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07 febrero 2017

Rosell de la CEOE y Montoro son unos trileros

Nos engañan como a chinos. La CEOE diciendo que las grandes empresas pagan mucho y Montoro tratando de colocar a la CEOE en el punto de mira cuando ha hecho todo lo posible para que paguen menos impuestos que las pequeñas y medianas empresas, y que los asalariados.

Montoro afirma que las grandes empresas pagan sólo un 7%, que las pequeñas y medianas empresas pagan un 14%, y que un asalariado paga una media de un 25%.  Y se queda tan tranquilo, diciendo que las grandes empresas pagan poco y tienen que contribuir más.

La CEOE saca otras cuentas, en un alarde de ingeniería financiera, mantiene que las empresas grandes pagan el 19% y las pequeñas y medianas el 22,5%.

Y todo esto sin darles vergüenza, ni a Montoro ni a Rosell. Probablemente no la tengan. Aunque fueran ciertos los datos de la CEOE –yo creo que son datos interesados y que los buenos son los del Ministro de Hacienda--, ven normal que paguen mucho menos las grandes empresas que el resto, y aún es mayor la diferencia con los asalariados, los verdaderos paganinis de este sistema injusto.

Montoro sin sonrojo alguno –ya ha demostrado que es un experto en mentir y en mostrar su apoyo a los más poderosos— habla de que las grandes empresas están pagando poco, pero ¿quién se lo está permitiendo? ¿quién, durante una crisis tremenda, ha permitido unas diferencias que son injustificables? Parece que él pasaba por allí y se ha dado cuenta ahora. ¡Basta de tomarnos el pelo!

Ni la CEOE, ni el gobierno popular tienen vergüenza. El gobierno, en concreto Montoro y su jefe Rajoy, han permitido mantener una situación en la que los ingresos de los trabajadores has sido los que han soportado la crisis de este país, mientras que los grandes empresarios se han forrado.

Y Juan Rosell, presidente de la CEOE, tienen una catadura moral que le permite, sin inmutarse, decir que pagan demasiado, cuando pagan mucho menos de lo que paga de media un trabajador. Se ríen de todos, con el consentimiento de sus amigos peperos.

Éste es el país que tenemos. Estos trileros tirándose piedrecitas para disimular sus canalladas, mientras que los ciudadanos siguen pagando el pato y manteniendo a estos parásitos que les están empobreciendo.

Un rescate bancario que costará a los ciudadanos unos miles de millones de euros, una amnistía que ha permitido blanquear dinero ilegal pagando sólo un 3%, unos recortes que han perjudicado nuestro Estado del Bienestar, un olvido voluntario de la solidaridad con nuestros dependientes y con el Tercer Mundo, y una elevación de impuestos que han recaído directamente sobre los trabajadores. Todo esto, y algo más, es la obra del PP, y sus grandes héroes Mariano y Cristóbal, un dúo que da miedo.


Salud y República

29 diciembre 2016

La CEOE tan patriótica y solidaria como siempre

Hay que ver cómo miran por este país. Son incansables. Ellos, los grandes empresarios que pagan una cantidad ‘exorbitada’ de impuestos (no más del 5% neto de media contra un 20% que pagan los trabajadores) ven cómo este gobierno ‘enemigo’ les acaba de subir el Impuesto de Sociedades.

Ellos que quieren tanto a los peperos, se ven traicionados. Y claro, protestan porque sus ingentes beneficios se pueden ver mínimamente reducidos y, además, ellos ya se habían acostumbrado a que la crisis la pagaran los otros. Con esta medida ven disminución de inversiones, disminución de la creación de puestos de trabajo y también inseguridad jurídica.

Por lo tanto, han decidido que lo van a recurrir al Tribunal Constitucional, y no por ellos, ‘que les encanta pagar’, sino por el daño que se hace al país, ‘su gran preocupación’. Eso sí, cuando ha habido recortes para todos, menos para ellos, ni mu, el patriotismo se les ha quedado en el bidé. Cuando se han subido impuestos como el IVA, o el IRPF, ellos calladitos, que para eso son los popes. ¡Vaya jeta!

Se creen que somos tontos. El sacrificio lo hacemos los demás. Quieren congelar los salarios (se han negado a subir los salarios más del 0,6%), quieren que les sigan subvencionando sus negocios, quieren aumentar la jornada laboral a sus trabajadores, quieren mantener esos trucos de ingeniería fiscal que protegen sus plusvalías. Y para obtener sus cuantiosos beneficios, que paguen los demás.

