lunes, 2 de diciembre de 2024

La saga de los longevos. La vieja familia. Eva García Sáenz de Urturi

 


     "Me despertó la sensación angustiosa del agua raspando mis fosas nasales, colonizándome la boca e inundando la garganta, camino de los pulmones. El suelo blanco resbaló a mis pies, y me agarré desesperado a los bordes de la bañera para salir a la superficie. Aire. Por suerte el aire vino a salvarme y tosí como lo haría un anciano. Después me alcé y quedé de pie, desnudo, con el agua que por poco acaba conmigo chorreando por mi espalda." 

      Hay libros que son la historia de un sueño. Este es uno de ellos, con el que la autora llegó al mundo editorial a través de Amazon, donde estuvo muy poco tiempo, y que ahora se reedita tras una carrera de éxito que incluye un Premio Planeta. Hoy traigo a mi estantería virtual, La saga de los longevos.

     Conocemos a Adriana, una historiadora que regresa a Santander contratada por el Museo de Arqueología; pero no viene sólo a trabajar sino también marcada por el suicidio de su madre y dispuesta a rehacer su vida. En el museo se encuentra Iago del Castillo, que dirige una investigación genética que incluye a sus dos hermanos. Todos ellos de edades inusitadas. La relación entre ambos será crucial en esta historia. 

      Lo cierto es que leí este libro hace ya tiempo y es con motivo de su reedición que me decido a volver a ponerlo en mi estantería virtual ya que ahora es cuando tiene la difusión para llegar a más gente. La trama me pareció en su momento, original, eso de entrada. No hablamos de inmortales, sino de longevos. Personas que no envejecen y que tienen miles de años y están viviendo entre nosotros mientras se adaptan a los cambios. Y ahí la autora sobresale dando pequeños detalles, de esos en los que no piensas a no ser que te los pongan delante pero, una vez que te los explican, contribuyen a convertir una historia en una buena historia. Un ejemplo es el desgaste dental que puede tener una persona de determinada edad. Recuerdo que al leerlo no pude evitar sonreír pensando "Claro, es normal". Ese tipo de detalles. No nos encontramos esta vez seres paranormales cargados de poderes, sino personas que intentan llevar una vida normal en contra de la moda literaria de los últimos tiempos. Eso me gustó, captó mi interés puesto que ya podía tachar el camino habitual de estas historias.
     Protagonizada por Adriana y Iago, los acompañamos en sus vivencias mientras observamos como confluyen de forma irremediable sin temer que el libro se convierta en una simple historia romántica. Porque tampoco es eso. En realidad, Eva nos ofrece un libro que se lee con rapidez, en el que buscamos el motivo, el gen que determina que unas personas sean longevos y otras no. Buscamos también la causa de la muerte de la madre de la protagonista y asistimos a las tiranteces familiares de los protagonistas. Si tuviera que poner una etiqueta al libro diría que es una historia familiar con todas las pequeñas ramificaciones que eso implica. Una historia de las que gusta leer, que nos atrapa curiosos entre sus páginas para proporcionarnos horas de entretenimiento y que, llegado el final... nos obliga a hacer cábalas sobre una posible segunda parte. A estas alturas todos sabemos que hay una segunda e incluso una tercera parte de la historia, pero si conseguís llegar a esta lectura sin saber nada de la trama a largo plazo uno de los placeres del libro es pensar en cómo puede continuar la historia. Y es que las sagas, cuando se leen sabiéndose que lo son, a veces llevan el pequeño spoiler incluido de tener el conocimiento de quiénes tienen todas las posibilidades de, por ejemplo, permanecer con vida.

      La saga de los longevos es una novela que se repesca para quienes quieran leer algo diferente a lo habitual. A fin de cuentas, un libro es novedad para quien no lo haya leído independientemente del momento en el que se publicara por primera vez. Aunque tengo que decir que por motivos personales me gusta muchísimo más la cubierta de la edición antigua.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

      Gracias

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Érase una vez un libro. Shinsuke Yoshitake & Naoki Matayoshi

 

     "Érase una vez un libro en cuya portada figuraban los nombres de dos hombres. Fue escrito por orden de un rey. He aquí la historia que contaba".

