viernes, julio 27, 2018

Desde que te fuiste

Después de mi anterior lectura me apetecía algo ligerito y fresquito, ideal para combatir el calor asfixiante del verano y el estrés pre-vacacional. Viendo que muchas de las booktubers a las que sigo se deshacen en elogios cuando se trata de Morgan Matson, pensé que era el momento ideal de probar a esta autora que cada vez tiene más seguidores, así que me puse con uno de sus libros más conocidos, Desde que te fuiste.

Y no, no estuvo a la altura de las expectativas.

Emily es una adolescente extremadamente tímida que se siente perdida desde que su mejor amiga Sloane desapareció sin decir nada. Sloane, extrovertida, descarada y todo un terremoto, es todo lo contrario que Emily, así que esta dependía totalmente de su amiga para divertirse. Además, tenía la manía de hacerle listas de cosas que tenía que hacer, generalmente de cosas que asustan a Emily, y ahora, lo único que le ha dejado es una de esas listas. Pensando que si la completa encontrará el modo de reencontrarse con ella, Emily se pone manos a la obra.

De fondo, la historia está bien: la chica introvertida y asustadiza que prefiere pasar desapercibida a que todo el mundo vea que es rara y que siempre está sola empieza a ser más valiente, a atreverse a hacer cosas que no parecen nada del otro mundo pero que para ella significan un gran paso adelante, a abrirse a otras personas y a hacer nuevos amigos. Lo que me estaba gustando del libro era que Emily por fin estaba comprendiendo que dependía excesivamente de Sloane y de que era totalmente capaz de pasarlo bien sin ella, conociendo a gente que genuinamente disfrutaba estando con ella, creando nuevos vínculos más allá de la otra chica. Porque Sloane como amiga deja mucho que desear, obligando a Emily a hacer cosas que la hacen sentir incómoda, dejándola tirada para irse con el novio y luego largándose rompiendo todo el contacto. Siendo yo una de esas personas a las que salirse de su zona de confort supone un esfuerzo titánico, y que básicamente ha tirado su juventud a la basura por eso, suelo disfrutar de este tipo de aventuras en las que el o la protagonista vence sus miedos y recibe una recompensa a cambio.

Pero la novela no termina de sacar todo el jugo a su premisa porque Matson no es muy hábil a la hora de narrarla. Los personajes, especialmente Emily, son bastante insulsos, y las conversaciones entre ellos tienen muy poquita gracia. Estaba totalmente convencida de que este era el primer libro de la autora porque su prosa es muy, no sé, como de principiante, además de ser extremadamente repetitiva. Llegó un momento en el que me entraban ganas de gritar cada vez que un personaje asentía con la cabeza (o sea, hay más reacciones aparte de asentir), cada vez que Emily "se daba cuenta" de algo o cada vez que la ropa de Sloane era descrita como vintage (spoiler alert: es descrita así TODAS las veces). El libro es bastante infantil y encima la autora deja colgada una de las tramas más importantes y que era vital para el viaje de Emily.

La traducción es muy regulera, además. Entiendo que en el original el "darse cuenta" estaría más repartido entre realize/notice, y es muy irritante que los "just" estuvieran traducidos casi todas las veces como "tan solo" porque no suena nada natural.

Y encima... ¿cómo diablos pretendía Sloane que trabajaran las dos en una heladería en la que no entra ni Dios?

Una decepción, vaya. Llegó un punto en el que solo lo hubiera salvado el que Sloane hubiera sido el love interest de Emily en vez de Frank o el que Emily la hubiera mandado a tomar por saco. But, alas.

Nota: 2/5

sábado, julio 21, 2018

The Handmaid's Tale

Publicada por primera vez en 1985, esta distopía de Margaret Atwood está más en boga que nunca gracias a la serie que emite actualmente la HBO. La autora nos sumerge en una sociedad ficticia en la que la derecha ultrareligiosa ha tomado el poder y ahora Estados Unidos vive bajo un régimen totalitario en el que las mujeres son relegadas a concebir y parir los hijos de los hombres ricos que no pueden tener descendencia con sus esposas. El relato nos los cuenta Offred (de la que nunca llegamos a saber su verdadero nombre; ahora a las mujeres se las llama en función del hombre al que sirven), una de estas criadas que todavía recuerda cómo era la vida antes del golpe de estado.

Atwood juega con las reglas de una sociedad que a primera vista nos parece totalmente implausible, al menos en países del primer mundo, pero cuyo mayor mérito es que, si nos paramos a pensar, tampoco parece tan imposible, y más viendo como aparentamos estar involucionando y cómo el odio y rechazo hacia las mujeres es a menudo tan visible; no hay más que meterse en cualquier red social, o foro de Internet, por ejemplo de noticias de películas que ahora van a tener un remake con un reparto femenino para ver el tipo de comentarios que escupen sin ningún tipo de autocrítica, o twitter mismo. Es triste pero una parte nada desdeñable de la sociedad (y no solo hombres) todavía considera que la mujer es inferior y que si no tiene hijos ha fracasado en su función más básica.

La autora lo lleva al extremo y por eso su libro es tan terrorífico, porque reduce a las mujeres a úteros con piernas y poco más, totalmente sometidas a la voluntad del hombre. Imagina lo que sería que un buen día no pudieras acceder a tu dinero, no se te permitiera trabajar, y se te considerara una paria si te has divorciado o si no puedes tener hijos. Atwood hace muy buen trabajo mostrándonos cómo evoluciona este tipo de gobierno, y cómo anula a las propias mujeres que pierden la voluntad de rebelarse por miedo a las consecuencias (la pena de muerte, básicamente) que terminan por aceptar el mundo en el que viven con mayor o menor resignación.

