Me salgo un poco de la tónica para hacer una reseña literaria diferente. Primero: es diferente porque NO es de los Cazadores Oscuros, así varío un poco (aunque la próxima no creo que tarde mucho en caer) XD. Segundo: es diferente porque se trata de una historia homoerótica (relaciones entre personajes del mismo sexo, en este caso, hombres), y es la primera que leo del género (aunque en formato manga, ya he probado algunos yaoi, pero no demasiados). Y tercero: es diferente porque es la primera reseña de una novela autopublicada que hago.
A Dorianne no sólo tengo el placer de haberla conocido en persona (y deseando que podamos volver a coincidir! ^__^), sino que también disfruto mucho de sus obras. Hasta ahora, había probado su lado de “mangaka” con No te escondas, Susurro de besos (comic, la novela la tengo esperando para que le toque el turno de leerla) y La flor del mal. En el apartado gráfico aún le falta pulirse, cosa que poco a poco va haciendo, mejorando a pasos agigantados, pero en historia me encantan sus personajes sufridores y desgarrados por una trama a menudo cruel. Y así, como me suele pasar cuando voy a empezar a leer algo nuevo, mi mano acabó cogiendo este libro de la estantería sin un motivo concreto. Le había llegado el turno, simplemente XD.
Albert Aumont es un vampiro de origen francés que ya lleva siglos dando vueltas por el mundo. Una noche lluviosa, tras haberse alimentado de un viejo cura, acaba en una pequeña iglesia con la intención de restregarle a Dios lo que ha hecho. Es entonces cuando encuentra a Davide Ferreri, un joven sacerdote que se le acerca para preguntarle si se encontraba bien dado su aspecto pálido. Desde ese momento, ambos se sienten atraídos por el otro, pero al mismo tiempo, el odio se impone entre ellos.
Esa mezcla de deseo y antipatía explota cuando Albert se da cuenta que Davide está muy enfermo y a punto de morir. Si no quiere perder al hombre del que se ha enamorado, lo tendrá que convertir en vampiro, aunque con ello, éste le odie por toda la eternidad.
El argumento me ha salido más breve de lo que quería, pero no me puedo enrollar más porque ya sería quitaros la emoción de descubrir todo lo que pasa. Evidentemente, Davide no muere porque Albert le convierte, pero eso es tan sólo el principio de la historia.
El libro está estructurado en tres partes, pero yo las considero realmente como dos, llamémosles, arcos argumentales, pues entre la 2º y la 3º parte hay un lapso de años pero la trama es la misma. Casi se podría decir que hay dos libros independientes, por lo que los voy a reseñar así =)
El primer arco argumental diría que es más intimista, está centrado en conocer a los personajes y ver cómo desarrollan esa relación de amor-odio tan bestia que les une. Debo decir que, en un principio, no me estaba resultando muy alentadora la novela. Para empezar, por el enamoramiento tan brusco que tienen. Creo que le habría venido bien un poco más de calma en ese sentido, claro que eso pasa en muchas más historias; no es lo que más me molestó. Lo otro que me chocó, y que no me estaba gustando, fue ese ambiente aprensivo, esa violencia y ese odio que rezumaban los dos a pesar de sus sentimientos de atracción por el otro. La verdad es que me costó digerir las primeras páginas con algunos arranques de locura que les dieron a ambos (esa parte del piano por parte de Albert). Cuando se avanza, más adelante, se ve que es necesario para la evolución de ambos y de su relación, pero en un principio… Por suerte, dejan atrás esa parte y es a partir de entonces cuando la novela va sobre ruedas. Es, viéndolo en perspectiva, cuando los primeros capítulos tienen más valor.
De ese primer arco, lo que más me gustó sin duda fue el pasado de Albert. Me emocionó muchísimo su historia y explicaba buena parte de las acciones y su forma de ser, tanto del comienzo como del resto de la novela. Como Davide era un humano, no tenía una “gran” historia detrás, y aún así, hubo pasajes que también me tocaron la fibra sensible. Aparte de eso, la evolución de su relación, desde ese brusco comienzo, me pareció muy bien llevada. Así, la novela podría haber acabado, pero en cambio le queda otro arco muy intenso a continuación.
El segundo arco diría que es más activo en el sentido de que la trama no se basa únicamente en la pareja protagonista. Los secundarios cobran más relevancia y, unos ayudan, mientras que otros les ponen palos en las ruedas por sus propios motivos egoístas. La historia avanza por la reaparición en la vida de Albert de fantasmas de su pasado que creía no volver a ver, y que buscan principalmente, hacerle la vida imposible. Además, se dan experimentos para que los vampiros vuelvan a ser humanos, o giros más… políticos en la trama que le dan otra dimensión a la historia. No puedo contar más, lo siento XD. Ambas partes me han gustado mucho, pero diría que ésta es más adictiva y dinámica y es la que he leído más del tirón.