     Con este título y este comienzo solo me falta decir que es ilustrado de una forma antigua, como si tuviéramos en las manos un libro de nuestros padres o abuelos. Hoy traigo a mi estantería virtual, Érase una vez un libro.

     A lo largo de 13 noches, aunque también hay un epílogo, los autores relatan sus historias sobre, evidentemente, lo que el lector tiene entre manos. El motivo es que un rey que adora los libros les ha enviado a buscar historias sobre libros y ahora, un año después. a su regreso, se las van contando noche tras noche.

      Hay que decir que el primero de los autores es un reconocidísimo autor de libros infantiles, así que domina la técnica del cuento logrando aquí un libro que puede leerse o ser leído, lo que viene a ser la esencia del cuento. Aquí hay libros que reflejan el mundo, habla de todos los que hay escritos o se escribirán porque hay uno para cada persona, también hay libros que se comen cosas (no diré qué) o pueden ser comidos o volar... los libros son oportunidades, todas distintas, y, como sucede en los mejores cuentos, también tiene una parte de reflexión y pesadilla. Porque al final todos los cuentos son un reflejo de la vida, como aprendemos cuando vamos creciendo. Quizás por eso el libro que nos dan al nacer aparece con los bordes difuminados.
     
     Para completar la fantasía, el rey ordena unir los relatos de esas doce noches y hacer con ellos un libro, es el que yo os estoy invitando a leer. Un libro que no es ni bueno ni malo, es un libro bonito, que se disfruta entre amantes de la lectura, cuyas páginas se pasan y originalidad se aprecia. Un libro que, en definitiva, invita a soñar. algo que superados los 7 u 8 años es bastante complicado de mantener.

     Hoy os invito a dejaros llevar por la magia de los libros con esta pequeña joya. Acercaos a Érase una vez un libro.

     Gracias.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Una novela real. Minae Mizumura

 


      Encontré esta novela en un mercadillo de libros y me fijé en ella a saber por qué, pero la sinopsis me pareció atractiva. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Una novela real.

     No había vuelto a pensar en la novela hasta que este fin de semana leyendo las noticias me di cuenta de la cantidad de obras que se inspiran en otras ya existentes y es que Una novela real bebe directamente de Cumbres borrascosas. Sin embargo decir esto es quedarse muy corto respecto a lo que aporta la historia.

     Viajaremos a Estados Unidos para conocer a Taro, chofer de un americano adinerado, para descubrir que se hace amigo del padre de uno de los narradores de la novela. Pero vamos a Japón, allí conocemos a Fumiko y a Yusuke, siendo la primera la encargada de hablar de Taro y su obsesión con Yoko, una joven de la que lo separan las conveniencias sociales (ahí está Cumbres Borrascosas, diréis. Sí). Presentada la historia diré que el gran protagonista de la novela es Japón, un país que se está recuperando de la guerra, pobre pero llamativo en sus tradiciones y como empieza su historia en el mundo materialista globalizado en el que ahora nos encontramos. Así es como entran distintas familias claves no solo para la evolución de la historia, también para la del país. 

     A partir de este momento prefiero desligarme un poco de la trama formal, que va mucho más allá del triángulo amoroso común ya que avanza rápidamente por la transformación de un país mientras se mezcla con más historias personales, y dedicarme solamente a la parte más formal ya la novela tiene una estructura que en sí misma ya hace que merezca la pena su lectura. Fumiko, para mi la gran protagonista de la novela, evoluciona y asciende socialmente en la misma medida en la que su país va cambiando y Minae nos deja un libro en el que se percibe la nostalgia por aquellas cosas que van quedando en el camino de la modernidad. Y además de todo eso es la historia que una persona cuenta sobre la familia para la que trabajaba a una joven que veranea en una villa. Como en la vida misma esta historia será repetida y se mezclará con alguna parte personal trascendiendo en el tiempo e incluso, la vida es así, con la forma en que se conoce personalmente a alguno de los integrantes de la historia original. Quizás por eso y en un intento de réplica de este fenómeno, la autora se da voz como narradora para implicarse de forma más directa convirtiendo su obra en algo más personal que la simple historia que se desarrolla entre el prólogo y el epílogo. En cualquier caso el formulismo funciona y esta historia relatada varias veces hasta que llega a nuestras manos va calando poco a poco en el lector hasta convertir a sus personajes en amigos a lo largo de más de seiscientas páginas.

