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02 octubre 2015
Los amiguetes y las vacaciones pagadas del ministro Soria
Es un ministro ejemplar. Utiliza su puesto para conseguir beneficios para sus amiguetes y para sí mismo. Deja hacer a los suyos y, si puede, obtiene prebendas por su actividad. ¡Como debe ser!
En algunos casos no sabemos por qué. Es posible que sea sólo por cuestiones ideológicas. Así, José Manuel Soria, cuenta milongas y ayuda a sus amigas, las empresas eléctricas, a las que cada día las hace obtener más beneficios, a costa de subidas continuadas de la luz, colocándonos contadores nuevos más caros y que prácticamente no nos hacen ahorrar, al mismo tiempo que hace más difícil la vida a las renovables.
Y qué decir de las empresas energéticas. Eficacísimas para subir el precio de la gasolina si sube el petróleo, y lentísimas para bajarlo si baja su precio. Todo ello con el consabido beneplácito del ministro del ramo, amiguete total, que no hace nada por evitarlo y, es más, pretendía sacar petróleo en Canarias, aunque fuera en contra de su riqueza turística.
Por cierto que en el tema de Volkswagen, en España, no se han iniciado las investigaciones y sin embargo, contradiciendo lo que dijo hace dos días, ha decidido que no les va a exigir las devoluciones de las ayudas del plan PIVE. En fin, como siempre al servicio de los débiles, ya lo ven. Naturalmente, jugando con dinero del contribuyente.
Pero es que además, según El Diario, este ministro pone el cazo sin pudor. Se va de vacaciones por toda la “face”, desde hace años. Sus amigos los empresarios hoteleros le regalan viajes y estancias maravillosas en sitios estupendos. Eso sí, curiosamente son empresarios que han obtenido permisos para construir o para abrir sus hoteles en Canarias. Además con esa prepotencia que da el creerse impune, suele querellarse contra los periodistas que denuncian sus casos, y suele perder. Entre otras cosas porque, con su descaro habitual, presenta recibos falsos y miente.
El último caso flagrante es el de las vacaciones del Sr. Soria de este año. Después de declarar que no había que ir al Caribe (en un acto de falsa defensa del turismo español) porque las playas son peores y hay mosquitos, se marchó cuatro días a un hotel de cinco estrellas de Punta Cana, que él mismo había inaugurado hace años, cuyo propietario es un amigo del ministro, dueño también del hotel de Lanzarote donde ha veraneado Soria los últimos cuatro años. Un hotel ilegal, por cierto, que tiene sentencia de derribo.
Y, (Nacho Escolar lo cuenta aquí), fue al Caribe invitado. Al verse descubierto --lo niega y demanda al periodista--, presenta un resguardo de pago total de tarjeta (no una factura) de 283 euros, cuando una sola noche cuesta 1.300 euros. ¿Cómo es posible? Esto sólo ocurría desde el milagro de los panes y los peces.
Un verdadero ministro inútil, al que sólo se le conoce gestiones negativas. Lo grave es que un ministro de Industria siga haciéndose el tonto con el caso Volkswagen. Lo grave es que el ministro de Energía mire a otro lado cuando sube la gasolina, provoque confusión continua con la factura de la luz y sus constantes subidas y dificulte el uso de energías renovables. Lo grave es que el ministro de Turismo obtenga descuentos, regalías y beneficios por parte de hoteleros que están afectados por las decisiones que toma. Más que grave es vergonzoso. Y ahí está demandando a los periodistas que le levantan la alfombra, aunque pierda las causas. Pero él, sigue ahí.
Estos tipos se tienen que ir, en diciembre deben desaparecer. Basta ya de sinvergüencerías, porque si siguen ganando, las preguntas pertinentes serán: ¿dónde irá de vacaciones el año que viene el Sr. Soria? ¿qué empresario hotelero le acogerá en su seno?
Salud y República
17 diciembre 2014
¿Qué pasa con el precio de la gasolina?
Bueno pues nos toman el pelo, y eso que a muchos nos falta. Juegan con nosotros y nos cuentan milongas. Los precios de la luz, del gas y, como no, de los carburantes son una prueba. Suben sin saber cómo ni por qué y cuando se sabe la causa, no sale las cuentas.