Los grandes pilares de esta novela son sus personajes. Todos tienen mucha fuerza y personalidad, desde los protagonistas a los secundarios.
Albert… Qué mejor que las palabras de la autora para describirle: “Su personalidad es bastante cambiante. Puede ser cínico, cabrón, molesto, caprichoso e insoportable. Pero en el fondo es inseguro, romántico y buena persona.” De todo eso, me quedaría con el adjetivo de inseguro para definirlo. Arrastra muchos traumas y no es capaz de confiar por completo en nadie ni de creerse que le puedan querer, y eso lo convirtió en alguien retorcido y hasta cruel, porque es así como le enseñaron a ser. Sin embargo, otra mirada más profunda y el esperar a conocer su pasado dejan ver que tiene un corazón inmenso. De la pareja protagonista, sin duda me quedo con él.
Por su parte, Davide es desde el comienzo, un hombre muy bueno, con una gran altura moral y, por eso mismo, convertirse en vampiro, lo que le lleva a tener que matar para sobrevivir, o sentirse atraído por otro hombre, son cosas que le descolocan por completo. Aún así, siempre mantiene su integridad y acaba siendo el más fuerte de los dos. Su mayor defecto son los celos, capaces de convertirlo en otra persona. Como los dos tiene personalidades muy fuertes, cuando chocan se produce una gran tormenta que puede acabar teniendo consecuencias catastróficas.
Hay bastantes secundarios que, por desgracia, no puedo tratar en profundidad. Los principales serían Iride, una mujer inmortal y su asistente humano, Lance, que forman su propia y preciosa historia, a la que ojalá le hubiese dedicado unas pocas páginas más (me encantaría un spin-off de ellos! Ella, junto a Albert, es mi personaje favorito). Le sigue Erin, el Rey de los vampiros y amigo desde hace siglos de Albert e Iride. Éste desea conservar a su amigo al lado, y por eso le pondrá las cosas difíciles, aunque de por sí, tenga su propia historia de amor maldito. Se queda un poco en el aire y habría sido interesante conocerle más a fondo. Janín, una vampira que no sabe amar sin hacer daño y cuyo mayor deseo es volver a ser humana, será la que aporte a la trama mucha salsa con su retorcido carácter. Me dejo en el tintero a más personajes interesantes, pero es que la reseña se está alargando demasiado XD
De la novela querría comentar un poco la cuidada edición que tiene. Aunque es de tapa blanda, la calidad es muy buena. Tiene unas 350 páginas pero de gran densidad de texto. Los márgenes son mínimos, al igual que el interlineado y los espacios, por lo que reconozco que he tardado en leerla más de lo creía, si bien es cierto que el principio me hizo tener que pausar la lectura. Dorianne intercala algunas ilustraciones y hay pequeños detallitos, como las gotas de sangre separando escenas o en la numeración, que demuestran un cuidado meticuloso del resultado. Además, y esto es un punto a favor muy grande teniendo en cuenta que es autoeditada, apenas hay faltas de ortografía. Cositas puntuales como dobles espacios o falta de ellos y poco más, lo que se agradece y demuestra que algo autoeditado no quiere decir que sea malo.
Cualquiera que conozca algo las obras de Dorianne sabrá que es una autora que les pone las cosas muy difíciles a sus personajes, y aquí ocurre eso mismo. Necesitan mucho sufrimiento y darse muchos golpes para llegar a un momento de felicidad que no suele durar.
La historia me ha gustado mucho, aunque reconozco que me costó pillarle el punto al principio y me estaba dando miedo tener que acabar haciendo una reseña negativa. Pero no. Lo peor que puedo decir, aparte del comienzo que ya he comentado, es que hay pequeños detalles que me parecen un poco incongruentes, por ejemplo, en el personaje de Erin, y partes a las que les habría venido bien un mayor desarrollo. Más allá de eso, me parece una novela preciosa, con muchos momentos emotivos, otros divertidos y otros, dramáticos. Me han llegado muchos sentimientos con su lectura y también me ha hecho reflexionar en determinados fragmentos. Os animo a que le deis una oportunidad si queréis probar algo de homoerótica, si bien estáis avisados de que, al igual que en sus comics, Dorianne no se corta a la hora de contar lo que debe contar.
Como curiosidad, para acabar, Dorianne tiene otra novela con los mismos protagonistas pero otra ambientación y sin la temática vampírica de por medio:
Impossible Amour.
He quedado encantadísima con la historia y ahora sólo espero que, algún día, una editoriale le dé la oportunidad que se merece =D