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sábado, 20 de marzo de 2021

Bloom, el restaurante más chic y glamuroso de Madrid



Bloom Madrid


Se puede decir que soy una "chica Salvador Bachiller", siempre me han encantado
sus creaciones y soy asidua a sus bolsos y complementos. 

Cuando descubrí el primer gastrobar que la firma abrió en una de sus tiendas allá
por 2014, El Jardín Secreto de la calle Montera, le dediqué un post (aquí) y
también elegí este lugar para hacer el shooting de presentación de uno de mis
DIY (aquí)

Salvador Bachiller ha sabido reinventarse apostando por una filosofía "total
lifestyle", uniendo diseño y restauración en sus tiendas más icónicas y ya son
cuatro los gastrobares que ha inaugurado. El último de ellos el que hoy os
presento, Bloom, un espacio de ensueño que es pura fantasía.

No tiene nada que envidiar a los restaurantes londinenses de estilo floral y
femenino. Yo diría que incluso los supera. Y desde luego es con mucho el espacio
más chic y glamuroso de Madrid. 


Bloom Madrid


Ya desde la fachada podemos hacernos una idea de lo que vamos a encontrar.
Pero os aseguro que el interior va a superar con mucho nuestras expectativas.

Haciendo honor a su nombre, Bloom es pura alegoría del renacer, la floración, la
primavera (tan necesarios en los momentos pandémicos que lo vieron nacer) por
eso está prácticamente inundado de flores, pero también representa los otros
significados del vocablo inglés (glow, shine, glitter...) 

Su decoración, estilismo e iluminación lo convierten en un espacio cálido,
resplandeciente y muy glamuroso.

Aunque también debo decir que es muy, muy difícil de fotografiar debido
precisamente a esa espectacular iluminación incandescente (creo que nunca
había dedicado tanto tiempo a la edición de las fotografías que tomé para
intentar conseguir un balance de blancos sin distorsionar el ambiente mágico
que podemos encontrar en este precioso espacio)


Salvador Bachiller Bloom


¿Entramos?


Bloom Madrid


Tras una fachada que nos recuerda a una floristería se accede a un elegante
recibidor de estilo art nouveau con flores por todas partes, tanto trepando por
la rejería con espejo que cubre las paredes, como representadas en el fresco
del techo y los mosaicos del suelo.

El mobiliario en dorado y terciopelo nos recuerda la época más glamurosa de
Hollywood.


Bloom Madrid

Bloom Madrid

Bloom Madrid


Podría decirse que esta zona es una galería al estar abierta a la calle. 

Resulta ideal para los días más cálidos y para quienes prefieren un espacio
abierto en la situación actual por el coronavirus.


Bloom Madrid

Bloom Madrid


Al fondo encontramos un gran tunel hecho con flores sobre una escalera que da
acceso a la planta baja donde se encuentra el restaurante propiamente dicho.

A la derecha del mismo, antes de bajar, hay también un acceso a la tienda.


Bloom Madrid


La escalera de Bloom se ha convertido en photocall improvisado,
uno de los "must have" más buscados de Instagram.


Bloom Madrid

Bloom Madrid

Bloom Madrid


La planta baja consta de una gran sala central con diferentes ambientes lo
que asegura intimidad. Además en estos momentos el aforo está limitado y
organizado para respetar las medidas de seguridad por la pandemia.


Bloom Madrid

Bloom Madrid


Como podéis ver la decoración resulta espectacular.


Bloom Madrid

Bloom Madrid

Bloom Madrid


La barra para organización de la cocina y la zona de aseos se encuentran al fondo.


Bloom Madrid

Bloom Salvador Bachiller


Olvidé tomar fotografías del baño, precioso con unos maravillosos azulejos rosa
de estilo diamante.

Pero sí grabé un vídeo de todo el restaurante incluyendo el aseo, así que si lo
queréis ver en vivo podéis hacerlo pinchando aquí


Bloom Salvador Bachiller

Bloom Madrid


Además de la gran sala principal, el restaurante cuenta con un espacio más
reservado coronado por una magnífica vidriera en el techo.


