Ahí la tienen, jacarandosa, gritona y al límite de la imputación. A la señora Rita –la Barberá que no la cantaora— le han regalado desde Feria Valencia unos cuantos regalitos como bolsos, otros artículos de complemento y cheques-regalo de grandes almacenes. Total 7.640 euros en regalos que está investigando la Fiscalía Anticorrupción.
En resumen, la señora Rita, tan pomposa, ha recibido unos cuantos presentes de alta calidad –bolsos de 600 euros, entre otras cosillas— desde Feria Valencia y todo ellos durante el tiempo que ha sido presidenta de la misma. O sea, esta buena señora, tan auténtica y tan genuina, ha recibido de un organismo municipal de la que es presidenta unos obsequios, total, que se ha auto-regalado estas cosillas sin importancia, eso sí, con dinero público, con dinero de los valencianos.
Ella ha contestado que son cosas normales, vamos que los bolsos de Loewe o de Carolina Herrera o billetera de Bulgari o los cheques-regalo de 700 euros es lo que nos suelen regalar a todos en nuestro santo y en Navidad. Esto es lo corriente, lo habitual. Está claro que regalar cerca de ocho mil euros en dos años, según la señora Rita, es algo corriente. Y más cuando ella es juez y parte, cuando se trata de un regalo que le hace una institución de la que es la máxima autoridad.
Y podemos añadir a todo esto que mientras Feria Valencia pensaba en las primeras necesidades de su presidenta y alcaldesa valenciana y trataba de cubrirlas con el presupuesto público, esta entidad tenía unas pérdidas de más de 250 millones de euros. O sea que llovió sobre mojado.
Basta ya de gentuza que utiliza su poder para beneficiarse por todo el morro y además, lo justifica –recordando su refrán preferido: Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita--, sin que se le caiga la cara de vergüenza, en vez de pedir perdón y dimitir por esa corruptela.
Esperemos que Anticorrupción actúe y solicite la imputación de esta alcaldesa carca y rancia que se ha acomodado a unos beneficios que salen del bolsillo de los valencianos. Ha estado al borde la imputación en causas como la de Urdangarín, en el caso de la copa de América, o en el caso Emarsa donde también la regalaron dos bolsos de Loewe –que vicio tiene esta mujer por los bolsos caritos—, sin embargo al final ha salido indemne, lo que le ha hecho suponer que tiene impunidad, y ha seguido con ese vicio de aceptar regalos bien con presupuestos públicos o bien por empresas sobre las que el ayuntamiento decide sus contratas.
Hay que mandar a su casa a estos políticos rancios y sin prejuicios, que han dejado abandonada la vergüenza a la entrada de la institución a la que pertenecen, si es que alguna vez la han tenido.
Salud y República