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martes, 22 de noviembre de 2022

FERRANT Y PRADILLA - ROMA, 1874

Caricaturas de Cilla en Madrid Cómico: Izq. Pradilla (20.6.1880), Derecha, Ferrant (1.6.1884)

Alejandro Ferrant y Fischermans (Madrid, 1843-1917) y Francisco Pradilla y Ortiz (Villanueva de Gállego- Zaragoza. 1848 - Madrid, 1921) llegan al mundo de la pintura por muy diferentes caminos. 

Alejandro Ferrant estaba predestinado a ser pintor desde su nacimiento. Perteneciente a una importante saga artística que se remonta hasta su bisabuelo Josep Ferrán de Vilafranca del Penedés, que era asistente del Mariscal de Campo Barón de la Barra que se trasladó a vivir a Barcelona fomentando que sus hijos pudieran formarse en dibujo y talla en la Escola de Dibuix de la Junta de Comerç instalada en la Llotja. Al menos dos de sus hijos, Adriá y Luis (el abuelo de Alejandro), se dedicaron a la escultura, la talla artística y la ebanistería realizando su actividad en Mallorca durante la guerra contra los franceses. Hacia 1820 Adriá decide retornar a Barcelona continuando su actividad en escultura y Luis decide trasladarse a Madrid donde sus hijos tendrán la oportunidad de formarse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. De sus cuatro hijos Ferrant Llausás, dos, Cayetano y Alejandro, se inclinan por la talla y los otros dos, Luis y Fernando, por la pintura. (Ver en este blog: Los Ferrant una familia de artistas II).

"Alejandro Ferrant nació pintor", decía su amigo Ángel Barcia; su educación artística comienza en su propio hogar, desde niño, de la mano de su tío el pintor de historia Luis Ferrant Llausás -que también era su padrastro por haberse casado con la viuda de su hermano Alejandro-, aprendizaje que le va a permitir el paso a los estudios superiores de la Academía madrileña a los catorce años, de 1857 a 1861.
Luis Ferrant Llausás. Retrato de Alejandro Ferrant de 11 años con capa y sombrero llevando bajo el brazo su carpeta de Dibujo. 1854. MROM
Detalle de la famosa foto realizada por Martinez, hnos. Curso 1858-59 (BNE), en la que aparece señalado el joven Ferrant en la cabecera del grupo, junto a los profesores Carlos Luis RiberaCarlos Haes y Federico Madrazo y a la izquierda el también joven Raimundo Madrazo. 

En 1862 participa por primera vez en el concurso bianual que organiza la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz para promocionar la ciudad. Alejandro Ferrant se presentará en tres ocasiones a dicho certamen, logrando el primer premio en cada una de ellas. En 1864 participa por primera vez en una Exposición Nacional en la que consigue una medalla de 3ª clase por el retrato de su padrastro y en 1867 una de 2ª clase por la obra que había ganado ese año en Cádiz: Acción de armas de los gaditanos contra los moros en 1574. 

Ferrant siempre tuvo una especial afición a la acuarela. En 1866 participa en la primera Sociedad de Acuarelistas que el pintor Cosme Algarra estableció en Madrid en su estudio de la Calle San Agustín. Esta sociedad se disolvió tras la creación de la Agrupación de Acuarelistas de España en 1869 por Casado del Alisal y Martínez de Espinosa en la que se organizaron clases nocturnas de acuarela en un aula de la Academia de San Fernando, a las que Ferrant continuó asistiendo.

El conjunto de méritos y premios recibidos hasta 1873 fueron valorados para conseguir la plaza de pensionado de mérito por la Pintura de Historia en la recién creada Academia de Bellas Artes de España en Roma, que le fue concedida en 1874 por unanimidad del tribunal. 

La vida de Francisco Pradilla estuvo, por el contrario, llena de dificultades. Nace en Villanueva de Gállego (Zaragoza) y es el segundo de ocho hijos de una modesta familia formada por Marina Ortíz y Miguel Pradilla Pina, que era un modesto trabajador dedicado probablemente a la forja. Pronto la familia se instala en Zaragoza, donde se documenta su estancia a partir de 1859. Allí comienza sus estudios en el Instituto de bachiller, pero no pasaría del segundo curso pues tiene que abandonar la enseñanza para ganarse la vida. «Falto de todo apoyo y sin recursos tuve que dejar el instituto para ser pintor de puertas». En esas mismas fechas entra como aprendiz en el taller de Mariano Pescador y Escárate (1816-1886) para realizar decorados escenográficos. Allí aprende a moler colores y preparar lienzos para los decorados del Teatro Principal de esa ciudad. Hasta 1865 continúa estudios en una Escuela local de Bellas Artes dependiente de la Academia de San Luis donde tuvo a Bernardino Montañés de profesor. 

