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05 noviembre 2019

Tesis, antítesis y síntesis en Catalunya


Hoy, después de veinte días de la sentencia del ‘Procés’, seguimos como antaño, sin solución a la vista. Eso sí, con un veredicto injusto y exagerado que ha provocado un estallido social en Cataluña, pacífico en su mayoría pero con conatos violentos de primer nivel.

Y es que parece que todo el mundo –me refiero a los políticos responsables-- habla de Cataluña pero poco se hace por tratar de solucionar un conflicto que se va inquinando y parece no tener un fin razonable.

Recordemos para empezar que los independentistas, según sondeos, han pasado --durante el ‘reinado pepero’ de Rajoy--, en siete años, del 25% a casi el 50%. Lo cual se define por sí solo.

Hoy nos encontramos con políticos en la cárcel de tres a trece años condenados por sedición y desobediencia, lo que ha sido la culminación de una verdadera venganza. Porque si exagerado es el precio que tiene que pagar Oriol Junqueras, que alguien me diga si es justo que dos activistas como los Jordi, sin otro delito que manifestarse y subirse y destrozar un coche de la Guardia Civil, hayan sido castigados con nueve años de prisión.

Una vez que hemos llegado hasta aquí, por errores de unos y otros, lo que hay que buscar es una solución política (nunca debió de salir este conflicto de la política) y encontrar, mediante el diálogo una solución pactada entre los actores. Y dejarnos de más represión, que de nada ha servido y que sigue siendo el caldo de cultivo de Casado –quién mandaría a las fuerzas armadas si fuera preciso--, de Rivera –que se ha abrazado al 155 y pretende hacer de juez y parte, y detener a Torra-- y de Abascal –quién si le dejaran, fusilaría a los independentistas sin el menor reparo--.

Hemos llegado a una situación irreversible, pero de la que hay que salir lo mejor posible. Desde luego, nada favorece la violencia de algunos independentistas, ni la defensa que de ellos hacen algunos políticos como el mismo Torra. Como tampoco sirven las medidas deseadas por los líderes de la derecha española, que sólo piensan en la represión y a los que el diálogo les parece una rendición, algo que no tiene sentido, salvo que pretendan encarcelar a los millones de independentistas que existen.

Hay que sentarse a dialogar, lo antes posible. Dejémonos de tacticismos electorales. El PSOE, si forma gobierno. debe abrir una mesa entre las dos partes. Bien es verdad que la situación hoy no lo hace fácil. En primer lugar, porque el gobierno de España es provisional hasta no sabemos cuándo. Y, desde luego, porque Torra no parece un interlocutor válido cuando es discutido por muchos de su propia gente y no es capaz de pedir que pare la violencia.

Pero no se debe esperar más. Cada parte debe hacer su trabajo. Torra debe pedir el fin de la violencia y Sánchez dejarse de excusas. Se trata de un proceso largo que hay que empezar ya. Y que nadie juegue con este asunto, porque la derecha y también el PSOE, dicen no sentarse porque la petición de los independentistas es la independencia. Craso error. Todos los colectivos enfrentados se sientan a hablar, se empieza con posiciones de máximo para ir cediendo por ambas partes hasta conseguir un acuerdo, donde las dos posiciones de partida han quedado fuera de juego y se ha obtenido una solución intermedia.

Recordemos una de las grandes contribución de Hegel: Tesis, antítesis y síntesis. Se empieza en un afluente distinto para llegar al mismo río. Es difícil, seguro, pero es el único camino. Eso es lo que ha de ocurrir en Cataluña. Y démonos prisa porque este proceso está provocando la inquina y el odio entre catalanes, y también entre ciudadanos españoles, y eso puede ser una bomba de relojería.
Basta ya de tratar de sacar jugos electorales al conflicto y siéntense tirios y troyanos para arreglar la cuestión. No vaya a ser que pronto sea demasiado tarde.

Salud y República

16 octubre 2018

Y los Jordi siguen en prisión


Inaudito. Hoy hace un año de esa decisión grave, improcedente y lamentable. Dos activistas como Jordi Sànchez y Jordi Cuixart fueron condenados a prisión preventiva por la jueza Lamela, que luego confirmo el ínclito Llanera por delito de rebelión.

Se trató de una decisión sin base. El hecho de convocar a la gente a expresar su opinión en la calle no puede ser considerado un delito, al contrario, es un derecho inalienable, el de libertad de expresión y reunión. Ni tan siquiera se registró violencia, no hubo motivos para encarcelarlos.

Los Jordi, además, eran simples activistas, sin poder institucional oficial. Se trata de una verdadera barbaridad que cumple un año. Un año al que una jueza, un juez, el tribunal supremo y sus consentidores han separado a una persona de su familia, de su ambiente, de sus amigos, de su gente.


Amnistía Internacional expresa su disconformidad con la permanencia de los Jordi en la cárcel. Afirman que en caso –hasta ahora ni esto está demostrado— de que se demostrase que convocaron a la gente para impedir una operación policial lícita, podrían ser acusados por un delito de desórdenes públicos, nunca por rebelión. Y el hecho de mantenerles en prisión provisional acentúa todavía más esta injusticia.

La mayoría de los juristas –no así algunos de influencias peperas, como los del Tribunal Supremo— no entienden que se mantenga esta prisión, cuando los delitos o no han existido o son de carácter leve. El exceso es fruto de una catalanofobia, que responde a razones viscerales y no judiciales.

Siendo grave el caso de tener encarcelados a los políticos catalanes, el caso de los Jordi lo es más, puesto que son activistas, miembros de la sociedad civil y entre sus derechos está el organizar y promover reuniones pacíficas a favor o en contra de decisiones políticas. Se trata, por tanto, de una decisión judicial que sólo puede entenderse por un revanchismo político lamentable y que dificulta el diálogo, única solución posible al problema.

Para más inri, se ha pedido la excarcelación de los Jordi en más de una ocasión, con un resultado negativo, a pesar de que ellos han afirmado que nunca trataron de impedir la acción de la justicia y, posteriormente, con el fin de salir de prisión, renunciaron a la Declaración Unilateral de Independencia y reconocieron que el referéndum celebrado no fue válido.

Un exceso más que hace difícil la solución del conflicto. Este caso clama al cielo y no es propio de un Estado como el nuestro. Que no digan luego que no hay presos políticos. Estos, siendo activistas, lo son.

¡¡Libertad para los Jordi!!

Salud y República

31 agosto 2018

Ciudadanos echa, cada día, más leña al fuego en Catalunya


Estos muchachos son así. Confunden la política con el marketing y, a falta de programa electoral, mercadean para obtener votos. Su electoralismo, a flor de piel, es la única base ideológica que sustenta su partido. Eso sí, recorriendo el camino, cada vez de forma más clara, de la extrema derecha.

Hay que ser populista y desvergonzado para salir diez minutitos a quitar lazos amarillos, habiendo antes convocado a los medios de comunicación para salir en la foto. Y sí, tanto Rivera como su alumna Inés Arrimada convinieron que tenían que ponerse al frente de la lucha contra los independentistas. Se trataba de liderar el anti-proceso y dejar de segundón al Partido Popular.


Desde hace unos meses vienen luchando entre ambos partidos (PP y C’s) para ver quién la tiene más grande, contra el independentismo. Y Ciudadanos, en un acto ridículo ha querido ponerse al frente de la confrontación y del papanatismo político.

