No puedo olvidar el video del rescate a un hombre en Albal, Valencia. No puedo olvidar que se refugiaba en una repisa y un coche que flotaba, estuvo a punto de arrollarlo por la fuerza del agua. Es inolvidable que en ese momento aparecieran unos vecinos de un primer piso para arrojar sábanas, para que pudiese escalar. Fue difícil el rescate, pero lo lograron. La imagen permanecerá en mi cerebro para siempre. Un Joven abrazado a sus vecinos mientras le consolaban con golpecitos en la espalda. Era un hombre, era una Dana inexplicable y mortífera, eran simples vecinos, era el pueblo dispuesto a salvar al pueblo.
Y junto a esa imagen, se mezclan la de políticos mezquinos discutiendo culpas, movilizando a un pueblo horrorizado contra el enemigo político. Y junto a esa imagen, los periodistas de uno y otro bando siguiendo consignas, como si los ciudadanos que han depositado en los bolsillos del estado su contribución, no tuviera derecho a defenderse.
Veo al pueblo indignado por la falta de coordinación, por la dejadez, por la avaricia, por echar balones fuera para seguir recibiendo el dinero de ese pueblo que se desangra de dolor, de impotencia y de asco.
Quizá la catástrofe haya sido excesiva, quizá era difícil reaccionar con prontitud, pero si no hubiesen querido sacar rédito político de la tragedia, la coordinación hubiese sido superior.
Ha llegado el momento de reflexionar: Somos el pueblo y los políticos están en el congreso gracias a nuestro dinero y nuestro apoyo. ¿No es hora de pedir explicaciones y responsabilidades a unos y a otros? ¿No es hora de rebelarse y pedir que se vayan todos los que apoyan por disciplina de voto las atrocidades que se han producido? Pedir que vengan nuevos políticos, responsables de sus votantes no del líder, de pedir responsabilidades a los que no cumplan con la misión que se les ha encomendado. ¿Es que acaso se tiene que ser inmoral por disciplina de voto, por seguir en la poltrona?
Estáis equivocados, aquellos que los sostienen son el pueblo y el pueblo no perdona a estos personajes que manipulan pancartas y voluntades. Es el pueblo el que paga y el pueblo el que debe decidir en manos de quién debe estar el dinero que se recauda, ese dinero que sostiene al país.
No quiero ver en la TV a Aldama, a Koldo, a Sánchez, a Begoña Gómez, a Lobato, Ayuso, Feijoo, etc. Quero ver día tras día, a esos hombres que lo han perdido todo, hasta que recuperen la dignidad que los políticos les han arrebatado. Quiero ver a valencianos cruzando los puentes para ayudar a sus vecinos, quiero ver de nuevo esa foto del abrazo entre hombres asustados, quiero sentir que los malos, por una vez, se van a su casa con el rabo entre las piernas.