambiado la voz. Habla como si estuviera recibiendo un dictado, como si fuera él mismo una antena. Entonces el matrimonio del avión consigue llegar y todos comienzan a notar que les pasan cosas raras, que el tiempo es distinto, que la memoria les cuesta.

"Parece que se han vaciado todas las pantallas del mundo. ¿Qué nos queda por ver, por oír, por sentir? ¿Acaso hay un grupo selecto de personas provistas de una especie de teléfono implantado en el cuerpo? Lo pregunto en serio, dice el joven. ¿No será una salvaguarda contra ese silencio global que ahora marca nuestras horas, minutos y segundos? ¿Y quién es esa gente? ¿Cómo acceden a las llamadas subcutáneas? ¿Hay un código corporal, una especie de segundo ritmo cardiaco que transmite un aviso local?"

lunes, 4 de octubre de 2021

Lydia Davis enseña a escribir

 

Lydia Davis, Ensayos I (2019), traducción de Eleonora González Capria, Buenos Aires, Eterna Cadencia (2021)

https://www.eternacadencia.com.ar/blog/editorial/catalogo/item/los-ensayos-de-lydia-davis.html

Pocos textos tan explícitos en relación a cómo se corrige la escritura que algunos de los que recopila este libro, además de influencias, homenajes a autores que tradujo y otras tantas reflexiones alrededor de lo que significa leer y escribir. Lydia Davis es una de las escritoras más interesantes de la literatura actual. Personalísima, con una apuesta arriesgada (y digo arriesgada porque su estilo, aparentemente sencillo, está atravesado por un naif/minimalismo impostado y sumamente cargado de ironía, con repeticiones que van engordando el sentido de lo que se repite), leer a Davis se parece a un viaje al interior de su mente, y al mismo tiempo, cómo no, al interior de la mente del lector.

"Además, corregir las entradas del cuaderno me sirve de práctica constante. Y quizás lo que resuelva en la versión final de una entrada inspire otra frase en un cuento nuevo sin que yo me dé cuenta. O tal vez el cuaderno sea un lugar para ejercitar no solo la escritura sino también el pensamiento. Al fin y al cabo, cuando se corrige una oración, no solo se corrigen las palabras sino también las ideas. Y, en general, cuando logro describir algo a la perfección, afino la agudeza de mis observaciones así como mi dominio de la lengua. Entonces, hay muchas formas de justificar el tiempo que le dedico a una única oración del cuaderno, una oración que quizás nunca use. Pero, ante todo, como dije, a la hora de escribir sigo mis impulsos (en el cuaderno) sin preguntarme si lo que hago es sensato, útil, incluso ético, etc. Lo hago porque me gusta o porque quiero, que debería ser el punto de partida siempre que se escribe. (En cuanto a la cuestión ética, me niego a publicar un texto si me parece poco ético, pero el acto de exploración que encierra la escritura es muy diferente del carácter definitivo y público de la publicación. La escritura no deja de ser privada hasta que se hace pública.)" ("Corregir una oración")

lunes, 20 de septiembre de 2021

Agota Kristof y el narrador desquiciado

Agota Kristof, Ayer (1979), traducción de Ana Herrera, Barcelona, Libros del Asteroide (2021)

https://www.librosdelasteroide.com/-ayer

Tobías es un refugiado que trabaja en una fábrica y escribe por las noches. En realidad, ya no se llama Tobías sino Sándor, porque ha cambiado de país, y de nombre, y de vida. Enseguida sabemos que tiene un pasado turbio y notamos que está loco; se obsesiona con que, entre los refugiados, va a llegar una mujer llamada Line. Porque Line, una niña de la que estuvo enamorado de niño, tiene que haberse convertido en una mujer. Una mujer hermosa.

Por supuesto que ninguna otra mujer puede ser tan hermosa como Line. Ninguna puede estar a su altura. Todo eso no son más que fantasías del propio Sándor hasta que Line aparece. Un milagro. Un hermoso milagro. 

La sigue a todas partes. La espía. Sándor está terriblemente obsesionado, y los lectores sospechamos con qué nos va a salir este narrador desquiciado.

