Por las mañanas, cuando el amanecer, el olor del mar me trae querencias... Y me lleva a aquellos años de olor a sal, de olor a sol, de olor a piel... Por entonces, la vida estaba muy lejos y vivíamos en el paraíso de la naturaleza: apenas me recuerdo en casa sentado; siempre jugando; en la calle; en el jardín; en los patios; en el campo; en el mar... Fuimos niños de la calle (en el sentido literal del término, afortunadamente), del jardín, de los patios, del campo, y del mar...
Y así, cada amanecer, cuando han desaparecido de las ciudades los patios, los jardines privados, y cuando los campos están lejanos y ajenos, sólo nos queda el mar, esa hermosa muchedumbre que me trae, cada mañana, cuando el amanecer, querencias de otros tiempos, de otras estancias, y que ya para siempre llevo en lo más hondo de mi ser...
Por entonces, la vida era lejana: más allá del paraíso...
http://www.youtube.com/watch? v=PtbW7zYmYfM&feature=related
Y así, cada amanecer, cuando han desaparecido de las ciudades los patios, los jardines privados, y cuando los campos están lejanos y ajenos, sólo nos queda el mar, esa hermosa muchedumbre que me trae, cada mañana, cuando el amanecer, querencias de otros tiempos, de otras estancias, y que ya para siempre llevo en lo más hondo de mi ser...
Por entonces, la vida era lejana: más allá del paraíso...
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