viernes, 29 de junio de 2012

Los Sagales



Amigos de La Tana, las festividades de San Juan y San Pedro, han pasado casi de incógnito. Bueno, San Juan, a pesar de ser un día laborable, estuvo muy animado. En la verbena de San Juan, -aparte del futbol- tuve que conformarme con CUINA CINC, que además de las hogueras y los petardos, nos ofrece una receta para la "Coca de San Juan", que se toma con una copita de cava.


Juan Moreno, autor de un montón de libros de cocina, rey de los caracoles y experto chef, con un programa en TV MURCIA, ha querido venir a celebrar el día de su santo con nosotros. ¡Muchas Felicidades!


No vamos a hablar de cava, sino de vino. En ConVinando, interesante blog de Paz Gómez, experta enóloga, hemos descubierto que Crápula 2009, Jumilla, se ha hecho acreedor al título "Uno de los mejores vinos de España".


A los pocos días, ya estábamos disfrutando de este fuera de serie, ¡estupendo!


En el Paseo de la Barra, los blancos dominan la situación, ya que a los pescados, mariscos  y arroces, el sabor fresco de un verdejo, un albariño o incluso un macabeo chardonnay de Bogedas Castaño, saben a gloria.
De todas maneras, los tintos también tienen sus seguidores. En realidad, nosotros, el equipo de cata -Dionisio, Javier y Sebastián- nos iniciamos, siempre sentados frente al mar, con el blanco frío para, una vez refrescados -y para no llegar a resfriarnos-, pasamos al tinto, de los que Javier tiene una larga lista para ir evaluando.


En realidad, lo del color también es relativo. Siempre se ha comentado que, si nos dan a probar, con los ojos vendados, un vino, somos incapaces de  acertar si se trata de un blanco o un tinto. ¿Lo habéis probado en alguna ocasión?


Esta mañana, enseguida he descubierto una gran caja, con un GOURMET señalado. Enseguida me he interesado y Javier me ha informado que se trataba de unos magníficos melones, de Torre Pacheco. He comentado en alguna otra ocasión que los melones de Pacheco gozan de una extraordinaria reputación y sin embargo no se comercializan en esta zona. Un bravo pues para "Los sagales".

Melones Los Sagales
Desde  1929, la familia Baño se ha dedicado a plantar, cuidar y cosechar sus campos, cuidar y cosechar sus campos dedicados a la producción del mejor melón. La experiencia acumulada después de tantos años nos otorga la seguridad de ofrecerle el mejor melón.


Amigos de La Tana, en el Paseo de La Barra, hay buenos vinos, buenos melones, buen pescado y buen arrocito que prepara la Yoyi, junto con el equipo. Como podéis ver en la foto, uno se puede entretener con amables bocaditos, tanto en tierra como en el mar...

viernes, 22 de junio de 2012

Los secretos del caldero de Isidoro Fuentes (1940-2005), Tibico para los amigos





Hace un par de días atracó justo en frente una nave con un grupito de personajes, importantes seguramente, y al mismo tiempo aparcaron dos vehículos en el callejón lateral, que no eran limusinas, pero casi, y enseguida los viajeros nos saludaron, subieron a los automóviles y salieron rumbo a Playa Honda.

Nos quedamos como los de Villar del Río en Bienvenido, Mister Marshall. Menos mal que nos enteramos que el destino final era La Malvasía, cuyo jefe, Pedro, es un buen Amigo de La Tana.


El verano ya llegó, y el calor aprieta. Afortunadamente, el Paseo de la Barra siempre cuenta con la brisa marina que nos refresca y anima a seguir.


Eso han pensado también nuestros amigos, que aquí la estancia es agradable y el aperitivo se disfruta.


Material no falta. Dionisio está dispuesto a que los pescadores de Cabo de Palos, verdaderos especialistas del tema, no les sea difícil, negociar sus capturas.


Juan y Carmelo han prometido mejorar su nivel de inglés este verano y, de momento, ya están negociando el horario de clases. Seguro que lo consiguen.


El caballero del barco seguro que domina bien el inglés. Buen nivel si tiene.




Javier, siempre investigando, ha conseguido que pudiéramos acompañar estos raoes -punto de frito extraordinario, crujientes- con A  COROA, del que leemos lo siguiente:

“Godello A Coroa”, mejor godello entre los godellos según la lista del periódico americano The New York Times.


Spirit of Mary, es el nombre de este barquito que se acaba e instalar en frente, y al que deseamos una agradable estancia frente al Paseo de La Barra.


Angélica y Carlos han venido a probar la dorada que, con el verdejo de Riscal, el mar en frente y Ceferino y yo por allí dando vueltas, tiene que ser una experiencia agradable.



Letones de atún preparados por Andrés, ¡casí na!