     Tengo una fijación por las novelas familiares, las que cuentan historias largas en las que tengo tiempo de encariñarme de quienes las pueblan y las que me permiten conocer la historia del lugar en el que se desarrollan y Una novela real me ha proporcionado todo eso en un título que me era totalmente desconocido y que ni siquiera sé si es posible de encontrar hoy en día más allá de un mercadillo o de una librería de viejos. Lo que sí puedo deciros es que es una lectura que merece realmente la pena y que va mucho más allá de una simple versión. Por supuesto que si has leído Cumbres Borrascosas y vas buscándola la vas a encontrar. Sus protagonistas son fácilmente identificables y hay momentos que suceden de forma casi paralela, pero si te dejas llevar por la historia y partes de la base de que hay situaciones que se han repetido en el tiempo más allá de que aparezcan o no en una novela que es ya un clásico, Una novela real tiene todos los ingredientes para ser ampliamente disfrutada. Por muchos motivos.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 18 de noviembre de 2024

El año de la langosta. Terry Hayes

 


     "Una vez fui a matar a un hombre. En otras ocasiones, cuando era más joven, había seguido a mi objetivo por callejones iluminados por letreros de neón de Tokio, había visto el sol ponerse sobre la mezquita de las Nueve Cúpulas y había esperado en el muelle del centro de Estambul mientras las lágrimas de una mujer caían como la lluvia".

     Personalmente tengo que decir que veo espías y allá que voy. Además Pilgrim no estuvo mal así que todo eran señales para ir a por este mamotreto. Hoy traigo a mi estantería virtual, El año de la langosta.

     En esta ocasión conocemos a Kane. Y digo en esta ocasión porque la narración tiene mucho de la primera obra del autor en cuanto a el tono. Se trata de un excapitán de submarino ahora espía que viaja a Oriente Medio para buscar, obviamente, a un terrorista que había sido dado por muerto y que, como no podía ser de otra manera, planea un gran atentado en suelo americano.

     La novela bebe bastante de Pilgrim en los tonos, o eso o bien todos estos hombres hablan como si lo supieran todo, hubieran estado en todas partes y conocieran lo que piensa cualquiera que, en algún momento o no, se hubiera cruzado, o no, en su camino. Para que nos entendamos, el protagonista es un fanfarrón egocéntrico que, por muy bueno que sea, jamás lo será tanto como se vende. No por nada, es solo que es imposible. Y la novela va avanzando hasta llegar a una tercera parte que no me queda del todo claro qué pinta en la novela. Que sí, Hayes, que Kane es buenísimo y salva al mundo todas las veces que haga falta, pero se te ha ido la mano. Sobre todo porque no tienes en cuenta alguna de las reglas fundamentales para los aficionados al género que rozas al final de la historia.

     He visto que hay opiniones totalmente encontradas con este título y a estas alturas ya queda claro que yo me sitúo entre los que no salimos nada satisfechos de su lectura. Posiblemente la culpa la tenga el protagonista, que cuenta lo que le ha pasado y que no me ha caído bien en ningún momento, pero tampoco mal como para regodearme en un Ignatius disfrutado en La conjura de los necios. En este caso, simplemente me caía gordo recorriendo el mundo para salvarnos a todos del atentado global. Suena tan grandilocuente... que para cuando llegas a la parte final y toca hacer el salto de fé, me negué en redondo a creerme nada. 

     El año de la langosta tiene descripciones llamativas, escenas fuertes, un protagonista con carisma y todas esas cosas que provocan que leas las ochocientas páginas con ganas, pero también posee los defectos que hacen que yo, y esto es una opinión totalmente personal, pierda el interés pensando: "venga ya". Todo es tan grandilocuente que cansa y se vuelve banal por un exceso que inmuniza y, finalmente, molesta. El autor ha buscado estar en la cima en todo momento, lo que posiblemente sea el motivo que lo empujó a experimentar en esa segunda parte que, para mi, termina de estropearme la lectura. Y es que si a mi me preguntan, la espera no ha merecido la pena.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 11 de noviembre de 2024

La primera mentira gana. Ashley Elston

 


     "Todo empeña por pequeñas cosas: un cepillo de dientes en el vaso del lavabo, unas prendas en el cajón más pequeño, cargadores de teléfono en ambos lados de la cama. Luego estas pequeñas cosas dan paso a otras algo más importante: las cuchillas de afeitar, el enjuague bucal y las píldoras anticonceptivas comienzan a disputarse el espacio en el botiquín y la pregunta cotidiana pasa de "¿Vas a venir?" a "¿Qué hacemos para cenar?".

