‘Me siento un poco estropeado’, decía Fariñas en el mes de marzo. ¡Hombre, cómo para no estarlo!
Y es que hay cosas que le hacen a uno hervir la sangre.
Ya parecía que nos habíamos olvidado de este tipo que las imágenes no muestran huesudo y con rostro abotagado, el tal Guillermo Fariñas. Ese que se está dejando morir porque pide la liberación de los presos políticos de las cárceles cubanas. Por lo menos los que están enfermos
Se dice que puede fallecer en cualquier momento. Y mientras el régimen cubano sigue a lo suyo.
En Israel cuando se produce una matanza por parte de su ejército, recordemos la de la ‘flotilla humanitaria’, el comunicado oficial de su gobierno dice siempre que los abatidos son terroristas.
En Cuba, cuando alguien diside, se dice que es un delincuente.
Estoy intuyendo que no me dejarán entrar en Cuba. Es la segunda entrada que hago sobre ese hermoso país, mejor dicho, sobre los que lo gobiernan.
Los comportamientos de estos tienen ya poca credibilidad. La dictadura en Cuba es un hecho, y las dictaduras nos repugnan a los españoles (no sé si a todos) porque padecimos una hasta hace relativamente poco tiempo histórico.
La muerte por ejecución es un asesinato de Estado. Hace unos días un pelotón de fusilamiento en Utah perpetró uno de ellos. La muerte por inanición voluntaria de alguien que reclama justicia y libertad porque no existe es otro asesinato de Estado.
Definitivamente no me dejarán entrar en la isla, al menos mientras los Castro estén en el poder.
Y es que hay cosas que le hacen a uno hervir la sangre.
Ya parecía que nos habíamos olvidado de este tipo que las imágenes no muestran huesudo y con rostro abotagado, el tal Guillermo Fariñas. Ese que se está dejando morir porque pide la liberación de los presos políticos de las cárceles cubanas. Por lo menos los que están enfermos
Se dice que puede fallecer en cualquier momento. Y mientras el régimen cubano sigue a lo suyo.
En Israel cuando se produce una matanza por parte de su ejército, recordemos la de la ‘flotilla humanitaria’, el comunicado oficial de su gobierno dice siempre que los abatidos son terroristas.
En Cuba, cuando alguien diside, se dice que es un delincuente.
Estoy intuyendo que no me dejarán entrar en Cuba. Es la segunda entrada que hago sobre ese hermoso país, mejor dicho, sobre los que lo gobiernan.
Los comportamientos de estos tienen ya poca credibilidad. La dictadura en Cuba es un hecho, y las dictaduras nos repugnan a los españoles (no sé si a todos) porque padecimos una hasta hace relativamente poco tiempo histórico.
La muerte por ejecución es un asesinato de Estado. Hace unos días un pelotón de fusilamiento en Utah perpetró uno de ellos. La muerte por inanición voluntaria de alguien que reclama justicia y libertad porque no existe es otro asesinato de Estado.
Definitivamente no me dejarán entrar en la isla, al menos mientras los Castro estén en el poder.
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* Guillermo Fariñas abandonaba el 8 de julio la huelga de hambre tras 134 días. 52 presos políticos serán liberados. Orlando Zapata tuvo menos suerte. Nos alegramos de esta grata noticia, aunque la libertad y la democracia todavía están lejos de llegar a Cuba. Que sea pronto.