Pues bien, esa misma tarde, después de una mañana de jolgorio y regocijo de ‘quítame allá esos lazos’, tenían una manifestación convocada por su partido, para apoyar a la agresión sufrida por una señora que quitaba lazos amarillos. Y la cosa terminó con que un cámara de Telemadrid, al llevar una bolsa con una cinta amarilla, fue confundido con uno de TV3 y le agredieron, pensando que era independentista.

Claro que, hay quien defiende que ‘los pobres agresores’ simplemente se confundieron de canal, como si hubiera sido justo que agredieran a un cámara de TV3, o a cualquier individuo que pasaba por allí con, por ejemplo, una camiseta del Real Zaragoza.

Hay algo que vuelve a poner a estos muchachos de Ciudadanos en la picota. Resulta que dicen que ha sido gente infiltrada. Curioso cuando menos, después de haber visto las imágenes y estar en una manifestación convocada por ellos. Y además, no se han dignado ni tan siquiera en denunciar el hecho, a pesar de que su equipo de seguridad, falló de forma clara, y no controló la agresión ni a los agresores. Por otro lado, echan la culpa a los mossos d’esquadra. No tienen ni un ápice de sensatez. ¿Dónde está ese seny que tanto reclaman a los otros catalanes?

Está claro que para estos pelanas populistas hay dos clases de agresores. Los que lo son por gente de otra ideología, como quien agredió a la señora que motivó la manifestación, y los que son de su cuadrilla que, según los hechos, parece que tienen razones para agredir a los que llevan algo amarillo. Porque, a pesar de haber condenado este suceso, lo han hecho con la boca pequeña, ya que mientras que el agresor de la señora –y me parece bien-- ha sido denunciado a la fiscalía, a los agresores del cámara de Telemadrid, a pesar de ocurrir en su terreno de juego y ser su responsabilidad, les han dejado tranquilamente y sin denunciar. Estos son de los suyos.

Están echando gasolina al fuego, pensando solamente en conseguir réditos electorales. Así es que, cualquier cosa vale con tal de conseguir votos. Son claramente los Salvini y Le Pen españoles. Cada vez me caben menos dudas de que el apellido de Albert no es la única coincidencia con José Antonio.

Salud y República

18 agosto 2018

Catalunya no quiere al rey


Es obvio. Basta ver que todas las fuerzas parlamentarias en Catalunya, salvo PP y C’s –el PSC está entre Pinto y Valdemoro, como es habitual--, se reclaman republicanas, y son más del 60% (sin contar al PSC).

Pues bien, lo lógico es pensar que si el rey va a Catalunya puede encontrar reacciones en su contra. Al igual que hay ciudadanos que a su paso gritan: “Viva el rey”. Por lo tanto debería darse una normalidad a este hecho, siempre dentro del derecho a la libertad de expresión.

Cierto es que Ada Colau dio una lección digna de elogio. Pidió que el 17-A fuera el día de las víctimas y que las actitudes de todos, sobre todo de los partidos políticos, estuvieran encaminadas a dignificar a las víctimas del atentado magnicida.

Creo que la alcaldesa tenía razón pero, sin querer enmendarle la plana, también creo que el rey o cualquier político puede ser increpado, y que tal hecho entra dentro de su cargo, por cierto bastante bien pagado. Por lo que hacer de esta crítica, razón para defender al rey como si fuera un monarca medieval, como ha hecho la derecha centralista, es propio de un fanatismo y un seguidismo de tiempos lejanos.


El rey tiene derecho a ir a Catalunya, pero la gente tiene derecho a expresar su rechazo al monarca. Esto es democracia. Los tiempos de alabar a  personajes como dioses, incluidos los reyes, es algo pasado y más cuando hay motivos para ese rechazo.

El lamentable discurso del rey el tres de octubre pasado ha provocado esta situación. De aquellos polvos, estos lodos. En una situación tan crítica como la provocada el uno de octubre, cómo es posible soltar un discurso regio incapaz de buscar un consenso.

No hay nadie que piense que el rey tendría que haberse puesto del lado de los independentistas, eso era esperable. Defender la Constitución, según está, es defenderse a sí mismo, su jefatura de Estado. Ahora bien, de eso a soltar una letanía en contra de la mitad de los catalanes, sin hacer ninguna mención al diálogo y, sobre todo, sin acordarse de centenares de heridos de dos días antes, es propio de un personaje que destila odio y que está incumpliendo su misión como Jefe del Estado, tratar de tender puentes. Él los destruyó. Podía haber defendido lo mismo y haber buscado posibles encuentros y el recuerdo de las víctimas.

El rey debería haber recordado que el asunto se empezó a quebrar cuando Rajoy y sus muchachos rompieron la baraja llevando al Tribunal Constitucional amigo, un estatuto que había aprobado el parlamento nacional, el parlament catalán y los propios catalanes en referéndum. Y no digo que no haya habido errores graves por parte de nacionalistas después, pero ponerse sólo al lado de una parte, hace que la otra le vea como un enemigo.

En fin, nada de exagerar, la defensa que hacen desde Ciudadanos y Partido Popular al rey es más religiosa que otra cosa, basada en la fe. Y perdonen ustedes este país debería ser aconfesional y creer más en la libertad de expresión. Al menos eso dice esa Constitución que tanto aman algunos.

Salud y República

10 julio 2018

Ciudadanos: ¡Cuanto peor, mejor!


Éste es el lema de Ciudadanos. Parece que la fiebre está bajando y que se han quedado sin su caramelo preferido: Cataluña. Ellos han conseguido, enfrentando a los catalanes, unos réditos excepcionales fuera y dentro de Cataluña. La caída del PP y el cambio de políticas del nuevo gobierno central, que ha iniciado una nueva etapa, les ha sentado como un tiro, porque sienten que su principal enemigo se puede desvanecer. Me refiero al diálogo.

Si hay algo que no esperaban era la caída de su maestro y rival: Rajoy. Y la llegada de alguien que está tratando de hacer, simplemente, lo que cualquier persona normal haría. Cambiar el silencio, la inactividad y el enfrentamiento por el diálogo. ¡Así de fácil!

Independientemente de lo que pueda suceder, una nueva etapa se ha iniciado. Los resultados son impredecibles. El hecho de que se hayan reunido los dos presidentes (Sánchez y Torra) no lo perdonan en Ciudadanos (tampoco en el PP, pero eso es más sabido). Este partido que ha vivido a costa de la confrontación, ha visto con malos ojos que se le va el chollo. No les ha interesado hacer política, han elegido la vía judicial cuál peperos, y les había salido bien, hasta ahora. Pero no estaban preparados para este cambio. Cualquier ventana abierta a los independentistas es para ellos una traición. Saben que su tiempo está pasando y que sin enfrentamiento no tienen campo de juego.


Ya no vale el “cuanto peor, mejor”. Ahora ya no va a peor. Y eso, les preocupa, se encuentran con el culo al aire, con un cabreo monumental, como el del niño al que le han quitado su juguete preferido, y sin saber cómo actuar, salvo pretender obstaculizar cualquier posibilidad de avance.

Su negativa a toda posibilidad de solución, es de un totalitarismo de libro. Ellos que tanto hablan de que les subestiman y no les tienen en cuenta, de que sólo se gobierna para la mitad de la población, resulta que cuando alguien pretende cambiarlo, lo critican. Se ven sin el juguete que les ha dado tantos votos en Cataluña y que les anunciaba tiempos excelsos en el resto de España.

