De la conmemoración parlamentaria de los 40 años de democracia después de 40 años de dictadura, lo que más se ha destacado es la no invitación del rey emérito a dicho acto.
Como decía hoy Antón Losada el protocolo fantasma no lo ha hecho nadie. Todos silbando como si no fuera con ellos, el Parlamento, el Gobierno y la Casa Real. A mi me importa un bledo quien sea el responsable de la inasistencia del rey emérito porque su asistencia hubiera ninguneado aún mas a los verdaderos protagonistas del cambio político, la ciudadanía.
Un acto en el que se homenagea a un exministro franquista y no se hace lo mismo con quienes dieron su libertad e incluso su vida por luchar contra la dictadura y defender los principios democráticos, dice mucho de talante de nuestros gobernantes. Mientras muchos de estos sigan enterrados en las cunetas y tapias de los cementerios de nuestdra España, no se habrá pasado la paina más negra de nuestra historia reciente.
Lo que se conmemoró esta semana en el Congreso de los Diputados fue el resultado lógico de la lucha antifascista de muchos años. Para algunos, ahora, insuficiente casi un error y para otros un modelo de transicion democrática. Ni lo uno ni lo otro. Para los hijos de la dictadura, que dejaron y dejamos, parte de la juventud luchando por las libertades, el resultado fue produto de la correlación de fuerzas existente en ese momento. Que se podria haber estirado m´a la cuerda, es posible. Pero el resultado de ello era incierto. La situacion política del momento era tremendamente dificil y las posibilidades de un nuevo golpe de estado eran más que real. Se llegó hasta donde creimos que era prudencial llegar.
Los hijos de la democracia, los que se encontraron la democracia regalada, piensan que la transición democrática fue un error y que se debería haber hecho más. Me parece que criticar, a posteriori, lo mal que lo hicimos, es simplemte oportunismo y demagogia. La mejor pueba de que no lo hicimos tan mal es que desde el principio se procedió a desmantrelar lo conseguido. Porque una vez conseguida una Constitución, un Estatuto de los Trabajadores y todas las normas básicas que configuran un estado moderno, al menos de aquella época, los siguientes gobiernos desde Felipe González hasta Rajoy y pasando por Aznar y Zapatero se pusieron manos a la obra para desmantelar lo conseguido con nuestras luchas sociales y obreras.
Con la excusa de la modernidad y la crisis economica se privatizaon las grandes empresas públicas que pasaraon a manos de los amiguetes de los gobernantes de turno. Se desmantelaron los grandes sectores industriales del pais como la siderurguia y naval y nos convertimos en un país de servicios. Se comienzaron a realizar reformas del Estatuto de los rTabajadores, de la ley de pensiones, de la Seguridad Social, se recortaron las libertades con la ley Corcuera y la ley Mordaza, se recortaron y se privatizaron las pensiones, la educación, la sanidad, etc. Es decir que el estado que hoy tenemos no se parece en nada a aquel que tan malamente construimos los hijos de la dictadura.
Hoy es necesario reformar este estado seudodemocrático que nos ha quedado. La Constitución, porque después de 40 años se ha quedado obsoleta y nuestras leyes básicas y de proteccion social porque los sucesivos gobiernos se han encargado de devaluar y recortar las conquistas sociales y democráticas conseguidad por los hijos de la dictadura.
La conclusion es que no debimos haberlo hecho tan mal, sino no hubiera sido necesario destruir despues lo consegudio con mucho esfuerso y mucha luchas laborales y sociales. Por todo esto, que el debate principal de la conmemoración sea si estuvo bien o mal si el rey emérito no fuera invitado al acto, me parece miserable y mezquino.
Salud, República y Socialismo.