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05 noviembre 2020

Subida insuficiente de los impuestos en 2021

 

Ya está elaborado el borrador del presupuesto del año próximo. Parece que el gobierno tiene ya los socios necesarios para poder aprobarlos. Ahora se pasarán por las Cortes, donde es posible que se hagan pequeños retoques, pero se mantendrá la esencia de los mismos.

Para hablar de impuestos en este país –ya sé que no le gusta a la derecha, que no cree en una justa redistribución de la riqueza-- hay que empezar por saber que la presión fiscal en España representa un 34,4% del PIB, mientras que en Europa ese porcentaje es del 41,1, casi siete puntos más. Lo que quiere decir que en nuestro país se pagan pocos impuestos, contamos con menos prestaciones para inversiones y gastos sociales. Esto es: Sanidad, Educación, Vivienda, Pensiones, Trabajo o Dependencia, entre otros departamentos.

Seguramente, en principio, el hecho de pagar impuestos no es algo apetecible. Sin embargo, se trata de un derecho y de una obligación. No se puede pretender tener un Estado del Bienestar aceptable si no se tienen los recursos necesarios. Por lo que, si nuestro modelo es un Estado Social y Democrático de Derecho, es imprescindible pagar más impuestos, o sea hacer caja, para conseguir mantener unas prestaciones aceptables, como las tienen países de nuestro entorno, como Francia o Alemania.

Pagar impuestos, para muchos es una carga que preferirían no aceptar, eso sí, cuando se les ve las orejas al lobo –por ejemplo, una pandemia--, esos mismos pretenden que les salve el culo la Sanidad pública, que han dejado coja en los últimos años. Cuantos más impuestos se paguen, más mejorarán nuestros servicios sociales. Y el pago justo de impuestos debe ser de forma progresiva.

En los presupuestos de 2021, los ingresos sufrirán una subida. Eso sí, pequeña, yo diría insuficiente, y afectará, fundamentalmente, a los ciudadanos más pudientes. Una misión de los impuestos es redistribuir, por lo que se trata de que pague más, quien más tiene y que se cubran servicios vitales de los que menos poseen.

Pues bien, el aumento de impuestos del años próximo será aproximadamente de 5.600 millones de euros (a decir de expertos, se trata de una cifra inflada), lo que apenas hace aumentar nuestra presión fiscal –en menos de un punto-- y nos mantiene lejos de la media europea.

El aumento del IRPF, por ejemplo, afectará (un 2% más) solamente a los que perciban más de 300.000 euros al año. Parece insuficiente y debería haberse aumentado los tramos a partir de los que cobraran más de 120.000 euros. Lo que supondría triplicar el aumento previsto, con el fin de obtener más ingresos y revertirlos en inversiones prioritarias en favor de los más necesitados.

Y qué decir de los impuestos de las empresas. No es aceptable que las más importantes ( por ejemplo, las del Ibex-35) tengan derecho a desgravaciones y exenciones fiscales que hacen que apenas paguen impuestos (de media entre un 5% y un 7%). Es inaudito, además de injusto, que las empresas con grandes beneficios paguen la cuarta o quinta parte de lo que pagan los asalariados. Y así nos va. Es aquí donde deberían aumentarse los impuestos. Bastaría con que estas grandes empresas tuvieran que pagar, al menos, el 15%, esto sí que sería un importante soporte de los ingresos.

Los otros impuestos, como las tasas Tobin y Google son razonables, así como los del IVA de los refrescos azucarados.

Es necesaria una reforma fiscal seria y completa. De forma que pague más quien más tiene. No se trata de hacer reformitas o acciones que apenas cambian las cuentas, porque nuestro Estado del Bienestar es algo que hay que reforzar, y no adelgazar como se ha hecho desde el año 2009.

La excusa de la pandemia no puede servir para aplazar más la necesidad de obtener más recursos. Ya veremos cómo, cuando se supere el coronavirus, la derecha seguirá tratando de beneficiar a los suyos y oponiéndose a que los que más tienen paguen más.

Si nuestra presión fiscal alcanzara la media de la europea podríamos disponer de unos 70.000 millones de euros más. De forma progresiva (en varios años) y con una reforma fiscal adecuada habría que conseguir más recursos, que nos pondrían a la altura social de los principales países europeos. Por cierto, aumentar la eficacia en la lucha contra la evasión fiscal y fomentar las reformas necesarias contra la elusión fiscal deberían ser un objetivo principal.

Salud y República

20 octubre 2018

La banca siempre gana, también a la Justicia


Increíble, pero cierto. Parecía un sueño. Y así fue. El Tribunal Supremo (TS) –como saben el máximo órgano en impartir justicia en este país—, después de una lucha judicial desde el gobierno de Rivas Vaciamadrid, dictaminó que debían ser los bancos los que pagaran los impuestos de las hipotecas.

Hasta este momento, a pesar de las reclamaciones y opiniones de asociaciones de consumidores y juristas varios, eran los compradores de las casas los que pagaban estos impuestos, algo ilógico y contrario a lo que sucede en Europa.

Pues bien, después de pasar por distintas instancias judiciales, la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas Vaciamadrid consigue, recurriendo al TS, ganar la causa y obtener una sentencia favorable que hace cundir el pánico a la banca.

En dos días, la banca pierde más del 6% en bolsa y el gobierno de Rivas Vaciamadrid ve, junto a las asociaciones de consumidores, que su constante paciencia ha dado fruto. La banca deberá pagar los impuestos de las hipotecas y, por lo tanto, los clientes podrán recuperar ese importe que han pagado injustamente.

Pues bien, el gozo duró un día. Y es que es verdad aquello de que: ‘Poco dura la alegría en casa del pobre’. Ahora resulta que el TS ha decidido reunirse en pleno para estudiar si sigue adelante esa sentencia o se retracta. Y, según dicen, por su enorme repercusión social y económica.

Lo ocurrido es algo insólito. Marca un nuevo rumbo de este TS. Imagínense que sus sentencias, hasta ahora finalistas y sin posibilidad de recursos en este país, puedan ser rectificadas por ellos mismos. O sea una sala del TS dicta una sentencia y, si a criterio del Presidente del TS o de algunos miembros, la misma crea repercusión social o económica, no se puede dar por definitivas. ¡Viva la seguridad jurídica!, de la que siempre han hecho gala y han defendido los juristas. O sea, que ya ni las sentencias del TS son firmes. ¡Toma castaña! Lo nunca visto.

Está claro quién manda por encima de los poderes políticos en este país. Eso que se viene llamando los poderes en la sombra, los poderes fácticos, los grandes lobbies. Esos son quienes quitan y ponen leyes, y las interpretan. Ayer el mismo Rajoy, hoy peso muerto, en unas declaraciones decía que creía en los bancos, que él apoyaba a los bancos. Y sabemos quien ha sido Rajoy hasta hace cuatro meses. Como sabemos también que es el CGPJ quien nombra a los componentes del TS, y quien compone el CGPJ. Todo cuadra. Como siempre los poderosos no pueden permitir que se haga justicia. Ayer el eslogan era: La bolsa baja, la dignidad sube. Hoy: La banca gana, la justicia y la dignidad a la mierda.

Ha bastado que la banca se tambaleara un poco –sólo se hablaba de unos 5.000  millones de euros, cuando los españolitos de a pie les hemos regalado un rescate de más de 70.000 millones--, para que algún pez banquero de fina estampa haya cogido el teléfono y haya puesto firme a todo un TS, que debería ser la máxima garantía del poder judicial. Pero, da igual, se lo pasan por la ingle. El caso es ganar, siempre ganar. Y si alguien les dice algo, ya saben lo que dijo el banquero Rato: Eso es el mercado, amigo

Esta tremenda cacicada, que sólo puede ser alineada con unos poderes no democráticos, tiene que tener una gran respuesta popular y judicial. En el caso de que estos jueces pantanosos decidan dar marcha atrás a la primera decisión del TS, hay que salir a la calle, hay que decirles que ya está bien. Que somos paganinis, pero no gilipollas. Y, además, hemos de acompañar a los compañeros del gobierno de Rivas Vaciamadrid que se han batido el cobre como jabatos para conseguir esa primera sentencia digna, hasta donde haga falta.

Rebelión en las calles –Llarena, tranquilo, hablo de rebelión pacífica— y proseguir con la causa hasta Estrasburgo, a ver si allí les ponen la cara colorada. Porque, para empezar, si yo fuera del TS estaría avergonzado y dimitiría. Claro que para eso hay que tener vergüenza.