Hoy los sondeos empiezan a bajarles del trono, y el peligro se acerca. Harán todo lo que puedan para boicotear las reuniones y las posibles soluciones a este conflicto. Sin conflicto no hay Ciudadanos. Han conseguido ganar al PP, en su competición casposa en Cataluña, y ahora se ven cercados porque las aguas pueden volver al río, aunque este río no se sepa donde desembocará todavía.

Y es que viven de eslóganes y de estudios demoscópicos, no hay mucho más. Ayer eran socialdemócratas, luego pasaron a ser de centro y hoy, al menos en el conflicto catalán, han pasado al PP por la derecha, anunciando una deriva que más parece propia del otro Rivera (José Antonio) que de estos tiempos. Quién sabe dónde estarán mañana. Es lo que tiene politiquear a golpes de mercadotecnia y no tener ideología fija. De momento, les ha entrado un Sánchez en el ojo y un Unidos Podemos que empuja y que les está dejando ciegos. ¡A ver si hay suerte!

¡Qué menos que hablar!

Salud y República

25 marzo 2018

Cataluña: ¡Todos a la cárcel! Y ahora qué...


Las cárceles se están llenando de independentistas catalanes, muchos de ellos miembros del antiguo govern. El juez Llaneras y los fiscales, que pretenden ser héroes del nacionalismo centralista están, siguiendo las líneas que les marcan, y sustituyen la política por la venganza.

Ya hay veinticinco imputados, de los cuales dieciocho lo están por el delito de rebelión, y cada día ingresan más en la cárcel. Y sí, lo están por el delito de rebelión que, según dicen nuestras leyes, se trata de un delito cuya máxima ha de ser que haya provocado violencia. O sea, por ejemplo, el golpe de Estado de Tejero. Que yo sepa, la única violencia que se ha dado en Cataluña ha sido la del 1º de Octubre.

Desde luego enviar a prisión, sin ser juzgados, a estos independentistas (algunos llevan ya más de cinco meses) es una barbaridad como la copa de un pino. No sólo porque no existe el delito al que se refiere el juez y el fiscal (rebelión) sino porque están provocando una situación cada vez más complicada e injusta, que está produciendo una animadversión y odio mayor entre los independentistas y los nacionalistas españoles.

Hacerle el caldo al PP y a Ciudadanos puede llevar a una ruptura total, a dificultar las posibilidades de solución. Desde luego, que los últimos acontecimientos de prisión se acuerden un día después de que el candidato a President de la Generalitat haga un discurso suave, donde llama al diálogo, perturba el procés y pone más obstáculos en una salida pactada, dialogada.

¡Ya está bien! Del uso de la prisión preventiva no puede hacerse una regla general, porque no lo es. Es una excepción que sólo en casos muy concretos debe utilizarse. Es verdad que los independentistas han cometido errores, pero seamos justos. Todo empezó, con la no aceptación del estatuto de autonomía por parte del Tribunal Constitucional a instancias de Rajoy y su partido, cuando había sido aprobado por el Parlament, el pueblo catalán y el parlamento español. Y, para más inri, algunos de los artículos declarado anticonstitucionales, están en vigor en otros estatutos de autonomía, como el andaluz, el valenciano o el aragonés. Estoy convencido de que, sin ese recurso de anticonstitucionalidad puesto por el PP y con el estatuto recusado, no se habría producido todo lo que ha ocurrido en los últimos cuatro años.

Esta claro que a C’s, cuya lideresa no hace sino echar leña al fuego, y al PP, cuyo líder lo único que hace es marcharse del Parlament para no escuchar lo que no le gusta con sus tres compañeros, les interesa estas medidas de fuerza para hacer pesar, en el resto del Estado español, que son duros y vengativos, algo que parece que da votos fuera de Cataluña.

Pero no han entendido nada, no se puede hacer desaparecer, por arte de magia, a casi la mitad de los catalanes, el problema sólo puede tener una solución que sea pactada, dialogada, de no ser así, se seguirá creando odio, y tanto que hablan de coser (Arrimadas y C’s) lo que están haciendo es profundizar en esa zanja, cada vez más ancha. Y esa factura habrá que pagarla. Salvo en países no democráticos, las soluciones a conflictos territoriales nunca se han solucionado por la fuerza, porque al final, cualquiera sabe con qué consecuencias, se rompe la baraja.


Y sí, cada vez más, estoy convencido de que estos presos son presos políticos. Lo están por cuestiones políticas. Un preso político, sin comerlo ni beberlo, es por ejemplo Cuixart, mientras que un político preso es Granados. Hay una gran diferencia.

Por cierto, hoy veía en Twitter un comentario jocoso que merece ser leído: “Y si nombramos a Urdangarín Presidente de la Generalitat? A lo mejor así conseguimos que vaya a la cárcel”

Una petición a los independentistas: Que hagan valer su mayoría parlamentaria y nombren a un President. Mientras que no haya gobierno, hay que recordar que está en vigor el 155, y ya saben lo que eso conlleva.

Llibertat presos politics!

Salud y República

17 febrero 2018

Venganza y castigo para Cataluña: La inmersión lingüistica


Así sigue la cuestión. El gobierno pepero no se conforman con haber hecho que la actuación de las fuerzas del orden en Cataluña haya sido un ejemplo de brutalidad, reconocido en el mundo entero. Va más allá. Y para seguir castigando y vengándose de los independentistas mantienen a cuatro personas, después de cuatro meses, en prisión preventiva acusándoles de rebeldía, cuando todas las iniciativas políticas del independentismo han sido pacíficas. Algo insólito y que la mayoría de los juristas no entiende.

Si es opinable el hecho de que deban ser juzgados, lo que no tiene ninguna explicación es que, sin motivos, se les condene a prisión antes. Todo es cuestión de venganza y de castigo, que por cierto, ha llevado a los peperos a tener un resultado en diciembre (cuatro escaños) que no les permite ni tener grupo propio en el Parlament.

Pero ellos siguen en el intento. Está claro que si el hombre es el único animal capaz de caer dos veces en la misma piedra, en el caso del PP, en relación con el ‘proces’, puede caer muchas más veces. No saben por dónde empezar, salvo seguir con medidas punitivas y vengativas.

El colmo ha sido la última. Y es que dicen que pretenden cargarse la inmersión lingüística. Se les da de miedo echar gasolina al fuego. Cualquiera diría que no piensan. Hoy no hay problemas con la ley de inmersión, yo vivo la mitad del año en Cataluña y soy testigo directo. Está demostrado que la mayoría de los catalanes, que habían perdido con anterioridad el conocimiento escrito de la lengua catalana, hoy no tienen ese problema. Y, además –según estudios realizados--, mantienen un conocimiento del castellano similar al de otras autonomías.

Por otro lado, sólo C’s y PP defienden esta iniciativa, lo que quiere decir que cuentan con sólo un 30% de escaños en el Parlament, estando en contra el resto. Pues a pesar de ello, el PP y su partido filial C’s están empeñados en crear problemas donde no los hay.

¿Por qué, si no hay problemas y la sociedad catalana en su grandísima mayoría está conforme con esta ley, el PP y C’s se empeñan en querer cambiarla? Si no es por necesidad o porque lo pida la mayoría social, ¿cuál es la causa? Pura y llanamente se trata de castigar a la sociedad catalana y hacerla volver a la situación lingüística colonial que se imponía con el castellano en tiempos franquistas.

