Es
un libro difícil de clasificar, en cuanto a qué género pertenece,
pues sin llegar a ser una novela, su narración es tan amena que
podría serlo. También podría ser una biografía sobre Marie Curie,
pues aporta muchos datos sobre su vida y, además, bien documentados,
pero no sólo habla de ella, incluye algunos aspectos autobiográficos
de la autora. Y como complemento incluye algunas fotografías que
ilustran el texto. Convirtiendo el conjunto en una interesante
historia novelada sobre estas mujeres.
Aparte
habla de varios temas, por supuesto uno es la ciencia, los
descubrimientos de Física que lograron Marie Curie y su marido
Pierre, las dificultades por las que pasaron, y la recompensa del
Premio Nobel de Física en 1903. La continuidad de Marie, una vez
viuda, en sus investigaciones y su Premio Nobel de Química en 1911.
Y más tarde el Premio Nobel de Química en 1935 para la hija de
ambos Irène Joliot-Curie.
Pero
este tema de la ciencia lleva a otro que es la dificultad de la mujer
para ser tratada igual que a los hombres. Pues en una sociedad
machista, la discriminación y las injusticias están a la orden del
día. Y Marie Curie tuvo que pelear mucho para conseguir llegar a su
lugar, al reconocimiento de sus méritos. Fue científica, madre, y
una luchadora constante, y aquí la autora aporta un dato que me ha
llamado la atención, ¿tuvo un trastorno alimentario? ¿anorexia?
Pues cuenta que estaba muy delgada, comía poco y mal, y hacía mucha
actividad física. Desde luego entra en las características de esta
enfermedad y, además, podemos sumar su inteligencia. Y, sin embargo,
teniendo tanto en contra, su vida dio para mucho.
Y
parte de esa vida fue el duelo por la muerte de su marido Pierre,
recogiéndose en este libro un breve diario que escribió en ese
momento. Y aquí es donde Rosa Montero comparte ese momento personal,
pues pasó el duelo por la muerte de su marido Pablo. Así se pone en
la piel del personaje, pues también sintió dolor, sufrimiento y
pena, esos sentimientos que te impiden hablar, que te arrancan la
palabra. Pero aunque uno no se recupera de una pérdida, por lo menos
se reinventa.
Algunas
frases del libro:
“Los
libros nacen de un germen ínfimo, un huevecillo minúsculo, una
frase, una imagen, una intuición; y crecen como zigotos,
orgánicamente, célula a célula, diferenciándose en tejidos y
estructuras cada vez más complejas, hasta llegar a convertirse en
una criatura completa y a menudo inesperada.”
“A
veces tengo la sensación de que uno se mueve en la vida dando
siempre vueltas por los mismos lugares, como en un desconcertante
Juego de la Oca.”
“Cuando
morimos nos llevamos un pedazo del mundo.”
Contracubierta
o parte de la misma:
Al
hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, reflejada aquí en
sus aspectos más desconocidos, Rosa Montero construye una narración
a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, el
análisis de nuestra época y la evocación íntima; habla de la
superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del
esplendor del sexo, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza
salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a
vivir con plenitud y con ligereza.