Siempre con el objetivo de mejorar su instrucción, a principios de 1866 se traslada a Madrid donde es acogido por su tío Simón Pradilla Pina, que vivía en el número 35 de la calle Leganitos, donde regentaba un estanco aunque esa dirección también figura como Casa de Préstamo a su nombre en el Anuario del comercio, la industria, la magistratura y la administración de Madrid de 1880. 
Francisco Pradilla, Autorretrato [con 21 años], 1869 Col. Particular

Pradilla continúa trabajando como pintor de brocha en las obras de la Estación de Mediodía, pero gracias a su experiencia es contratado por la sociedad “Ferri, Busato y Bonardi”, escenógrafos del Teatro Real que tenían su taller cerca de la puerta de Atocha, donde el pintor cuenta que tenía que moler los colores y realizar la preparación de las telas durante las noches para su utilización al día siguiente. Su falta de tiempo y de medios le impide hacer vida social, ir a cafés, teatros, incluso poder tener amigos, pues todos los ingresos que obtiene los destina a continuar su formación recibiendo clases nocturnas de dibujo de su paisano Ponciano Ponzano. Esta preparación le va a facilitar  el acceso a la Escuela Superior de Pintura y Escultura en el curso 1866 - 1867, con 18 años, en la que no sobresalió ni parece que lograra la tan ansiada consideración de Federico Madrazo. Cuando en 1869 Casado del Alisal y Martínez de Espinosa fundan en Madrid la Agrupación de Acuarelistas de España, Pradilla acude a sus clases nocturnas y realiza excursiones con otros artistas, empezando por la obligada visita a Toledo, de donde se conservan diversas obras. También vuelve a su tierra, Zaragoza y los veranos de 1871 a 1873 los dedicará a Galicia. 
F. Pradilla, 1869, Antigua Puerta de Bisagra de Toledo, entonces cegada (Col.part.) 
W.Rincón "Francisco Pradilla Ortiz 1848-1921"(2021). 

Sus avances en dibujo le permitieron ser contratado en La Ilustración de Madrid y sobre todo en La Ilustración Española y Americana, donde iniciará su colaboración en 1872 y después la mantendrá como corresponsal desde Roma.

Según su amigo Matías Gómez Latorre -primo hermano de su condiscípulo en la Academia Pedro Rodriguez Latorre (1848-1915): «Era Pradilla de carácter serio, reconcentrado, muy estudioso, con cultura extensa y profunda y un tremendo aficionado a la buena música; yo también lo era por aquella época y juntos íbamos a menudo al paraíso del Real, cuando costaba una modesta pesetilla, y a los conciertos de Barbieri y Gaztambide». También comentaba sobre su «indumentaria astrosa» y decía que la mayoría de sus compañeros, «huían deliberadamente su contacto». (El Socialista, 7-XI-1921). 

A pesar de este comentario, Pradilla se va haciendo un pequeño círculo de amigos con sus colegas acuarelistas entre los que se encuentra el también esforzado pintor Domingo Muñoz Cuesta, condiscípulo de la Academia (Curso 1870-71), habitual compañero copista en el Museo del  Prado y colaborador como Pradilla en La Ilustración Española y Americana, de quien pinta su retrato dedicado con la inscripción "A mi amigo Muñoz, con mucho trabajo y malo. Francisco Pradilla"
Francisco Pradilla. Detalle del Retrato de Domingo Muñoz Cuesta, h.1869
(Propuesta de identificación)
 Col. M. José Sala Pallás. (W. Rincón "Francisco Pradilla Ortiz 1848-1921" -2021).

En 1873, cuando se convoca la primera oposición de las plazas de pensionado de número para la Academia Española de Bellas Artes de Roma, Pradilla se encontraba en Galicia, por lo que su tío Simón presenta la solicitud en su nombre, aun sabiendo que su sobrino no se sentía animado a participar. No obstante el pintor realiza los ejercicios y consigue la plaza. El 27 de febrero de 1874 fue nombrado pensionado de número en la Academia de Roma, junto a Casto Plasencia, por la Pintura de Historia, a Jaime Morera, en Paisaje y al arquitecto Aníbal Álvarez, entre otros, que se convertirían en buenos amigos.
Fotografía de Pradilla, Plasencia y Álvarez h.1877 
Publicada por la Ilustración Artística 16.1.1905

La dirección de la Academia de Roma la ostentaba desde principios de ese año el pintor José Casado del Alisal que había sustituído al recientemente fallecido Rosales. A ambos admiraba Pradilla y de ellos había aprendido en la Agrupación de Acauarelistas.

Pensionados en Roma 1874-1877

No sabemos con certeza si Pradilla  y Ferrant pudieron tener alguna relación antes de ir a Italia, aunque al menos tuvieron que coincidir en las clases nocturnas de la Agrupación de Acuarelistas  a las que consta que ambos pintores asistieron, y, desde luego, tendrían muchos conocidos comunes. Pradilla coincidió en las clases de la Academia con Francisco Ferrant Boris, primo hermano de Alejandro, hijo del paisajista Fernando Ferrant. Lo que sí sabemos es la amistad que surge entre ambos durante el primer año de estancia en Roma en el que van a vivir experiencias comunes y van a establecer una relación que les llevará a colaborar en la obra que el primer año tienen que copiar como beneficiarios de la pensión. 

Por los informes que el director enviaba trimestralmente a Madrid sabemos que los pensionados se ocupaban de visitar la ciudad, tomaban apuntes de sus monumentos y museos, y , asistían por la noche a las clases de Acuarela que tenían lugar en la Academia Gigi de la Vía Margutta a las que también solía asistir Fortuny cuando se encontraba en Roma, pues a pesar de su encumbramiento y sus recientes éxitos, siempre mantuvo la relación con el grupo de pintores españoles desplazados en Roma y con la Academia desde su creación. 

