Atragantado 2
Pues sí, sigo atragantado. Lo he vuelto a intentar, pero no hay manera. Tal vez sea ya que he decidido dejarlo —el texto, digo, el que se me atragantaba— y que, una vez que uno toma la decisión, ya es imposible entonces remontar. Acabo de volver a mirarlo y se me hace más fácil ahora montar una novela entera que acabar ese artículo. Así que ya está la decisión tomada: un mes de trabajo a la mierda. Y también lecturas y desvelos. Pero, bueno, debe saber uno también cuándo parar. Y que a veces hay caminos que no llegan a ningún lugar.
Quién sabe, quizá en el futuro se pueda retomar. Ahora mismo, sin embargo, el mero hecho de haberla borrado de mis tareas por venir, me ha liberado. No me veo capaz. Es como si hubiera perdido toda la destreza para hacerlo. Tendría que frenar el mundo para poder meterme ahí con fuerzas. Y quizá ni así. Todo texto tiene su tiempo, su impulso. Este sé que no lo voy a poder saltar. Así que lo mejor es dejar de intentarlo y chocarme contra la pared.
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