Ya lo dijo el anterior capo a Rosell, Díaz Ferrán –hoy en la cárcel— “hay que trabajar más y por desgracia cobrar menos”. Quizá podría haberse dirigido a los empresarios y soltarles esta otra sentencia: hay que robar más y por justicia pagar menos impuestos.

Y todo esto lo hacen con un desparpajo total, a sabiendas de que son los reyes del mambo. Hace poco más de un mes, Rosell sin ningún rubor y como si tal cosa, anunció que para los empresarios la incorporación de la mujer al mercado laboral es un problema. O sea, no sólo pagan menos a las mujeres, sino que además creen que son obstáculos que hay que evitar. Además: misóginos.

Este país no merece esta clase empresarial excelsa (me refiero a las grandes empresas) que es insolidaria, explotadora y se llena la boca de liberalismo económico cuando son, de facto, oligopolios que no dejan de recibir subsidios, ayudas y subvenciones que les hacen ser la clase empresarial que menos impuestos paga de Europa. Eso sí, no les pidan que paguen un poco más, que los pobres se quejan.

En definitiva estos mal llamados emprendedores son parásitos a los que el gobierno les facilita pagar muy pocos impuestos y cuando les piden, un pequeño sacrificio, lo consideran inconstitucional. ¡Es para mear y no echar gota!, y perdonen la expresión.

Salud y República

20 agosto 2013

Rosell en el país de las maravillas

El ministro de trabajo in pectore, el jefe de Fátima Báñez --junto a la Virgen del Rocío—, el verdadero creador de la reforma laboral, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, sigue en sus trece de hacer del mundo del trabajo un mundo de esclavos.

Sus proposiciones sectarias y contrarias al mundo de los trabajadores hace de este individuo un elemento cavernícola despojado de sensibilidad y dispuesto a cualquier cosa con tal de continuar obteniendo beneficios.

No contento con proponer hace unos días convertir contratos de tiempo pleno en contratos de tiempo parcial, sigue insistiendo en hacerse el rey de la serpiente venenosa de verano, y ahora haba de eliminar “privilegios” de los trabajadores con contratos indefinidos y dárselos a los que tienen contratos temporales.

Primero crea un mercado laboral con el 90% de contratos temporales y como le queda ese 10% de contratos indefinidos, quiere que estos rebajen derechos. O sea, conociendo el percal, este individuo lo que quiere, como siempre, es igualar por abajo. Igualar condiciones y sueldos y convertir a los trabajadores en esclavos.

Bañez_Juan-Rosell

De esta forma también trata de crear una guerra entre los trabajadores indefinidos y los temporales, haciendo que estos se crean discriminados por aquellos, cuando quienes los discriminan son los empleadores y los gobiernos que elaboran leyes que lo permiten.

Total, seis millones de parados y los trabajadores con los derechos mínimos, ese es su deseo. Así defiende los intereses de los empresarios –de los grandes, que de los pequeños no se acuerda y también los discrimina—, en vez de incitar a que se invierta más y sólo ve un aumento de productividad con la baja de salarios.

Como siempre, habla quien tiene más que callar, un individuo que representa a la entidad más carca de este país y que está marcada por delitos e irregularidades. Son muchos los ejemplos, pero bastará hablar de quién fue el anterior presidente de la CEOE –Díaz Ferrán--, hoy en la cárcel, o del actual vicepresidente –Arturo Fernández--, quien ha sido denunciado por pagar parte de los sueldos de sus empresas en B, sin cotizar a la Seguridad Social y sin pagar a Hacienda. Un ejemplo maravilloso de cómo actuar.

A este individuo se le llena la boca de mencionar a España y se siente un patriota incomprendido por los sindicatos. Un patriota de hojalata, que dice que estamos como Alicia, en el país de las maravillas, está claro que se refiere a él y a los suyos, los grandes empresarios. Ellos sí que están aprovechando la crisis, cada vez con más beneficios, cada vez con más esclavitud en el mercado laboral.

Mientras los salarios han bajado, los beneficios siguen aumentando y no conforme con eso, quiere más. Su insaciabilidad no tiene límites y, o se le para o seguirá en su afán de convertir a este país en la China europea, donde no haya derechos para los trabajadores y los empresarios sean los reyes del mambo.