La acuarela fue de nuevo, probablemente, el punto de encuentro de Pradilla con Ferrant en Roma pues el resto de su vida discurría por diferentes caminos. Ferrant se había establecido en la plaza de Capuchinos con su madre y su hermana Pilar haciendo vida de familia, mientras Pradilla con el resto de pensionados, al no tener todavía una sede donde poder alojarse, tuvieron que alquilar un piso en la vía de la Croce, 34, viviendo esta primera etapa con estrecheces por lo escaso de la pensión y de las dietas y con muchas dificultades para encontrar un lugar adecuado para residir y sobre todo para pintar.

Al llegar el verano, a pesar de que el Reglamento establecía que los pensionados no podían salir de Roma durante el primer año, muchos de ellos obtienen el permiso necesario para dejar la ciudad con dirección a las playas del sur. Pradilla, junto con Morera, Ferrant, con su familia, siguen los pasos de Fortuny, que a principios de julio había optado por pasar el verano cerca de Nápoles, en Portici, a los pies del Vesubio, donde alquiló la Villa Arata, frente al mar. 

Alejandro Ferrant aprovecha su viaje para visitar a los Fortuny en Portici, tal como le cuenta tiempo despues al musico Barbieri en una extensa carta: "Una tarde en Portici visitamos, en su preciosa villa de Arratti, al pobre Fortuny y a su querida familia, que tenían un paraíso por casa, al lado del mar con unas vistas admirables y había un túnel pequeño entre este y la casa porque por encima pasaba la vía férrea. Estaba contentísimo, pintando el célebre cuadro de a Playa en que puso a Cecilia, sus hijos y otras señoras y en el fondo una multitud de chicos bañándose. Cuadro de luz y verdad de color y fineza de ejecución, que es un portento." (Carta de Ferrant a Barbieri. Roma 9 de diciembre de 1876.)
M. Fortuny, Playa de Portici 1874 Meadows Museum. Dallas 

No hay constancia, en cambio, de que Pradilla, gran admirador de Fortuny, a pesar de viajar por la zona, hiciera también una visita al pintor. Los apuntes y obras que se conservan realizadas en ese tiempo se refieren a Nápoles o a Capri, como la tablita que regaló a Angel Avilés y que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Córdoba formando parte de su numeroso legado.
Marina de Capri. "Al amigo A. Avilés F. Pradilla. Capri. 1874" MBA Córdoba

Pero el verano termina y Ferrant y Pradilla vuelven a encontrarse en Roma para planificar la realización de la obra que, según el reglamento de la Academia, debían realizar el primer año de pensión: una pintura que reprodujese «un cuadro de un maestro antiguo o de un fragmento importante de algún fresco o pintura de grandes dimensiones, procurando que dicha copia sea de autor ilustre». Ambos pintores, al inicio del nuevo curso, se ponen de acuerdo para realizar conjuntamente la copia de la parte "terrenal" de La Disputa del Sacramento de Rafael, la primera obra que el maestro de Urbino pintó en la estancia vaticana de la Signatura. 

Poco tiempo después, tiene lugar un suceso que va a conmover la vida artística de Roma: la inesperada muerte de Mariano Fortuny, figura principal del amplio colectivo artístico español en Roma. Ferrant y Pradilla vivieron el hecho muy de cerca y les impresionó profundamente; ambos captarán los detalles del velatorio y entierro enviando sus dibujos a España para su publicación en La Ilustración Española y Americana.
Detalle del dibujo de Alejandro Ferrant Fischermans grabado por A. Carretero que recoge la comitiva del entierro de Fortuny. A la izquierda puede verse al pintor Pradilla tomando notas. (La Ilustración Española y Americana 15.12.1874)
Francisco Pradilla (Dibujo) B.Rico (Grabado). Entierro de Fortuny. 1874. La Ilustración Española y Americana, 15/12/1874.  (El original perteneciente a a Colección JANO, en la CM)

El 8 de diciembre publica una carta de Pradilla "que no estaba destinada á la publicidad" en la que hace un amplio relato de los detalles del suceso: Un joven amigo de Fortuny, artista de talento, que honra frecuentemente las columnas de La Ilustración, ... nos escribe desde Roma con fecha 27 de Noviembre ínteresantes pormenores sobre la enfermedad y fallecimiento del gran pintor que la patria acaba de perder.— Corríase entre nosotros (dice el Sr. Pradilla) que Fortuny se hallaba algo indispuesto del estómago, y en efecto, por dos noches seguidas notamos su ausencia de la clase de los pensionados..." (La Ilustración Española y Americana, 8/12/1874.)  

