El último número de Delirio está dedicado al miedo, un número que ha quedado de miedo. Una revista que se supera en cada número. El arte al alcance de todos. Porque esta revista está confeccionada para usted, para que pueda, desde tu casa, disfrutar de unas buenas páginas de arte, acompañadas con un cuidado texto.
Una revista con colorido, muy cuidada, que sabe aprovechar los blancos, con una maquetación moderna y original y con contenidos de artistas de primera magnitud, ilustradores, fotógrafos y escritores muestran su visión del miedo.
Un tema que es central en nuestras vidas: el miedo. Un sentimiento que todos hemos percibido, en mayor o menor medida.
Miedo a la vida, miedo al amor, al dolor, a la soledad, a reír. Se puede tener miedo a todo y a nada. Es un sentimiento humano. Miedo al más allá y al más acá. Miedo, pavor, terror, horror. El miedo lo hemos sentido todos. Es una sensación que marca la vida. Nuestro mundo diario está lleno de miedo. Y los colaboradores de Delirio lo expresan, de distintas maneras, perfectamente.
El miedo puede ser un agente desestabilizador o puede aunar mundos irreconciliables. En Delirio lo pueden ver. Una maravilla que no les dejará indiferente. Ilustraciones, fotografías, textos que le llegarán y le harán pensar, que le harán delirar. Pruebe, hojee la revista, y si siente miedo, no se preocupe. Preocúpese si no lo siente.
Cada vez que sale Delirio, se superan las expectativas. Arte del bueno, del que vale la pena. Júzguelo, usted mismo
Si Hitchcock levantara la cabeza, sería para leer este número de Delirio.
Gracias a todos los que hacen posible esta revista. Porque su trabajo ha valido la pena. Muchas gracias a Aída García Corrales por mantener este proyecto vivo. Gracias a Oscar Varona y a Gemma Vegas por su apoyo y maquetación. Y a mis amigos participantes, Gema Pellicer, Eva Caballé, Paz Juan y David Palma. Muchas gracias por hacerla posible.
Salud y República