Salud y República 

10 octubre 2018

Nos faltan 110.000 millones para ser europeos

Las derechas y algunos grupos políticos más, no hacen sino jactarse de ser europeos. Y nos obligan a seguir consejos, normas y pretendidos ejemplos de líderes e instituciones europeas. Así, los mandatos de la Sra. Merkel o del Banco Central Europeo se siguen como si de una religión se tratara, con fanatismo.

Bajar el déficit y la deuda, seguir las sendas económicas marcadas por la UE parecen ser inobjetables, órdenes que hay que seguir, caiga quien caiga.

Sin embargo, curiosamente, cuando se trata de conseguir más ingresos vía impuestos, la UE, por medio de sus caudillos neoliberales, grita al cielo y habla de la inconveniencia del aumento impositivo.

España ingresa por impuestos el 37,9% del PIB, mientras que la media de la Eurozona llega hasta el 46,2%. Lo que quiere decir que estamos a la cola, con casi nueve puntos de diferencia a favor de la Eurozona.

Si España ingresara ese 46,2%, contaría con unos 90.000 millones de euros más para gastan en su presupuesto. Por lo tanto, si Europa es el espejo en el que nos tenemos que mirarnos, qué esperamos para ponernos a su altura.

Imagínense ustedes qué se podría hacer con 90.000 millones más. Eso sin contar con que en el capítulo de fraude fiscal –alrededor del 4% del PIB, unos 40.000 millones--,  doblamos a la media europea. No habría problemas para revertir lo que nos han quitado con la crisis y se podrían pagar, sin problemas, las pensiones actualizadas al IPC, además de otras prioridades sociales.

Y, ¿quién creen ustedes que son los que se benefician de estos impuestos tan bajos? Como siempre, las rentas altas, los grandes patrimonios y las grandes empresas. Estos son los que pagan menos que sus colegas europeos, justo los que defienden que no se suban los impuestos, ¡por algo será!

La crisis, como ya se sabe, ha costado sangre, sudor y lágrimas a las clases media y baja, mientras que ha perpetuado y aumentado la riqueza en las clases altas, haciendo que hoy, exista una desigualdad que nos coloca también en la cima europea.

Es curioso ver cómo tenemos que seguir las normas, pautas, leyes, consejos y demás zarandajas que nos llegan de Europa y, sin embargo, cuando tratamos de parecernos a los europeos en el cobro de impuestos, en defraudación fiscal, en desigualdad económica, no se hace nada para conseguirlo.

Pues bien, ya que tanto quieren nuestros padres liberales de la patria que nos parezcamos a Europa, hagámoslo también en el caso de los impuestos. Por ejemplo, haciendo pagar más a los que tienen más salario y más patrimonio. Y, sobre todo, haciendo que las grandes empresas paguen de verdad, como mínimo el 15%, y no el 6%, como hacen ahora.

Además, invirtamos en inspectores de Hacienda, para que podamos luchar de verdad contra el gran fraude que tenemos. Somos el país que menos medios emplea para luchar contra el fraude. Y así nos va. Mientras que en España hay un trabajador de Hacienda cada 2000 habitantes, en Francia casi hay más de dos y en Alemania casi tres. Bajar a la mitad el fraude, supondría unos 20.000 millones más para las arcas públicas.

¿A qué esperamos? Empecemos paulatinamente con un plan –por ejemplo de cinco años--, para llegar a conseguir que los que pagan poco paguen, como lo hacen en Europa, y los defraudadores tengan mayores dificultad para seguir delinquiendo. Y de esa manera conseguiremos un verdadero Estado del Bienestar, hoy medio derruido gracias al Partido Popular, siempre tan generoso con los suyos.

Salud y República

02 agosto 2017

El astro Cristiano Ronaldo o el abrillantador de los insectos

Nuestro amantísimo astro está siendo asediado por gente que no puede soportar su luz. Esa luz que te ciega y te abrasa. Es propio de la envidia nacional. ¡Pobrecillo! Él, que tanto da a los futboleros, capaz de meter goles y goles, ahora le quieren hacer pagar a Hacienda. ¡No es justo!
           
Además le critican. Primero que si es un defraudador, y no tienen en cuenta todo lo que nos hace gozar. Estrellas de este tamaño no deberían pagar a Hacienda, es más, tendríamos que pagar más por verle. Él, que, como todo el mundo sabe y él mismo se autodefinió, es un chico rico guapo y el mejor futbolista.

¿Cómo puede pretender la gente que pague sus impuestos? ¿Acaso no nos paga con sus goles y sus triunfos? Pues se ve que mucha gente le quiere igualar con los mindundis. El populacho mediático no le comprende, ni tan siquiera muchos seguidores de su club, ya dijo aquello de que no le querían suficientemente (y le subieron la ficha). Pero, ¿cómo no se puede querer a un dios? Sólo ateos y gente de mal vivir pueden criticar a nuestro amado astro.

Primero le imputan, lo que dice mucho de la Justicia --¿cómo se atreve?-- Luego querían que hiciera el paseíllo ante el Juzgado de Instrucción, como si fuera un ciudadano cualquiera. Menos mal que, por ser quién es, le permitieron entrar y salir en coche y sin avisar. ¡Vaya corte que se llevó la prensa cuando apostados en la puerta del Juzgado –dicen que había más de doscientos medios presentes— vieron que la gran estrella les daba plantón, después de que les había anunciado su comparecencia! ¡Cómo disfrutó viendo que se quedaron compuestos y sin Ronaldo!

Eso si, tuvo que comparecer y aguantar que le pusieran en duda su honor y no le rindiera la jueza pleitesía, por una minucia de nada. ¿Qué son 14,5 millones de euros? Menos de lo que gana en un mes. Una miseria.

Y dicen que se enfrentó con la jueza, esa plebeya con toga que gana en un año menos de lo que él en un día. ¿Cómo se atreve? Además, dicen que no le sirvió de nada tener el mismo abogado que el PP en la Gürtel. ¿Dónde acabará este país?

Menos mal que él sigue a lo suyo. La amenaza de que se iba si le imputaban ya pasó, quién le iba a pagar el pastón que gana, si no es su Real y su presi Florentino Pérez. Ellos sí que le quieren, aunque para demostrarlo deberían pagar su deuda. ¡Obras son amores y no buenas razones!

Y que conste que no sólo es guapo, rico y el mejor futbolista, además se sabe defender. Y si no vean lo que escribió en Instagram ayer a sus críticos: “lo que incomoda a las personas es mi brillo, los insectos solo atacan a las lámparas que brillan”.

No me dirán que no es ingenioso. Naturalmente su brillo nos deslumbra, para eso es un astro-sol y desprende rayos de luz que nos dejan ciego. Eso sí, para mí que lo de los insectos lo dice porque estoy seguro de que se mira mucho en el espejo. Y sí, el mayor enemigo de Cristiano es él mismo, incluso por encima de su presunto delito, es su soberbia astral.

Salud y República

07 febrero 2017

Rosell de la CEOE y Montoro son unos trileros

Nos engañan como a chinos. La CEOE diciendo que las grandes empresas pagan mucho y Montoro tratando de colocar a la CEOE en el punto de mira cuando ha hecho todo lo posible para que paguen menos impuestos que las pequeñas y medianas empresas, y que los asalariados.

Montoro afirma que las grandes empresas pagan sólo un 7%, que las pequeñas y medianas empresas pagan un 14%, y que un asalariado paga una media de un 25%.  Y se queda tan tranquilo, diciendo que las grandes empresas pagan poco y tienen que contribuir más.

La CEOE saca otras cuentas, en un alarde de ingeniería financiera, mantiene que las empresas grandes pagan el 19% y las pequeñas y medianas el 22,5%.

Y todo esto sin darles vergüenza, ni a Montoro ni a Rosell. Probablemente no la tengan. Aunque fueran ciertos los datos de la CEOE –yo creo que son datos interesados y que los buenos son los del Ministro de Hacienda--, ven normal que paguen mucho menos las grandes empresas que el resto, y aún es mayor la diferencia con los asalariados, los verdaderos paganinis de este sistema injusto.

Montoro sin sonrojo alguno –ya ha demostrado que es un experto en mentir y en mostrar su apoyo a los más poderosos— habla de que las grandes empresas están pagando poco, pero ¿quién se lo está permitiendo? ¿quién, durante una crisis tremenda, ha permitido unas diferencias que son injustificables? Parece que él pasaba por allí y se ha dado cuenta ahora. ¡Basta de tomarnos el pelo!

Ni la CEOE, ni el gobierno popular tienen vergüenza. El gobierno, en concreto Montoro y su jefe Rajoy, han permitido mantener una situación en la que los ingresos de los trabajadores has sido los que han soportado la crisis de este país, mientras que los grandes empresarios se han forrado.

