Una de las ideas más interesantes de Carl Gustav Jung fue el concepto de “la sombra”; decía que “la sombra representa cualidades y atributos desconocidos o poco conocidos de nuestro ego. En términos generales podriamos decir que en la sombra se encuentra lo que la persona reprime porque lo considera negativo o sin valor para su individualidad. Cuando queremos ver nuestra propia sombra nos damos cuenta (muchas veces con vergüenza) de cualidades e impulsos que negamos en nosotros mismos, pero que podemos ver claramente en otras personas.”
Conocer la propia sombra es, según Jung, una tarea que demanda paciencia y coraje. Conocerla significa desnudar ante nuestros propios ojos aquello que celosamente nos ocultamos y ocultamos a los demás. La envidia, el egotismo, el odio, los celos, todos los sentimientos considerados inconvenientes, son archivados en ese espacio más alla de la consciencia y, por irresueltos, constituyen un elevado y constante consumo de energía.