Ya sé que es inútil, pero por si un día le ocurre lo de Pablo y se cae del caballo y se convierte, le voy a sugerir como puede ser, de verdad, un patriota y mirar por su país:

    1. Cesar a Arturo Fernández, su vicepresidente, por pagar en B a sus empleados
    2. Que se rebajen el sueldo los consejeros de administración de las empresas hasta llegar a no ser más de 10 veces el salario mínimo
    3. Denunciar a las empresas de la CEOE que utilicen paraísos fiscales
    4. Conseguir que las empresas tributen el 35% de los beneficios, sin que haya vericuetos legales que les hagan pagar sólo el 3,5% como ocurre con las empresas del IBEX-35
    5. Perseguir y denunciar el fraude fiscal. Según los inspectores de Hacienda, el 80% del mismo lo cometen las grandes empresas y las grandes fortunas
    6. Solicitar que se legisle contra las SICAV, prohibiéndolas o subiendo su cotización, que hoy es del 1%
    7. Renunciar a las subvenciones del Estado

Seguro que hay más medidas que podrían demostrar que el Señor Rosell puede llegar a ser un buen patriota, pero si cumple las anteriores ya le podríamos nominar como empresario modelo. Mientras que siga defendiendo lo que defiende seguirá siendo un empresario esclavista, que se beneficia de un gobierno que legisla en su favor y en contra de los trabajadores. Y es que Rosell vive, gracias a este gobierno, en el país de las maravillas.

Salud y República

09 febrero 2013

¿De dónde salen los de la CEOE?

Debe ser algo crónico. La cúspide de los empresarios españoles, de la CEOE, demuestra durante su historia qué clase de empresarios tenemos. Me refiero a los grandes empresarios, puesto que los medianos y pequeños no tienen mucho que ver con ellos.

Y es que al tal Cuevas, presidente de la CEOE hasta 2007, un hombre áspero, difícil y que a penas trabajó, sólo politiqueó para vivir del cuento –por cierto hoy su hijo está acusado de pertenecer a una trama de blanqueo de dinero--, le sucedió Díaz Ferrán, un delincuente de primera fila, que hundió varias empresas, que dejó a miles de trabajadores en la calle, que engaño a Hacienda y lavó dinero negro, que tenía cuentas millonarias en paraísos fiscales mientras que le perseguían para cobrar sus múltiplos deudores. Todo esto, mientras se daba golpes de pecho, iba a misa todos los días y daba lecciones de moralidad desde su púlpito.

Bueno, pues eso no se queda ahí, ahora tenemos en la cúspide de la trama empresarial a Joan Rosell. Un tipo mediocre cuyo primer mérito es haberse aliado con este gobierno para elaborarles e imponerles la reforma laboral que “tantos empleos ha creado y está creando”.

Pero es que ahora, el tal Rosell se pone estupendo y ha decidido estar en la picota de los medios de comunicación, para lo cual ha hecho unas declaraciones que han dejado estupefacto a la gran mayoría de los ciudadanos.

Rosell ceoe

La primera parida que manifestó fue que los donativos que se habían donado al PP eran cantidades ridículas. Es lo que tiene manejar los euros por miles. Por un lado, miles de euros le parecen calderilla y por otra parte le importa un bledo que pueda ser dinero negro. Un ejemplo de hombre ejemplar que ejemplifica con sus ejemplos.

Además, ha dicho que no hay seis millones de parados. La primera intención era decir que muchos trabajaban en la economía sumergida, pero le debieron decir, ¡cuidado! no te pases, que la culpa de eso la tienen los empresarios que les contratan. Entonces, dio marcha atrás y dijo que el sólo cree en el número de los parados registrados. Aduce que no cree en las estadísticas, aunque sean oficiales, negando al INE. Este individuo es ingeniero industrial y como se sabe “los ingenieros no utilizan las estadísticas”. Además, no reconoce que hay parados que no se registran, lo que le hace estar fuera de la realidad, montado en su burbuja empresarial.

Y no se ha quedado ahí, ha soltado otra prenda, ésta contra los funcionarios. De éstos dice que sobran 400.000 y que era mejor que se quedaran en casa para que no gasten papel, boli y teléfono. O sea que se están tocando las narices. Otro insulto más, muy en línea con el gobierno, como todo lo que dice y hace, no me extrañaría que un día de estos le nombraran ministros por sus méritos.

¿Dónde va este país con esta cúpula empresarial? ¿Acaso no viajan? ¿A qué se debe esta impostura montaraz y decimonónica? ¿Llevan ese menosprecio a los trabajadores en su ADN? Que tristeza tener esta clase empresarial, cuyo objetivo para aumentar la productividad es únicamente abaratar los costes salariales y no invertir en investigación y ciencia.

Por cierto que el segundo de la CEOE es Arturo Fernández, que está imputado por el caso Bankia. Y es que dios los cría y ellos se juntan.

Salud y República