Y Juan Rosell, presidente de la CEOE, tienen una catadura moral que le permite, sin inmutarse, decir que pagan demasiado, cuando pagan mucho menos de lo que paga de media un trabajador. Se ríen de todos, con el consentimiento de sus amigos peperos.

Éste es el país que tenemos. Estos trileros tirándose piedrecitas para disimular sus canalladas, mientras que los ciudadanos siguen pagando el pato y manteniendo a estos parásitos que les están empobreciendo.

Un rescate bancario que costará a los ciudadanos unos miles de millones de euros, una amnistía que ha permitido blanquear dinero ilegal pagando sólo un 3%, unos recortes que han perjudicado nuestro Estado del Bienestar, un olvido voluntario de la solidaridad con nuestros dependientes y con el Tercer Mundo, y una elevación de impuestos que han recaído directamente sobre los trabajadores. Todo esto, y algo más, es la obra del PP, y sus grandes héroes Mariano y Cristóbal, un dúo que da miedo.


Salud y República

29 diciembre 2016

La CEOE tan patriótica y solidaria como siempre

Hay que ver cómo miran por este país. Son incansables. Ellos, los grandes empresarios que pagan una cantidad ‘exorbitada’ de impuestos (no más del 5% neto de media contra un 20% que pagan los trabajadores) ven cómo este gobierno ‘enemigo’ les acaba de subir el Impuesto de Sociedades.

Ellos que quieren tanto a los peperos, se ven traicionados. Y claro, protestan porque sus ingentes beneficios se pueden ver mínimamente reducidos y, además, ellos ya se habían acostumbrado a que la crisis la pagaran los otros. Con esta medida ven disminución de inversiones, disminución de la creación de puestos de trabajo y también inseguridad jurídica.

Por lo tanto, han decidido que lo van a recurrir al Tribunal Constitucional, y no por ellos, ‘que les encanta pagar’, sino por el daño que se hace al país, ‘su gran preocupación’. Eso sí, cuando ha habido recortes para todos, menos para ellos, ni mu, el patriotismo se les ha quedado en el bidé. Cuando se han subido impuestos como el IVA, o el IRPF, ellos calladitos, que para eso son los popes. ¡Vaya jeta!

Se creen que somos tontos. El sacrificio lo hacemos los demás. Quieren congelar los salarios (se han negado a subir los salarios más del 0,6%), quieren que les sigan subvencionando sus negocios, quieren aumentar la jornada laboral a sus trabajadores, quieren mantener esos trucos de ingeniería fiscal que protegen sus plusvalías. Y para obtener sus cuantiosos beneficios, que paguen los demás.

Ya lo dijo el anterior capo a Rosell, Díaz Ferrán –hoy en la cárcel— “hay que trabajar más y por desgracia cobrar menos”. Quizá podría haberse dirigido a los empresarios y soltarles esta otra sentencia: hay que robar más y por justicia pagar menos impuestos.

Y todo esto lo hacen con un desparpajo total, a sabiendas de que son los reyes del mambo. Hace poco más de un mes, Rosell sin ningún rubor y como si tal cosa, anunció que para los empresarios la incorporación de la mujer al mercado laboral es un problema. O sea, no sólo pagan menos a las mujeres, sino que además creen que son obstáculos que hay que evitar. Además: misóginos.

Este país no merece esta clase empresarial excelsa (me refiero a las grandes empresas) que es insolidaria, explotadora y se llena la boca de liberalismo económico cuando son, de facto, oligopolios que no dejan de recibir subsidios, ayudas y subvenciones que les hacen ser la clase empresarial que menos impuestos paga de Europa. Eso sí, no les pidan que paguen un poco más, que los pobres se quejan.

En definitiva estos mal llamados emprendedores son parásitos a los que el gobierno les facilita pagar muy pocos impuestos y cuando les piden, un pequeño sacrificio, lo consideran inconstitucional. ¡Es para mear y no echar gota!, y perdonen la expresión.

Salud y República

21 septiembre 2016

Los verdaderos paganinis de impuestos en España son los trabajadores

Los datos confirman una verdad como un templo. Por mucho que lo nieguen Montoro, De Guindos y el propio Rajoy, la verdad impera. En este país, el segundo de más paro de la Unión Europea, los impuestos lo pagan sobre todo los trabajadores.

Mientras que el pago real de las grandes empresas (IBEX) es del 3,5% de media sobre los beneficios obtenidos, gracias a las ingenierías fiscales, exenciones, deducciones, subvenciones, fundaciones, etc. Las PYMES pagan de media un 19% y los trabajadores por el IRPF un 24% de media. Y a esto hay que sumar que las grandes fortunas contribuyen sólo, con el Impuesto del Patrimonio, en un 0,17% de lo que declaran.

Claramente tenemos un sistema de impuestos injusto y favorable a las grandes fortunas y a las grandes empresas. Clama al cielo ver que las grandes empresas y bancos del IBEX apenas pagan impuestos de sus beneficios, mientras que el salario queda mermado considerablemente por una imposición media importante (24%).

Fundamentalmente la cuestión es que los grandes patrimonios y las grandes empresas apenas pagan impuestos. Nuestro sistema impositivo les favorece de tal forma que las diferencias abismales producen alarma social.

El tema del patrimonio es tremendo. En primer lugar, hay CC.AA. que lo han abolido. Es el caso de la C.A.M., donde los ricos no pagan un euro por este impuesto, gracias a Espe Aguirre y su PP del alma. Además, en las CC.AA. donde existe el impuesto es de un peso tan ínfimo que apenas contribuye a los ingresos del Estado. Se han ingresado 937 millones de euros (el 0.17% de las riquezas reconocidas), aportados por 182.000 contribuyentes que tienen un patrimonio mínimo de 2.000.000 de euros.

Si tenemos en cuenta que declaran poseer riquezas patrimoniales por un valor total de 551.000 millones de euros (el 50% del PIB), ya me dirán ustedes si no es una miseria lo que pagan.

Y para terminar, recordemos que a estos impuestos anteriores, además de algunos de menor monta, hay que sumar el impuesto directo, el IVA, que como sabemos pagamos todos por igual, ricos y pobres, empresarios y trabajadores, y es equivalente a un 20% de media aproximadamente.

El resumen es claro, aquí los paganini no son los que más tienen, no son las empresas importantes, nuestro Estado se sostiene sobre todo con impuestos de los trabajadores que son quienes mantienen, en gran parte, lo que nos está quedando del Estado del Bienestar.

Eso sí, el fraude fiscal, las ayudas a los bancos y las cuentas en paraísos fiscales siguen estando de moda. Y, estos peperos, se hinchan a decir que favorecen la igualdad entre todos los españoles. ¡Hay que tener cara dura!

Salud y República

08 abril 2016

¿Estaré implicado en los papeles de Panamá?

Y es que se habla de cientos de españoles, aunque sólo se nombra a los famosos. Yo, que quieren que les diga, estoy acojonado, lo mismo un día de estos sale mi nombre.

No, no se lo tomen a broma. Aquí no se salva ni el Tato (¿quién coño será el Tato?). Primero porque si hay algo que en este país siempre ha estado de moda ha sido engañar a Hacienda. Si a alguien se le ocurre decir que pagaba todos los impuestos y que cumplía con su deber, los que le escuchaban se descojonaban. Lo bueno, lo bien visto, siempre ha sido presumir de haber engañar al fisco.

Pero ahora vemos con pavor que no es sólo cosa de españoles, también alemanes, franceses, italianos y hasta islandeses están implicados con sociedades opacas en paraísos fiscales. Y que además hay riesgo de que te pillen.

No me dirán que no está estudiado, qué casualidad que esto ocurra dos días antes del inicio de la campaña de la Renta 2015. Los ciudadanos de a pie, como sabemos aquello de las barbas de tu vecino, estamos que no respiramos y hemos colapsado la web de la Agencia Tributaria en los dos primeros días. Queremos cumplir, que ya sabemos que al final Montoro la pagará con los más débiles.


¿Y quienes han sido nombrados hasta ahora? El mejor futbolista, un premio Nobel, un primer ministro y presidentes en activo, empresarios de gran calado, gente de la farándula de primera magnitud. Políticos de alta estirpe, parientes cercanos de Casas Reales. Y todos ellos saliendo a cuentagotas, se trata de una nueva edición en fascículos, cada día salen dos o tres nombres más. ¿Y quién saldrá mañana?