Los datos son elocuentes. No es posible explicar lo que ocurre, por ejemplo, con el caso de los precios de los carburantes, si no es recurriendo a que su oscilación no depende del mercado en gran parte, sino de la especulación de las empresas energéticas, que con la anuencia del gobierno se forran a nuestra costa.
Porque a ver cómo explica este ministro inútil, el tal Soria, lo que ocurre con las gasolinas. Claro que le importa un pito, él beneficia a las empresas y los demás, ya saben, a pagar.
Fíjense bien en los siguientes precios:
- El 19 de junio de este año, el precio del barril de petróleo era de 115,58 dólares el barril. Hoy, 17 de diciembre, el precio del barril es de 60,35 dólares. Lo que quiere decir que el barril ha bajado el 47,8% en estos seis meses.
- Mientras, el precio de la gasolina 95, el 19 de junio era de 1,46 euros el litro. Hoy el precio medio de este tipo de gasolina es de 1,18 euros por litro. Lo que quiere decir que ha bajado el 19,2% en los seis últimos meses.
- En el caso del gasoil A, el 19 de junio su precio medio era de 1,35 euros el litro. Hoy este precio es de 1,14, lo que representa una bajada de 15,6% en este periodo.
Que no nos vengan con cuentos. Ya sabemos que hay ciertos costes fijos, al margen del precio de la materia prima, como es el del transporte, pero de eso a que los datos nos digan lo que dicen, va un mundo.
Y es que el resumen es claro, mientras el petróleo en los últimos seis meses ha bajado casi el 50% (el 47,8%), el precio de la gasolina 95 se ha reducido en un 19,2% y el del gasoil lo ha hecho en un 15,6%.
Curiosamente, cuando el precio del petróleo sube –que desgraciadamente lo hace a menudo y lo volverá a hacer—, el aumento del precio de los carburantes es inmediato y casi proporcional a la subida del petróleo. ¿Por qué no ocurre eso cuando baja?
La cuestión queda clara. Las empresas se forran con estas oscilaciones de precios y el gobierno no toma ninguna medida para que no ocurra. Al contrario se queda tan pancho esperando que cada vez que ocurre nos vuelvan a chulear.
Una desvergüenza más. Una canallada avalada por un gobierno en manos de los lobbies y de las instituciones europeas y supranacionales. Eso sí, un gobierno que presume de que hemos salido de la crisis con la que sigue cayendo. Y es que son de piñón fijo, ellos a lo suyo, a defender a los poderosos, que son los que se han forrado con la crisis, y a hundir a la mayoría de los ciudadanos.
Un ministro como este individuo, al que chulean eléctricas y energéticas, debería irse de una vez, porque para defender a estas empresas ya se valen ellas solas que alardeando de libre mercado, practican un oligopolio monopolístico indecente. Eso sí, el señor Soria, mientras tanto, se dedica a hacer de monaguillo de Repsol y les autoriza a hacer fracking, con el grave riesgo que corren las costas canarias y el primer activo de las islas como es el turismo.
Salud y República
19 diciembre 2013
Y se hizo la luz, a precio de oro
Otra subidita, o mejor otro subidón. Menuda broma, la cosa puede andar entre el 11% y el 13% de aumento en el recibo de la luz. Y es que van a saco, sin importarles nada. Una vez abierto el melón de la destrucción se han cebado y no parece que piensen dejarlo a medias.
Lo de la luz es de coña marinera. Increíble y no entendible. En cinco años llevamos más del 70% de aumento y lo que te rondaré morena, que ya tenemos garantizado como mínimo un 11% más en enero. Ahí tienen ustedes al Sr. Soria, a la sazón ministro de Industria aunque ejerce más como recadero correveidile del lobby energético. Y si no, ¿cómo se entiende que hace una semana dijera que no iba a subir la luz, y hace tres día que lo haría en un 2% y hoy sabemos que del 11% no baja?
Ya les da igual todo. han tocado a rebato y están desmantelando el país. Porque no hay quien pueda creer lo que está ocurriendo con la electricidad. Una subasta surrealista –o sea va contra las leyes de mercado que ellos tanto idolatran— donde el consumo es cada vez menor y en cambio el precio sube más y más.
