El 9 de
diciembre del año pasado, como pasa el tiempo, Margie una amable lectora de las
cosillas que voy escribiendo me pregunto sobre la confección del merengue, que
no le salía bien etc. etc.
Le prometí que trataría de hacer unos merengues y así vería los resultados. He
tardado pero suelo cumplir lo que prometo.
Uno de los problemas que tenemos en casa cuando hacemos merengue y los queremos
hornear es la temperatura del horno. Esta no debe de pasar de los 100º C y si
vemos que nos toman color bajar a 80º C o incluso algo menos, a este horneado
podríamos decir que es un proceso de secado y a la vez darle un poco de
estabilidad al merengue ya que con las horas el merengue suele rezumar almíbar,
claro esto lo hace cuando no está bien hecho.
Primero tratemos de los diferentes nombres que recibe el merengue:
Tenemos el merengue común, también llamado merengue suizo, se realiza con
claras a punto de nieve y azúcar. Sirve para tartas, tortillas noruegas, para
fondos de vacherín y con unas almendras o avellanas picadas sirven para fondos
de de dacquoise y otros pasteles.
Luego tenemos el merengue italiano que se realiza con almíbar a punto de bola y
las consabidas claras batidas a punto de nieve. Sirve para merengar flanes,
tartas, para la zuppa inglesa, para el brioche polaco. Sin cocer se utiliza
para souffles helados, sorbetes, cremas, etc.
Por ultimo tenemos el merengue cocido, se realiza montando al fuego las claras
con azúcar, es menos ligero que los anteriores y se utiliza para pastelillos,
decorar postres y diversos usos en cocina y pastelería.
Para mi y para los usos caseros, donde no usamos estabilizantes, el más estable
es el merengue italiano, con 24 horas continua teniendo sus características,
con una leve disociación de sus elementos.
El común es bueno para su uso inmediato, en este la disociación es más rápida.
El cocido no lo os puedo decir ya que no lo he utilizado nunca en casa.
La estabilidad anterior corresponde al merengue sin haber pasado por el proceso
de secado.
Si los hemos secado al horno la estabilidad es algo mayor y la disociación
aparece en el común a las 24 horas en el italiano no, estoy hablando de un
secado de una hora aproximadamente, se pueden secar durante más tiempo, pero
para los usos domésticos y hablando en general, creo que es suficiente.
Bueno vayamos a ver un proceso de confección de estos merengues.
La primera regla, tanto batidores, boles, etc, es decir la herramienta que
utilicemos para hacer el merengue deberán estar totalmente exentos de cualquier
vestigio de grasa, así que lo mejor es escaldar los utensilios que vayamos a
utilizar. La grasa no hace migas con el merengue.
El merengue común o suizo lo realizamos con claras de huevo y azúcar en la
proporción de 1,5 a
1, son las proporciones que yo utilizo, aunque si miráis en libros de
repostería os encontraréis con cantidades diferentes pero sin unos desvíos
grandes a las cantidades que doy.
Pongo el azúcar con las claras, aunque los ortodoxos dicen que el azúcar hay
que ponerlo, un poco al principio y el resto cuando tenemos las claras
montadas. Yo lo pongo al principio para que el azúcar se disuelva totalmente en
las claras antes de empezar el batido, así no me encontraré con la desagradable
sorpresa de encontrar en el merengue azúcar cristalizado sin estar disuelto
totalmente. Se le puede añadir dos gotas de limón por clara.