Claro que, influencia no falta, Juan, camisa oscura, es el marido de Yoyi, y Rafael, es el rey del mar... ya me contarás.


        El lunes pasado presenté Placeres de la mesa, en el blog Libros de cocina y gastronomía, de Ismael Galiana y, al repasar los textos descubrí un comentario, que voy a copiar en esta entrada.


El autor del libro -Ismael Galiana- nos comenta detalles de Isidoro Fuentes -Tibico-, al que vemos en la foto detrás de mi suegro, con su gorrita de capitán.

Placeres de la mesa.
Página 51
...
Para el novelista, viajero y gastrónomo Manuel Vázquez, cada caldero es un mundo o una memoria y hay quien le pone el viento del Noroeste. La ñora es la madre de todos los calderos.
Corrobora la ecuménica participación de la ñora en el proceso de elaboración Isidoro Fuentes Buigues, Tibico, veterano jefe de cocina de grandes petroleros durante 27 años. Retirado de las largas travesías de dos años algunas, ofrecía sus servicios últimamente en Cabo de Palos y La Manga del Mar Menor como cocinero de yates.
Preguntado por el secreto del caldero, Tibico, apodo que venía de pedirle a su madre cuando ésta le hacía café, de niño, que estuviese tibio, tibico y no caliente, lo desentrañó:
Cuando el aceite está aún templado se sofríe la ñora para no quemarlas, ahí está el secreto que yo aprendí de mi padre, Pedro Fuentes, El Pintao. Luego la saco y dejo que se enfríe. Y los dientes de ajo, sin pelar, los pico en el mortero junto a la ñora con piel y todo. Una vez en el caldero los ingredientes, añado agua para que enfríe también el aceite y no queme la ñora y ennegrezca, que es lo que les ocurre a muchos.
Otro secreto: cuando empieza a hervir el pescado sale a la superficie una espuma colorada, la quito con una espumadera y la pongo en una vasija donde vierto igualmente el aceite que ha ido subiendo arriba. Después sofrío el arroz con ese mismo sofrito y en el mismo recipiente.

Más. ¡No lavar nunca el caldero al retirar el pescado! Pruebo el arroz cuando le queda poco corazón ya, tapo, apago el fuego y dejo reposar unos minutos.

¿Cuáles son los mejores pescados para hacer el caldero? El mújol era el más abundante hace medio siglo, así que se empleaba mucho. Los mejores calderos, según mis gustos, son de morena, mero y dorada.
...


Fiestas de la Virgen. Regata de remos. Años 60
Foto del libro "Cabo de Palos en el recuerdo", de Merche Chereguini

En esta bonita foto, vemos LA TANA arriba, a la izquierda y, en la barca, el primero por la izquierda, nuestro recordado Isidoro Fuentes, el Tibico.

viernes, 15 de junio de 2012

La incógnita del bogavante



El Paseo de la Barra siempre es un buen mirador con el azul en frente.



¡Han vuelto los raones! Fritos de aperitivo, están riquísimos. Dionisio se los ofrece a los Amigos de La Tana y, en general, los pruebas y les encantan.


Nuestro amigo Mimoun, casi recién llegado de su escapada a Marruecos -en realidad se fue célibe y regresó desposado- le vemos preparando sus mariscos, con su habitual eficacia y simpatía.


Se da la circunstancia que hace unos días, Dionisio, incapaz de rechazar una buena pieza, se hizo con un bogavante de gran tamaño y aspecto aterrador con sus enormes pinzas.

Encargó a Mimoun que, ya que el bicho había dejado de ser una amenaza, lo preparaba para hacer una cata para intentar descubrir diferencias de sabor y textura entre otros ejemplares de menor talla.
Moussa atendió el encargo satisfactoriamente y lo colocó frente al mar, en la zona indicada. 


Nuestro amigo José Luís Godet, experto en aparatos de radio control, nos visitó con su familia, y les vemos en la foto degustando los buenos frutos del mar. Viene con frecuencia, pero hoy era un día especial. Me aseguró que, en su próxima visita, nos enseñaría alguna de sus maravillas que funcionan con el mando a distancia.

Volviendo al tema del bogavante, como el equipo de cata tuvo que desplazarse para una gestión inesperada, al regreso, solo se veía el mar y a los amigos sonrientes.

¿Se habrán comido el bicho de aperitivo? ¿Se lo habrá ofrecido el amigo Pitu como tapita de la casa para hacer boca?


La mañana seguía su curso, la mar ligeramente rizada, y nosotros buscando al bogante.


¡Misterio resuelto!

Mimoun, en vista de que no nos veía llegar, el bogante seguía solo en la mesa y los barcos entrando cargados de navegantes, retiró y guardó la fuente en el frigorífico hasta nuevo aviso.

Se pudo catar y, por lo que yo probé,  puedo asegurar que el tamaño sí importa. Cuanto más grande, más sabroso.
  