José Jiménez Aranda. Detalle de la antecámara mortuoria de Fortuny, en el que puede verse a Ferrant dibujando junto a Pradilla. La Ilustración Española y Americana, 22/11/1875. 
(Emiliano Cano. Los últimos días de Mariano Fortuny y Marsal.Cartas Hispánicas, 2018 )

De vuelta a las tareas de pensionados los dos pintores inician los preparativos del trabajo que han decidido realizar, la copia de la parte terrenal de la Disputa del Sacramento de Rafael de la Estancia de la Signatura. No se plantean la posibilidad de abordar la obra en su conjunto, incluyendo la parte celestial porque superaría ampliamente sus obligaciones de primer año de pensión. Hay que pensar que debieron obtener los permisos necesarios para poder montar el andamiaje que les permitiría ver de cerca la obra. El testimonio de esta estructura podemos verlo en un dibujo que realizó Pradilla
Dibujo de Francisco Pradilla: Ferrant (en lo alto del andamio) y Pradilla, ante la mitad del lienzo que le corresponde, copiando el fresco de la Disputa del Sacramento en la Sala de la Signatura del Vaticano. 1875. Colección particular.

En la primavera del año siguiente, la obra resultante, un lienzo de grandes dimensiones (3,08 x 7,95 m.) es enviada a España, donde según los cronistas de la época, causa sorpresa y admiración, aunque alguno, como Jacinto Octavio Picon realiza una dura crítica por no haber copiado la obra en su integridad: "La composición ha sido mutilada horriblemente: se ha copiado toda la parte inferior, la acción que se realiza en la tíerra y se ha omitido la superior, la que se cumple en él cielo. La unidad de la obra está completamente destruida". (El Globo, 4 de octubre de 1875). 
Alejandro Ferrant. Copia de la de la Disputa del Sacramento de Rafael. Parte derecha del lienzo. 
Francisco Pradilla. Copia de la de la Disputa del Sacramento de Rafael. Parte izquierda del lienzo 
A.Ferrant, Copia de la de la Disputa del Sacramento de Rafael. Remate superior del conjunto con cuatro ángelotes que sostienen los Evangelios y en el centro el Espíritu Santo. 
Copia del fresco Disputa del Santísimo Sacramento, pintado por Rafael en la Estancia Vaticana de la Signatura (óleo sobre lienzo, 3,08 x 7,95 m; Galería alta del patio del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Madrid). 

La mitad de la izquierda del cuadro la ha copiado hábilmente el Sr. Ferrant, viéndose las figuras (todas de tamaño natural), muy bien concluidas y con los tonos á la manera de Rafael. El bastidor que completa la obra por la derecha es del Sr. Pradilla, con un colorido intencionado y ventajosas dotes también en su autor. (Miguel Martínez Ginesta, El Imparcial 3 oct.1875).

Algunos autores han considerado por error que Ferrant solamente habría realizado el pequeño lienzo correspondiente a la parte superior. Lo cierto es que Alejandro Ferrant realiza la mitad que le corresponde de la obra y además, más allá de la obligación, pinta el pequeño lienzo superior del Espíritu Santo rodeado de ángeles que sostienen los evangelios, buscando al rematar de una forma más armónica el conjunto de la obra, aunque quizás también quisiera compensar el trabajo realizado por Pradilla de la parte central del altar con el ostensorio. 

El director de la Academia, Casado del Alisal, en el informe que envía a Madrid sobre la obra hizo notar que Ferrant había llevado con exceso las obligaciones que le imponía el Reglamento. "Pradilla junto a su amigo Ferrant, modificadas por el estudio sus primeras tendencias de elección y dividiéndose proporcionalmente el trabajo, reproducen la parte inferior del gran fresco de Rafael La Disputa del Sacramento .../... A los dos lienzos indicados acompaña un tercero ejecutado por Ferrant, que sirve de complemento al trabajo de ambos artistas y que corresponde a la parte central superior del fresco. En él está representado el Espíritu Santo rodeado por ángeles..."
La unión de los tres lienzos que componen la obra, marcada aquí por una línea azul, muestra la distribución de las áreas de trabajo: la parte derecha y la superior, de Alejandro Ferrant, la izquierda de Pradilla.

No tenemos noticias de que ambos pintores volvieran a colaborar, como en esta ocasión, pero a juzgar por algunas obras de Ferrant cabe pensar que dicha relación se mantuvo a lo largo del tiempo como ocurre en El retrato de Pradilla que Ferrant regala en 1903 al Museo de Arte Moderno (hoy en el Museo del Prado), en el dibujo publicado en la Ilustración con motivo de la presentación de La Rendición de Granada de Pradilla en el Senado, o, por último, la incorporación de Pradilla al olimpo de los próceres aragoneses, junto con Goya, en la cúpula de la sala del trono  del palacio de Sástago en Zaragoza 
Alejandro Ferrant, Retrato de Francisco Pradilla, 1874. Donado por el pintor al Museo de Arte Moderno, MNP. 
Alejandro Ferrant. La rendición de Granada de Pradilla en el Senado. La Ilustración española y americana. 15.7.1882
Alejandro Ferrant. Detalle de La Alegoría de Zaragoza en la cúpula del Salón del Trono del Palacio de Sástago. 1889 (Zaragoza)

No conocemos, en cambio, ninguna obra en la que el pintor zaragozano representara a Ferrant, aunque probablemente mantuvieron una buena relación tanto durante el resto de periodo de estancia en Roma como a lo largo de su vida. 