Pues sí. Menos mal que sólo salen al público los más famosos, porque podríamos encontrarnos seguramente algún que otro cuñado o amigo de la infancia. Y es que debe haber millones. Fíjense que se han “traspapelado” más de once millones de documentos de una agencia financiera, que parece que representa sólo el 5% de lo que está escondido en Paraísos Fiscales. Es inimaginable qué pasaría si se descubriera quiénes están detrás del otro 95%.

Pero lo que sorprende es lo que contestan los implicados, cuando se les pregunta por las razones de pertenecer a estas sociedades opacas. Unos echan la culpa a sus abogados o asesores financieros, ellos no sabían nada a pesar de que está su firma en los documentos. Otros dicen que es cosa de su mujer, curiosamente a raíz de un divorcio complejo, y que no tenían noticia. Unos cuantos dicen que es mentira, a pesar de que su nombre y su firma figuran en los documentos. Y hay quien dice que es verdad pero que no han tenido movimiento en esas cuentas y que ya la han cerrado hace tiempo.

Como se puede observar, según dicen, o no lo sabían, o les han engañado, o la abrieron sin saber para qué. Curioso. A los que no lo sabían habrá que decirles que no es bueno firmar sin saber lo que se firma, que hay que tener cuidado y sobre todo preguntarse de dónde vienen los intereses que les han ingresado de forma periódica. A los que lo hicieron sin saber para qué, hay que recordarles que es mucho más fácil, más cercano y hasta más patriota utilizar cuentas en bancos cercanos del propio país, que tienen una red de cajeros que les permite de forma rápida y segura tener disponibilidad de sus recursos.

Es curioso que ninguno reconozca que lo ha hecho para ahorrarse impuestos en su país, al revés, muchos de ellos insisten en que todo es legal. Lo que no se atreven a decir es que es un acto patriótico, aunque les encantaría.

Hay un caso, que no quiero dejar de referir. Es un asunto Real, con mayúsculas. Y es el de Pilar de Borbón, la hermana del rey Juan Carlos. Una mujer que ha sido presidenta de una sociedad off-shore durante cuarenta años y la pobre lo hizo obligada por las circunstancias. Y es que buscó la seguridad que no encontraba en España, en un Paraíso Fiscal. Esta vez la culpa es de ETA, la que nos faltaba. De 1974 a 2014 unida estrechamente a ese Paraíso Fiscal por culpa de las amenazas de ETA. ¡Cuánto debe haber sufrido la pobre! Se borró del clan de los ocultadores el mismo día que su hermano abdicó. Otra casualidad. Debe haber sido horrible tener durante tantos años la amenaza de ETA sobre su cabeza, menos mal que las penas con pan son menos, ¿o no, Dª Pilar?

Por cierto, ¿en la declaración de la Renta hay que citar si tienes Paraíso Fiscal? Es que la voy a hacer y tengo dudas. He preguntado en la Agencia Tributaria y me han dicho que si soy de la Casa Real no hace falta, que ya se lo imaginan.

Salud y República

31 marzo 2015

Montoro con sus amiguetes

Sí señores. La crisis sigue, pero de forma desigual. Y si no, basta ver cómo funciona la reforma fiscal de Montoro. Al igual que la crisis, que ha hundido a mucha gente en favor de unos pocos, Montoro sigue esa línea a la hora de hacernos pagar impuestos.

Basta ver los resultados de 2014. La recaudación del año pasado subió un 3,6%. Para empezar no está nada mal, pensando que las pensiones subieron un 0,5% y que los salarios de media bajaron un o,4%. Total, menos poder adquisitivo, por sexto año consecutivo para los mortales normales, pero no para todos.

El roto medias

Como ha ocurrido durante toda la crisis, donde se ha hundido a media España y sin embargo se han forrado los grandes capitales, Montoro sigue en la misma línea. Eso sí, para disimular ha bajado en 2015 el IRPF, se trata de señalar, simplemente, que se trata de un año electoral. Ni más ni menos.

Y volviendo a los impuestos pagados el año pasado, lo grave no es que se haya pagado de media mucho más de lo que han aumentado nuestros ingresos, es que además no ha sido de forma igualitaria. Si esto hubiera ocurrido con todo el mundo, se podría decir que la crisis ha hecho mella en todos y que las deudas hay que pagarlas entre todos, etc. etc. Excusas que no valen por aquello de que la clave esta en la redistribución, o sea que pague más quien más tiene. Justo lo contrario de lo que ha hecho Montoro.

Por eso, sus amiguetes deben estar contentos. Esos empresarios del Ibex, esos grandes empresarios, se estarán descojonando y pensando que mientras que pagan los primos ellos siguen forrándose. De nuevo ha habido récord de beneficios. De nuevo ha sido un buen año. Para ellos, claro.

Porque los datos demuestran que Montoro ha crujido a los ciudadanos y ha favorecido a los empresarios. De hecho, como nos sobra el dinero, el único impuesto que ha bajado, y de forma considerable, es el impuesto de sociedades, por el que se han recaudado 1.277 millones menos. ¡Toma ya! ¡Hay quién da más! Sí, Montoro, dirán los empresarios.el roto crisis buitre

O sea, para resumir, han obtenido más beneficios y han pagado menos impuestos que el año pasado. Eso sí, sobre todo los grandes, porque los pequeños y medianos siguen teniendo problemas de cobro y liquidez que hace que muchos cierren.

Pero no se preocupen los grandes empresarios, ya pueden ir preparando la puerta giratoria para sus amigos los altos cargos de Hacienda. Porque nunca en tiempos tan difíciles y en periodos tan cortos se ha hecho tanto por ellos. Y hay que agradecerlo. A los otros, al resto de los ciudadanos, ya lo dijo la diputada Fabra, en el congreso de los diputados, cuando se le escapó el lema de este gobierno, ¡Que se jodan!

Y Montoro a lo suyo. Manejando Hacienda a su antojo, proclamando una amnistía fiscal, ayudando a su antigua empresa, elaborando informes favorables a imputados, bajando impuestos a los grandes empresarios, y jodiendo al resto del personal. Ya se sabe, “el inferior, por el mero hecho de serlo, será severamente castigado”.

Salud y República

26 marzo 2015

Suma y sigue: La Iglesia sigue haciendo caja

¿Hasta dónde llegará esta Iglesia? ¿La pondrán en su sitio algún día o seguirá ordeñándonos a todos? Ahí la tienen, chupando de la vaca Estado y cada vez con más hambre. No hay forma de saciarla.

Todos los que defienden a la Iglesia hablan de que hay que cumplir los acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede pero se olvidan de que:

  1. Los acuerdos se pueden cambiar
  2. En el apartado 5 de los acuerdos económicos firmados la Iglesia declara, literalmente, su propósito de conseguir recursos suficientes para sus necesidades (después de 35 años, no sólo no ha conseguido la autofinanciación, sino que cada vez chupa más)
  3. Se trata de cumplir dos preceptos constitucionales: España es un estado aconfesional y La igualdad ante la ley de todos los españoles por razones de raza, sexo, religión…

Los mismos católicos, denominados cristianos de base, en un artículo están de acuerdo y se hacen esta pregunta: ¿No sería mucho más ejemplar, y conveniente para la libertad de la Iglesia, que los clérigos vivieran de su propio trabajo y que los propios fieles sostuvieran las necesidades económicas de la Iglesia Católica?

Pero la cosa no acaba ahí. Esta Iglesia insaciable, vergonzosamente materialista a pesar de ese falso empeño de que su reino no es de este mundo, sigue haciendo de las suyas. Y no conforme con que todos los años le caen de las arcas públicas 11.000 millones de euros (datos de Europa Laica) se dedica a rapiñar lo que pilla.

Así, sigue con su política de adjudicarse por artículo 33 todo lo que se menea. Eso que se llama las inmatriculaciones. O sea que ve algo que no tiene dueño y ¡zascas! lo hace suyo. Algo infame que puede hacer gracias a una ley del ex presidente Aznar, ya saben un católico de tomo y lomo que tenía un pequeño pecado venial, le gustaba la guerra más que a un tonto un lápiz, y allí nos metió.

Al revés de lo que ocurre en todo el mundo mundial, donde lo que no tiene propiedad es del Estado, en España no es así. Lo que no tiene propiedad no es de nadie, salvo que la Iglesia, por medio de un obispo, decida, en ese afán de cumplimiento del voto de pobreza, hacerlo suyo. No es fácil de entender pero es la legalidad.

Inmatriculaciones

Pues sí, día sí y día también, esta Iglesia nos sigue desvalijando. Desde ermitas a fincas, desde comercios a caserones, y llegando a inmatricular la Mezquita de Córdoba, que se ve que no tenía dueño–¿cómo es posible que no fuera de propiedad del Estado?— para reconvertirla en “Catedral de Córdoba” (¡Chupa del frasco Carrasco!) y tan campantes. A ver quién se atreve ahora a quitársela.