Y es que este mercado ficticio está dominado por un oligopolio que es un monopolio de facto, puesto que son pocas las empresas y se ponen de acuerdo en el precio y así seguir aumentando sus pingües beneficios y hundiendo a hogares que ven cómo les es imposible hacer frente a un recibo de la luz que va aumentando exponencialmente. Un ‘magnífico’ sistema de fijación de precios que instauró el tal Aznar hace quince años y que nos dejó en manos de estos sinvergüenzas.
Por otro lado el conocido y odioso déficit tarifario que no es sino el truco del almendruco, nos suben una parte por su culpa pero sigue existiendo en la misma proporción. ¿Hay quién lo entienda?
Sectores estratégicos como el energético no deberían haberse privatizado. Pero entre Gonzáles y Aznar no dejaron títere con cabeza y así nos va. No sólo lo privatizaron sino que lo hicieron en aras de una competencia que se debería haber dado y que no es tal, puesto que tanto en este sector, como en el de telecomunicaciones no sólo no han bajado los precios, sino que nos han colocado a la cabeza de Europa. Al menos debería existir un precio regulador por parte del gobierno. Pero claro, eso es trabajar para los ciudadanos y no para los grandes lobbies.
Y seguimos batiendo récords, pasamos del tercer país con la electricidad más cara en Europa actualmente, al primero a partir de 2014. Se nos da de miedo ser los primeros, en paro, en corrupción, en precios energéticos, en gobiernos autoritarios.
El desempleo cada vez mayor, los salarios bajando y la luz mucho más cara hacen que muchos ciudadanos se encuentren en la indigencia energética y no puedan pagar los recibos de los servicios esenciales como el agua, el gas o la luz. Para ello Izquierda Plural propuso ayer en el Congreso que no se corten estos servicios esenciales a las familias que no puedan pagarlos durante el invierno, que naturalmente el PP abortó puesto que según el pepero que intervino, un tal Flores, no sólo descartó adherirse a esa propuesta sino que dijo que el gobierno ya había hecho bastante con los débiles con la instauración de la Reforma Laboral. ¡Hay que ser malnacido!
Y ahora estoy oyendo que el ministro está sorprendido por este resultado de la subasta de la electricidad y dice que lo va investigar. Como si fuera nuevo, este ministro y los anteriores no pueden hacerse los idiotas, aunque lo sean, porque la subida constante de la luz viene dándose desde hace seis años. Y es que encima se ríen de nosotros, nos pisan y en vez de disculparse se mean encima. Probablemente pretenderá que el aumento sea menor –por ejemplo un 9%— y encima se lo tengamos que agradecer.
El hecho es que las eléctricas cada vez tienen más beneficios y los ciudadanos cada vez pueden pagar menos sus recibos. Ante el abuso social y la confabulación monopolística del lobby eléctrico se necesitaría un gobierno fuerte y a favor de los ciudadanos que hiciera bajarse del machito a estas empresas canallas que están llevando a la ruina a muchas familias y empresas. Habría que intervenir y regular el precio o bien nacionalizar el sector o crear una empresa pública con precios justos que pudiera competir. Todo menos quedarse con los brazos cruzados, quizá esperando que cuando este gobierno termine su mandato, alguno o algunos de sus miembros puedan ingresar en los consejos de administración de estas empresas, como ya viene sucediendo.
Salud y República
29 octubre 2013
Llorar carbón
A setecientos metros. Lucha contra las entrañas de la tierra. A veces carbón, a veces luto. Ayer el dragón se alimentó de seis cuerpos generosos e hirió a otros cinco. Es la lucha por la supervivencia en pleno siglo XXI.
Sólo quiere ser minero quien no puede ser otra cosa. El sudor, el dolor, el esfuerzo, el peligro, todo por subsistir. Porque no hay otra cosa, porque sólo se puede ser minero. Si naces en esos pueblos de las cuencas mineras, estás destinado a ser carne de carbón.
Mucha técnica, sofisticadas alarmas para prevenir lo imprevisible. Pero siempre menos de las que se deberían. Los recortes también llegan a las minas. Porque los recortes son EREs, mayores esfuerzos, menos sueldos, seguridad: la justa.
Hay que ganar dinero como sea. A costa de todo. Las empresas tienen que ganar dinero aunque sea alimentándose con sangre. Tierras olvidadas donde solo hay una salida: tirarse al pozo del carbón.