El carácter de Pradilla algo triste y pesimista lo define bien la descripción de Ángel Barcia que le conoció durante el pensionado romano. "Tuvimos larga conversación sobre España, el estado del arte, sobre las amarguras, el desaliento, el cansancio, el continuo rabiar del artista. Bien experimenta él todo esto, es el pensionado de más genio y también el más desgraciado, al menos el que más sufre, claro;". Muy diferente su consideración sobre Ferrant "El carácter de Alejandro es excelente, bondadoso, dulce, afectuoso, modestísimo; es un modelo de amor filial y de buenas costumbres. (A. Barcia. Mamotretos. BNE).
 Alejandro Ferrant, Autorretrato con boina, dedicado a su cuñado, el diputado Antonio Vázquez. 1906

viernes, 24 de noviembre de 2017

EL ENTIERRO DE FORTUNY DIBUJADO POR PRADILLA

El 24 de noviembre de 1874 era enterrado en el cementerio del Campo Varano de Roma Mariano Fortuny y Marsal (1838-1874), fallecido prematuramente a los 36 años. Aprovechando la efeméride y la exposición recientemente inaugurada en el Museo del Prado sobre el pintor de Reus (hasta el 18 de marzo del año próximo), escribo con la imprescindible colaboración de mi hijo Emiliano Cano Díaz sobre los personajes que acudieron a su entierro.

LA IMAGEN DEL ENTIERRO


Francisco Pradilla es el autor de un dibujo del entierro de Fortuny, que tiene lugar tres días después de su fallecimiento, ocurrido por causas que no han sido nunca suficientemente aclaradas*.

Francisco Pradilla (Dibujo) Bernardo Rico (grabado). La Ilustración Española y Americana, 15/12/1874, p.729

El dibujo, publicado poco después por La Ilustración Española y Americana (15/12/1874, nº XLVI), recoge un momento que Pradilla narra de esta forma:

    «Allí, alrededor del cadáver, el gran paisista napolitano Vertunni, porque Morelli no podía hablar embargado por el llanto, leyó un sentidísimo discurso haciendo el resumen de la vida artística de nuestro incomparable Fortuny». 

Vertunni, junto a Morelli, «que es el que en mi dibujo lleva la paleta en la mano», son los dos únicos asistentes al entierro identificados por el propio Pradilla en una carta publicada en el número anterior de la misma publicación (nº XLV), pero la composición contiene un gran número de retratos de otros artistas y amigos de Fortuny que nos hemos propuesto identificar.

Algunos de los retratos realizados por Pradilla (los de Agrasot y Moragas) fueron sacados con toda probabilidad de una fotografía hecha en el jardín de la Villa Martinori –residencia de los Fortuny en Roma– el 26 de diciembre de 1873, tras una paella preparada por el valenciano Ferrándiz. Es lógico suponer que aparte de los apuntes tomados in situ, Pradilla se sirviera de ésta u otras fotografías para reflejar la fisonomía de los asistentes al entierro.
Foto de grupo en Villa Martinori (26/12/1873). De izquierda a derecha: Josep Tapiró, Joaquín Agrasot, Tomás Moragas, Bernardo Ferrándiz, Celeste De Angelis* (esposa de Simonetti), Cecilia de Madrazo (esposa de Fortuny) con Mariano Fortuny y Madrazo, Sra. de Capobianchi, Emma Zaragoza (esposa de Agrasot), Sra. de Herrer con María Luisa Fortuny y Madrazo, Edoardo Dalbono, un pintor napolitano sin identificar, Attilio Simonetti, Joaquín Herrer, Ricardo de Madrazo, Domenico Morelli, Mariano Fortuny, Vincenzo Capobianchi y Paul-Marie Lenoir.
* Gracias a Giovanni Carboni por el dato.

Francisco Pradilla, el dibujante dibujado

El pintor Francisco Pradilla no es el único que dibuja la concurrencia al entierro de Fortuny. De Alejandro Ferrant Fischermans (1843-1917), amigo de ambos que se encuentra en Roma pensionado de mérito por la Academia de Madrid, se publica un dibujo en La Ilustración Española y Americana que refleja el momento en que la comitiva se dirige al cementerio, en el que sitúa en primer término a su colega Pradilla tomando apuntes en la parte izquierda de la composición.

Francisco Pradilla -a la izquierda- tomando apuntes durante el entierro de Fortuny. Detalle del dibujo de Alejandro Ferrant Fischermans grabado por A. Carretero en La Ilustración Española y Americana, 15/12/1874, nº XLVI, p.728

Francisco Pradilla y Ortiz 
(1848 – 1921)
Pintor de historia, nacido en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego, inició su aprendizaje en Zaragoza y más tarde se trasladó a Madrid, donde continuó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se encontraba en Roma cuando murió Fortuny gracias a la pensión concedida por la Academia madrileña para completar sus estudios. Durante el tiempo que vivió en Roma pintó el cuadro que le hizo más famoso: Doña Juana la Loca, por el que obtuvo medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878 y medalla de honor en la Exposición Universal de París del mismo año. Fue director de la Academia de España en Roma y del Museo Nacional de Pintura. Sus mayores logros los obtuvo con grandes cuadros de historia, aunque también pintó obras más pequeñas con escenas de género en la línea que puso de moda Fortuny. Murió en Madrid a los 73 años.
Francisco Pradilla, Autorretrato, 1877. Museo de Zaragoza



IDENTIFICANDO A LOS PERSONAJES

Vincenzo Capobianchi 
(1836 – 1928) 

Pintor, numismático y marchante romano. Como pintor era conocido por sus escenas realistas de estilo neo-pompeyano. Hijo de un anticuario de la vía del Babuino en Roma, tuvo una estrecha amistad con Fortuny con quien compartió sus dos pasiones: la pintura y las antigüedades, formando parte de un grupo al que se adhieren Simonetti, Moragas y Agrasot, grupo que se dispersará a la muerte de Fortuny. Escribió varios estudios sobre monedas italianas.