Pues ahí está el PP, que gracias a la aplicación del 155, dice poder hacer y deshacer leyes desde Madrid, sin contar con los catalanes. Parece que el PSOE, después de esta amenaza, se está dando cuenta de que metió la pata al unirse al bloque del 155. ¡A buenas horas, mangas verdes!

Queda claro que hoy han perdido el oremus y quieren imponer desde Madrid, la vida de los catalanes. Ellos con el 155 pretenden gobernar de manera dictatorial y obtener beneficios propios, vejando a la sociedad catalana y sometiéndola a un castigo por seguir pensando como piensa.

Desde aquí, quiero hacer una llamada a las fuerzas independentistas para que invistan lo antes posible a un presidente que forme gobierno, y se pueda dejar sin efecto el 155. No se puede jugar con el diablo, porque siempre tiene una carta escondida en la manga.

Tienen que llegar a un acuerdo lo antes posible. Éste es el fallo de los independentistas, que sabiendo de lo que son capaces los peperos y los riveras, no lleguen a un acuerdo que pueda iniciar una nueva etapa, donde Cataluña se gobierne desde Cataluña.

Salud y República


08 enero 2018

Justicia vengativa contra Junqueras

Los tres Magos este año han sido peperos, como corresponde a cualquier monarca, y han decidido que Oriol Junqueras siga en prisión. Naturalmente los Magos que han propiciado este desvarío han sido los tres jueces del Supremo.

Sin ser hombre de leyes, pero sí seguidor de los acontecimientos políticos, no encuentro ningún argumento para que se mantenga a Junqueras –también a los otros Consejeros y a los Jordis--, en prisión provisional, salvo que sea una cuestión de venganza.

El manejo de fiscales y de jueces por parte del PP, partido que podría ser nombrado el tótum revolútum de la separación de poderes, es constante, a pesar de su empeño en defender que existe separación cuando mezcla los tres poderes y pretende manejarlos a su antojo desde su gobierno. Así empezó todo con el Estatuto aprobado por todos y con la utilización del Tribunal Constitucional como censor máximo a su beneficio.

Y es que no han podido asimilar que, de nuevo, el independentismo haya obtenido mayoría de escaños, que ellos hayan conseguido la mayor derrota de su historia, y que a pesar de todo lo que ha ocurrido, los independentistas hayan alcanzado casi los mismos resultados que en las elecciones anteriores.

No se puede entender que la prisión preventiva, algo que se aplica en casos muy excepcionales se haya utilizado con Junqueras y los otros independentistas. Parece claro que el caso es seguirles complicando la vida y que, a pesar de haber ganado, tengan problemas para formar la mesa del Parlament y el Govern.

Ahí sigue Albiol, capitoste pepero, cuya xenofobia quedó clara cuando ejercía de alcalde de Badalona, cuyos ciudadanos le han premiado en estas elecciones catalanas con un 8%. Pero ellos siguen como si no hubiera pasado nada y además con ese odio acumulado por el resultado tan negativo de su candidatura.

Cuando hay condenados, o imputadísismos con juicio oral abierto por corrupción --del PP o próximos a él, que hoy esquían en Suiza o se mueven sin ningún problema y a sus anchas-- que a simples imputados políticos se les niega la libertad, probablemente por ser independentistas y porque “se han atrevido” a presentarse y salir muy airosos en las elecciones, es algo demencial.

El hecho de que su 155, más la actuación inhumana de las fuerzas policiales del 1 de octubre, la marcha de empresas fuera de Cataluña y la encarcelación de varios políticos independentistas no les haya dado resultado, en vez de corregir su actuación, les incita a seguir por la línea dura, con la lanza de la venganza por delante.

No sé qué paso será el siguiente que den, pero si todavía no han entendido que en Cataluña hay una mayoría importante en contra del 155, que son una mayoría muy amplia los que desean un referéndum acordado, que hay una mayoría grande en contra de la encarcelación de los políticos independentistas y que los independentistas no son cuatro gatos sino cerca del 50% y no se van a rendir, es que viven en otro mundo y son un peligro para todos. Aunque tengan más fuerza, apliquen la represión en vez del diálogo y utilicen los poderes del Estado a su antojo, no han entendido que lo único que están haciendo es crear mártires y terminarán desapareciendo en Cataluña. Eso sí, complicándonos la vida a todos.

Salud y República

22 diciembre 2017

Cataluña: ¿Y ahora qué?

Ya se han celebrado las elecciones. Ya están los resultados definitivos. ¿Y ahora qué? ¿Qué ha cambiado? Sí, hay cambios cuantitativos importantes si observamos los datos de los distintos partidos. Sin embargo, si el problema mayor era ver si resistía el independentismo, el resultado ha sido claro: SI.

El bloque independentista ha conseguido la mayoría absoluta de escaños, y le sobran dos. Todo ello a pesar de que la CUP ha obtenido un resultado malo, pero JxC y ERC pueden, incluso con la abstención de la CUP, alzarse con la investidura.

¿Dónde están todos aquellos que querían hacer desaparecer de un plumazo a los independentistas? Como muchos otros decíamos la fuerza del independentismo no desaparece con actuaciones represivas, sino dialogando, haciendo política.

Es verdad que ha ganado Ciudadanos con holgura, pero también es verdad que esta candidatura ha sido la que más rechazo ha tenido desde los demás partidos. Y estaba claro que las posibilidades de que Inés Arrimadas fuera Presidenta eran nulas, incluso ganando, como ha ocurrido.

Si después del 155, de la represión del 1 de octubre, de la masiva intervención mediática antiindependentista, de una justicia al servicio del gobierno central que ha encarcelado preventivamente a políticos, de la marcha de las empresas, el independentismo tiene mayoría absoluta, alguien tendría que pensar que las medidas represivas no han servido y habrá que pensar en otras. Aunque no lo reconozcan

Ciudadanos se encuentra en la gloria, y hay que oírles hablar, parece que ya han solucionado el problema del independentismo al haber ganado, absolutamente falso.

Qué decir del PP, que casi desaparece del espectro político catalán, después de estar todo el día diciendo que ha solucionado el problema. El hecho de haber atacado desde el Constitucional, después de aprobado, el Estatut en 2010, haberse pasado siete años mirando a otro lado y sin querer dialogar, y haber aplicado en el último momento medidas represivas que han violentado los derechos humanos, han pasado factura al PP, que, sin embargo, si escuchamos sus declaraciones, parece que no ha pasado nada. No sé si están ciegos o es que la ira les hace estar en el país de Nunca-jamás.

Por cierto es de notar que también ha influido su candidato, el xenófobo Albiol que ha visto cómo el PP ha sido expulsado en las urnas de Cataluña. Baste el ejemplo de que en Badalona, donde el exalcalde obtenía mayoría, en estas elecciones ha sacado un 8%.

El PSC con el efecto Iceta, a pesar de haber subido un escaño, también ha sido comido en parte por Ciudadanos y no ha conseguido poder optar a gobernar.

También CeC ha obtenido malos resultados, tres diputados menos. Y es que en un país donde sólo se hablaba en blanco y negro, los grises han sido sepultados.

Desde luego, el bloque del 155 ha fracasado profundamente, esa intervención no ha servido para nada salvo para demostrar que la represión ha sido una espoleta que ha mantenido las ansias independentistas casi intactas. A lo mejor habría que cambiar de táctica. Aunque con estos actores parece que será difícil.

