Mostrando entradas con la etiqueta Life. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Life. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de agosto de 2015

Merienda en el jardín



La casa de mis padres es el punto de encuentro de toda la familia y aunque no
siempre conseguimos coincidir todos los hermanos, como mis padres quisieran,
este verano he podido disfrutar de la estancia de los tres y sus familias en
distintos momentos.


Antes de nuestras vacaciones en Noruega pasamos unos días con mi hermano
mayor, Maikel, su esposa Rocío y la pequeña Candela que hizo de modelo para
el post de los batidos verdes, ¿recordáis? (aquí).

También he coincidido con mi hermana Gema y sus chicos a la vuelta de sus
vacaciones. Hemos aprovechado para hacer algunas sesiones de fotografía
con algunos de sus outfit de este verano que os iré mostrando en próximos
posts.


El fin de semana pasado fue Cesar, mi hermano pequeño, quien se acercaba a
pasar el día acompañado de mi cuñada Teresa y Julia, la pequeña de sus hijas.

Quienes me seguís desde hace tiempo pudisteis ver el reportaje de su casa que
os mostré en distintos posts. Si no los visteis o queréis recordarlos os aseguro
que merece la pena: un precioso duplex que mi cuñada ha decorado con
magnífico gusto (aquí). 


Julia es ya una mujercita independiente que acaba de conseguir su primer
trabajo. Me ha sorprendido con una madurez que se refleja en una
elegancia muy parecida a la de mi hermana.

Ella y Helena, su hermana mayor, han heredado el estilo de la tía Gema y
el de su madre.




Preparamos una rica merienda que tomamos en el jardín, siempre lleno de
plantas y flores cuidadas por mi madre.

Horchata artesanal que trajeron de Valencia donde han pasado unos días,
café, mermeladas, fruta y un buenísimo bizcocho de naranja.










Una tarde entrañable llena de confidencias y cariño que quise inmortalizar
para compartir con vosotros.








lunes, 6 de julio de 2015

Superando los 50



El sábado fue mi cumpleaños, veintitreintayuno me cayeron, se puede decir
que ya soy una auténtica pieza vintage.


Nunca me ha importado decir mi edad, en realidad muchas veces tengo
que hacer las cuentas para recordar cuántos años tengo.

No creo que una fecha y unos números digan demasiado de una persona.
Conozco personas jóvenes de avanzada edad y ancianos mentales con
pocos años. Seguro que sabéis a lo que me refiero.

En mi caso, si no fuera porque el cuerpo ya no responde exactamente igual
que antes, me siento como una cría que aún tiene mucho por aprender, por
hacer, por descubrir.

Es cierto que si me pongo a recordar y reflexionar concluyo que cincuenta
años son muchos años.

Se me ocurrió sacar fotografías y hacer un pequeño repaso de mí misma en
imágenes, imágenes que denotan el paso del tiempo incluso en sus colores.


En blanco y negro, una fotografía de pequeña soplando las velas de mi tarta
de cumpleaños, rodeada de familiares y amigos.


Con ese típico color amarillento, la clásica fotografía que nos hacían en el
colegio.

Seguro que vosotros tenéis la vuestra y cuando la veis os acabáis riendo del
look setentero que lucíamos y que en mi caso queda especialmente patente
en ese colgante de mi signo del zodiaco.

¡Horreur!!!!


Dieciocho recién cumplidos, años 80, con cara de buenecita, lavada y
recién peiná para el programa de festejos de las ferias del pueblo,
justo antes de venirme a estudiar a Madrid.

¡Nuevamente horreur!!!!

Pero fijaos, ya despuntaba como diyer: El top de rayas y los collares son de
producción propia.


Llegan los 90 con sus hombreras exageradas, grandes pendientes y
ojos maquillados.


Toca una foto actual, un autorretrato hecho justamente ahora.


No llevo nunca maquillaje pero un iluminador para ojos y zona nasogeniana,
algo de colorete, marcado de cejas, polvos matizadores y color de labios
son buenos aliados para conseguir un aspecto más juvenil y saludable.




Y lo más importante, algo que nos haga feliz, algo bello en lo que reflejarnos.
En mi caso capullos de peonías a punto de abrir.



Una sonrisa y mis 51 años: dispuesta a seguir descubriendo el lado
bello de la vida.






lunes, 22 de junio de 2015

Y llegó el verano



Sí, llegó el verano con sus temperaturas altas y sus campos agostados pero
también con todo aquello que lo convierte en la estación más deseada y
disfrutada.


Buscaremos la sombra y nos protegeremos del fuerte sol con amplios
sombreros.



Elegiremos tejidos alegres, ligeros y claros para nuestra ropa y la de nuestro
hogar.



Cambiaremos el calzado por uno más abierto y saldremos a buscar trajes
de baño y complementos para la temporada de playa y piscina.




Desearemos bebidas refrescantes con que calmar nuestra sed.


Y nuestro espíritu nómada y viajero resurgirá buscando nuevos destinos.




Haremos más vida fuera de casa, acondicionando los exteriores para
disfrutarlos.



Comeremos y nos reuniremos al aire libre, compartiendo buenos momentos
bajo la sombra de un árbol o una pérgola.



Nos llenaremos de blanco, azul y verde...


Y volveremos a sentir la alegría que sólo el verano sabe darnos.


¡Feliz comienzo de verano!