Al día siguiente
hacíamos como si nada hubiera pasado. Sin embargo, tras algunos años actuando
de ese modo, el silencio empezó a apoderarse de nuestros días; en cuanto se
producía una discusión o una disparidad de opiniones el mutismo era nuestra
respuesta, y el olvido.
Eso nos han contado los que afirman
ser nuestros hijos, mientras tú y yo nos miramos sin reconocernos, como si nada
hubiera pasado, como siempre ha sido.
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