Ayer, un ayer cercano, esta gente vivía momentos reivindicativos acechados por la amenaza de quedarse sin nada, también sin carbón. Y se levantaron, como se levantan los mineros, al unísono y con fuerza, y lucharon como luchan los mineros, con intensidad y con constancia. Pero el gobierno pepero aguantó, siguiendo los pasos de su patrona Santa Margaret Thatcher, se mantuvo firme.
Y prefirieron verles extenuados para poder firmar con ventaja, un mal acuerdo. Y los mineros volvieron a sus minas, a su única posibilidad de salvarse junto a sus familias. Porque no tienen ninguna otra alternativa. Y el gobierno lo sabe y lo consiente y lo estimula. No quieren héroes, quieren vencidos.
Gente valiente, mineros, mujeres, familias enteras demostraron que la dignidad es su lema, hasta que morían de hambre. Mientras que se levantaban calumnias vergonzosas contra ellos. El gobierno y sus voceros correveidiles, saliendo de nuevo del Paleolítico, volvieron a decir que eran gente privilegiada, con grandes sueldos, con jubilaciones muy anticipadas. Vamos un chollo, porque morirse, según quien, para ellos es un chollo. Otra forma de hacer otro ERE.
Hoy toda España de bien, llora carbón. Ese carbón que, a menudo, consume vidas. Ese carbón que es el único alimento de comarcas enteras que no han podido elegir. Geografía donde sólo hay carbón, donde ningún gobierno ha querido apostar por otras vías, por otras inversiones que generen trabajo.
Y el ministro Soria les negó el pan y la sal, lo que da a otros sectores económicos, a la agricultura, al automovil, a la banca. A ellos, nada o casi nada. Cuatro años de prórroga antes de la muerte, y luego… Luego Dios proveerá, pensó el ministros cristiano.
Mientras, ese mismo gobierno, dejó de apoyar y comenzó a gravar las energías alternativas, las que podrían sustituir al carbón. Y entonces… ¿Qué nos queda para el futuro? La dependencia energética absoluta, y, también del carbón. Porque el hecho de que quiera acabar con el carbón en España no quiere decir que no se siga importando carbón de minas esclavistas –donde trabajan niños— de Colombia, varios países de África y de Polonia.
Es la política del pan para hoy y hambre para mañana. Pero ¿qué les importa el hambre de los mineros? ¿Qué les importa su muerte? Ahí está el ministro Soria, que anuncia por todos los medios, después del accidente, que se va a León. Y sí, se fue a León. A León capital, a decir que se ponga en marcha una investigación. Y, sin embargo, no es capaz de acercarse a la cuenca minera. Porque le importa un pito las víctimas del carbón, él prefiere otras víctimas. Y además, tiene miedo de que le reprochen sus decisiones viles de hace bien poco.
Hoy, veo todavía a esos mineros entrando en Madrid, cansados, sudorosos, preocupados, pero con la frente alta, con dignidad, con vergüenza, porque no quieren rendirse, porque quieren seguir trabajando aunque sea de mineros, que es lo único que saben y tienen.
Hoy puedo verles dar explicaciones en los medios, con lágrimas en los ojos, con la voz balbuceante, con rabia sin explotar, tragándose sus miserias y llorando a esos compañeros que ayer estaban con ellos. Mientras tanto, ¿dónde está Soria?
Hoy el grisú nos ha dejado con seis compañeros menos. Y pensamos en seis familias que lloran sin consuelo. Hoy todos estamos de luto. Todos no. Porque esos hipócritas que ayer hablaban de trabajo con privilegios y de empleos favorecidos, deberían esconderse, desaparecer. Pero no, seguro que están ahí, y con la indignidad del falsario y del oportunista, darán el pésame desde donde estén. Eso sí, alejados del problema, alejados de las minas, desde sus despachos bien decorados, lejos del grisú y de los mineros. Lejos, muy lejos, no vaya a ser que se manchen de carbón.
Salud y República
26 septiembre 2013
Apagar o a pagar la luz
Escandaloso. Suma y sigue. Nueva subida de la electricidad, a partir del mes que viene, del 3,1%. La tercera de este año, un glorioso año en el que nos han subido el 8%. O sea cinco veces lo que sube el IPC. ¡Una maravilla!. Y ahí no queda la cosa. Durante los últimos seis años, el precio de la luz ha subido el 66%, que no es moco de pavo.