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Autorretrato de Capobianchi


Dama secando sus lágrimas con un pañuelo
La presencia de una dama en la composición enjugando sus lágrimas podría representar, de forma alegórica, a Cecilia de Madrazo (1846 – 1932), viuda de Fortuny, que no acudió al entierro ni tomó parte en sus preparativos. En su nombre se introdujeron en el féretro un medallón de oro, conteniendo su retrato y los de sus hijos, junto a un mechón de pelo de los mismos; una cajita de bolsillo que usaba el pintor para hacer estudios del natural conteniendo un pequeño estudio al óleo realizado en Granada de unas buñoleras así como sus pinceles sucios; también se introdujeron en el féretro multitud de flores, un estudio a la pluma de la mascarilla de Beethoven y un pergamino con las firmas de los asistentes.

Dibujo de Pradilla / Fotografía / Retrato por Fortuny, 1874 (Detalle de La playa de Portici)

Walther Fol 
(1832 – 1890) 
Ingeniero ferroviario y coleccionista de arte. Aunque nacido en Paris en 1832, Fol procedía de una familia protestante de Vandœuvres, una comuna suiza del cantón de Ginebra. Después de estudiar ingeniería civil en Ginebra y París, vivió durante mucho tiempo en Roma, donde frecuentó a Fortuny y donde reunió importantes colecciones de objetos y obras de arte. En 1871 realizó la donación a la ciudad de Ginebra de todas sus obras y antigüedades por las que se creó el Museo Fol del que el coleccionista realizó su primer catálogo en 1874. En 1919 las colecciones Fol fueron transferidas al Museo de Arte e Historia de Ginebra en el que se encuentran en la actualidad ubicadas en las salas de la planta baja. 

Dibujo de Pradilla / Fotografía

Baldasarre Odescalchi 
(1844  1909)

El príncipe Baldassarre Ladislao Odescalchi fue un político italiano, nacido en una familia noble perteneciente a la regla pontificia. Se graduó en la Universidad de Roma. A causa de sus manifestaciones liberales contrarias al poder temporal del Papa se vio obligado a refugiarse en Florencia, entonces capital de Italia. Ministro honorario en el Ministerio de Asuntos Exteriores estuvo destinado en Viena y posteriormente en París. Más tarde pudo volver a Roma, donde fue nombrado miembro de la efímera Junta de Gobierno del general Raffaele Cadorna. Fue presidente del Círculo Artístico Internacional, y se casó en 1881 con la condesa florentina Emilia Rucellai con quien tuvo cuatro hijos.

Dibujo de Pradilla / Fotografías

Pietro Venturi 
(1824  1892) 

Abogado y político italiano. Fue diputado del Parlamento Italiano y Alcalde de Roma. Nacido en una familia notable de la población de Campagnano di Roma, fue elegido Consejero de Administración, Economía y Asuntos Jurídicos en 1871, después en 1872 fue nombrado asesor del alcalde Luigi Panciani, y ejerció desde ese puesto la alcaldía de la ciudad en funciones, situación en la que se encontraba a la muerte de Fortuny presidiendo su entierro en nombre de la ciudad de Roma. Tras la dimisión de Panciani es nombrado él mismo alcalde de Roma. También fue presidente de la Cámara de Comercio romana. 

Dibujo de Pradilla / Grabado
Tomás Moragas 
(1837 - 1906)

Nacido en Gerona, vive desde niño en Barcelona donde realizará su primera actividad en el taller del platero José Pomar, quien más tarde será su suegro. Asiste a la Escuela de La Lonja (1850) donde tuvo como maestros a Claudio Lorenzale Pablo Milá Fontanals. Allí conoce a José Tapiró, a Jerónimo Suñol, y a Mariano Fortuny con el que mantendrá una gran amistad hasta el final de su vida. Con él coincide en Roma en 1858 a donde se traslada a pesar de no disponer de beca para financiar su estancia. Siguiendo el consejo de Fortuny, expone algunas obras en Madrid, en el estudio de Federico de Madrazo y en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1867, en la que obtiene gran éxito y es premiado con mención honorífica de primera clase. Tras la muerte de Fortuny y a causa de la enfermedad de su mujer decide volver a Barcelona en 1876, donde se dedicará a la enseñanza. Su obra pictórica tanto en óleo como acuarela, está claramente emparentada con la de Fortuny.

