Continuamos con la bibliografía de Stephen King y ahora le ha tocado el turno a Cujo, su décima novela que se publico originalmente a principios de los ochenta. Curiosamente, King, un alcóholico en aquella época, admitió que apenas recuerda nada de esta novela.
La historia se sitúa en una pequeña localidad de Maine, Castle Rock, una localidad que ya se encontró con el terror más absoluto cuando un policía local resultó ser un asesino en serie que mató a varias mujeres. Ahora, en el verano más caluroso de toda su historia, un nuevo asesino acecha... Se trata de Cujo, un afable y enorme San Bernardo que después de haber sido mordido por un murciélago ha cogido la rabia.
La trama gira entorno a dos familias. En primer lugar tenemos a los Camber: el padre de familia, Joe, es un mecánico que vive junto a su esposa Charity, a la que maltrata, y a su hijo Brett, el dueño de Cujo. Charity acaba de ganar 5000 dólares en la lotería y, después de años queriendo hacerlo, logra convencer a su marido de que les deje a ella y a Brett hacer un pequeño viaje para ir a ver a la hermana de Charity. Justo antes de irse, Brett detecta que Cujo no está muy bien, y cuando se lo dice a su madre, esta le quita importancia y le dice que ya llamarán por teléfono a su padre para asegurarse de que el perro está bien, sin querer decir nada porque teme que su marido no les deje marchar.
Por otro lado tenemos a los Trenton, una joven familia que se trasladó recientemente desde Nueva York. El marido, Vic, tiene una pequeña agencia de publicidad que atraviesa problemas graves después de que unos cereales que ellos anunciaron utilizaran un tinte rojo que causaró un desastre entre sus consumidores. Vic tiene que hacer un viaje junto a su socio, y este no podría llegar en peor momento, ya que se acaba de enterar de que su mujer Donna le ha estado siendo infiel después de recibir una carta de su amante. Cuando Vic marcha el estado de su matrimonio es más bien incierto, y Donna también tiene la preocupación de que su coche no tira bien y necesita urgentemente arreglarlo, así que decide arriesgarse y llevárselo a Joe Camber, llevándose a su pequeño hijo Tadder con ella.
Y Cujo les está esperando a todos.
Cujo aterrorizando a Donna y a Tad en la película de 1983
Cujo es una novela de terror mezclado con drama ya que buena parte de la novela está dedicada a la exploración de los problemas de las dos familias. Por ejemplo los conflictos de la agencia publicitaria de Vic ocupan una buena parte de la trama así como las dudas sobre Donna que no acepta estar haciéndose mayor y estar convirtiéndose en una ama de casa sin más; o en el caso de los Camber, ahonda en la psicología de Charity, una mujer con un marido abusivo al que quiere dejar pero que siente que no tiene opción a hacerlo, y su temor de que su hijo crezca siendo igual que su padre, especialmente cuando están en casa de la hermana y ve que las opiniones de Brett son muy similares a las de Joe. Todos estos segmentos son interesantes y necesarios ya que es la unión de todos estos factores los que hacen posible que se precipite todo, pero evidentemente la parte realmente buena del libro es la de terror puro y duro, cuando Donna se encuentra atrapada en un coche averiado con un perrazo rabioso esperándola fuera y su pequeño de cuatro años dentro al que necesita proteger ante todo.
Toda la parte de Donna y Cujo te mantiene a un nivel de tensión estratosférico, sientes la misma claustrofobia y miedo que siente Donna, porque, ¿qué haces en una situación así? No puedes salir del coche porque Cujo es demasiado grande como para defenderte de él, pero tampoco te puedes quedar dentro porque la comida y el agua ya se han terminado y tu hijo no está soportando el trauma. La pesadilla de Donna dura de lunes a miércoles, y es de estos casos que perfectamente se podrían haber evitado si hubieran existido los móviles para entonces: un whatsapp a Vic de parte de Donna diciendo a dónde iba e incluso si no hubiera tenido cobertura en casa de los Camber, al menos la policía hubiera sabido dónde empezar a buscar. Pero claro, sin móviles, atrapada en una localización remota en la que no pasa nadie, y con el destino que parece empeñado en orquestar cada pequeño e insignificante detalle para que te encuentres en ese maldito lío...
Cujo no estaría entre los mejores libros de King, principalmente porque las partes que no tienen que ver con el perro no enganchan tanto y estás deseando que pasen para saber cómo diablos se las va a ingeniar Donna para salir de esa situación, pero es una buena novela que te hace pasar un rato tenso y te obliga a leerte el último tercio casi sin respirar, así que es perfectamente recomendable para todos aquellos que gusten de una buena historia de terror o disfruten normalmente con la literatura de este escritor.
Nota: 6.5