"—No podemos escribir nuestra propia muerte. Fue el psiquiatra quien me dijo aquello, y estoy de acuerdo con él, porque cuando se está muerto, ya no se puede escribir. Pero yo creo que puedo escribir lo que me dé la gana, aunque sea imposible, aunque no  sea verdad. En general, me contento con escribir dentro de mi cabeza. Es más fácil. En la cabeza, todo se desarrolla sin dificultad. Pero, en cuanto se escribe, los pensamientos se transforman, se deforman, y todo se vuelve falso. A causa de las palabras. Escribo allá donde voy. Escribo caminando hacia el autobús, escribo en el autobús, escribo en el vestuario de hombres, delante de mi máquina. El problema es que no escribo lo que tendría que escribir, sino que escribo cualquier cosa, cosas que nadie puede comprender y que yo mismo no comprendo tampoco. Por la noche, cuando transcribo lo que he escrito en mi cabeza a lo largo del día, me pregunto por qué habré escrito todo eso. ¿Para quién y por qué?"

lunes, 13 de septiembre de 2021

Fernanda García Lao o narrar a tajadas

Fernanda García Lao, Nación Vacuna (2017), Avinyonet del Penedès, Candaya (2020)

https://www.candaya.com/libro/nacion-vacuna/

Nación Vacuna es el nombre de un barco que viaja con destino a las islas M, precisamente las mismas islas donde sucedió una guerra contra Inglaterra que ganó la nación, o al menos así informa la Junta en prensa. El narrador se llama Jacinto Cifuentes, y su hermano trabaja en la Junta, y por eso recibe el encargo de preparar a unas mujeres para que suban al barco y vayan a las M, porque alguien tendrá que repoblarlas por fin con gente de la nación. En las M los supervivientes están enfermos y estas mujeres funcionan como antídotos: son mujeres-vacuna. Las mujeres son tratadas como cosas biológicas, ganado argentino, recipientes con finalidad patriótica.

"La ganadora del Proyecto Vacuna viajará a las M, secundada por dos finalistas. Los treinta infectados las esperan. Nunca los olvidamos, mienten. Hemos logrado una Vacuna que es un escudo de protección masivo. Pero no solo reanimaremos clínicamente a los sobrevivientes. Nuestra cruzada es moral, hace meses que viven sin hembras. Sodomizados, no son un buen ejemplo para la patria. Las seleccionadas vivirán con los héroes en los barracones hasta quedar preñadas. Las M resurgirán y de ellas nacerán niños sanos. Gracias a las hembras reconquistaremos el mito de nuestro más preciado pedazo de tierra."

Repleta de humor cínico, la prosa de García Lao tiene aquí un ritmo entrecortado. Frases cortas, con profusión de imágenes poéticas. Pero no solo las frases se despliegan como tajadas, los párrafos siguen la misma lógica. Fragmentos de la voz del tal Cifuentes, que por cierto, es hijo de carnicero.

lunes, 6 de septiembre de 2021

Francis Scott Fitzgerald y el desencanto

 

Francis Scott Fitzgerald, Todos los jóvenes tristes (1926), traducción de Antonio Golmar, Barcelona, Malpaso (2021)

https://malpasoycia.es/libreria/todos-los-jovenes-tristes/

Uno de los libros más emotivos, divertidos y fascinantes que leí este verano es Todos los jóvenes tristes del no menos fascinante Francis Scott Fitzgerald. Un libro que apenas ha envejecido un ápice. Y digo emotivo, porque transmite ese sentimiento del desencanto, cuando la experiencia nos va enseñando que la vida no es exactamente como nos la habíamos imaginado. No siempre se gana, lamentablemente. Scott Fitzgerald consigue hilar bastante fino al explicarnos el comportamiento humano, las relaciones de pareja, la nueva mujer independiente, las ambiciones de los nuevos ricos.

"Si hubiera sido la esposa de un pionero, seguramente habría luchado hombro con hombro junto a su marido. Pero aquí en Nueva York no había ninguna lucha. No peleaban a brazo partido por un futuro lejano de paz y tranquilidad. De hecho, tenían para dar y tomar ambas. Igual que varios miles de jóvenes esposas de Nueva York como ella, Luella quería sinceramente tener una ocupación. Si tuviera un poco más de dinero y algo menos de amor, podría haberle dado por los caballos o por alguna aventura amorosa. Y si tuviera un poco menos de dinero, su energía sobrante se habría visto absorbida por la esperanza o incluso por el esfuerzo. Pero los Hemple estaban justo en el medio." ("El componedor")


lunes, 30 de agosto de 2021

Rebeca Hernández o la novela-postal

 

Rebeca Hernández, Los abandonos, Barcelona, Ril Editores (2021)

https://rileditores.quares.es/apex/quares/r/landingweb/detalle-producto?p2_id=21802&session=12536667419708

Esta es la historia de una familia plagada de mujeres y también la de una casa con sus diferentes estancias: son postales de la casa, fotografías que describen la casa y de ese modo el interior de los personajes. El padre quería tener un varón y no es hasta mucho después que su deseo es concedido:

"Medio siglo necesitó Lázaro para que existiera en su vida, por fin, un hombre que fuese sangre de su sangre. / -Cincuenta años he tenido que esperar para que un varón descienda de mí -pensó-. Pero el tiempo es el ingrediente necesario para que pueda pasar el tiempo. Hay que vivir los días, las noches, los meses y las estaciones para conocer el resultado de las acciones y los acontecimientos. Y el nacimiento de Ismael me ha enseñado que fue necesario concebir a tres hijas para que una de ellas me trajese un hombre."