Y además, como no paga impuestos ¡faltaría más!, se aprovecha y llega a actuar con una desfachatez que clama al cielo –será para que la apoyen desde arriba—. Porque fíjense en la siguiente operación: El ayuntamiento de Valencia cede un aparcamiento al Arzobispado de Valencia (por arte de birlibirloque), éste lo utiliza como parking público para obtener fondos, pero claro a pesar de estar obteniendo ingresos que podrían ser públicos no paga el IBI, puesto que la Iglesia está exenta de ese y de otros impuestos. Total, negocio redondo. Y es que así cualquiera hace negocios. Naturalmente, los demás aparcamientos públicos de Valencia pagan sus impuestos y es que con la Iglesia hemos topado. Será que la señora Rita, cuando firmó la concesión, estaba con el caloret.

En fin, ya ven ustedes cómo actúa esta institución, justo como predica. Ahí queda, a lo suyo, o sea a acaparar. La pobreza, la solidaridad y la igualdad para los demás, ellos no son de este mundo, es este mundo el que es de ellos.

Salud y República

29 junio 2014

Despedidos a tributar: Montoro os espera

La última, aunque seguro que habrá más. Basta levantarse y leer, escuchar o ver los medios de comunicación y te das cuenta de que estos peperos son capaces de superarse aunque alguien piense que habían llegado al techo.

Y es que seguramente no somos capaces de creer que ciertas cosas puedan suceder, por mucho que sepamos que esta gente no tiene límite. Ahora resulta que te despiden improcedentemente y cotizarás una parte de tu indemnización.

O sea, te despiden, te dejan en paro a la fuerza, te destrozan la vida, te dan una indemnización legal que ha sido muy rebajada con la reforma laboral última, te dan un subsidio de paro muy inferior al sueldo que recibías, por un tiempo determinado, y tienes que dar gracias al gobierno y además pagar impuestos por esa indemnización.

Y es que esta gentuza cree que te está regalando lo que te dan, como si el despido fuera una gracia, y la indemnización que te dan sirviera para hacerte millonario. Quizá convenga recordar que en este país hay seis millones de parados y que vista la historia laboral reciente, menos de la mitad de los que se quedan en paro consiguen trabajo durante el tiempo que recibes el subsidio de paro. Si lo consiguen suele ser de condiciones laborales y económicas peores. Si no lo consigues durante ese periodo puedes quedar desvalido y sin ningún ingreso, y la indemnización, supuestamente, debería servir para poder sobrevivir algún tiempo, esa indemnización que te quieren recortar.

Montoro se ríe 3

Ahora se entiende mucho mejor uno de los fines de la reforma laboral. El ciclo se completa. Hasta ahora era: despedir barato – cobrar el paro durante un tiempo – entrar a formar parte del ejército de parados sin subvención. Ahora hay que añadir que además de despedirte, te penalizarán y pagarás impuestos de esa indemnización que recibes.

Y no nos confundamos, no hay errores, esta gente no da puntada sin hilo. Está todo previsto y esa desgraciada reforma laboral que no ha hecho sino destruir empleo y convertirse en una fábrica de parados y de trabajos precarios, servirá además –con ayuda de la denominada reforma fiscal-- para hacer caja en Hacienda, con el impuesto de las indemnización por despido improcedente.

Hay que ser miserable para haber provocado las condiciones que te dejan sin trabajo, de haberte rebajado considerablemente la indemnización por despido y ahora, además, por cobrarte impuestos por esa indemnización.

Total, un nuevo milagro, por la otra punta, o sea una nueva putada. Porque está claro que la jugada es siniestra, nefasta y mezquina, pero totalmente consciente. Se trata de nuevo de penalizar a los despedidos y conseguir más medios del impuesto de la Renta, mientras que el del Capital y el del Patrimonio van en sentido contrario. Todo menos aumentar los medios para combatir el fraude fiscal. Todo cargado a las espaldas de los trabajadores y de los parados. Y, con carácter retroactivo en una reforma que es para 2015 y 1016. ¿Hay quién lo entienda.

Sí, sin duda esta fechoría la entiende muy bien este ministro hiena –el que se ríe cuando da malas noticias a los ciudadanos—, este trilero mayor del reino capaz de cuadrar los balances del Estado con las contribuciones de los más necesitados. Montoro y los suyos son así. Y a reír, que tienen motivos…

Salud y República

22 junio 2014

Cuatro ejemplos sobre el timo de la rebaja de impuestos

Es una falacia o, como quieran ustedes, una mentira decir que, con la llamada falsamente reforma fiscal, se bajan los impuestos a todos los ciudadanos. Y como siempre el trilero Montoro nos miente, se ríe de los económicamente débiles y se vuelca con los más ricos.

No voy a entrar en todos los casos, sino simplemente en algunos que, a mi modo de ver, demuestran la falsedad de esta rebaja sustancial para todos, y que me recuerda a aquel ejemplo por el cual la estadística, cuando se habla de medias solamente, se puede manipular. Ya saben: si usted come dos pollos y yo ninguno, la media nos diría que hemos comido uno cada uno. Pues a eso me refiero, cuando a bombo y platillo este gobierno como el gran trilero Montoro a la cabeza nos dice que la bajada media de impuestos con esta medida es del 12,5%.

Y ahora pasemos a ver los ejemplos:Tablas base imponible

  1. ¿Qué pasa con los que ganan menos de 11.200 euros anuales? Estos que son los que menos ganan, no tienen obligación de hacer la declaración y con la nueva reforma tampoco la tendrán, por lo cual, no tienen ninguna subida ni bajada, se quedan igual. O sea eso de que baja es una falacia.
  2. ¿Qué ocurre con los que ganan, por ejemplo, 300.000 euros o más al año? Pues que les bajan el porcentaje del 52% al 47% en 2015 y al 45% en 2016. Lo que quiere decir que si gana 300.000 euros, anualmente le llegarán a bajar en 2016, 21.000 euros. ¡Casi nada!
  3. ¿Qué pasa con un ejemplo intermedio, por ejemplo, los que ingresamos entre 20.000 y 33.000 euros?, que podríamos incluirnos en la clase media. Pues resulta que ahora pagaríamos el 30% y en 2015, con la nueva tabla el 31%, ¿es esto una subida? Luego, a partir del 2016, se quedaría con lo mismo que tenemos ahora un 30%. ¿No es esto una tomadura de pelo?
  4. Se bajan los impuestos a las grandes empresas del 30 al 25% (hay que recordar que el 72% del fraude fiscal, según los técnicos de Hacienda, lo cometen las grandes fortunas y las grandes empresas, y que hoy se sabe que gracias a subvenciones, ayudas, exenciones y demás zarandajas las grandes empresas pagan una media del 8% y las PYMES un 17%, mientras que los contribuyentes individuales de media pagan un 22%). Y eso sin contar que las SICAV siguen cotizando el 1%. ¡Otra más!

ricos pobres

En fin, hay más ejemplos que podrían demostrar que hay gente a la que se le sube los impuestos como es el caso del ejemplo 3, y sin embargo también podemos acreditar que las grandes fortunas y las grandes empresas son los grandes beneficiarios de esta llamada reforma fiscal.

Y todo eso sin contar que si las cuentas no salen (no se alcanza el déficit previsto) porque se bajan los impuestos, habrá que volver a recortar y a seguir tocando el Estado del Bienestar, y ya sabemos quienes son los que pierden cuando esto ocurre. Eso sí, la brecha entre ricos y pobres en España, que hoy es la mayor de la OCDE, seguirá aumentando y dejando este país con un número pequeño de amos y un gran número de esclavos. Porque de nuevo serán las clases baja y media las que pagarán la bajada de los ricos. Ese es el objetivo, lo demás trilería.

Salud y República

15 mayo 2014

Fracaso de Montoro en la lucha contra el fraude fiscal

Y no lo digo yo. Lo dice Gestha (la asociación de los técnicos de Hacienda), que ven acabado el modelo de persecución del fraude fiscal y que ha llevado a que 2013 sea el primer año, en los veintitrés de existencia de la Agencia Tributaria, en el que los ingresos recaudados por fraude fiscal disminuyen (un 4,9% menos).

Es curioso que después de que año tras año los inspectores de Hacienda vienen diciendo que el sistema contra este fraude no funciona y dando alternativas, Montoro y Cía las desprecian, seguramente por intereses oscuros.

No es normal que sabiendo que el 75% del fraude fiscal lo producen las grandes empresas y grandes fortunas se les dediquen unos pocos inspectores. No hay voluntad política de acabar con esta lacra porque si la hubiera se hubieran tomado medidas.

