Sea un hombre A (siendo esta letra una representación física del mismo) y
sea una mujer B (dibujada desde arriba en este caso). Sea una noche N y una
hora H, en la que ambos sujetos se encuentran en el mismo restaurante R para
cenar, tomar unas copas (C1, C2, C3,..) y
descubrir si son conjuntos disjuntos o no.
Hasta aquí los datos.
Vivían el principio de una historia
de amor. Él la miraba descubriendo que su corazón ya había comenzado a amarla
sin esperar nada a cambio; y ella, incapaz de comer, deseaba verse saciada,
correspondida y alimentarse sólo de ese sentimiento que ya empezaba a sentir
por él. ¿O era un espejismo? Con delicadeza, con el roce leve de sus miradas y
de sus manos, fueron haciéndose todo tipo de promesas y empezaron a buscarse, a
perseguirse, a disfrutarse despacio, muy despacio.
Hasta aquí la novela romántica.
Reunidos A y B, mayores de edad y
solteros, con la capacidad civil necesaria para contratar y obligarse, pactan
que: A está interesado en la contratación de determinados servicios personales
de B y B está interesada en la contratación de los mismos servicios personales
de A; por lo cual, firman el presente contrato de arrendamiento en exclusividad,
comprometiéndose ambas partes a desarrollar dicha labor con diligencia y
atención. Sin embargo y si bien no hay un plazo fijo en la duración del
presente contrato, bastará para poner fin al mismo el que cualquiera de las
partes renuncie, comunicándoselo así a la parte contraria con al menos una
antelación de treinta días.
Hasta aquí el contrato de prestación
de servicios.
Contraído matrimonio, se acompaña el
certificado correspondiente expedido en el Registro Civil de la ciudad
correspondiente, y debidas a las desavenencias observadas a lo largo del
tiempo, ambas partes presentan esta demanda de separación por mutuo acuerdo.
Para acabar con una demanda de
divorcio y cada uno por su lado.