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23 julio 2018

Casado. Un líder de la derecha más dura


Terminó la carrera por la presidencia pepera. Y ganó, a pesar de insistir en la regeneración, quien ha manifestado volver al pasado, anhelando a Aguirre, Aznar y Fraga.

Eso sí, es joven. Un joven que siguiendo pasos de sus mentores nos puede llevar a gobiernos llenos de corruptos o a cantar el “Viva la muerte”, o a la más absoluta involución o a la recreación de otra burbuja inmobiliaria. Un joven, viejo de ideas, que prefiere volver a las esencias de un partido corrupto y más de derechas que el grifo del agua fría.

Derecha dura y pura, por no decir extrema. ¿Habrá quién dude de que la extrema derecha está instalada en el Partido Popular, después de haber escuchado a este joven tan reaccionario?

Por si fuera poco lo de sus antecedentes peperos, sus padrinos del partido, Hemos podido constatar que Pablo Casado, en su carrera hacia Génova, ha sido apoyado por Vox, FAES y Hazte Oír. Tres organizaciones que se disputan la voz cantante de la Extrema Derecha española. La social, la económica y la religiosa. Para ellas, según el líder de Hazte Oír, se abre una puerta a la esperanza.

 Por si fuera poco, el joven Casado ha manifestado también su reacción negativa ante los movimientos por la igualdad de género y por la defensa de las pensiones, que han sido las dos actividades que han llenado las calles de nuestras ciudades.

Podemos añadir más cuestiones que le acercan y le colocan en el extremo ideológico de la derecha. Como el desprecio más absoluto a la Memoria Histórica, a la que ya anteriormente había denostado y que hoy dice que es el monotema de los carcas. Para él, el Valle de los Caídos hay que dejarlo como está, o sea como ensalzamiento del franquismo, y también ha comentado que no gastaría ni un euro para exhumar a Franco.


Todo esto lo dice quien dijo que su principal objetivo es refundar, regenerar y renovar el Partido Popular. ¡Pues qué bien! Refundar, desde luego, si se trata de volver a fundar sus esencias, las que imprimió Fraga. Regenerar, también, si significa volver a generar ilusión entre la derecha más ultra. Y renovar, puede, si se refiere a ponerse a la altura de los nuevos partidos de la derecha montaraz que se está imponiendo en Austria, Hungría, Dinamarca, etc.

Eso sí, prepárense ustedes a ver banderas en los balcones. Porque de ello ha hecho, el tal Casado, un argumento de peso, repitiéndolo hasta la saciedad. Él quiere una España de balcones y banderas, supongo que no le importarán si lleva puesto la gallinácea.

Éste es el nuevo líder ‘moderno’ del PP, que pretende dejar a Rajoy a la izquierda. Un líder más parecido, en sus convicciones, a Le Pen que a Macron, al Tea Party que al Liberalismo, al Negacionismo que a la Verdad histórica.

Un tipo que piensa luchar para prohibir el aborto y para que no se legalice la eutanasia.

Volcado contra Cataluña, a la que quiere ‘reconquistar’. Amigo de elevar a la enésima potencia el 155. Y si es preciso, sacar los tanques, que para eso los tenemos pagados y se los ha dejado su amiga Cospedal a mano y nuevos.

Y yo me pregunto, de forma ingenua: ¿Qué pasaría si a este derechón le imputan por la cuestión del Máster y de su currículo exprés y a medida? ¿No sería divertido? ¿Qué haría el PP? ¿Qué haría Ciudadanos?

Veremos si todo lo dicho ha sido una pose. Mejor dicho, espero no verlo, porque eso significaría que habría ganado las elecciones, algo contra lo que debemos luchar desde ya. Lo único que le faltaba a España sería un tipejo como éste.

‘Casado y cierra España’

Salud y República

04 septiembre 2017

Ciudadanos, partido tramposo y pepero

Así es. Estos chicos comandados por Rivera no hacen sino engañar. Su afán de parecer algo distinto del PP y seguir engañando a sus votantes les hace dar saltos mortales y hacer piruetas fácilmente demostrables.

Primero empezaron con aquello de que “nunca apoyaremos a Rajoy” y ahí les tienen. Y con el cuento de acabar con la corrupción. Pero claro con la boca pequeña. Siempre empujan al principio pero con cuidado para que el PP siga haciendo y deshaciendo. La prueba de que el Juan Antonio Sánchez sigue siendo presidente del PP de Murcia y diputado en las cortes murcianas no es sino un ejemplo de ello.

Firmaron un acuerdo con el PP, del que apenas se ha cumplido nada, y sin embargo disimulan y hablan de posibles soluciones como si quisieran enfrentarse a Rajoy y su gente, cuando lo que hacen es apuntalarles en el poder.

Veamos el último ejemplo. Como quiera que no les hacen ni caso con el tema de la limitación de mandato del Presidente del Gobierno, a pesar de ser uno de los puntos firmados, tratan de quedar bien con su electorado (al que deben suponer de ínfima calidad, pues le tratan de engañar constantemente) y plantean una proposición de ley para limitar el tiempo del mismo presidente de gobierno en el poder.