Mientras que este gobierno se ha dedicado a subirnos los impuestos a los que pagamos y a recortar en Sanidad, Enseñanza, Dependencia y todo lo demás, que ha supuesto dejar en pañales al Estado del Bienestar, no ha tenido el menor empacho en hacer una amnistía fiscal para perdonar a los defraudadores y mantener un sistema contra la lucha fiscal que es un absoluta fracaso.

Pretenden hacernos creer que están luchando contra el fraude y saltan a los medios de comunicación nombres de defraudadores famosos como Messi, Ana Torroja, el F.C. Barcelona, Xabi Alonso o Montserrat Caballé entre otros, cuando el resultado final demuestra un fiasco absoluto, una incapacidad de bajar la bolsa de dinero negro que hoy es de más de un 24% del PIB (unos 250.000 millones de euros).

el Roto fraude fiscal

Y sí hay alternativas. Bastaría con que se aumentara el cuerpo de inspectores, creo que no hay inversión más rentable, para controlar más a las grandes empresas y los grandes patrimonios. Además, se podrían evitar medidas por las que el 30% del impuesto de sociedades baje considerablemente, debido a bonificaciones y otras zarandajas legales por las que el impuesto medio real de las empresas (11%) sea muy inferior a la media del IRPF (20%). ¿Alguien me puede decir otro país donde los trabajadores y pensionistas paguen más que los empresarios?

Se podría también subir el porcentaje de imposición de las SICAV –esas sociedades que permiten a los más poderosos pagar un 1%—, por ejemplo, a un 5%. Establecer acuerdos internacionales con paraísos fiscales para evitar el fraude. Es inconcebible que el candidato conservador a presidir Europa sea el presidente de Liechestein, un paraíso fiscal y que el PP le apoye, sin fisuras.

¿Cómo es posible que hoy el 75% de los inspectores fiscales de la Agencia Tributaria se dedique a controlar a las pequeñas empresas y trabajadores o pensionistas, cuando más del 70% del fraude lo comenten las grandes empresas?

No nos pueden decir que esto es lo que hay. Hay posibilidad de cambiarlo y lo saben. Si no lo hacen es por intereses espurios que no podemos compartir. Que no nos vengan con que nos van a bajar los impuestos. Lo primero porque no les creemos, gracias a sus constantes mentiras al respecto, y además porque no se trata de que nos bajen los impuestos –que también, si se puede—, sino de que se recaude más persiguiendo el fraude y haciendo pagar a quien no paga, y de esta forma evitar esos recortes que están acabando con el Estado del Bienestar.

Por cierto, desde Europa ya están pidiendo nuevos esfuerzos. Y parece que no son pequeños, se habla de que hay que recortar 20.000 euros en dos años. Sin embargo, este gobierno dice que no hará recortes –ya nos explicará cómo puede llegar a esas cifras si no recorta, no sube los impuestos y no persigue el fraude fiscal— y además se atreve a decir que nos bajarán los impuestos. ¿Hay quién aclare este galimatías?

Un nuevo cuento de hadas que pretenden que engullamos sin respirar. Una nueva mentira que hemos de escuchar sin que se les mueva un músculo a pesar de su falta de decoro, vergüenza y pudor. Y es que Montoro y Cía son así, y no olvidemos que son así porque les votan. Porque tienen a millones de ciudadanos como cómplices.

Salud y República

25 febrero 2014

A la Iglesia la crisis le favorece

Sí señores. Los mandamases de la SICAR (Santa Iglesia Católica Apostólica Romana), o sea los sicarios, están de enhorabuena. Y es que es uno de los pocos colectivos, junto con las grandes fortunas y las grandes empresas, a los que la crisis les ha venido al pelo.

Ahí están, tan contentos. ¿Han oído a alguno de ellos protestar por la subida de impuestos, por la disminución de los salarios a los trabajadores o porque haya desahucios? Yo, no.

Y todo tiene su porqué. Ellos no tienen ese problema. Nadie les ha dicho que se ajusten el cinturón, al contrario, les han regalado las circunstancias para que puedan vivir mejor.

Estos sicarios no han tenido necesidad de hacer recortes. Tienen medios suficientes. Siguen haciendo inmatriculaciones y se apropia de terrenos, casas, edificios y todo lo que pueda apiñar para aumentar su patrimonio, sin pagar un euro. Sus sueldos –me refiero a los que pagamos nosotros, los de los profesores-- no han bajado y encima cobran más por lo que reciben de las aportaciones en las declaraciones de la renta.

Iglesia crisis

A todos los demás nos han bajado el sueldo, nos han tocado las pensiones y encima a muchos de nosotros nos desahucian esos a los que hemos tenido que rescatar –ellos quedan al margen—, a nosotros nos han empequeñecido enormemente el Estado del Bienestar y nos han subido todos los impuestos. Ellos siguen con sus privilegios y sin pagar muchos de ellos, por ejemplo no pagan el IVA de los cursos de profesores, o el impuesto referido a las donaciones de sus fieles, o las contribuciones urbanas o rústicas, o el impuesto de bienes inmuebles de segunda mano, u otros más.

Por eso a ellos, tan poco interesados en los demás a pesar de su doctrina, no les importa mucho la subida de impuestos. Es más, les beneficia. Porque es curioso que, a pesar de que los contribuyentes que han firmado la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta de 2012 son 19.000 menos que el año anterior, ellos –por aquello de que todos los demás hemos pagado más impuestos— van a recibir dos millones más.

Queda claro que a la Iglesia le interesa que los ciudadanos paguen más, puesto que el 0,7% que reciben de los que marcan la equis de su casilla, será mayor si los ciudadanos hemos pagado más impuestos. Por tanto, no es de extrañar que estén contentos. Siendo menos los que les siguen, han recibido más, que es lo que les interesa.

No sólo tienen privilegios, además recibe más cuando los demás pagan más. ¿No se puede considerar que la Iglesia es un parásito social que se aprovecha del cuerpo social en el que vive? ¿Y el laicismo para cuándo?

Salud y República

03 noviembre 2013

La bajada tramposa de los impuestos en la C.A.M.

Ignacio González ha comenzado su campaña electoral a año y medio de las elecciones autonómicas. Tres razones importantes para hacerlo:

  • No ha sido elegido sino que es un sucesor y quiere que le convaliden las urnas.
  • Desde que llegó a la presidencia no ha tenido sino problemas, algunos personales, como el tema de su ático, todavía sin aclarar, y, otros, políticos: una Sanidad que no puede privatizar a su pesar, una presupuesto de educación cada vez más recortado, una dependencia desarbolada.
  • Y, además, tiene competencia clara dentro del PP, como es el caso de Cristina Cifuentes, la delegada del gobierno en Madrid, una mujer ambiciosa que quiere ser la segunda lideresa madrileña.

Pues bien, la primera piedra electoral que ha lanzado es la de la bajada de impuestos a partir de 2014. Una medida efectista y populista que sin explicar puede parecer positiva para todos.Y no, como suele ocurrir, es una medida que favorece a los que más tienen y a los que más ganan.

CAM bajada de impuestos

En primer lugar hay que recordar que las llamadas tasas públicas han sido aumentadas un 85%. Además, esa disminución en el IRPF no afecta a las personas en paro ni a las que tienen rentas pequeñas y que por lo tanto no hacen la declaración anual. Y para ver un ejemplo concreto, a las personas que ganan entre 12.000 y 30.000 euros anuales esta bajada les supondrá unos cuatro euros mensuales, mientras que a los que ganan más de 150.000 euros les supondrá una bajada de unos 100 euros mensuales. Como puede observarse es ‘altamente equitativa’.

Por otro lado bajan las transmisiones patrimoniales. Y naturalmente como todo el mundo sabe, eso beneficia fundamentalmente a los que compran bienes gravados con este impuesto, o sea a los más ricos.

Por último, se ha quitado el céntimo sanitario a los transportistas, lo que me parece perfecto, pero de forma forzada, porque se ha hecho debido a que el Tribunal de Justicia europeo se ha mostrado contrario a su aplicación, abriendo la puerta a su eliminación, por lo que la C.A.M. no ha hecho sino adelantarse a una obligación que sin duda llegará en 2014.

Mientras tanto, las deudas de la C.A.M. batirán record en 2014. Solamente de intereses de dicha deuda deberemos pagar 1.024 millones de euros. Una broma que supone 170 euros por madrileño, sólo de intereses.

