No soy poeta, no pretendo destacar con mis versos, tienen muy poco valor literario. Sólo me doy el gusto de compartir "mis poesías", con personas llanas de mi pueblo, que me piden que se las enseñe.
-¡Padre! ¿Me dejas bajar con ella?
Brillante de luz preguntó,
era una pequeña estrella,
que pidió permiso a Dios.
-Padre yo quiero acompañarla,
cuando esas velas se apaguen,
cuando no tenga luz su cara,
cuando esa música se calle.
Bajó en la fría madrugada,
como una gota de roció, se deslizó.
La miró a sus grandes ojos
y su belleza la cautivó.
Quiero ser rizado y blanco clavel.
Quiero ser cera blanca y luminosa,
suave pañuelito de su mano,
y lágrima de su carita hermosa.
Se detuvo en su corona,
y un brillante le faltaba,
y al ponerse en el hueco,
vió como la estrella brillaba.
-¡Padre déjame que me quede,
alojada en su corona
que quiero sentirme cerca
y no quiero dejarla sola!
(Fali Lobato Arahal)