¿Quién hace sentarse a dialogar a Rajoy, cuando sigue diciendo que sólo se puede actuar dentro la ley? Naturalmente la ley la impone él, que con recovecos se la salta cuando le conviene y que no ha entendido que las leyes hay que cambiarlas de acuerdo a lo que ocurre y no al revés. Está a su servicio. No es capaz de entender que las leyes se cambian cuando los acontecimientos lo requieren, algo casi imposible si Rajoy es el mandamás. Después de estas elecciones se ve más necesario que nunca un referéndum pactado, donde los ciudadanos catalanes se expresen en libertad.


A ver si el PP se entera que la democracia es diálogo y no represión, y que las cuestiones importantes se acuerdan y no se imponen. Aunque me temo lo peor…

Por cierto, como he visto en twitter, hay una nueva empresa que se marcha de Cataluña: el PP (vamos que lo han echado).


Salud y República

15 diciembre 2017

Iceta también baila la yenka

Este hombre bailongo, como ha demostrado, lleva la música en la sangre. Claro que parece no tener preferencias por los distintos géneros, y le da igual un pasodoble que una sardana. Y, sin embargo, últimamente, lo que se le da de miedo es la yenka.

Sí, seguramente los jóvenes que lean esta entrada no conocerán este baile característico de los años 60. Un baile que tuvo su exitazo en aquellos tiempos y que no había guateque donde no se bailara. Y era facilón. Al ritmo de la música bastaba seguir con pasos acertados lo que decía el estribillo: Izquierda, izquierda, derecha, derecha. Adelante, detrás, un, dos, tres.

Pues sí señores, Iceta podría ser nombrado yenkero mayor del reino. Lo que él hace y dice no es sino una versión vintage que le ha permitido moverse, sin rubor, por una ideología ancha y, a menudo, ajena. Bastaba que un día dijera izquierda y al siguiente se corregía y decía derecha. Si un día daba un paso adelante, el otro iba al paso de los
cangrejos.

Y ahí van las pruebas. Todos recordamos como, al unísono con su jefe Sánchez, decía NO, con mayúsculas –así lo dijo--, al 155 en julio, para pasar a un SÍ en dos meses. Y tan campante. Sin los socialistas, el PP no se hubiera atrevido a imponer el 155 y seguramente no habría habido otra solución que sentarse a dialogar. Pero Iceta bailó la yenka y…

A pesar de decir que es de izquierdas, ha aglutinado a herederos de la antigua Unió, como Espadaler, en su lista electoral, con el aval de Durán i Lleida, aquel político claramente de derechas que vivió a la sombra de Pujol durante unos cuantos años.

Después ya en plena campaña, la yenka le ha absorbido el seso, de tal forma que ha sido un campeón en contradecirse. ¿Cómo es posible que se pueda entender la negación de pactar con independentistas y a la vez hablar de que la solución es un gobierno transversal?, o cuando dice que él propondrá el indulto para Junqueras y compañía y, sin embargo, cuando confirmaron su prisión, habló de cumplir la ley, a su pesar.

Es difícil nadar y guardar la ropa. Desde luego, ya me explicará el Sr. Iceta cómo es posible una transversalidad sin incluir a partidos independentistas. Ya verán como después del 21, se desdecirá y dirá aquello de: …lo que yo quería decir…, y si los números lo permiten tratará de pactar con ERC, además de CeC y buscar abstenciones. ¡Al tiempo!

Sí y no. Arriba o abajo. Izquierda o derecha. Negro o blanco, lo importante es que el gato cace ratones (gane elecciones)

La verdad es que le está dando resultados según las encuestas. Claro que también los resultados electorales han favorecido a Rajoy y ya tiene guasa la cosa. Sin embargo, hay que preguntarse si todo vale en política, si mentir es algo natural. O, simplemente, la ética está por encima de los resultados, aunque aplicarla signifique no ganar.


Salud y República

11 diciembre 2017

El papel de ‘Catalunya en Comú – Podem', en las elecciones

Es pronto para sacar conclusiones cerradas, las encuestas no dejan de ser intenciones en un momento determinado, que además pueden esconder votos ocultos.

De cualquier forma, hay cuestiones meridianamente claras. Basta sacar promedios y ver las tendencias que se están produciendo.

No entiendo muy bien cuando se trata de hablar de dos bloques y a uno se le denomina independentista, mientras que al otro se le conoce como constitucionalistas. En el primero se incluyen Junts per Catalunya (JxC: Puigdemont), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC: Oriol) y la Candidatura d’Unitat Popular (C.U.P.) y en el segundo Ciutadans, PSC y PP. Lo que suele dejar a Catalunya en Comú (CeC), la marca podemita, fuera de los dos bloques, como si estuviera en el limbo.

Para empezar es absolutamente interesado que CeC quede fuera del bloque Constitucionalista, puesto que respeta la actual Constitución y la cumple, aunque su propósito sea cambiarla para actualizarla, después de haber constatado que tras casi 40 años ha quedado obsoleta en partes fundamentales y que sólo el 20% de la población actual la votó, en su momento.

Así es que, yo llamaría a los dos bloques formados, para que no haya dudas, el bloque independentista y el bloque del 155. De esta forma queda claro que CeC no está en ninguno de los dos.

Hay algo que se repite en las distintas encuestas. Y, es que, aunque haya variaciones importantes en los distintos partidos, el resultado de los dos bloques parece que será muy parecido a los de las últimas elecciones. Los independentistas sumados, obtendrán entre 65 y 70 diputados, mientras que el bloque del 155 conseguirá entre 55 y 59, quedando CeC entre 8 y 12.


De ser así, como anuncian todas las encuestas la constitución de un nuevo gobierno sólo será clara y fácil si el grupo Independentista llega a los 68 escaños, algo probable. Lo que parece imposible es que, por ejemplo, Inés Arrimada, candidata de C’s pueda ser investida, porque para ello debería contar con los votos de CeC, algo imposible, porque aunque obtuviera los del PSC y del PP no llegaría nunca a los números del otro bloque. Por tanto, C’s parece que podría quedar entre los tres primeros partidos, incluso el primero, pero sin posibilidades de gobernar. CeC nunca puede pactar, ni votar en blanco para hacer president de la Generalitat a nadie del PP ni de C’s. Es el fruto de su política de extrema derecha que está llevando a cabo en Cataluña.

Así es que, de no conseguir los independentistas una mayoría absoluta de escaños –parece que es casi imposible, una mayoría absoluta de votos— sólo podrían gobernar en minoría si el CeC decidiera abstenerse. Algo muy difícil. Hay que recordar que los idearios y la gestión corrupta del partido de Puigdemont es incompatible con CeC, que sería quien podría darles la mayoría absoluta.

Por tanto, sólo quedarían dos posibilidades. Una, la convocatoria de nuevas elecciones –quizá la más probable--, y otra, una vez que ERC haya claramente renunciado a la vía unilateral de Independencia, si los números lo consienten, un tripartito entre ERC, PSC y CeC, cuyo líder se debería acordar.

Queda por tanto, demostrado que la importancia de CeC, más que por su número de diputados, será por su posición centrada entre los dos bloques, lo que puede hacerle jugar de comodín de los acuerdos de investidura y de gobierno.

Nada va a ser fácil el 22 de diciembre si se cumplen los pronósticos. El nuevo o la nueva president, así como la formación del futuro govern es muy complicado. Si alguien pensaba que con unas nuevas elecciones se resolvía el problema, podrá darse cuenta de su error en unos días.