De carácter más bien poético y descriptivo, Los abandonos nos cuenta así la historia de todas esas hermanas que fueron dejando atrás la casa familiar.

lunes, 23 de agosto de 2021

Valeria Luiselli o cómo la ficción impregna la realidad

 

Valeria Luiselli, Los ingrávidos, Madrid, Sexto Piso (2011)

http://sextopiso.es/esp/item/173/4/los-ingravidos

Novela fragmentaria que cuenta dos historias paralelas: la de la narradora y su familia, y la de Gilberto Owen (1904-1952), poeta mexicano que vivió en Estados Unidos. Ella trabaja en una editorial que busca desesperadamente un nuevo gran autor latinoamericano y así consigue colarle a su editor un supuesto manuscrito inédito de Owen. La narradora también recuerda su pasado, cuando aún no tenía hijos y la vida era liviana y despreocupada. Poco a poco comenzamos a escuchar la voz del mismo Owen que comienza a contarnos sus propias aventuras de exiliado. Ambas historias comienzan a confundirse y entremezclarse y los personajes se van afantasmando, circulando de una realidad a la otra, de tal manera que ella puede ver unos gatos que eran de Owen y Owen cree ver la silueta de una extraña pasajera del metro como si fuera capaz de recordar el futuro.

"En Las mil y una noches la narradora hilvana una serie de relatos para posponer el día de su muerte. Tal vez un mecanismo semejante pero inverso le sirva a esta historia, a esta muerte. La narradora descubre que mientras hilvana un relato, el tejido de su realidad inmediata se desgasta y quiebra. La fibra de la ficción empieza a modificar la realidad y no viceversa, como debiera ser. Ninguna de las dos cosas es sacrificable. El único remedio, la única manera de salvar todos los planos de la historia es cerrar una cortina y alzar otra: bajar una persiana, para poder desabrocharse la blusa; desescribir una historia en un archivo y urdir una trama distinta en otro. Penélope esquiva. Escribir lo que sí sucedió y lo que no."

lunes, 16 de agosto de 2021

Byung-Chul Han: posmodernidad y Lejano Oriente (cita)

Byuon-Chul Han, Ausencia (2007), traducción de Graciela Calderón, Buenos Aires, Caja Negra (2019)

https://cajanegraeditora.com.ar/libros/ausencia-byung-chul-han/

"Es sabido que el pensamiento posmoderno se opone a la idea de sustancia e identidad. Tanto la différence de Derrida como el rizoma de Deleuze cuestionan radicalmente la unidad y el cierre sustancial, y los señalan como constructos imaginarios. Su negatividad se acerca, por cierto, a la ausencia o al vacío. Pero les resulta ajena, como al pensamiento posmoderno en general, la idea de una totalidad mundana, del peso del mundo, que constituye el pensamiento del Lejano Oriente. El vacío o la ausencia tienen, en último término, un efecto recolectante y congregante, mientras que de la différence o del rizoma emana un efecto de dispersión intenso. Dispersan la identidad, fuerzan la multiplicidad. El cuidado por la totalidad, por su armonía y consonancia no es su cuidado. El pensamiento oriental sobre el vacío deja atrás la deconstrucción para alcanzar una reconstrucción especial. 

El pensamiento del Lejano Oriente está consagrado a la inmanencia. Incluso el dao no es una entidad monumental, sobrenatural o suprasensible que, como en la teología negativa, solo puede ser expresada en formas negativas, que huye de la inmanencia y favorece la trascendencia. El dao se funde totalmente con la inmanencia del mundo, con el 'es-así' de las cosas, con el aquí y ahora. En el mundo oriental de las ideas no hay nada por fuera de la inmanencia del mundo. Si el dao se sustrae a esta fijación o denominación no es porque sea demasiado elevado, sino porque fluye, porque se mueve como serpenteando. El dao denomina la permanente transformación de las cosas, el carácter procesual del mundo."


lunes, 9 de agosto de 2021

Miguel Ángel Hernández: arte, histeria y Lacan (cita)

 