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Retrato por Fortuny, 1869 (MNAC)

Jerónimo Suñol 
(1839 - 1902) 

Jerónimo Miguel Suñol y Pujol es un escultor nacido en Barcelona, de origen humilde. Trabajó en el taller de los hermanos Vallmitjana, terminando sus estudios en Roma, a donde se trasladó en 1862, costeando él mismo el viaje y la estancia, y donde conoció a su futura esosa Adela Rossi Orsini. En 1867 el Estado le concede una pensión para que pueda permanecer en Roma de donde regresará en 1875. A su vuelta no recibe apoyo ni aprecio de sus paisanos, a pesar de ser ya un artista reconocido con dos medallas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, por lo que decide establecerse en Madrid para dedicarse a la estatuaria pública y la escultura religiosa. El reconocimiento le llega con su incorporación como académico y profesor en la Academia de San Fernando en 1882 con la ayuda del Marqués de Salamanca, de quien realiza un espléndido monumento en Madrid. A la muerte de Fortuny, Suñol le saca la mascarilla de su cara y el molde de su mano derecha. 

Dibujo Pradilla / Grabado / Retrato por Fortuny (MNAC)

Ernest Hébert 
(1817 – 1908) 

Antoine Auguste Ernest Hébert fue un pintor académico nacido en Grenoble que vivió 91 años y murió en La Tronche (Isére), Francia. Era primo del escritor Henri Beyle, más conocido por su seudónimo, Stendhal. De formación autodidacta, recibe consejos de Paul Delaroche y más tarde entra en la Ecole de Beaux Arts y recibe una pensión para estudiar en Roma después de haber obtenido un gran éxito con "Le Tasse en prison" expuesto en el Salón de París en el año 1839.  Hébert fue un pintor clásico que pintó escenas relacionadas con la literatura romántica de aspecto melancólico por lo que a veces ha sido incluido entre los pintores simbolistas. Amigo y admirador de Fortuny, fue durante años director de la Academia de Francia en Roma. Su fama vino de la mano de su obra "La malaria" que presentó en el Salón de 1850. En una carta escrita al paisajista Jules Dupré, Hébert le comenta: "He decidido pintar solo la cosa o el hecho que me haya emocionado. Creo es la mejor manera de seguir siendo verdaderamente artista…". 

Dibujo de Pradilla / Fotografía / Autorretrato de Hébert (Musée Hébert)

Attilio Simonetti 
(1843 – 1925) 

Pintor y anticuario romano. Hijo de un platero y grabador, era miembro de una famosa familia de artistas del mosaico. Desde muy joven se interesó por la pintura, conociendo en Roma a Fortuny, del que fue discípulo y amigo. En 1868 comenzó a presentar sus obras en distintas exposiciones, que fueron muy bien acogidas y alguna de ellas adquirida por el Príncipe Umberto, que unos meses más tarde se convertiría en rey de Italia. Participó en la fundación del grupo de los acuarelistas romanos. Fue uno de los ejecutores testamentarios de Fortuny para la venta de los artículos que éste había ido reuniendo en su colección. En 1904 adquiere el palacio Odescalchi en Via Vittoria Colonna para convertirlo en galería de antigüedades, contando entre sus clientes John Pierpont Morgan y William Astor. Se distinguió por la calidad de sus obras hechas de óleo y acuarela en el gusto de la pintura de género, entonces en boga. 

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Retrato por Fortuny (Museo Fortuny)

Josep Tapiró 
(1836 – 1913)

Josep Tapiró i Baró, pintor de estilo orientalista, era paisano de Fortuny; al igual que él, se inició en la pintura con Domènec Soberano y completó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, en Madrid y en Roma. Viaja a Tánger en 1871 con Fortuny y Ferrándiz, donde empieza a pintar sus escenas marroquíes. Tras morir Fortuny se instaló en Tánger hasta su fallecimiento a los 77 años, con una breve estancia en España entre 1907 y 1908. Se especializa en la técnica de la acuarela y recibe numerosos reconocimientos y premios en diversas exposiciones.

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Retrato por Fortuny, 1874

Prosper d’Épinay 
(1836  1914)

Escultor, también conocido como Conde Prosper d'Epinay o Nemo en su faceta de caricaturista. Nacido en Pamplemousses (Isla Mauricio) y muerto en Saint-Cyr-sur-Loire. Se inicia en la escultura en París en el estudio Jean-Pierre Dantan. Su estilo estará influenciado por el arte del siglo XVIII, del que se considera admirador. En Roma residió en Villa Medici y se dedicó al estudio de la escultura clásica, fundó el estudio de Via Sistina, que dirigió entre 1864 y 1912. Allí entabló relación con Mariano Fortuny y con Henri Regnault. 

Dibujo de Pradilla / Fotografías

Joaquín Agrasot 
(1836  1919) 

El pintor oriolano Joaquín Agrasot y Juan inició los estudios en su ciudad natal obteniendo en 1856 una pensión de la Diputación Provincial de Alicante para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde tuvo por maestro al pintor y restaurador Martínez Yago (padre de Martínez Cubells). Posteriormente obtuvo una nueva pensión que le permitió ir a Roma, donde entró en contacto con Rosales, Casado del Alisal Fortuny, con este último mantuvo una estrecha amistad. Participó en diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, donde obtuvo importantes éxitos. Permaneció en Italia hasta la muerte Fortuny, tras la cual regresó a España donde consiguió gran prestigio como pintor costumbrista y fue miembro de las Academias de Bellas Artes de Valencia y de Madrid. Falleció en Valencia a los 83 años.