Salga lo que salga, lo más importante es que empiecen a dialogar todos los actores. Es la única forma. Por un lado deberán renunciar a declarar la independencia unilateralmente, y por otro, deberán sentarse de una vez y reconocer que hay una realidad con la que hay que convivir y que no es posible que se soluciones con medidas represoras o haciendo como que los independentistas se van a disolver en un vaso de agua.

Malos tiempos para los partidos intransigentes. Si el PP y C’s no son capaces de abrir una vía de diálogo con los independentistas (supongo que PSC y CeC lo harán sin problemas) y si los Independentistas siguieran con su intento de independizarse de forma unilateral, se volverían a reproducir los mismos hechos. Y, sinceramente, ya estamos hartos, y los experimentos con gaseosa, por favor.

Salud y República


P.D. Por cierto, no sé qué hacen Junqueras, Forn y los Jordis en prisión preventiva, todavía. Llibertat!!

05 noviembre 2017

Lo que el PP tapa con el Procés Català

El llamado Procés Català está dejando en la cuneta asuntos de primera importancia, de los que, al parecer, los medios apenas dan cobertura. Y no es que no tenga importancia lo que ocurre en Cataluña, que la tiene, pero hay vida al margen, también.

Parece que todas las noticias negativas que se producen tienen que ver con Cataluña. Que si hay cientos de empresas que se van, que si se rebajan tres décimas las previsiones del PIB, que si se han gastado seis millones en el referéndum del 1-O, que si las empresas de rating nos quieren bajar la calificación, que si el turismo ha bajado un 20% en Cataluña, que si el paro ha aumentado más que en otras comunidades, etc. etc. Y todas naturalmente por culpa de los independentistas.

No voy a entrar en responsabilidades, que ya lo he escrito en más de una ocasión, baste decir que independientemente de los errores cometidos por unos y otros, la cerilla que incendió el fuego se la debemos a Rajoy y a su gobierno con el empeño de cargarse un estatuto que fue aprobado por todo el mundo menos por él y su partido, incluido el Parlamento español, el Parlament y los ciudadanos catalanes.

Pero sí quisiera hablar de otras noticias que pasan o han pasado casi desapercibidas y que son de primera magnitud, a mi modesto entender. Por ejemplo,
  
·        La insensibilidad y la insolidaridad mostrada por el gobierno Rajoy que ha conseguido batir el récord de ser el país que menos refugiados ha acogido. Mientras que Europa, también incumplidora y remolona ha acogido al 25% de los previstos, Rajoy y sus muchachos lo han hecho al 11%. Y si quieren ustedes, hablamos de las condiciones de cuarto mundo que tienen los CEAR (Centros Españoles de Ayuda al Refugiado), que constantemente denuncian ONG de primer orden.

·        El PP ha sido acusado, sin ambages, de corrupción, de manejar una segunda contabilidad con la que se ha financiado y ha jugado con ventaja en las campañas electorales. Algo que se sabía pero que ahora ha adquirido una veracidad sin tacha. Los casos Púnica e Inelsa han marcado un hito mayor en los juzgados.

·        Parece que Ruiz Gallardón está a punto de ser imputado por el caso Lezo y que su sucesora Ana Botella ha sido demandada por la venta de pisos sociales a un fondo buitre, por valor muy inferior al de mercado. Se vendieron a precio ínfimo 1860 pisos, que han dejado de recaudar al Ayuntamiento de Madrid 127 millones de euros.

·        Las puertas giratorias siguen funcionando. El último caso, el del ex director de la guardia civil –Arsenio Fernández de Mesa--, un trepa con cara dura que ahora, además de estar en Red Eléctrica, va a ingresar en una empresa armamentística, salvando el evidente conflicto de intereses.

·        La Fundación Francisco Franco (institución que en otros países estaría prohibida) ha conseguido parar el cambio de nombres de las calles de Madrid, de acuerdo a la Memoria Histórica. Mientras, el gobierno, declara de utilidad pública una asociación ultra contra el aborto (Más Futuro).


·        Acabamos de conocer que son las familias las que soportan –a la vez que lo sufren--, cada vez más, al Estado con nuestros impuestos. En los últimos diez años, han pasado de soportar el 74% al 83% del total de ingresos, mientras que la empresas han bajado del 22% al 12%. Lo que demuestra la injusta distribución de los impuestos. Hoy las empresas pagan 23.145 millones de euros menos que hace diez años. Además, hay que sumar el aumento de la evasión fiscal de las grandes empresas. Se ha hecho público que uno de cada cuatro euros de inversión española va a Paraísos Fiscales, y más de la mitad de la inversión que entra en España procede de un paraíso fiscal. ¡Y tan contentos!

Día a día, pasan desapercibidas noticias con el beneplácito del PP, que ve cómo el tiempo las hace añejas sin haber sido digeridas. Sin duda, lo que ocurre en Cataluña es importante, pero que poco se habla de otras cuestiones que nos atañen y que sin embargo, hoy, quedan olvidadas para alegría y jolgorio de los peperos, que pueden seguir haciendo de las suyas, mientras acentúan su nacionalismo cutre del “a por ellos”.

Salud y República

03 noviembre 2017

Un fiscal reprobado y una jueza condecorada azuzan el fuego contra Cataluña

Tenía intención de escribir algo al margen de Cataluña, pero las decisiones judiciales que tomó ayer la jueza Lamela –me refiero a la prisión provisional del gobierno catalán-- , instigada por el Fiscal General me hacen imprescindible que vuelva al Procès y comente algunas consideraciones que me parecen de primer orden.

Parecía que con la convocatoria de elecciones catalanas, se había calmado un poco la situación hasta que de nuevo, otra decisión errónea –probablemente calculado, no creo que el PP y sus adláteres judiciales sean tan estúpidos— ha hecho saltar la aparente tranquilidad por los aires y ha convulsionado de nuevo a la sociedad catalana.

Hablo naturalmente de la prisión preventiva que la jueza Lamela ha dictado contra ocho de los miembros del último gobierno catalán, ante la acusación de rebelión y sedición –ambas figuras discutidas por miembros importantes de la Judicatura-- y  que ha promulgado el Fiscal General Maza.

El Fiscal General del Estado que fue reprobado por el parlamento y que sigue al servicio de su amo, Mariano Rajoy, ha insistido en su actuación vengativa, impropia y vergonzosa. Y el testigo de su acusación lo ha continuado con placer inusual la jueza Carmen Lamela, curiosamente condecorada por el gobierno Rajoy y que a sus dos galardones –al mérito de la Guardia Civil y al merito Policial--, está claro que quiere unir otra, que bien podría ser al mérito de la “Unidad Nacional” o bien al de “Manolo Escobar” o, por qué no al mérito de “A por ellos”..

El Fiscal General debería haber dimitido hace meses por los affaires que terminaron con su reprobación parlamentaria, pero ahí sigue haciendo de las suyas y siguiendo al capo Rajoy con mandatos políticos de dureza y exterminio contra el enemigo. Y la jueza Lamela, que pudiendo haber dado más tiempo para que se pudieran defender los imputados --sólo les ha dejado horas para leer su acusación, lo que ha provocado su indefensión--, sigue sin duda con deleite el guión pepero del “a-por-ellos” hasta la extenuación.