The Handmaid's Tale aún hoy día da para un extenso debate sobre el papel de la mujer en la sociedad, la facilidad con la que la extrema derecha puede asumir el control total y lo "fácil" que es acostumbrarse a la privación de todas las libertades siempre y cuando nos den algún que otro privilegio de vez en cuando.

Eso sí, es una novela con un ritmo muy lento, y el estilo de la autora es un poco farragoso con eso de no poner comillas en los diálogos casi nunca y de narrarlo todo en presente, incluso cuando está rememorando el pasado. Además Offred es un persnaje excesivamente pasivo, su rol es más de observadora que otra cosa. Por eso se me hizo bastante cuesta arriba de leer; supongo que no estoy muy de humor para meterme en mundos en los que las mujeres están totalmente anuladas y en el que no luchen por ellas mismas.

Una buena lectura por toda la reflexión que conlleva pero eché en falta poder implicarme más con ella.

Nota: 3'5/5

miércoles, julio 11, 2018

El Último Policía

El Último Policía es la primera entrega de la trilogía detectivesca protagonizada por Hank Palace. Su autor, Ben H. Winters, era famoso antes de ella por formar parte de aquella moda absurda de hace unos años de mezclar a Jane Austen y otros clásicos con monstruos diversos.

Palace, recién ascendido a detective, investiga el aparente suicidio de un agente de seguros en un lavabo del McDonald's. No hay muchos indicios de que sea otra cosa, pero el instinto de Palace le dice que ha habido juego sucio y decide demostrar que ha sido un asesinato.

Dicho así no parece gran cosa y de hecho el misterio es bastante normalito y tira de bastantes clichés, la resolución es correcta sin más y no es muy difícil adivinarla. Lo que hace interesante y muy original a esta novela, sin embargo, es que se enmarca dentro una realidad en la que un asteroide de más de seis kilómetros de diámetro se estrellará en la Tierra en seis meses, aniquilando a la mitad del planeta y dejando a la otra mitad en un entorno inhabitable. ¿Qué importancia tiene resolver este caso, pues, y más teniendo en cuenta la cantidad de suicidios que hay día sí y día también de gente que no quiere ver ese amargo final?

La gracia del libro es ver cómo se comportan las personas en el que es, literalmente, el fin del mundo. Cualquiera diría que en esa situación todos dejaríamos los bártulos y nos iríamos a hacer lo que nunca nos habíamos atrevido a hacer en vez de seguir trabajando, pero seguramente la realidad sería distinta y cada uno reaccionaría a su manera. Eso es lo que pretende explorar Winters, hacer un estudio de la sociedad en esas circunstancias, a través de los ojos de un hombre que siempre había soñado con ser policía y que necesita demostrar que su instinto es correcto, pese a que en seis meses todos estarán muertos.

Para fans incondicionales del género del misterio tal vez este libro sepa a poco, pero solo por la interesante mezcla con la ciencia ficción que hace el autor vale la pena echarle un ojo.

Nota: 3/5


sábado, julio 07, 2018

Eleanor y Park

Cuanto más leo de Rainbow Rowell, más enamorada estoy de su forma de escribir. Su prosa es tan dulce, y tan dinámica, además de resultar a la vez divertida, triste y terriblemente preciosa... Daría un riñón por escribir tan bien como ella.

Eleanor y Park es la historia de amor entre dos adolescentes que se conocen en el autobús que les lleva de casa al instituto y viceversa. Al principio la presencia del otro es una lacra, pero como se ven obligados a pasar tanto tiempo juntos, su amor compartido por los cómics y la música los va uniendo hasta que se enamoran perdidamente el uno del otro. 

Este libro es una monada. Una de las cosas que me gusta de esta autora es que siempre incorpora de forma muy natural la cultura pop de la época en la que ubica sus historias, en este caso los ochenta. De este modo encontramos un montón de referencias a cómics como X-Men o Watchmen y a grupos musicales como Joy Division o mis adorados The Smiths (espero que algún día hagan peli porque la banda sonora es top). Y son referencias que no se sienten forzadas como en otras novelas juveniles, sino que forman parte de la misma trama y tienen su razón de ser.

El romance entre estos dos te mantiene en vilo de principio hacia final por todas las dificultades que se encuentran. Considero que está muy bien llevado el conflicto de Park al haberse enamorado de la chica marginada, con la que todos se meten implacablemente, y cómo eso afecta a su propio estatus; cómo, a pesar de amarla tanto, no puede evitar sentirse ligeramente avergonzado, siempre preocupado por lo que piensen los demás de él, empezando por sus propios padres. Por cosas como esa los personajes se sienten tan humanos.

Y luego está la trama familiar de Eleanor. Es muy duro leer sobre su padrastro abusivo y cómo su madre es incapaz de pararle los pies; toda la parte final me dejó con un nudo en el estómago.

Dentro de la literatura juvenil Rowell es un soplo de aire fresco porque en su mayor parte sus protagonistas son en general buena gente y no quieres otra cosa que verlos ser felices. Eso pasa con Eleanor y Park. Ninguno de los dos es perfecto, ella es distante, desconfiada y demasiado realista como para esperar un final feliz, mientras que él salta sin pararse a pensar en las consecuencias y es lo suficientemente ingenuo como para creer que el amor es suficiente. Pero por algún milagro del destino se han encontrado, se han sentado en el mismo asiento del autobús y han conectado a un nivel tan profundo que, de alguna forma, el para siempre parece posible. Y creer en ellos termina por ser irremediable. Su relación es tan bonita que no me hubiera importado seguir leyendo sobre ellos durante centenares más de páginas, pese a lo mucho que te hace sufrir la autora por ellos.

Otro gran libro dentro de la bibliografía de una autora que ya se ha convertido de mis favoritas, de lo mejor que llevo leído este verano.

Nota: 4/5