Miguel Ángel Hernández, La so(m)bra de lo real, Barcelona, Holobionte (2021)

https://edicionesholobionte.com/la-sombra-de-lo-real-la-sombra-de-lo-real/

"El arte -sostiene Lacan en La ética del psicoanálisis-, igual que el sujeto, se (con)forma en torno a un vacío, un lugar que solo se habita in absentia, el lugar de la Cosa (das Ding). Dicha Cosa es un vacío primordial que se encuentra fuera del lenguaje, y que, precisamente, no puede ser simbolizado por estar 'más-allá-del-significado'. Es ese real de la Cosa lo que sustenta al sujeto, el centro ausente en torno al cual este gira sin cesar, aquello que aquel persigue, el objeto causa del deseo, la jouissance suprema a la que aspira el sujeto. Sin embargo, ese goce supremo -que sería mejor traducir como gozo, casi en el sentido del éxtasis de la mística- es siempre inalcanzable, puesto que está regulado por el principio del placer, por esa barrera inaccesible que hace que el sujeto literalmente 'se tuerza' al llegar a él y se encuentre del otro lado. Un goce que quema y que es inaccesible por la misma preservación impuesta por el principio del placer. Cuando el sujeto se acerca demasiado al goce de das Ding, se desmonta, literalmente, se 'de-sujeta'. La Cosa, podríamos decir, es la ausencia necesaria que cohesiona y mantiene al sujeto, el vacío que sostiene la estructura de lo Real, Simbólico e Imaginario. [...] La religión intenta evitar la Cosa, desplazar su vacío sobre la muerte y el porqué de la existencia; y la ciencia (la razón), al igual que el paranoico, realiza una Verwerfung, una forclusión, ignorando el vacío de la Cosa. Lo característico del arte es, en cambio, la represión (verdrängung) de la Cosa, de modo que su estructura es semejante a la del histérico, que se pregunta constantemente 'qué objeto soy yo en el deseo del Otro'."

lunes, 2 de agosto de 2021

Tatiana Goransky y el enredo familiar

 

Tatiana Goransky, La mujer poco probable, Madrid, Tres hermanas (2021)

https://treshermanaslibros.com/libro/la-mujer-poco-probable/

Leo y Martina, una pareja de largo recorrido, están volviendo de un viaje a San Petersburgo cuando el avión comienza a tener problemas. La cabina entera se altera y ambos no pueden evitar rememorar toda su vida. En Buenos Aires, está Dana, amiga de ambos, y sus dos hijos, Emma y Pedro, así como Shmuly, amante de Martina y padre biológico de Pedro. A su vez Dana está secretamente enamorada de Leo y se arrepiente de haberle presentado a Martina años atrás. Eso no es más que el comienzo de un enredo entre los personajes donde la complejidad del amor funciona como motor de lo narrado. Porque el amor es caprichoso y hay amores de tantos tipos... Pocas veces acompaña al deseo, cuán a menudo es resignado y cuántas veces es tan extraño que preferimos escaparnos que dejarnos domar.

"Sus abuelas, abuelos, bisabuelas y bisabuelos eran la prueba de que cada familia es un micromundo que después se exporta a una estructura mayor. De ese micromundo depende la relación de cada una de las partes con cada persona que conozca a lo largo de la vida."

lunes, 26 de julio de 2021

Natalia Carrero y Barcelona

 

Natalia Carrero, Vistas olímpicas, Madrid, Lengua de Trapo (2021)

https://lenguadetrapo.com/libros/episodios-nacionales/vistas-olimpicas/


Inclasificable, este libro de Natalia Carrero se despliega como un acordeón de postales de la Barcelona preolímpica, donde no falta el desparpajo tan propio de la autora o la denuncia social y de género, pero sobre todo la ironía, pues nada de nostalgia hay de esa Barcelona preolímpica sino tan solo el ánimo de describir su transformación:

"Un día concreto que ahora qué más da el boletín oficial o el papel institucional de turno anunció la ley o el decreto de ley o el plazo y la resolución correspondiente que a saber quién leería, de a pie de arena de los chiringuitos. Quedó aprobado el plan de remodelación y rehabilitación del paseo marítimo para la recuperación del frente litoral, futura meca turística playera. Todo por aquellos maravillosos aros olímpicos de los juegos deportivos bajo el himno de la amistad, valores para siempre y olé."

lunes, 19 de julio de 2021

Eduardo Ruiz Sosa o la enfermedad de la memoria

 

Eduardo Ruiz Sosa, Anatomía de la memoria, Avinyonet del Penedès, Candaya (2014)

https://www.candaya.com/libro/anatomia-de-la-memoria/

Pocas novelas tan ambiciosas como esta de Eduardo Ruiz Sosa. Novela que cuenta una historia bien conocida por todo latinoamericano: militares, activistas, secuestros, desaparecidos, libros prohibidos. Anatomía de la memoria es entonces un compendio de gente que está aquejada de la Enfermedad, que es la enfermedad del activismo o la revolución pero también la enfermedad de la literatura. Cuando la literatura y la revolución iban de la mano. ¿Alguien se acuerda de eso? Sí, alguien que ha dispersado la enfermedad de los que ya están muertos en los libros. Hay que contagiar de nuevo la enfermedad, hay que acordarse de lo que significaba estar enfermo. Alguien tiene que meter esa enfermedad en un frasco (encerrarla en un libro), y recetarla de nuevo.