Error tras error hasta la humillación total. Y todo ello sin darse cuenta de que siguen creando más independentistas con sus actuaciones vengativas. Ahora ponen la excusa de que se ha privado de libertad a los ochos miembros del gobierno porque podrían seguir el ejemplo de Puigdemont e irse fuera de España. Que no nos engañen. ¿Acaso se daba algún motivo para que se condenara a los Jordi a prisión preventiva? ¿Iban a huir cuando tienen a sus familias aquí y son simplemente unas cabezas sustituibles de unas asociaciones civiles? ¿Acaso iban a hacer desaparecer pruebas? Fue simplemente otro afán de venganza y humillación con pretensión de que fuera tomado como una medida ejemplar para otros colectivos.

Yo, que no soy independentista, no puedo estar de acuerdo con que se decida –para más inri, sin ser juzgados, como si fueran peligrosos delincuentes— la encarcelación de un gobierno por haber facilitado votar a los ciudadanos y haber declarado una república que tenía las horas contadas.

La operación obedece a un plan establecido de antemano. Todo está escrito y bien escrito, el triángulo Gobierno Rajoy, Fiscal General y Judicatura actúa siguiendo ese plan. No hay nada más que ver las prisas que se han dado, algo inédito en nuestra lentísima justicia, basta ver otros casos.

Que nadie se llame a engaños si esto termina como el rosario de la aurora. Cuando al fuego se echa, constantemente gasolina, el final es predecible. Hoy que se debería estar pensando en que hay unas elecciones cuyos resultados todo el mundo dice que apenas cambiaran, se tendría que estar pensando en el diálogo de verdad, salvo que queramos que después de todas estas barrabasadas y alguna mas que caiga, el dia 22 de diciembre, empecemos a vivir de nuevo el día de la marmota.

Evocando a Martin Niemöller y dedicado a mis amigos socialistas:

Cuando los peperos vinieron a por los desahuciados:
guardé silencio, porque yo tenía casa
Cuando dejaron de subvencionar a los dependientes:
me callé, porque yo no lo era
Cuando nos robaron el dinero para dárselo a los bancos:
me hice el tonto, porque no tocaron mis cuentas
Cuando quitaron subvenciones a los parados:
no protesté, tenía empleo
Cuando dejaron casi congeladas las pensiones:
no dije ni pío, todavía no me tocaba
Cuando injuriaron e insultaron a los rojos y comunistas:
opté por el silencio, yo era socialista
Cuando atacaron a los independentistas:
no hice ni caso, yo no lo soy
Cuando finalmente vinieron a por mí:
no quedaba nadie que pudiera protestar

Salud y República

27 octubre 2017

El Parlament proclama la independencia y el Senado aprueba el 155

El sentimiento independentista de una parte de los catalanes ha llenado su vaso. Todo son abrazos, besos y felicitaciones. Pero, ¿cómo terminará esto?

Ya sabemos que los independentistas han cometido errores, pero ahora, con toda la fuerza mediática española puesta en órbita, parece que sólo los errores independentistas nos han llevado a esta situación. Y no es verdad. La responsabilidad del Partido Popular ha sido notable.  

Más que nunca, tenemos la obligación de pensar en el camino que ha conducido a esta independencia, probablemente efímera. Las responsabilidades han de quedar al descubierto.

Aquí no hay un pueblo, el catalán, malo que se ha enfrentado a un Estado, bueno. Falso, partir de esa premisa significa un desconocimiento tremendo, además de un error total.


Todo empezó con un agravio garrafal contra Cataluña. El PP se empeñó en cargarse el Estatuto y encendió la mecha que extendió el fuego independentista. Un estatuto aprobado por el Parlament, el Congreso de los Diputados y, en referéndum, por el pueblo catalán fue llevado por los peperos al Constitucional, que se lo cargó. Algo increíble, y más si recordamos que algunos de sus artículos, declarados inconstitucionales, están presentes en otros estatutos como el andaluz o el valenciano, hoy en vigor.

Y la pregunta es de nota. ¿Hubieran los independentistas seguido el mismo camino de haberse respetado el estatuto que fue aprobado? No, rotundamente no, Yo creo que esa mecha encendida fue la que ha hecho crecer independentistas que vieron lo injusto de la medida. Y a eso, debemos añadir la inacción de un presidente, como Rajoy, incapaz de ver la gravedad del problema y que ha dejado pasar el tiempo sin mover un dedo, hasta que la escalada de las acciones ilegales independentistas le han llevado a aprobar el 155. Por cierto, un camino que el PP ha llenado de represión, de incompetencias, de silencio, de odio y con encarcelamientos. Sin la más mínima humildad y sensibilidad, con la fuerza de saberse más poderoso.

Rajoy no se puede ir de rositas. Aplicara el 155 –ya veremos de qué manera y a qué precio— y se quedará tan tranquilo. Sabe, perfectamente que esto le puede dar más votos en el resto de España. Y está claro que es de lo que se proponía. Olvidar la corrupción, las desigualdades, los recortes y atizar el fuego de la catalanofobia, todo eso le sirve para sus fines: ganar las próximas elecciones. Al menos así lo cree.

Punto y aparte merece la mención al Senado. Una institución casi muerta, con una inanición casi total ha servido para algo: Ser verdugo. Ahora entendemos su inutilidad, una institución donde el PP, a pesar de haber obtenido el 33% de los votos en el Congreso de los diputados, obtiene el 62% de los senadores.

Está claro que el Senado (cuya tarea es inútil en el 99% de su labor) ha encontrado un motivo para ser relevante: ser arma arrojadiza a favor del grupo mayoritario –absolutamente crecido por una ley electoral injusta—, esa ha sido su labor. ¿Alguien puede decir qué otra decisión importante ha tomado el Senado durante los cuarenta años que tiene de existencia? Ninguna. Este cementerio de elefantes sólo ha servido, hasta ahora, para enterrar en vida –por cierto, en muy buena vida— a cargos que han dejado de ejercer su función principal o que son promesas en ciernes.

La única solución al proceso catalán era unas elecciones anticipadas, pero el afán independentista inútil, por un lado, y las intenciones de dar la puntilla al rival y no dejarle ni respirar, por otro, ha hecho que este tren descarrile. Habrá que pedir responsabilidades. Puigdemont ha podido frenar el proceso convocando elecciones y Rajoy no ha querido sentarse a dialogar y ha preferido jugar fuerte aunque este juego le lleve a quedar como el presidente que forzó la independencia catalana, ya veremos a qué precio.

Hay que volver a la cordura y, por difícil que sea, iniciar un diálogo para que este episodio pase lo más rápidamente posible y se encuentre una solución a la demanda de la sociedad catalana, que sin duda pasa por un referendo acordado. No vale la represión, el 155 es un instrumento que dará mayores problemas. ¡Al tiempo!

Y como diría un ateo: “Que dios nos coja confesados

Salud y Republica
  
P.D. ‘Encomiable’ la labor de equilibrio del PSOE, capaz de apoyar al PP –decir sí, no, un poco, quizá al 155-- siempre de la mano de su partido amigo, con el que piensa seguir repitiendo el bipartidismo histórico ¡Toquemos madera! De Ciudadanos poco que decir, cada día más cercanos a la extrema derecha y más unidos al PP y locos porque su Inés Arrimada se arrime cada vez más a la presidencia de la Generalitat.


¡¡LIBERTAD PARA LOS JORDI!!

17 octubre 2017

Cataluña: ¡Otro inmenso error! Y van…

¿Cómo pueden ser tan torpes? ¿Acaso es lo que buscan? Una detrás de otra, el gobierno español y sus instituciones adláteres están siguiendo el camino del enfrentamiento. En vez de tratar de solucionar el problema, echan más gasolina al fuego catalán.