Bloom Madrid

Bloom Madrid

Bloom Madrid


He comido en Bloom en varias ocasiones y en todas hice fotografías (imposible
sustraerse a inmortalizar cada rincón) pero la mayor parte de las que comparto
hoy las tomé hace unos meses que quedé a comer con mi amiga Belén. 

Estuvimos en esta sala y pude fotografiar y grabar a mis anchas mientras ella
echaba un vistazo a la carta y pedía por las dos. Tenemos gustos muy parecidos y
confío plenamente en que me va a encantar lo que ella elija.


Bloom Madrid restaurante

Bloom Madrid


Tomamos de primeros "flores de alcachofa con pimienta negra" y "tartar de
salmón con aguacate, remolacha y frutos rojos", bebimos kombucha y los
segundos fueron "presa ibérica con crema de castañas" y "pollo tikka masala"

No tomamos postre porque habíamos quedado a tomar café pero los que he
probado en otras ocasiones están exquisitos igual que el resto de la carta.



Bloom Madrid


Siempre detallistas, la cuenta venía acompañada de dos bolígrafos coronados
por una peonía en una linda bolsita de la firma. Ya en casa tomé la fotografía
que sigue para mostrároslo.


Bloom Salvador Bachiller Madrid


Realmente una experiencia encantadora y recomendable visitar este restaurante.
Espero que os haya gustado el post y gracias por acompañarme.


Bloom Salvador Bachiller Madrid


Piola Núñez-Infante

sábado, 11 de julio de 2020

Tres restaurantes de moda en Madrid





He descubierto nuevos restaurantes con encanto en Madrid y hoy os enseño
tres de ellos que están en la misma calle del castizo barrio de Chamberí.

Sus estilos son muy distintos pero todos ellos ideales y muy recomendables.

El primero, MO de Movimiento (Espronceda, 34) tiene una estética limpia y

natural. No sólo es bonito, es realmente impactante por su novedoso concepto

que reivindica, en todos los ámbitos, la necesidad de reinventar el ocio y la

restauración haciéndolos más conscientes y sostenibles.


El local, de mil metros cuadrados, fue el Teatro Espronceda y después un
estudio de grabación de la agencia EFE. La reforma llevó año y medio de
obras, abrió a finales de febrero y, tras el cierre por la pandemia, ha vuelto
a abrir sus puertas a finales de mayo. 


Una reforma muy estudiada en la que se ha intentado respetar el espacio,
mantener o recuperar todo lo posible del antiguo edificio y reutilizar los
escombros para hacer partes de la estructura e incluso del mobiliario.
Las sillas, por ejemplo, proceden de las antiguas butacas del teatro. Piezas
sencillas y únicas que demuestran que la imaginación puede ayudar a crear
un futuro más sostenible.

Muchos son los detalles que reivindican otro modo de consumo: los zurcidos
de las camisas de los uniformes del personal, el sistema de ventilación con
enormes tinajas de barro realizadas artesanalmente, el origen de la leña que
se utiliza en hornos y calefacción, procedente de poda certificada de encinas
de Extremadura, los naranjos del patio recuperados y procedentes de Valencia
donde iban a ser talados...

Cuenta con obrador propio. Las harinas, tanto para panes como para pizzas, son
ecológicas, molidas a la piedra en Zamora y Sigüenza.







Gran parte del personal procede de las fundaciones Raíces y Tomillo y se trata
de personas en riesgo de exclusión social. 

Los uniformes, diseñados por Inés Sistiaga, son prendas adquiridas en Humana
o Cáritas, teñidas con tintes naturales extraídos de los materiales el antiguo
edificio. Las manchas o roturas de las prendas se han cubierto con sashiko,
un zurcido japonés que surgió de la necesidad de conservar ropa en tiempo
de austeridad para alargar el ciclo de vida de cada prenda.

El espacio es impactante y más aún cuando se sabe el porqué de cada cosa.







La carta de MO de Movimiento es sencilla y en ella destacan las pizzas, las
verduras y las tartas artesanales. 

Una carta que reivindica a los pequeños productores españoles y el comercio de
proximidad.