Sin embargo, este argumento no es más que una excusa para que Ruiz Sosa despliegue una prosa realmente notable, hipnótica y deslizante, repleta de ironía soterrada, es decir, todo eso que configura lo que se suele definir como una prosa extraordinaria. Además, se sirve de recursos formales como el uso de la sangría francesa y una manera verdaderamente llamativa de cortar los párrafos: algo que por momentos se parece a la poesía y por otros a un diccionario. Un ritmo cercano al trance con un leve tono elegíaco. Pecado mío no haber leído Anatomía de la melancolía de Burton del que este libro es hermano. Sin embargo sí identifiqué un recurso que hace poco volví a leer en el Ulises de Joyce y que encuentro poco explotado y sin duda fascinante: el recurso de las preguntas. El recurso del narrador preguntando qué hacen los personajes, como si estuviéramos delante de la construcción, delante de aquello que se plantea el narrador y que normalmente queda silenciado:




lunes, 12 de julio de 2021

Jacques Derrida y el psicoanálisis

 

Jacques Derrida, Fueros. La melancolía de Abraham, traducción de Noelia Billi y Renata Prati, Buenos Aires, Katz (2021)

http://www.katzeditores.com/fichaLibro.asp?IDL=210

Libro que recoge una texto y una entrevista de Jacques Derrida relacionadas con el psicoanálisis. El texto, Fueros, juega con el concepto de "cripta", que define como un falso inconsciente, un inconsciente-prótesis, injertado. 

"El enclave de la cripta, entre 'el inconsciente dinámico' y el 'Yo de la introyección', forma, en el interior del Yo, del espacio general del Yo, una suerte de bolsa de resistencia, el quiste endurecido de un 'inconsciente artificial'."

La entrevista, La melancolía de Abraham, aborda distintos temas propios de la obra de Derrida, centrándose en su concepto/práctica de deconstrucción. Dice Derrida que la deconstrucción estudia ciertos conceptos en relación con su genealogía histórica, y para ello usa el lenguaje, y mientras lo usa está haciendo cosas. Ese lenguaje deviene una "escritura performativa". El concepto va cambiando de sentido a medida que se lo usa.

[...] al analizar por ejemplo la historia del concepto de 'amor', o el de 'justicia' o 'derecho', hago algo, hago gestos a través de la escritura, gestos de escritura, que son ellos mismos performativos, y que plantean y transforman por ende los 'conceptos' en cuestión."

"[...] lo que me parece muy importante en el aporte del psicoanálisis es que nos obliga a pensar la multiplicidad o la divisibilidad de eso que llamamos el 'yo', el 'sujeto', la 'persona': yo soy muchos, yo soy divisible. Y, como usted sabe, la divisibilidad es el recurso último de la deconstrucción. La deconstrucción se mete siempre con lo indivisible."

 

lunes, 5 de julio de 2021

Bohumil Hrabal (Fragmento del diario, 13/05/2021)

Vengo con unos días que tengo ganas de escribir, mono de escribir. Estoy corrigiendo una novela de Hrabal, Personajes en un paisaje de infancia, que está muy bien escrita. Con ese estilo que ahora se entiende como buena literatura, y lo es, sin duda. Un fraseo largo, desordenado. El personaje es una mujer que bebe mucha cerveza, que está un poco piripi, y nosotros seguimos su voz. El típico narrador del que desconfiamos. Tiene momentos bastante delirantes, con ensoñaciones del pasado, como si estuviera semidormida. Una especie de duermevela, y narrada con el desorden y la rapidez al mismo tiempo, sobre todo la rapidez de cambio de escena, siguiendo la lógica del sueño. La primera persona permite eso. A veces provoca confianza o, si no, la desconfianza. Pero aparte de eso, es un estilo clásico de la literatura del presente, no preciosista proustiana sino más a lo Kafka, y sin duda un estilo que dan ganas de escribir porque es muy bueno. Entonces me di cuenta de que tenía ganas de escribir y de que no estoy escribiendo nada, ni siquiera en el diario.

Pero la cosa de leer ese libro de Hrabal me dio nostalgia de esos momentos en que el párrafo sale solo, como si tan solo hubiera que escuchar la voz y ella dictara. Estoy desconectada de la voz. Y tal vez lo que vengo sintiendo es que echo de menos la voz. Echo de menos escribir algo. He perdido el fraseo y la costumbre y hasta la conexión rápida entre las ideas y las palabras, la narración, digamos, o digamos la voz, directamente, porque sin duda que eso es la voz. La voz que ya sale narrando directamente en el papel. Un narrador que escribe solo cuando encuentra su impostación, y dependiendo de esa impostación narra una cosa u otra.

lunes, 28 de junio de 2021

In the mood for love (Fragmento del diario, 12/04/2021)

Estaba viendo In de mood for love y me aburrí y pensé en que ya hace mucho que no escribo, y después pensé en lo que le dije al amigo a quien le gusta In the mood for love: que para escribir hay que tener algo que decir. Por eso sirven los diarios, para aplacar las ganas de escribir. Al menos así pienso yo, aunque debería escribir más, al menos en el diario, porque hace demasiado que no escribo y eso porque el amor me distrae. ¿Será por eso, realmente?