No pasa nada. Aquí no queda otra, a pagar o a apagar. Y como apagar no podemos por desgracia, pues este lobby energético con ayuda de sus amigos, los gobiernos de turno, no hacen sino obtener congruos beneficios a costa de los consumidores, pues nos toca pagar.
Tenemos, después de Chipre e Islandia, la electricidad más cara de Europa. Eso sí, con más fallos que una escopeta de feria. Cortes de luz, cambio de contadores, arreglos en la red –vieja y deteriorada-- y sin que se pueda obtener diferencias sensibles entre las distintas compañías.
Hay sectores vitales que deberían ser públicos. Desde Felipe González, gran socialista y amante de las empresas privadas, hoy consejero de Gas Natural-Fenosa –ahora entendemos lo de la privatización de esta empresa—, nos han ido privando de servicios esenciales, privatizándolos para dárselos a sus amiguetes y poder conseguir un puestecito de jubilado glorioso.
Por otro lado, el gobierno actual, con ese ministro triste y seco al frente (Soria) no termina de explicar por qué pagamos lo que pagamos y además nos cuentan milongas como que encima tenemos un déficit tarifario pendiente de pagar. Parece que debido al uso de energías alternativas. Y como son unos mendrugos, encima abandonan la política de potenciar energías alternativas, incluso poniendo impuestos adicionales sin pensar que se están cargando el futuro. Porque el futuro pasa por las energías alternativas o no pasa. Las energías tradicionales tienen un porvenir gris.
O sea, que en vez de apostar por las nuevas energías, las del futuro, se las están cargando, pues dicen que repercuten en el alza del recibo de la luz. Hay que ser miopes, desde China a Alemania, pasando por USA o por otros países avanzados, se están promocionando y potenciando las energías alternativas, aunque en este momento esto signifique una inversión –no un coste como dicen nuestro querido ministro—, de la que se hace cargo el Estado.
Total, que nosotros que tenemos, sol, aire y mar, debemos seguir dependiendo per secula seculorum de las energías tradicionales, aunque no tengamos petróleo ni gas. Así es cómo ven el futuro nuestros queridos gobiernos. Una vergüenza más que se tapa con un alza del precio que pagan los ciudadanos. Ellos a vivir y cuando se retiren ya saben qué les espera. Un puestecito en alguna de estas empresas de energía.
Difícil luchar contra este lobby y el gobierno que le apoya. Sin embargo, además de las medidas conocidas por todos para ahorrar la luz, hay una campaña interesante iniciada por la OCU donde se pretende contratar electricidad más barata uniendo a consumidores y obteniendo precios más bajos. Hay que contactar con quieropagarmenosluz.org y unirse a la campaña. Ya son 218.000 los consumidores adheridos. ¡A por ellos!
Salud y República
11 agosto 2013
Soria: un ministro por encima de la ley
Verán ustedes, el hecho de llegar a ser ministro parece que para algunos significa estar por encima de la ley. Y, sin duda, este es el caso del ministro Soria, quien es capaz de enfrentarse contra todos y además incumplir la ley de forma flagrante y vergonzosa.
Este ministro que pretende hacernos ver que el petróleo va a ser, a estas alturas, la solución de nuestros problemas económicos. Y para ello no duda en preparar un plan para extraerlo cerca de Canarias, en favor de Repsol –¿tendrá ya asegurado un puesto relevante en la petrolera cuando deje de ser ministro?—, en contra del gobierno canario y de todos los partidos salvo el PP, así como de todas las organizaciones ecologistas, que ven en este proyecto un destrozo ecológico de tamaño monumental. Sin embargo el ministro cree que nos hará la Arabia europea.
Es el mismo ministro que nos ha subido la luz un 8% en año y medio –¿será en una eléctrica donde le han ofrecido un puesto cuando deje la política?--, y se está cargando las energías alternativas sin sonrojarse, aludiendo a un problema económico.