     Y por más que lo haya estado temiendo, este paso de ahora era inevitable". 

     Y aquí estamos, buscando nuevamente el libro entretenido que me haga pasar las horas volando. Hoy traigo a mi estantería virtual, La primera mentira gana.

     Conocemos a Evie Porter, una joven que vive inmersa en la fachada que se ha creado. Novio perfecto, casa perfecta, todo perfecto. Pero todo es mentira.

     Bueno, tampoco es que vaya a contar mucho más ya que la sorpresa forma parte de lo divertido. Solo diré que es una novela que se mueve en dos hilos temporales, uno presente y otro en el pasado escondido de la protagonista, donde conoceremos al Sr Smith. La trama, como podéis ver, no es particularmente original, pero la novela juega con la forma en que está escrita dando un buen punto en el primer tercio, en el que llega a sorprender al lector ya habituado a los giros del género. Sin embargo Elston no es capaz de mantener esa sensación durante todo el libro, quedando el resto en algo más manido. La novela cae en los márgenes habituales de protagonista de éxito, amor inesperado (en serio, es totalmente esperado), conflictos, secretos...  para adentrarse en el juego psicológico de saber quién está diciendo la verdad. Nada nuevo bajo el sol.

     La primera mentira gana es una novela entretenida en la que el lector deja de sorprenderse para acabar resistiendo la tentación de hacer una lectura en diagonal. ¿Es entretenida? Sí, si lo único que quieres es una lectura ligera en la que sea a simple curiosidad la que te lleve al final de la historia. Pero poco más se le puede pedir en un panorama saturado de este tipo de novelas.

     Hoy una reseña breve para una novela que permanecerá el mismo tiempo en la memoria del lector.

     Y vosotros, ¿con qué novela comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Actos humanos. Han Kang


     "Espero que tú me guíes a partir de ahora. Que me lleves a la claridad, a donde brilla la luz, a donde se abren las flores".

      Y si empezamos la semana con Han Kang, seguimos con ella. Hoy traigo a mi estantería virtual, Actos humanos.

    Como resumen colosal de esta novela basta decir que la autora cuenta la historia de víctimas y supervivientes del levantamiento producido en Corea del Sur en 1980. Y más concretamente en Gwangju.

     Con uno de los comienzos más impactantes que recuerdo, la novela pone voz a un adolescente que vive en mitad del horror, tanto que parece catalogar los muertos como forma de ayuda en una narración totalmente directa que deja al lector impactado. Y entonces avanza y descubre el primer gran secreto de la novela: nunca sabes quién hablará. Y el segundo: no hay tregua donde no hubo paz. Y el último: esta novela, aunque no sea tuya, aunque tú no lo hayas vivido, aunque no conozcas los lugares o las sensaciones, se dirige a ti. Y el lector lo acepta. Porque realmente poco importa donde se produzca el estallido de violencia o la masacre, ya se ha producido en otro lugar o se irá a producir mañana, o el mes que viene. Solo que Kang elige Corea. Pero volvamos al chico, una persona, un hilo para contar una historia que se mueve en el tiempo para permitir a la autora reflexionar. Quizás por estar en España donde aún se recuerda la Guerra Civil, se ve esta novela de otro modo, una novela que habla de actos humanos, de actos de violencia pero también de ayuda. Parece que Kang no está dispuesta a dejar que los lectores terminen sus libros bajo la luz de la indiferencia. Por eso en esta novela, igual que lo hizo en La Vegetariana, los perturba sacudiendo su conciencia. Para ello acude a distintos personajes en los que, más que basarse en la violencia como tal, lo que hace es centrarse en ellos, en su forma de reaccionar, de afrontar o evitar (sirva de ejemplo el niño del principio). Y así avanzamos a lo largo de seis de las siete partes de la novela. Entre la brutalidad, el horror y la humanidad tan firmemente ligados que dan escalofríos, porque forman parte de la naturaleza de las personas. Porque es una historia que se repite y hay quien en lugar de sofocar la violencia parece alentarla. Y entonces llegamos a la parte séptima.