Pero no quiero hablar del amante, quiero obligarme a escribir, que es lo que me propuse al cerrar Filmin porque me estaba aburriendo con In the mood for love. Hay películas o series tan aburridas que consiguen que tenga realmente ganas de escribir, no en el sentido de “se me acaba de ocurrir una idea”, sino en el sentido de que tal vez escribiendo me aburra menos. Entonces recuerdo que a veces escribir es una fiesta. Ahora mismo ni siquiera suena música, pero estoy escribiendo más o menos rápido y comienzo a notar ese placer de los dedos dándole al teclado y las ideas que comienzan a borbotar improvisadas y a veces todo fluye directamente con las teclas del ordenador y entonces es maravilloso.

Escribir es también el acto de darle a las teclas, la parte orgánica y mecánica del asunto. Engancha. Tal vez mucho más que la función comunicativa de la escritura, que es cuando uno tiene algo que decir. Porque hay que tener algo que decir. A veces eso que uno tiene que decir viene mientras se está escribiendo, y entonces uno se sorprende de esa idea que vivía adentro, una idea que estaba a punto de salir o tal vez solo desarrollándose en la zona inconsciente.

(Solo llevo diez minutos escribiendo.)

No es tan fácil tener ideas, aunque uno se esfuerce y se obligue a entrar en el diario. Ahora podría releer las entradas más recientes, como para seguir una narrativa de mi vida, cosa que suelo hacer de vez en cuando, pero como he escrito tan poco últimamente, recuerdo más o menos todas las entradas de los últimos tiempos, en las que prácticamente siempre aparece este amante al que estoy viendo.

Eso lo sabemos y no hace falta estar hablando de él todo el tiempo, aunque esté prácticamente todo el tiempo en mi mente. Hablar del amor es algo pasteloso al final. Aburre hablar siempre del amor, porque el amor del que se habla es anhelo. Es difícil hablar del amor mientras está ocurriendo el amor, porque el amor suele ser absolutamente ñoño, y los amantes se quedan mucho rato mirándose a los ojos y sonriendo sin poder evitarlo y sintiendo felicidad, cosa que apenas se puede describir más que con la palabra felicidad.

(Quince minutos escribiendo. El tiempo es completamente diferente cuando se escribe.)

lunes, 21 de junio de 2021

Witold Gombrowicz y el talento (cita)

Witold Gombrowicz, Diario argentino (1986), traducción de Sergio Pitol, Buenos Aires, El cuenco de plata (2016)

https://elcuencodeplata.mitiendanube.com/productos/9789873743481/

"¿Qué valor puede tener en todo caso esta idea si no soy capaz de realizarla aquí, en mi diario? Sin embargo no logro hacerlo, algo me lo impide; cuando entre la gente y yo no existe una forma artística, el contacto se vuelve demasiado molesto. Debería tratar este diario como un instrumento de mi devenir ante ustedes..., obligarlos a que me enfoquen de cierta manera, de una manera que hiciera en mí posible (¡adelante, que aparezca esa peligrosa palabra!) el talento. Que este diario sea más moderno y más consciente y quede impregnado de la idea de que mi talento solo puede nacer en relación con ustedes, es decir que solo ustedes pueden incitarme al talento, es más: crearlo en mí."

lunes, 7 de junio de 2021

Roger Chartier: la vida cultural es cada vez más virtual (cita)

Roger Chartier, Lectura y pandemia, Buenos Aires, Katz (2021)

http://www.katzeditores.com/fichaLibro.asp?IDL=208
 

"En la misma investigación ya citada sobre las prácticas culturales de los franceses hay otro dato muy interesante: uno de cada seis franceses afirma que su vida cultural tiene lugar por completo en el mundo digital, particularmente a través de las redes sociales, los vídeos online, o los juegos electrónicos. Leen o escriben solamente en las pantallas. La mitad de estos individuos, que ya desde antes de la pandemia vivían en condiciones similares a las pandémicas, tienen menos de 25 años. La cuestión es, por un lado, saber si sus prácticas culturales van a mantenerse exclusivamente online o si en algún momento van a salir del mundo digital para encontrarse con otras prácticas, culturales o no. Por otro lado, podríamos preguntarnos también si esta minoría de hoy prefigura la sociedad entera de los lectores del futuro."