La Sanidad echa polvo con listas de espera mayor cada día, con menos personal sanitario, tratando de desmantelarla para venderla y aplazando medidas preventivas vitales, como son las mamografías. La dependencia desmantelada, donde el presupuesto no llega a la décima parte de lo que había hace dos años. La educación con menos profesores, más alumnos por aulas, menor presupuesto y una subida desorbitada de las tasas universitarias. Y la deuda que empieza a ser irresistible. Además de deuda a proveedores particulares, la C.A.M. tiene unas deudas altísimas con los ayuntamientos, a los que parece querer estrangular. Un ejemplo: a Rivas Vaciamadrid le adeuda 15 millones.

Como se puede observar, un ejercicio de populismo e hipocresía barato, propio de un gobierno que está contra las cuerdas y busca medidas efectistas que benefician a los de siempre. Y que cada vez está más sólo, con una cabeza descabezada al que no le importa actuar contra la mayoría de los madrileños.

Por cierto, Montoro está que trina. Él diciendo que no se pueden bajar los impuestos y su súbdito madrileño haciendo lo contrario. Un nuevo caso de sintonía pepera. ¡Hay quién dé más!

Salud y República

03 agosto 2013

¿Quién paga impuestos en este país?

Una pregunta que como se puede comprender no tiene una respuesta sorprendente. Porque yo lo hemos comentado a menudo. Y desgraciadamente esto no ha cambiado. En este país pagamos solo los mindundis.

Ya lo vienen diciendo los inspectores de Hacienda desde hace tiempo. Claro que Montoro no lo corrige, no hace ni puto caso a lo que dicen sus inspectores, aunque sea la pura verdad.

En definitiva, la cosa queda clara. Los curritos y los pensionistas pagan una media del 20% en el IRPF. Mientras las grandes empresas pagan el 3,5% sobre el beneficio, la quinta parte que las pequeñas y medianas empresas que pagan un 16,7%.

impuestos

El mundo al revés. Éste debe ser el único país –¿civilizado?— donde las grandes empresas pagan la sexta parte que los ciudadanos y la quinta que las empresas de menor tamaño. Y es que estamos llenos de laberintos financieros, y al margen de que haya grandes empresarios que pagan en B a sus trabajadores –Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, es uno de ellos—, resulta que están las trampas legales incluidas las SICAV. Esas sociedades en las que se paga un uno por ciento.

Y claro que a nadie se le ocurra decir que les suban los impuestos a las grandes fortunas y a las grandes empresas porque en seguida salen con que si se les sube la presión fiscal se llevan el capital a algún paraíso, como si ya no lo hicieran.

El 90% de las multinacionales que cotizan en el IBEX, tienen sociedades en paraísos fiscales, pero a ver quién es el que les dice algo. Desde luego, ni el PP ni el PSOE han sido, hasta ahora, capaces de corregirlo. Siempre han legislado a favor de las mayores fortunas.

Bastaría que, por ejemplo, se subiera el impuesto de las SICAV del 1 al 5% por ejemplo –sólo esa medida mínima supondría cientos de millones de euros—, o seguir los consejos de GESTHA, la asociación mayoritaria de los inspectores de Hacienda, que sugieren poner un impuesto complementario para las empresas que tengan más de un millón de euros de beneficio. Lo que supondría unos ingresos de casi 14.000 millones de euros, o sea un 1,4% del PIB, justo lo que nos quieren recortar desde Europa.

Que no digan que no hay soluciones alternativas. Basta ya de hablar de la “solución única”. Hay otros caminos para reducir el déficit, pero claro, los peperos tendrían que cambiar de rumbo y pedir sacrificios a los suyos, y además no putearían al personal y se aburrirían. Se trata de cambiar trabajadores por esclavos, y en el camino estamos.

Salud y República

04 julio 2013

El país de la excelencia y los yates de lujo

Erase una vez un país que vivió años de cierta prosperidad, con desahogo, y cuyos dirigentes políticos y financieros, creyendo vivir en Jauja, no renunciaron a casi nada, mientras el pueblo yacía en una especie de modorra feliz.

Pero llegó la hora de las vacas flacas y, naturalmente, los dispendios pasaron factura, y los acreedores de otros países, aquellos fariseos que se habían forrado con los intereses de los préstamos concedidos, empezaron a reclamar sus caudales.

Y los mandamases, para obtener recursos, tomaron medidas impopulares. La gente se indignó, pero poco más, y los gobernantes insistieron ante el asedio de los acreedores, y subieron impuestos. El pueblo acostumbrado a no protestar, a aceptar lo que le echaran y a indignarse de boquilla, acogió con desgana esa subida y pagó. Mientras, las clases adineradas seguían haciendo de las suyas, visitaban Suiza, recogían beneficios extraordinarios de sus inversiones y sus negocios, y utilizaban todas las trampas posibles, incluidas las legales, para poder seguir especulando y ganando, y más y más dinero.

Todo para los mejores, la excelencia era la medida. Y se anunció que los mejores eran los bancos, a los que había que ayudar, a los que había que salvar, aunque eso significase el empobrecimiento de los ciudadanos. Y confirmaron que los mejores eran los empresarios, los grandes empresarios, y se les hizo una reforma laboral a la medida.

Y se extremó la desigualdad, puesto que las medidas tomadas, para conseguir más dinero, hicieron que la educación y la sanidad que habían sido ejemplos de gratuidad y de igualdad, superaron esa fase y se convirtieron en algo para los pudientes. Los otros, los que apenas llegaban a fin de mes, los que no tenían trabajo tuvieron que quedarse con la miel en los labios, se quedaron fuera de la excelencia.

Los discapacitados, los científicos, los trabajadores, los pensionistas, todos menos los dirigentes y los acaudalados, se encontraron, de la noche a la mañana, empobrecidos y en un país sin futuro.

Pero está claro que eso no era suficiente. Los pobres, al fin y al cabo, nunca dejarían de ser pobres e interesaban que lo fueran –la mano de obra barata--, pero había que salvar a los ricos, aunque fuera a costa de los pobres. Al menos, se salvaría la excelencia. Y se legisló una amnistía fiscal, para que los tramposos millonarios pudieran tener el dinero en su país y no tener que hacer viajes a países extraños. Y no hicieron caso, los adinerados no se fiaron y sus dineros siguieron viajando a paraísos soñados.

Siguieron insistiendo, había que sacar más para pagar a los magos de norte que un día prestaron sus dineros para que los institutos financieros del sur jugaran al monopoly y perdieran, así es que no hubo más remedio que reconocer que la promesa de bajar impuestos se tenía que posponer, no había dinero. Y se bajaron las pensiones, volvieron a subir impuestos, del tabaco, de bebidas alcohólicas, mientras que se estudiaba la forma de que la gente encontrara lugares de diversión donde pudieran jugar, fumar y beber a tutiplén. Y entonces pensaron en crear Eurovegas, un desahogo, allí los ricos soltarían parte de lo que les sobraba y los pobres irían a pedir limosna para luego jugársela, un sitio ideal.


Pero había que hacer algo más, los grandes banqueros, los grandes ejecutivos, las grandes fortunas no terminaban de estar contentos. Entonces el gran ministro de la Hacienda Pública dio en el clavo, y razonó emulando a Lenin: ¿Qué hacer? ¿Cómo ayudar a nuestros amigos poderosos? Los pobres están como están, y no es posible ni conveniente salvarnos. Son muchos y además son morralla.

Facilitemos un poco más el ocio de nuestra gente, que se lo merecen. Y, llegó a la conclusión de que había algo que hacer todavía, y pensó ¿cómo es posible que todavía no hayamos hecho nada tan necesario y popular por los yates de lujo? Pues nada, hagámoslo, se elimina el impuesto de los yates con más de doce metros de eslora --algo que puede representar hasta 72.000 euros de ahorro por yate--, y listo.

Y la bruja tudesca del norte se congratuló, y dio las gracias al triste hombre del sur y a su ministro risitas, y además les dijo, no paréis, no paréis, ese es el camino.

Y ellos siguieron insistiendo en su excelencia. Y los ricos comieron perdices y fueron felices. Y colorín, colorado, por el culo nos han dado.


Salud y República

24 abril 2013

Rajoy: ¡Y no quería, oiga! pero…

Se está viendo obligado. Un "mandao”, el pobre es un “mandao”. Y aunque no quiera se ve en la obligación. Es lo que tiene ser un mindundi aunque uno lleve en su tarjeta de visita; “Presidente del Gobierno”.

Porque esta sucursal de la gran Alemania, llamada España, a la que ya se empieza a llamar Spanien, tiene menos autonomía y soberanía que Ana Mato en su casa cuando no veía ni Jaguar ni quién le pagaba la los viajes y las fiestas de sus niños.