Bueno pues a este individuo –no olvidemos que es ministro de Turismo, además de Industria—, ‘lo han pillado --con el carrito del helado--, por segundo año consecutivo en un hotel de lujo de Lanzarote sin licencia de apertura. El verano pasado, a una pregunta de Llamazares respondió que él no pedía las licencias de apertura en los establecimientos donde pernoctaba. Y este año vuelve al mismo hotel, sabiendo –seguro que lo sabría ya el año pasado— que las circunstancias que concurrían eran ilegales.
¿Sabe usted lo que ha contestado el ministro Soria, cuando se lo han recriminado? Que como le han localizado se tendrá que ir. ¡Qué desfachatez! O sea, el se marcha y deja tan tranquilo que un establecimiento sin licencia siga abierto. Menos mal que es ministro de Turismo.
Sr. Ministro, usted tiene la obligación, no sólo de no ir a un sitio ilegal, sino de mandar cerrar ese hotel si no tiene los permisos pertinentes. O acaso se trata de un amiguete más que se está beneficiando de su amistad. En fin, otra más y van…
Estamos ante un gobierno que actúa con total impunidad, cuyos ministros se saltan la ley o mienten descaradamente e imponen su mayoría ilegítima para aplastar a los ciudadanos.
Si Soria tuviera vergüenza se iría, pero me temo lo peor. Seguirá y si no se evita, nos volverá a subir la luz, permitirá las prospecciones petroleras a Repsol y luego se irá de consejero o presidente a alguna de las empresas que ha favorecido. Y si no, al tiempo. Ya ha ocurrido y así nos va…
Salud y República
16 agosto 2012
Soria preocupado por los mosquitos del extranjero
Porque si no, ¿a qué viene hablar de mosquitos y de temperaturas de 40º si se va uno fuera de España? Como si en España no hiciera calor ni hubiera mosquitos. Hay que ser simple para decir eso. Probablemente sea porque en vez de mosquitos en este país tenemos gaviotas que moran por Génova, mucho más peligrosas que los mosquitos. Gaviotas insensibles, inhumanas, incapaces de cuidar de la mayoría, mientras favorecen a una minoría entre la que ellos se encuentran.
Verdaderamente algunas intervenciones peperas son de juzgado de guardia porque nos toman por gilipollas.Y la verdad, este ministro no debe haber viajado mucho. Se debe haber quedado en los tiempos de Pajares y Esteso. Un ignorante supino.
Ya sabemos que en España hay paisajes y playas maravillosas. Sabemos que hay una variedad enorme de destinos turísticos de distintos tipos. No somos idiotas. Lo que el ministro no debe saber o no quiere enterarse es de que si el turismo interno ha bajado, no es porque nos vayamos al Caribe (por cierto allí la temperatura no sube de 26 ó 27 grados y los mosquitos se pueden combatir), más bien es porque no viajamos y muchos españoles no se pueden mover debido a la crisis. Bueno más que a la crisis, es debido a las medidas que ha tomado este gobierno ante la crisis, que ha empobrecido a la mayoría y no ha tocado a los poderosos. Sr. Soria no diga más tonterías, los españoles, de seguir ustedes así, cada vez viajaremos menos a todos los sitios, incluido dentro España.
Ahora bien, si podemos aunque sea sacrificándonos, en aras de esa libertad que tanto solicitan ustedes, los peperos –¿recuerda que uno de sus próceres dijo que a él nadie le tenía que decir si debía o no beber vino?—, déjenos elegir. Entre otras cosas porque hoy, hay destinos más baratos que España.
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Este ministro, mezcla de Aznar y de mosquito –fíjense bien en su aspecto--, alineado con el ala tontuna del PP, nos quiere hacer viajar por España. Y nosotros no deberíamos negarnos. Ahora bien, nos debería decir de dónde debemos sacar la pasta, porque hoy, por ejemplo, el 50% de los madrileños han manifestado su imposibilidad para irse de vacaciones por cuestiones económicas. Así es que, menos lobos y no nos empobrezcan más si quieren que viajemos. Claro que algunos, si podemos, nos iremos fuera a encontrarnos con calores insoportables y con mosquitos sacasangre, con tal de no aguantar aquí a las gaviotas chupópteras y a los imbéciles de alta alcurnia que juegan a dar consejos estúpidos y patrioteros. Y es que el Olimpo de Génova está lleno de papanatismo y paletismo.
Salud y República