rumiar la biblioteca

lunes, 9 de diciembre de 2024

María Lugones y el feminismo decolonial

 

María Lugones, Hacia un feminismo decolonial, traducción de Gabriela Castellanos, Camilo Porta Massucco y Joaquín Rodríguez Feo, Buenos Aires, Eterna Cadencia (2024)

https://eternacadencia.com.ar/site/view-ec-book/274?srsltid=AfmBOop-WpzPJhN3qd3hh5U-jZiXdGEdIMA55CKwY83ERNC1JXvHXSlV

Interesante propuesta de lectura que nos pone en órbita sobre un feminismo que no es el de las mujeres blancas y burguesas, o más bien: se trata de un feminismo que no pierde de vista otras dominaciones tales como la de la raza y la socioeconómica. Plantea aquí Lugones, a través de diversos ensayos, que el concepto de raza y el de género fueron implantados con la colonización europea, pues el blanco europeo necesitaba una categoría inferior de seres humanos para justificar moralmente la dominación de los mismos y el uso de esa mano de obra esclava. Así, todos los no-blancos eran casi humanos o menos que humanos. Por eso, el feminismo no-blanco es incapaz de posicionarse solamente ante la dominación masculina y los roles de género, pues este feminismo solo se aplicaba a las mujeres blancas. El resto de mujeres no-blancas ni siquiera eran mujeres como tales, eran tan solo no-humanas hembras. 

"Solo los civilizados eran hombres y mujeres. Los pueblos indígenas de las Américas y los africanos esclavizados se clasificaban como no-humanos en su especie –como animales, incontrolablemente sexuales y salvajes. El hombre moderno europeo, burgués, colonial, se convirtió en sujeto/agente, apto para gobernar, para la vida pública, un ser de civilización, heterosexual, cristiano, un ser de mente y razón. La mujer europea burguesa no era entendida como su complemento, sino como alguien que reproducía la raza y el capital mediante su pureza sexual, su pasividad y su atadura al hogar en servicio al hombre blanco europeo burgués."

Plantea además que el género en otras civilizaciones no-occidentales era mucho más fluido, sin categorías estancas, de modo que había un tercer género y, por otro lado, tampoco se penalizaban las relaciones homosexuales. El género nació como categoría social de dominación al mismo tiempo que la raza. 

lunes, 2 de diciembre de 2024

Juan Arnau o saber burlarse de nuestros propios deseos (cita)


Juan Arnau, La meditación soleada, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2024)

https://www.galaxiagutenberg.com/producto/la-meditacion-soleada/


"En la intención va inscrito el deseo. El deseo es una de las caras de la intención. Ya se dijo, somos seres deseantes. No hay modo de evitar la seducción del deseo. Vivir es desear. Anhelamos desde la mente, como si el vacío radical de la conciencia tuviera que llenarse con intención para engendrar las formas. El deseo intrínseco del ser se aprecia en el impulso por regresar al origen que curva nuestros universos. Pero hay diversos modos de reaccionar al deseo, distintas actitudes. Podemos dejarnos arrastrar por el deseo ciego (una forma, como otra cualquiera de anteojeras), o cultivar el deseo irónico. Aprender a mirarnos desde fuera y ver cómo deseamos. Aprender a sonreír ante nuestros propios deseos. Incluso a burlarnos de ellos. ¿Quién es aquel que es capaz de salir de sus propios deseos? La meditación soleada es un medio para conseguirlo."

lunes, 25 de noviembre de 2024

Cristina Rivera Garza o escribir es político

 

Cristina Rivera Garza, Los muertos indóciles (2013), prólogo de Jorge Carrión, Bilbao, Consonni (2021)

https://consonni.org/es/publicaciones/los-muertos-indociles-necroescritura-y-desapropiacion

Necesario este libro de reflexiones acerca de lo que significa escribir en la era de las nuevas tecnologías, pero sobre todo de lo que significa escribir cuando el escritor ha bajado definitivamente de la torre de marfil y ya no se considera un genio inspirado sino un reescritor, pues asume que el hecho literario es más bien una cuestión de artesanía y oficio, una conversación con todo lo que ya se escribió, una manera de leer (tal vez la más productiva), un ser consciente del otro en la creación: palimpsesto sin duda, pero también comunicación. Escribir es político, viene a decirnos Rivera Garza: que nuestra escritura refleje también este mundo nuevo que habitamos, que imaginamos posible.

"¿Dices que el pasado se instauró en el poder pero sigues hablando de la originalidad como baluarte literario? ¿Te preocupa el estado de las cosas pero cuando escribes crees que la estética no va con la ética? ¿Estás dispuesta a transformar el mundo pero cuando narras te persignas ante la divina trinidad inicio-conflicto-resolución? ¿Te diviertes escribiendo como un loco o un niño pero a eso lo llamas ejercicios o apuntes y nunca 'literatura'? ¿Eres un as en las redes y haces mucho copy-paste pero cuando narras lo único que te preocupa es la verosimilitud? ¿Quieres trastocarlo todo pero te parece que el texto publicado es intocable? En resumen: ¿Estás en contra del estado de las cosas pero sigues escribiendo como si en la página no pasara nada?" 

lunes, 18 de noviembre de 2024

Lydia Davis: brevedad, ironía, repetición

Lydia Davis, Esa gente que no conocemos (2023), traducción de Eleonora González Capria, Buenos Aires, Eterna Cadencia (2024)

https://eternacadencia.com.ar/site/view-ec-book/271?srsltid=AfmBOoqkJmu8_iN84M0rT7t_R4BeL7XsKe0jrKm9h0SVy3fazAPnYK2E