Lo grave, y a la vez lo verdadero, es que lo reconoce sin pudor. Él no quiere, pero teme que se lo van a imponer. No le gusta subir impuestos, no le gusta hacer ajustes, no le gusta decidir, prefiere que le digan lo que tiene que hacer. Y el viernes nos vamos a enterar de lo que ha tragado este calzonazos. Otro clavo más que va a acelerar esta crucifixión a la que nos tiene condenado este gobierno.

rajoy autobus.familia.en.bolas

Hay que ver lo que se sufre, porque claro uno quiere una cosa y va quien manda y le dice que no, que lo contrario y se produce una frustración. Así estaría el pobre Mariano si fuera con él la cosa, lo que pasa es que a quienes frustran es a nosotros y él y sus secuaces se van de rositas.

Y es que además no son capaces de decir la verdad ni en broma. Ahí están, portavoces de todo tipo, ministros de Hacienda y Economía, vicepresidenta y demás peperos de pro, diciendo en esta última semana que de subir impuestos y que de ajustes nasti de plasti. Que estamos terminando de sufrir y estamos a punto de empezar a escalar la Gloria.

Así es que, agárrense los machos y apriétense los cinturones que viene otro fatídico viernes y nos van a dar otra vuelta de tuerca. Pero tranquilos que no pasa nada, al fin y al cabo todavía seguimos vivos y apenas nos quejamos. Porque o estamos hipnotizados o estamos idiotizados, si no fuera así, ante tanta mentira y tanto recorte nos habríamos puesto en pie ya.

En fin, que no quiere pero puede. Esta claro que para la Troika y Merkel somos el papel higiénico que le regalan a Rajoy para que se limpie el culo. Y él, naturalmente, pulcro, mientras que los demás nos quedamos con el marrón.

Salud y República

P.D. Acabo de escuchar que Rajoy ha dicho que no habrá subida de impuestos este viernes. Por lo tanto, o vuelve a mentir y sí los habrá, cosa que ya ha hecho en otras ocasiones, o la subida será el viernes de la semana próxima. No veo otras alternativas.

23 abril 2013

El pobre Montoro: entre pitos y flautas

Y gaitas. Que son muchos los instrumentos que el personal usa para molestar al pobre ministro. Y es que hay que ver, ¡qué cantidad de ruido! Imposible trabajar así. ¿Trabajar o putear?

¿Cómo puede uno hacer amnistías fiscales, subir impuestos y reírse mientras da las noticias malas si no se respeta su “buen hacer”, su magnífica gestión, esa que nos está hundiendo en la miseria?

Montoro-burns

No, el ruido es malo, muy malo y así no es posible trabajar (a lo mejor por eso hay tanto paro). Y es que nuestro “amado” ministro debería insonorizar más su despacho, o a lo mejor se refiere a otro ruido.

¿No será el ruido de la incompetencia, del desvarío, de la mala conciencia, de la desvergüenza que campa por su cabeza?

¿No será el ruido de la mentira, de los incumplimientos, de las previsiones falsas, de los delitos de corrupción de sus amiguetes lo que le obsesiona y le molesta?

¿No será el ruido del paro, de la injusta ayuda a los bancos, de los desahucios, de la exclusión social que le carcome y no le deja vivir?

¿No será el ruido de la prima de riesgo, de la Troika, de su amiga Merkel, de la falta de soberanía, de las instituciones económicas que le ordenan que aumente el ritmo de la desesperanza y siga con su política fiscal?

¿No será el ruido provocado por los recortes que el Consejo de Ministros va a aprobar el próximo viernes?

Porque es mínimo el ruido de pitos, flautas y gaitas para lo que puede venir si esto no cambia. Ya están empezando a sentir el ruido, pero éste puede estallar. No es posible mantener callados a los ciudadanos a costa del miedo y la represión. Afortunadamente se empieza a despertar. Y esto es sólo el comienzo. Si la crisis sigue agudizándose, si siguen los desahucios, si el paro sigue aumentando, si la corrupción no se ataja, esto puede terminar muy mal, y luego vendrá mucho más ruido, ese ruido que tanto molesta e incomoda al pobre Montoro, y puede que algo más que ruido. ¡Que luego no se lamenten!

Salud y República

28 junio 2012

Hablemos de fútbol…

Si hay algo de lo que no se parará de hablar hoy, y probablemente en días sucesivos, es de fútbol. Un deporte que puede ser un bello espectáculo y que se ha convertido en un mercadeo que mueve cifras impúdicas.

A pesar de que reconozco que me gusta ver un buen partido, no soy un seguidor capaz de conocer los pormenores de este deporte. Hoy me interesa menos que ayer y lo considero cada vez menos deporte, aunque siga siendo un espectáculo.

Y es que el fútbol está contaminado. Totalmente contaminado por este sistema, en el que se apoya y del que ha inoculado sus vicios. Hoy el fútbol es un gran negocio, donde los beneficiarios se forran de una forma exagerada.

Esto viene al caso porque la crisis que nos acucia parece no haberle hecho mella. Y ahí sigue como si no fuera con él. Hoy, más que nunca, sirve al poder y le sirve para que actúe como cortina de humo.

Es difícil poder explicar racionalmente que un partido de fútbol, donde ha jugado España, haya sido el programa de televisión más visto en toda la la historia. Como también es difícil de explicar que por participar en un torneo y ganarlo, por muy importante que sea, los componentes de la selección –todos, incluidos suplentes y cuerpo técnico— puedan obtener una prima de 300.000 euros cada uno –la segunda más importante de todos los países participante--, cuando su país, este país, se está desquebrajando por las costuras.

El dinero del fútbol

Aquí el fútbol tiene absoluta impunidad. Mientras que nosotros, ciudadanos de a pié, estamos cada día más asfixiados, mientras que todos los días cierran decenas de pequeñas empresas, mientras son miles, y lo que te rondaré morena, los desahuciados por no poder pagar la hipoteca, resulta que los grandes clubs de fútbol, esos magníficos clubs de este deporte adorable, se pasean sin rubor, debiendo, como deben, 752 millones a Hacienda, más lo que deben a la Seguridad Social, que según expertos es mucho mas, pero son datos que no se pueden hacer públicos.

Parece que las deudas totales se acercan a los cinco mil millones. Y sin que nadie les apriete para que paguen. Ahí están, aumentando las deudas día a día, haciendo fichajes imposibles y sin que nadie ponga coto a estos desmanes.

¿Quién se atreve a meter mano al fútbol? Nadie, no hay gobernante que se atreva. Porque les interesa. Ellos juegan con el fútbol para hacer olvidar las miserias y saben que el fútbol tiene un apoyo muy mayoritario, lo que provocaría que su estimación de voto bajara considerablemente. Y ya se sabe, se gobierna para mantener el tipo y el poder.

Mientras, la gente incapaz de salir a la calle en masa por cuestiones gravísimas que afectan al bienestar y a su vida diaria, y que la está empobreciendo, se manifestará hasta la saciedad y quedará exhausta, ya lo verán, si ganamos el domingo la Eurocopa.

Es verdad que ver ganar a España, la Eurocopa, puede ser un espectáculo apasionante y emocionante. Seguro. Es cierto que estamos a falta de alegrías. Pero de ahí a que la importancia que se le da a este acontecimiento sea tan enorme, y que los directivos del fútbol actúen con absoluta impunidad y no paguen a sus acreedores, incluidos Hacienda y la Seguridad Social, va un abismo.

El fútbol es un juego, y pasado el momento de la euforia, quedará la resaca. La resaca social que nos están imponiendo desde Europa, esa sí que nos va a durar. Pero claro, mi reino por un título.

Por cierto, que en la última Eurocopa ganada, los futbolistas tributaron sus primas en Austria y, en el último campeonato mundial, lo hicieron en Suráfrica. ¿Por que se les consintió?

Y este año, ídem de lienzo. O sea, sacamos de nuestras arcas públicas absolutamente arruinadas, cerca de ocho millones para las primas, y resulta que estos ‘buenos patriotas’ parece que van a tributar en Polonia, ya que el tipo de cotización es más bajo.

Así me gusta. Luego cuando vengan aquí les subimos a los altares. Una maravilla. ¡Como debe ser! Sin duda, si ocurre, es una desvergüenza consentida. Por cierto, hay una campaña para que, visto que todos estos muchachos futboleros son multimillonarios, donen sus primas para fines sociales. Si estáis de acuerdo con esta petición, podéis firmar aquí.

Ya sé que algunos dirán que es el chocolate del loro, pero es que cuando hay hormigas que pasan hambre, el loro no puede tomar chocolate. ¿Me explico?

Salud y República