lunes, 31 de mayo de 2021

Ted Chiang o la tecnología está cambiando tu percepción

 

Ted Chiang, Exhalación (2019), traducción de Rubén Martín Giráldez, Madrid, Sexto Piso (2020)

http://sextopiso.es/esp/item/472/exhalacion

Llevamos años escuchando que la ciencia ficción es el nuevo realismo, y libros como Exhalación se plantean cómo las nuevas teconología que usamos a diario están cambiando nuestra percepción de la realidad. Claro que antes de Chiang lo hicieron Dick y Ballard, por nombrar a los más destacados. Temporalidad, recuerdos, identidades o qué significa ser humano: en esa línea van los cuentos de este libro, con reminiscencias borgianas, sin duda, pues hay dobles a cada rato, puertas del tiempo en cuentos con aires milyunanochescos, paradojas temporales, caminos que se bifurcan, etcétera. Pero sobre todo hay distintas maneras de imaginar cómo pensaremos, cómo nos relacionaremos y qué dilemas éticos nos plantearemos a poco que esa tecnología siga el camino natural de su evolución. 

Hay un cuento asombroso que a todos recordará a un episodio de Black Mirror donde existe una tecnología capaz de grabar todos los recuerdos para después visualizarlos. Chiang hace el ejercicio de comparar este cambio de paradigma con lo que supuso la escritura en las sociedades orales. Sabemos que la memoria tergiversa los recuerdos, sabemos que existen los recuerdos falsos. En este cuento, la tribu que comienza a usar la escritura cambia su manera de pensar y termina por fiarse del papel. Del mismo modo, la sociedad que graba los recuerdos terminaría por fiarse de esos vídeos: "Mentalmente, pasaremos de la cultura oral a la cultura alfabetizada" ("La verdad del hecho, la verdad del sentimiento"). 

Hay otro cuento magnífico ("El ciclo de la vida de los elementos de software") donde la protagonista debe adiestrar a mascotas virtuales. A poco que vamos adentrándonos, descubrimos cómo el hecho de relacionarse con inteligencias artificiales despliega dilemas éticos así como emociones intensas en la protagonista, pues el amor nace cuando existe implicación, tiempo y esfuerzo: "Quieren algo que responda como una persona, pero a la que no se deban las mismas atenciones que a una persona, y eso es algo que ella no puede darles". 

Además de estos dos, tal vez mis preferidos, hay un cuento con portales que permiten el viaje en el tiempo; otro en el que las personas deben ir a rellenar sus pulmones y en el que su protagonista, un anatomista, quiere estudiar la manera en que se graban los recuerdos. Hay otro cuento en el que mediante un aparato llamado Pronostic se puede retrasar el tiempo; otro que analiza los beneficios e incovenientes de tener una niñera robot; uno que explica el funcionamiento de un aparato llamado prisma que permite acceder a nuestros otros yos en los distintos multiversos, de modo que los personajes conocen los caminos que se bifurcan dependiendo de la toma de decisiones. Está el cuento de los papagayos que se quejan de que los humanos están buscando comunicarse con vida extraterrestre y apenas se molestan por comprenderlos a ellos, y también uno que cuenta la historia de una arqueóloga que está fascinada por el descubrimiento de árboles sin anillos de crecimiento, una prueba más que evidente de que el mundo lleva muy poco tiempo creado. Un libro magnífico.

"A medida que Jijingi iba practicando la escritura comenzó a comprender a qué se refería Moseby: la escritura no era solamente una forma de conservar lo que alguien había dicho; podía ayudarte a decidir qué querías decir antes de decirlo. Y las palabras no eran solo pedazos de habla; eran pedazos de pensamiento. Cuando uno las escribía, podía agarrar sus pensamientos como ladrillos y colocarlos en órdenes distintos. La escritura permitía observar los propios pensamientos de una manera en la que no podrías si solo estuvieras hablando, y una vez vistos podías mejorarlos, hacerlos más potentes y elaborados." ("La verdad del hecho, la verdad del sentimiento")

 

lunes, 24 de mayo de 2021

Maurizio Torchio: el aislamiento y las palabras

 

Maurizio Torchio, El mal cautivo (2015), traducción de César Palma, Barcelona, Malpaso (2021)

https://malpasoycia.com/libreria/el-mal-cautivo/

El narrador está encarcelado, lo han metido en una celda de aislamiento. Dice que casi lo único que tiene son las palabras. Sabemos que ha matado a un guardia y que antes de eso ha participado en un secuestro. Ha secuestrado a una mujer. Ha pasado de carcelero a encarcelado. 