Hay que estar ciegos. Y lo están. El PP y sus instituciones españolistas (que no españolas) están jugando a la Victoria y parece que no van a cejar hasta que lo consigan. En vez de sentarse a dialogar, quieren que los independentistas se arrodillen y se humillen, y además meterlos en la cárcel. Hay que escuchar las declaraciones del PP y de Ciudadanos para darse cuenta de lo felices que les ha hecho el encarcelamiento de Sánchez y de Cuixart.

¿Cómo es posible ir a la cárcel por dirigir asociaciones civiles que propugnen la manifestación pacífica a favor de la independencia? ¿No va contra el derecho de manifestación y de libertad de opinión? Han traspasado el límite y hoy han vuelto a poner en marcha la máquina de fabricar independentistas. ¿Hasta cuándo?

¿Cuándo se enterarán que pueden frenar por la fuerza este proceso, de forma temporal,  pero que es imposible que sin diálogo se encuentre una solución definitiva? Se han empeñado en quemar las naves y lo están consiguiendo, son verdaderos provocadores. Y que no vengan con el cuento de la división de poderes, ya sabemos quién corta el bacalao en las instituciones del Estado. ¿Acaso debemos recordar como se elige el Poder Judicial o quién escoge al Fiscal del Estado?

La solución empezaba por haber contestado a la carta de Puigdemont con la aceptación de un diálogo desde cero, sin prejuicios por ninguna parte y si fuera necesario con una parte mediadora en el conflicto. Pues bien, en vez de dialogar –algo que el PP, por mucho que diga, siempre ha evitado— ahora ponen otro obstáculo al diálogo, la encarcelación de los dos líderes civiles más importantes del independentismo y seguirá, por si fuera poco, el 155.

Ni con golpes, ni con tribunales amañados, ni con presos políticos, ni con leyes represivas se puede solucionar nada. Muy al contrario, se proclaman héroes y se enardecen y endurecen las posiciones. No, así no. Con la legalidad están combatiendo a millones de catalanes que no se ven representados por la misma. ¿De verdad hay alguien que piense que así se puede solucionar algo? Vamos a la deriva. Y luego dirán…

Por cierto, la alegría de Ciudadanos, ese partido falangista que apoya a sus amos, es coherente. Se alegran y mucho, es lo que están buscando. Menos comprensible es la tibieza del PSOE que, aunque añada matices, sigue apoyando las barbaridades de este gobierno y sus instituciones, y para constatarlo retiran la reprobación a Sáenz de Santamaría.

Hoy, soy más pesimista que ayer. Y me temo que menos que mañana. No quieren convencer, quieren vencer a toda costa, que para eso tienen la fuerza. Han enterrado la política para sacar sus armas. Quieren infundir miedo y claramente se equivocan. Lo peor es que lo pagaremos todos, y ellos se irán de rositas…

Salud y República  

12 octubre 2017

El ‘A por ellos’ se acentúa en Cataluña

Puigdemont ha tenido que frenar, a pesar de que mantenga falsamente el pie en el acelerador. Era difícil poder ganar la batalla con esa asimetría de fuerzas. Un Estado poderoso siempre tiene las de ganar, aunque nunca se deben olvidar ciertos hitos históricos que desmienten esa aseveración. A corto plazo, la cuestión está casi zanjada. No queda otra que unas nuevas elecciones en Cataluña, bien sea porque la ruptura con la CUP le obligue a Puigdemont, o bien porque desde Madrid se imponga el 155, y a continuación se proclamen. No veo otra salida.

El Govern ha sido requerido por el gobierno central para que aclare si ha declarado la DUI. En caso de que diga que sí o que evite contestar, el gobierno tiene previsto aplicar el 155. En caso de que diga que no, la CUP romperá con Junts pel Sí.

Todo menos el dialogo. Y no dirán que no se les ha ofrecido por parte de los independentistas. Pero Rajoy, ayudado por su monaguillo Rivera –hoy más duro y más falangista que nunca--, no quiere dialogar, no ha querido nunca. Se ha visto en la obligación de aceptar sentarse en una mesa por el PSOE, pero estoy convencido de que es un paripé, con el fin de aparentar lo que nunca han sido: dialogantes.

Se pierde una oportunidad de oro. No se pueden hacer desaparecer los valores de una parte importante de catalanes, a la fuerza. Podrán actuar rotundamente, pero millones de catalanes seguirán sintiéndose independentistas. No cabe otra solución que sentarse para hablar, sin prejuicios ni barreras. De no ser así, se podrá aplastar la rebelión con la fuerza de las instituciones, de las leyes del Estado, de las fuerzas de orden, pero no se podrá convencer a nadie.

Hoy, justo hoy, 12 de octubre, hace 81 años que Unamuno dijo aquello de ‘venceréis, pero no convenceréis’. Se lo dijo a Millán Astrain, como contestación a su ‘Viva la muerte’. Y hoy la historia se vuelve a repetir. El PP, con su filial C’s, pretende vencer a toda costa, sin ni tan siquiera tratar de convencer. ¿Para qué? Una vez vencidos serán sometidos, deben pensar. ¡Craso error! Los valores y las cuestiones de conciencia no se pueden hacer desaparecer, se pueden tapar, se pueden acallar por la fuerza, pero ahí quedan. Sólo una dictadura puede mantener, por la fuerza y con presión –qué bien lo sabemos algunos--, ocultos esos valores, que permanecen indemnes a la espera de un resurgimiento en otro momento.

El Partido Popular sólo dialogará a la fuerza, lamentablemente. No hay nada más que escuchar a Rajoy, empecinado en el cumplimiento de la ley –podría aquí citar una retahíla de casos donde se la ha saltado impunemente— y a sus muchachos: Rafa Hernando el insultador, el canalla de Pablo Casado –un personaje que está en las quinielas para sustituir a Rajoy o para ser alcaldable de Madrid y que ha comparado el fin que tuvo Companys (fusilamiento) con lo que le puede pasar a Puigdemont--, o el propio Rivera, al que se le ha visto el yugo y las flechas en sus intervenciones. Y esa fuerza sólo puede venir de la oposición, el PSOE no ha estado a la altura dando su consentimiento a un Rajoy cuyo afán de victoria le ciega y le impide el verdadero diálogo. Ciudadanos es un caso aparte, se ha situado a la derecha del PP en su afán de acabar aniquilando a los independentistas. Sólo Unidos Podemos con un PSOE fuera de la triple alianza podrían obligar a Rajoy a un diálogo veraz.

No quisiera acabar sin hacer notar cuál ha sido, a mi modo de ver, el acelerante más importante que ha jugado a favor del gobierno español: El hecho de que empresas como CaixaBank, Abertis, Planeta, Colonial, Gas Natural y unas cuantas más hayan trasladado su sede social fuera de Cataluña ha sido definitivo. Sin menospreciar la fuerza del Estado central, estoy seguro de que el procès hubiera continuado si estas empresas hubieran decidido quedarse en una hipotética Cataluña independiente. ¡Poderoso caballero es Don dinero!

Hoy más que nunca se entiende el ¡a por ellos! desde las posiciones conservadoras y más reaccionarias. Y se equivocan. O buscan dialogando la fórmula para encontrar salida con un referéndum pactado o el problema se irá enquistando y, aunque parezca que se ha ganado este primer asalto, el combate seguirá en pie. ¡Al tiempo!

Salud y República