¡Qué
maravilla! ¡Qué visión! ¡Qué valor! Ahí la tienen ustedes. Nadie se había dado
cuenta, pero Fátima lo ha descubierto. Además de la famosa primavera de El
Corte Inglés, desde hoy debemos hablar de “la primavera del empleo”.
Esta mujer --cuyo
gran mérito es haber inyectado en vena, a los trabajadores, la ley de la
reforma laboral que la elaboraron los chicos de la CEOE--, cada vez que habla
es para echarse flores a sí misma. Eso sí, diciendo cosas que no se cree ni
ella y que seguro que deben sonarle estridente hasta a la Virgen del Rocío,
como se sabe su virgen preferida a la que, gracias a su amparo, tenemos el
mercado laboral mejor que nunca.
El mundo de
Yupi no es nada comparado con nuestro mercado laboral. Es lo que tiene tener
contacto con el más allá. Los santos, vírgenes y gente de buen vivir te hacen
ver cosas que el ciudadano normal no atisba por su corto entendimiento.
Mira que no
ver, hasta que la ministra Fátima nos lo ha dicho, que tenemos hoy un empleo de
más calidad que el de antes de la crisis. Son ganas de no querer ver la
realidad. No notar la mejoría debe ser una especie de síndrome infame.
Es lo que
tiene ir fumada a las comparecencias. Una puede decir lo que le venga en gana y
sonreír como si fuera verdad, aunque sea más falso que un euro de plástico. Sí
señores, ustedes no lo saben, ustedes no se habían dado cuenta, ustedes son muy
cortos, sólo Fátima y sus compas ven la verdad: Estamos en la primavera del
empleo.
Y, ¿qué
importa que los salarios sean más bajos, o que la precariedad sea cada vez
mayor? ¿Qué importa que hoy se trabajen 613 millones de horas y hace diez años 654?
¿Qué más da que la gente tenga contratos de pocas horas y no les llegue el
salario a fin de mes? ¿A quién interesa que la desigualdad hoy sea mucho mayor
que hace diez años? ¿A quién preocupa que haya más de dos millones de parados
de larga duración, el doble de hace ocho años? ¿Qué tiene que ver que se hayan
perdido 600.00 contratos indefinidos en los últimos ocho años? Que tenemos dos
millones de empleos menos que en 2007, ¿y qué? Y si el poder adquisitivo ha caído
siete puntos desde el comienzo de la crisis, tampoco tiene la menor
importancia. El hecho de que la mitad de los contratos temporales firmados sea
inferior a siete días, es algo tangencial.
Y es que no
nos enteramos de nada. La recuperación ha sido milagrosa, y contiene las tres
eses de Fátima. Porque nos guste o no, así lo afirma la ministra de la CEOE,
esta recuperación tiene tres eses: es sólida, sana y social. ¡Toma ya! ¡Y yo
con estos pelos! ¿Hay quién lo dude? ¡Hombres y mujeres de poca fe!
No me cabe
la menor duda, no somos capaces de soportar el éxito de esta ministra y nuestra
envidia no nos deja ver los preciosos logros laborales. Menos mal que todavía
hay más del 30% que lo creen a pies juntillas: Los votantes del PP.
Salud y
República