Por lo general, creo que escribir un texto corto sobre libros de textos cortos es tremendamente difícil, porque raramente suele existir una unidad clara. De modo que me cuesta escribir un texto corto sobre el libro de Lydia Davis porque recopila textos cortos, algunos más largos, es cierto, pero generalmente cortos o muy cortos. Busco la unidad: tal vez está el asunto de mujeres de cierta edad; el asunto de escribir sobre reacciones vergonzosas; el asunto de irse a vivir a un pueblo pequeño cuando se lleva toda la vida en la ciudad; viajes a ciudades, viajes en trenes, restaurantes; naturaleza en miniatura porque suelen tratar de líquenes o insectos; la cosa aquella del lenguaje y de los juegos de lenguaje tan propios de la autora; la ironía naif, tan propia (también) de la autora; la cuestión de los detalles cuando el escritor observa a otras personas. ¿Esto es unidad? Difícilmente pueda considerarse unidad, salvo porque pertenecen a una misma autora. Algunos textos son magníficos, otros pasaron sin más. Algunos se desbordan con ese estilo entre absurdo y naif y con repeticiones que tanto disfruto, otros son neutros y anodinos. Tal vez estos últimos cobran sentido porque son muchos. Pero fui doblando la esquina de la página de los que me gustaron mucho, por lo general los que desbordan ese estilo que tanto disfruto, y cuento unas treinta esquinas dobladas.

"Claramente, en ciertas ocasiones resulta más difícil de aceptar que una se siente insignificante o poco importante. Es más difícil aceptar que una se siente insignificante en comparación con los integrantes de la propia familia que en comparación con el universo y la eternidad. / No es fácil sentirse insignificante y, al mismo tiempo, sentirse poderosa y bien. Hay que reconocer un largo camino y volver al punto de partida. Durante los primeros años de la vida a veces una se siente insignificante y mal. Después una aprende a sentirse más importante y bien. Y después una aprende a sentirse más insignificante de nuevo, pero bien."

lunes, 11 de noviembre de 2024

José Salem y el detective jubilado

José Salem, Dominó, prólogo de Edgardo Scott, Manzanares, Fagus (2024)

https://faguseditorial.com/

Un grupo de jubilados se junta una vez por semana a jugar al dominó, pero un día, Manolo, el más puntual, no llega. Lo llaman por teléfono y no contesta. Qué raro. Como vive cerca, van a su casa a buscarlo y se encuentran la puerta abierta y a Manolo asesinado en medio del salón. Además, al narrador, Tomás, le parece ver una silueta escapándose por la ventana. También identifica algo sobresaliendo del chaleco de la víctima y se decide a tomarlo. Se trata de un sobre que contiene una carta que, más tarde, leeremos, y una llave que da acceso a una caja fuerte con documentación que acredita un caso de corrupción en las más altas esferas del Estado. ¿Por qué se habrá guardado el sobre y por qué no se lo dio inmediatamente a la policía? Eso nos preguntamos los lectores así como Tomás, a cada rato. 

Al día siguiente, lo visita el hijo de Manolo y luego su amante. Ambos parecen saber que Tomás esconde información. Y como se huele que el asunto es escabroso, el protagonista decide alejarse de Buenos Aires y esconderse unos días en Montevideo. La cosa se sigue complicando y en Uruguay se encuentra con un amigo que lo convence de que tiene que acudir a las autoridades. 

Dominó deviene en un juego de identidades y, a la vez, desmonta los prejuicios sobre la tercera edad.

"Entonces, imaginaba la vejez sin sacudones, sin el ritmo despiadado de la vida adulta ni tanta exposición al mundo exterior, a la gente y sus imposturas. Una etapa reservada al remanso de días y de noches protegidos por la quietud del hogar, a tardes de siesta y películas en la tele, a pasar un buen rato detenido en el banco de una plaza para observar las marcas del tronco de un árbol, su corteza y hasta la savia que lo nutre; para la simple apreciación del devenir contiguo, del cual uno es amo y señor así como lo es de su propia respiración, de su mirada y de su próximo paso."

lunes, 4 de noviembre de 2024

Brianna Carafa o el anhelo de la infancia

 

Brianna Carafa, La vida involuntaria (1975), traducción de David Paradela López, El Escorial, Caleidoscopio (2024)

https://caleidoscopiodelibros.es/la-vida-involuntaria/

Pintus, un joven algo contemplativo y con aspiraciones de escritor, con una infancia complicada (falto del cariño de su madre), solo encuentra interés en un caserío al que llama "Tejados Rojos", lugar que es depositario de sus anhelos, lugar al que no puede acceder. 

Cuando llega la edad universitaria, Pintus se va a vivir a Vallona. Comienza así una vida bohemia, estudios de filosofía y psicología, y experiencias de la madurez, que no siempre resultan satisfactorias. De esta forma, leemos una novela de aprendizaje con reflexiones verdaderas, cierto, pero tal vez con un estilo que hoy suena algo demodé y grandilocuente:

"Resumiendo, era incapaz de pensar, tal y como el profesor Bastovich propugnaba de toda la humanidad. No cabía duda de que yo era una de las primeras víctimas del saqueo de lo irracional, de las manos de una muchacha sobre mi cuerpo, por ejemplo, de la cálida oscuridad de los sentimientos y del miedo a vivir. Debería haberme conformado con ser un empleado de banca, porque ni siquiera poseía aptitudes artísticas o deportivas. Y no sentirme tan humillado, sino existir en otra parte, en las citas amorosas, en la invencible resurrección de los sentidos, con el deseo de amar que, cada vez, resultaba de ello."

Tal es el desencanto de la vida adulta que Pintus atesora aquel anhelo de las "Tejados Rojos" como lo único que importa. Así, Carafa viene a decirnos que el anhelo primero es el que nunca nos traiciona.