La mozzarella y la burrata, por ejemplo, están realizadas con leche de ganadería
extensiva de Valladolid. Las verduras proceden de distintas huertas orgánicas
nacionales, el jamón ibérico de bellota ecológico, el pollo de pastoreo, las
anchoas del Cantábrico procesadas artesanalmente en Colmenar Viejo...

Los vinos son veganos, ecológicos y biodinámicos. Y las bebidas destiladas
proceden de la primera destilería nacional cien por cien ecológica. 

Lo único importado es el café, de producción ecológica por mujeres caficultoras
de la zona de Cauca en Colombia.




El precio medio está entre los 25 y 30 €. Bastante asequible si tenemos en
cuenta la calidad y cuidada selección de ingredientes.

Los restaurantes no deben estar pensados únicamente para alimentar a los
clientes sino para revolucionar su alma. Esa es la filosofía base de MO.






Frente a MO está el restaurante Verdura & Brasa (Espronceda, 27) que

llama la atención por su linda fachada, en especial las contraventanas en

color mint.


Abrió sus puertas en septiembre del 2019 y, tras cerrar por el confinamiento,
volvió a recibir clientes el 9 de junio.




Tiene una pequeña pero coqueta terraza en la entrada y el interior cuenta con
diversos ambientes con suficiente espacio entre mesas para sentirse cómodo y
disfrutar tranquilamente de su rica comida.






El ambiente, el concepto y la carta es más clásico, tanto estéticamente como
en cuanto a servicio se refiere. Pero igualmente dando gran importancia al
producto de temporada y a sacar lo mejor de la cocina de mercado.




El primer ambiente que encontramos al entrar tiene una barra con la zona
de brasas a la vista. La parrilla y las brasas tienen un papel fundamental en
este restaurante, como queda patente en su nombre.


Verdura & Brasa pretende dar a las verduras y las hortalizas frescas la
importancia que merecen, reivindicando el valor de la cocina del producto
procedente de la tierra.

Pero no es un restaurante vegetariano, ofrece igualmente pescados frescos
de nuestras costas, cuidados cortes de carne y distintos tipos de arroces que
completan una carta completa y variada con diferentes opciones saludables y
deliciosas.





El interiorismo es obra de Pentadiseño que ha apostado por una decoración
elegante y acogedora con tres ambientes diferenciados, la zona de bar con la
parrilla, más casual y desenfadada, la sala principal y una zona reservada para
eventos especiales.

En la sala principal destacan los panelados en madera y los motivos florales en
verdes y azules.






Al fondo la decoración va tornándose más mediterránea para dar paso a una
gran sala a modo de plaza de mercado presidida por una gran mesa ideal para
comidas en grupo y pequeños eventos.





La carta, diseñada por el chef Ignacio Sánchez Guerrero, cuenta con platos
especiales como el hinojo a la brasa, pimientos cristal, coliflor braseada, así
como platos de temporada como su afamada calabaza a la brasa.

Estacionalidad y origen se convierten en dos pilares fundamentales de la
filosofía de este restaurante que busca siempre producto fresco de calidad y
trabaja con proveedores de confianza.




A la hora de elegir, mejor si os dejáis aconsejar por el maître que sabrá guiaros
por la carta y recomendaros cantidades y maridajes. Es lo que hicimos nosotros
y quedamos muy satisfechos. Realmente es de agradecer cuando el personal,
además de agradable, resulta sincero en cuanto a cantidades y tipo de platos.





El precio por persona rondó los 40€ incluyendo martini de aperitivo, cuatro
platos distintos para compartir entre dos, dos tipos de vino (blanco/tinto) y
postre.

La carta de vinos ha sido diseñada por el sumiller Mario Arroyo y cuenta con
más de 130 referencias y más de 30 vinos por copas.







El tercer restaurante del que os quería hablar es El Capirote de Granada

(Espronceda esquina Alonso Cano), un restaurante tipo andaluz que tiene

una zona de comedor preciosamente decorada con flores y detalles en azul

turquesa como las sillas o el precioso suelo "Mare Sul Tempo" de Natucer. 



Lo mejor su cazón, las croquetas de rabo de toro, los berberechos y los
pimientos de padrón.

Ideal para ir en plan informal y de picoteo.