Estos Amigos de La Tana, familia maravillosa, no tomaron bogavante, pero si dieron buena cuenta un gallo pedro, que es uno de los pescados más finos y sabrosos de la zona.

El doctor -le vemos solo ante el peligro, es un decir- tiene fina nariz para el tinto y últimamente suele decantarse por Campillo, un crianza de Rioja, suave y sabroso. 


Confiamos, deseamos y esperamos que todo estuviera en su punto.
  
Arròs mariner, del Restaurante Compartir, de Cadaqués.

Me gusta la fotografía y, si el tema es gastronómico, hasta tengo opinión. Esta foto, por ejemplo, del blog de mi amiga Fina, casi, casi, podríamos decir -o cuando menos a mí sí me ocurre- que nos trasmite el sabor de lo que vemos. ¿A que sí?


Amigos de la Tana, intentaba hacer una foto del arroz caldero, para comparar colorido con el arroz marinero, pero he llegado tarde y, claro, desde lejos no se aprecia. ¡Será la próxima semana!

viernes, 8 de junio de 2012

Cala Reona y Los Triolas


Cala Reona y Los Triolas


Amigos de La Tana, decíamos la semana pasada que ya ¡casi es verano! Y es que, en realidad, el mes de Junio nos ofrece el estío. Habla de vacaciones, de San Juan, de San Pedro y nos prepara para la playa. El Paseo de la Barra se anima y nosotros también.





Los pescadores se afanan en su tarea y Dionisio no para. A Javier le encantan los "sepionets" que toma en sus viajes por Alicante, y comenta que estos de la foto son ya "sepias", en toda regla. Extraordinarias para el "arroz negro", con el que nos ponemos perdidos de tinta. Afortunadamente, Javier tiene una selección de blancos para probar, calificar y decidir si se quedan o no, que se no llevan toda la tinta y nos quedamos contemplando los barcos.


Afortunadamente, los amigos que nos visitan, también prueban y nos ayudan sugiriendo detalles para mejorar, lo que siempre se agradece.


Antonio, nuestro avistador de barcos estaba libre, pero el amigo "Pitu", atento siempre, hizo la llamada:
Titanic a vista!
Acudí corriendo con la cámara y... todas las embarcaciones tienen su encanto. A pocos metros de donde vemos a estos tres navegantes, es donde suelen embarrancar quienes, distraídamente, usan este espacio para cruzar. Cuando una embarcación enfila por ahí, enseguida gritamos intentando advertirles del peligro de las rocas que no se ven. No lo hicimos en el caso que nos ocupa, pues el calado de la barca -seguro que Antonio, que está en Barcelona según me han contado, me corregirá cuando vuelva si no uso bien los términos náutico- no tiene problema en este caso.


Las vistas del Paseo de la Barra, nos ofrecen siempre visiones originales. En este caso, de un navegante con una embarcación con tripulante y pasajero, de menor calado incluso que la que nos sorprendió hace unos instantes.


No sabemos si es que se está informando sobre temas o rutas náuticas, pero si nos quedamos asombrados viendo como maneja el remo y mantiene un equilibrio que a mí, solo se me ocurre pensar en los segundos que tardaría en estar dentro el agua si ocupara el lugar del pasajero.


Claro que, también nos hemos dado cuenta que, cuando la ruta se inicia con vistas al horizonte, abandona la posición de sentado y, como supongo no tiene chaleco salvavidas, se coloca entre las piernas del navegante intentando -supongo- asegurar su permanencia a bordo.


¡Buen viaje!


Hablando de viajar, todos los días, cuando voy de La Manga a Cabo de Palos, antes de abandonar la autovía, a mano derecha, señalando a una zona sin edificios, se ve un letrero que indica: Restaurante Los Triolas.


Los Triolas es un caserío situado a pocos metros de la autovía  y donde, en tiempos, existió El Palmero, recuerdo -para mi- de otra época. Siempre me quedo con las ganas de visitar este local, y, con el apoyo de Javier, lo hemos organizado para hoy.

Aprovechando la escapada, Javier, que es un lince, me ha acercado a Cala Reona, que es otra de las maravillas de la zona.



Parece increíble que pueda existir, a día de hoy, un lugar tan maravilloso. ¡Fantástico!




A las 12.00 en punto estábamos en Los Triolas dispuestos a conocer el local.


Estupenda cocina,


con sus brasas para asar la carne y de la mano del jefe


vamos a dar cuenta de este magnífico arroz de conejo y caracoles


Las caras de asombro reflejan la sorpresa que nos supone esta bonita de paella, de tres porciones, que parece más bien para seis.

Amigos de La Tana, aperitivo en Cala Reona y arroz de conejo y caracoles -estupendo- en Los Triolas.
¡Esto es el verano!