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Autorretrato de Agrasot (MNAC)

Manuel Rancés y Villanueva 
(1824  1897)

El gaditano Manuel Rancés y Villanueva, IV Marqués de Casa Laiglesia, fue un político, diplomático y periodista. Ejerció como ministro plenipotenciario en distintos países, gobernador de Cádiz y senador y diputado a Cortes. En su faceta de periodista y escritor castizo publicó artículos de carácter satírico-político que le costaron la deportación a Santa Cruz de Tenerife. Posteriormente fue diplomático durante treinta y seis años. Uno de sus destinos como ministro plenipotenciario fue Roma donde tuvo ocasión de representar al gobierno español en el entierro de Fortuny.

Dibujo de Pradilla / Fotografía

Achille Vertunni 
(1826  1897) 

Pintor napolitano, asistió al Real Instituto de Bellas Artes de Nápoles y en 1853 se trasladó a Roma donde comenzó a realizar pintura de historia para después especializarse en paisaje, en particular el de la campiña romana. Participó en exposiciones internacionales, en Viena, en París y Roma donde sus obras fueron bien acogidas. En la actualidad sus pinturas pueden verse en museos de arte moderno italianos, en Roma, Florencia y Turín. Su estudio de Roma en la Via Margutta fue un centro de reunión de todo tipo de artistas y políticos de la época. Los últimos años de su vida estuvo aquejado de una parálisis progresiva al parecer causada por envenenamiento por el plomo de las pinturas. Murió en Roma a los 71 años. 


Dibujo de Pradilla / Fotografía

Domenico Morelli 
(1826  1901) 

Pintor napolitano, originario del Borgo Santa Lucía, asistió a la Academia de Bellas Artes de Nápoles. En 1848 ganó una beca para estudiar en Roma y posteriormente visitó Florencia donde recibe su primer reconocimiento público que fue seguido de su presentación en 1855 en la Exposición Universal de París. Sus primeras pinturas fueron influenciadas por los ideales románticos pero su mayor fama la alcanza por sus composiciones de temas históricos y bíblicos que derivarán finalmente hacia el misticismo y lo sobrenatural. Mantuvo gran amistad con Mariano Fortuny. Ha sido uno de los artistas napolitanos principales del siglo XIX; fue consultor del Museo de Capodimonte en Nápoles, catedrático y director de la Academia de Bellas Artes de esa ciudad. Además llegó a ser senador del Reino de Italia.

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori / Retrato por Vincenzo Gemito

José Casado del Alisal 
(1832 – 1886)

Nacido en el pueblo de Villada, Palencia, se formó en la Escuela Municipal de Dibujo de esa capital y más tarde en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde estudió bajo la dirección de Federico de Madrazo. En 1855 consiguió una beca para ir a Roma aunque residió en diversas ciudades italianas. Prorrogada su pensión, continuó su formación en París donde pintó "El juramento de las Cortes de Cádiz", y "La rendición de Bailén" obras que se encuentran en el Congreso de los Diputados de España. En sustitución del malogrado Eduardo Rosales fue nombrado director de la Academia de España en Roma, en cuya representación asistirá al entierro de Fortuny. Fue miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Al final de su vida recibió el encargo de la decoración de una capilla en la basílica madrileña de San Francisco el Grande, donde pintó la "Aparición de Santiago en la batalla de Clavijo" y donde la muerte le sorprendió cuando comenzaba a componer una segunda obra. 

Dibujo de Pradilla / Fotografía / Retrato por Fortuny (Museo del Prado)

Joaquín María Herrer y Rodríguez 
(1836 - 1917)

El pintor madrileño Joaquín Mª Herrer cultivó la pintura costumbrista y se especializó en interiores de iglesias y cuadros de casacones. Comenzó su formación en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando de Madrid, donde fue discípulo de Federico de Madrazo. Amplió sus estudios en París, gracias a una pensión que le fue concedida por la Diputación de Madrid; allí acudió a la Escuela Imperial, donde fue alumno del pintor Gleyre y conoció a Fortuny, Martín Rico y Eduardo Zamacois. Como amigo y discípulo de Fortuny se trasladó con él a Roma. En la década de 1880 volvió a España y se instaló en Ciudad Real, donde fue catedrático de dibujo del Instituto de Segunda Enseñanza. Remitió sus obras a exposiciones nacionales y extranjeras, obtuvo tercera medalla en la Exposición Nacional de 1867 por El agua bendita o las comendadoras de Santiago y una segunda en 1892 con Flores de mayo, actualmente del Museo del Prado que dispone de ocho obras más de este pintor, la mayoría depositadas en otras instituciones.

En 1983 fue nombrado profesor en la Escuela de Pintura y Escultura en Manila, bajo la dirección de Lorenzo Rocha, donde fue muy apreciado y ejerció gran influencia en los jóvenes artistas locales. Allí estableció su residencia hasta su muerte en 1917. 

Dibujo de Pradilla / Fotografía en Villa Martinori 

      
"Con razón dijo un diario que en aquel día no se había movido en Roma ni un pincel ni un buril."

F. Moja y Bolivar. Recuerdos artísticos de Roma. Mariano Fortuny. 
La Academia, 30 de noviembre de 1878, p.314.

*En fechas próximas se publicará el artículo "Los últimos días de Mariano Fortuny y Marsal", de Emiliano Cano Díaz, que recoge todos los avatares conocidos sobre la enfermedad y muerte de este pintor, que comentaremos oportunamente en este blog.