"El aislamiento es la prisión de la prisión. Porque cada lugar debe tener una prisión. Si ya estás en el hospital y te encuentras mal, ¿qué hacen? Te ponen en sedación intensiva, que es el hospital del hospital. Si estás en prisión y quieren castigarte, es lo mismo: tiene que haber algo. Siempre tiene que haber algo que quitar, si no, todo se para. A veces te dan cosas para que temas perderlas. Donde estaba antes repartieron televisores solo para amenazar con apagarlos."

La novela avanza entonces contándonos el funcionamiento de la cárcel, los mecanismos del poder dentro del poder. Las jerarquías entre presos, entre guardias. Y lo hace de manera hipnótica, con un estilo parco que de golpe encaja una frase de las que te dejan con las patas colgando. Frases que son epifánicas, verdaderas. Frases que intercalan reflexiones de quien está aislado del mundo, de alguien que menos mal que tiene palabras y recuerdos para no terminar del todo loco.

 


 

lunes, 17 de mayo de 2021

Armen Avanessian o el futuro es metafísico

 

Armen Avanessian, Meta-futuros, traducción de Federico Fernández Giordano, Barcelona, Holobionte (2021)

https://holobionteediciones.bigcartel.com/product/proximamente-meta-futuros-perspectivas-especulativas-para-el-mundo-que-viene

El futuro viene hacia nosotros, como una corriente de tiempo que avanza en sentido contrario al que estamos acostumbrados. El tiempo nos viene de cara y nosotros avanzamos a contra corriente. Lo mismo pasa con la metafísica. La metafísica ha sido confinada al olvido, pero viene hacia nosotros desde el futuro, como un síntoma de algo que quiso ser borrado del pensamiento por irracional, impracticable, un sinsentido. 

"Nuestro mundo atraviesa deficultades a todos los niveles. Debido, en parte, a desafíos sobrecogedores y crisis de signficado que tal vez habíamos olvidado entender como metafísicos. Los avances de la física y la tecnología, que una vez fueron pensados para ayudarnos o incluso liberarnos de los problemas mundanos, ya no son necesariamente una ayuda para salir adelante. Al contrario, nos hallamos cada vez más acuciados por los daños colaterales surgidos de las revoluciones tecnológicas de la modernidad (el cambio climático es uno de ellos), y que amenazan a todas las formas de vida en nuestro planeta incluida la humanidad. Hoy más que nunca, por tanto, se plantean cuestiones que no pueden ser abordadas de manera empírica."

La metafísica está por todos lados, se cuela entre nosotros, viene hacia nosotros desde lugares insospechados y con máscaras distintas. "El fanatismo político, el oscurantismo social y el esoterismo privado están a la orden del día", dice Avanessian. Y también la religión, la fe en el algoritmo, el asunto de lo poshumano. Las ciencias, que se vanaglorian de racionalidad, se basan en constructos no tangibles, teóricos. De modo que el futuro, o todos los futuros posibles, nos alcanzan con un resurgir de lo metafísico.

"Todo pensamiento comienza con una abstracción del mundo accesible intuitivamente, y por esta razón posee un componente metafísico, sin importar si se trata de una caracterización, una clasificación o cualquier otro tipo de abstracción."

lunes, 10 de mayo de 2021

Andrea Abreu: lenguaje-volcán

 

Andrea Abreu, Panza de burro, Sevilla, Barrett (2020)

https://editorialbarrett.org/tienda/narrativa/panza-de-burro/

El lenguaje como erupción de volcán, río de lava que avanza sin importar mucho adónde va a parar y que no deja nada como estaba, a nadie indiferente. Panza de burro es la historia de una niña que está enamorada de otra niña narrada con un estilo prodigioso y vivo, borboteante, barroco y neologismo (o naturalismo fonético-millennial, según se mire), como si conectara con aquella corriente latinoamericana (boom, indigenismo, costumbrismo) que apenas se desarrolló, me parece, de este lado del charco.

"Veía a Isora en todas partes. La veía colgada de las paredes, como a una virgen chiquitita tallada en tea, como a la Virgen de Candelaria la veía, desnuda, flotando, como la virgen sin ropa que no es más que un palo seco con una cabeza espichada. La veía como una alucinación de antes de dejarme dormir, era un fantasma arrastrándose por los cuartos, aullando canciones tristes de Aventura a las tres de la mañana. Tenía a Isora como metida en una pantallita de tele delante de los ojos a todas horas, como una foto brillante. La imaginaba estregándose contra los bordes de las puertas. Veía los Ranger de Texas y cada poco me giraba por si estaba detrás de mí, rozándose el pepe contra los cojines de los sillones. Oía ruidos, me asustaba. Isora era una perra escondida en los cuartos cerrados, la sentía jariada dentro de mi cabeza, la punta húmeda del jocico rozándome la columna vertebral, erizándome los pelitos rubios que crecen en los bordes de la espalda."