      Ahora vemos lo que hemos leído. El levantamiento sucedió, la autora no se convierte en un personaje, al contrario, lo que hace es convertir la novela en una memoria. Entendemos sus reflexiones, su relación, dimensiona la historia. El golpe de gracia que no tiene ninguna gracia en realidad. La novela termina "sin ruido" (al leerla lo entenderéis), pero provoca un silencio atronador en quien la tiene en sus manos.

     Actos humanos es una novela profundamente perturbadora sobre la verdadera naturaleza del ser humano, la violencia y las formas de sobrevivir a ella. Kang no escribe para dejarnos tranquilos.

     Y vosotros, ¿buscáis el libro más conocido de un autor premiado o preferís investigar?

     Gracias.



     La novela saldrá con esta cubierta en 5 de diciembre por Literatura Random House. La reseña se abre con la cubierta de la novela que yo leí en su momento.

lunes, 28 de octubre de 2024

La vegetariana. Han Kang

 


     "Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial".

     Leí La vegetariana cuando lo trajo la editorial Rata que, si no ha desaparecido, la verdad es que hace mucho tiempo que no veo una novedad suya por alguna librería. Si ahora recupero este título es porque acaba de recibir su autora el Premio Nobel de Literatura y, si os pasa como a mi casi todos los años, pues seguramente muchos estéis buscando información sobre qué tipo de libros escribe. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La vegetariana.

     Con esa frase aparentemente sin importancia da comienzo el libro que cuenta como su protagonista, Yeong-hye, una mañana se levanta tras haber soñado mucho, y se descubre vegetariana. No en un monstruoso insecto que hubiera dicho Kafka, si no en algo aparentemente mucho más sencillo e inocuo, una simple vegetariana. Sin embargo, y como sucede en la famosa novela, las cosas pueden tener raíces mucho más profundas de lo que aparentemente puedan parecer. La protagonista, y voy a referirme muchas más veces a La Transformación, es tan insignificante como una cucaracha (no soy sutil, lo sé) y es que, incluso para relatar su propia historia carece de voz propia. Serán su marido, su cuñado y su hermana, personas que valen algo por lo que son y por lo que hacen, en cambio ella, ¿qué hace? pues parece que nada. Al menos hasta que se reivindica como vegetariana, algo que provoca el rechazo inmediato. Para Kang la carne se convierte en algo visceral y la novela se vuelve una pesadilla de tortura, violación y violencia y aún así ser vegetariana no es vendido como un proceso de purga o de iluminación que será capaz de hacer feliz a Yeong-hye. Ni siquiera de salvarla. De hecho hay un momento durante la lectura en el que estuve segura de que iba a morir.

     La novela muestra la normalidad anodina, la vida gris aparentemente estable y la fragilidad de la misma. La burbuja de la protagonista estalla y, de algún modo, llega una de las escenas más escalofriantes de la novela en la que su padre la intenta hacer comer carne por la fuerza y ella prefiere apuñalarse a ceder. Dicho así puede parecer una tontería, pero la autora es capaz de que el lector en ese momento se posicione a favor de Yeong-hye. Escalofriante, ¿verdad? También lo es intentar desgranar el argumento basándose solo en los hechos que se mencionan, aquí las capas son mucho más profundas. 

     La vegetariana es la historia de un descalabro, de un derrumbe familiar en el que un acto aparentemente banal se convierte en la única piedra angular que va a quedar en pie. Una novela que se divide en tres partes marcadas por las reacciones, las obsesiones y los intentos de seguir a flote pero que, pese a esto, refleja perfectamente la impasibilidad de quienes tenemos al lado ante nuestro propio sufrimiento. Es una novela visual y sangrienta en la que una persona intenta sobrevivir en el centro del caos, tal vez como un árbol, como una planta. De tan invisible parece que no esté. Quizás esa la mejor manera de aislarse de este mundo violento y cruel que moramos todos.

     La vegetariana es una historia sencilla, una novela complicada, hermosa, horripilante y visceral. Es una historia incapaz de dejar a alguien indiferente que está escrita de una forma que nos resultará extraño. Y aún así, aún no he conocido a nadie que haya sido capaz de dejarla a medias.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.