Pero claro, con truco. Rajoy ha debido llamarles al orden y decidles que no jueguen con sus deseos de presentarse otra vez, y ellos han encontrado la solución rocambolesca pero eficaz. La proposición de ley que han presentado en el Congreso, habla de que los presidentes del gobierno no pueden estar en el cargo ocho años consecutivos.

De esta forma, ante su gente, parece que tratan de recuperar una de las reivindicaciones que siempre anunciaron: “No con Rajoy”, y sin embargo, lo hacen de forma que no afecte al actual presidente del gobierno.

Y es que actúan de forma burda y, antes de que se salga adelante, se ve la trampa. ¿Por qué no han hablado de que el presidente del gobierno no puede estar en el cargo más de dos legislatura? Prefieren hablar de ocho años. Y miren ustedes, es un truco vil, de trilero de segunda. Basta con que Rajoy convoque las elecciones para un día antes de cumplir los ocho años para que siga pudiéndose presentar. Así de fácil, todas las legislaturas de la democracia, menos una, han durado menos de cuatro años, lo que quiere decir que dos periodos legislativos, como ocurriría en el caso de Rajoy (sin contar el tiempo de la presidencia en funciones) lo normal es que sean inferiores a ocho años.

Eso, justo, es lo que pasará. Rajoy convocará las elecciones para que hayan transcurrido menos de ocho años. Bastara con que lo haga cuando se cumplan 7 años y 364 días. Y así podrá presentarse de nuevo. “Pa mear y no echar gota” que diría un castizo.

Ciudadanos pretende calmar a su gente, que ve que no se cumple casi ningún punto de los acuerdos de investidura, diciéndoles que así impide que Rajoy se presente, y es mentira. Porque Rajoy, con la potestad, como presidente del gobierno, de convocar elecciones cuando lo crea oportuno, lo hará de forma que se pueda presentar sin problemas
Así es que menos cuentos. No teníamos duda, y cada día que pasa lo vemos más claro. Rivera pretende ser el futuro líder de la derecha y acabará en el PP, pero para ello debe pactar con los peperos la forma para que, disimulando –aunque traicione a su electorado--, pueda parecer que les aprieta las tuercas, cuando lo que hace es echarles 3-en-uno.


Salud y República

12 noviembre 2016

La familia y la marca Trump se hacen con USA

Pues si, probablemente desde enero, fecha en la que el gran patriarca Donald “duck” Trump ascenderá a los cielos, la historia de los EE.UU. pasará a ser la historia de la familia Trump y de su marca.

Recordemos aquella familia Trapp, cuya historia fue escrita y después dio origen a varias películas, entre ellas: La familia Trapp y Sonrisas y lágrimas. Estos fueron refugiados que huyeron a Italia, por disensión con los nazis y de allí embarcaron a EE.UU. Pues bien, la famila Trump hará lo contrario, es su antítesis. Trump lo que ha dicho que hará será negar la entrada a refugiados y a inmigrantes a “su casa”.

De los cinco miembros que el nuevo presidente yanqui ha elegido para hacer la transición de poderes, tres son hijos suyos, un cuarto es su yerno, cuatro son congresistas y cuatro amiguetes (millonarios empresarios, por supuesto) .Esto en mi pueblo se llama nepostismo y demuestra el interés de este energúmeno en que USA, pase a ser algo más de la marca Trump. Esa marca que le ha llevado al estrellato.

Demuestra, sin duda, que quiere manejar el país como si fuera otra empresa más de su dominio. Confundiendo, a sabiendas, lo público con su propiedad. Lo que hace pensar en una dictadura que sólo podrá ser frenada por un senado y un congreso con mayoría republicana y por un Corte Suprema que está a punto de conseguir también la mayoría republicana. ¡Todo republicano!, del mismo color, por lo que, seguramente será un coladero para la mayoría de las leyes de Trump, esas leyes que pueden desdibujar lo poco hecho por Obama en el terreno social, empeorar sensiblemente la situación de los más necesitados y de las minorías, y llegar a poner en peligro la paz mundial.

Trump y USA se confundirán durante el mandato del capo-presidente. Para Trump, USA será otra empresa más. Y tratará a los demás políticos como sus empleados, y a los ciudadanos como clientes ajenos a lo público. Esa será su forma de hacer política. Ha empezado demostrándolo al nombrar a un tercio de los miembros (3 hijos y un yerno) para efectuar la transición presidencial. Intenta ser más que un presidente, un “padrino” al que todos han de tener miedo y venerar. Tal cual ha dicho que se comportará y tal cual está empezando a comportarse.

De manera que agarrémonos los machos, americanos y de otros mundos, porque la primera potencia del mundo no sólo será egoísta, que ya lo es, no sólo tratará de imponer su poder, que ya lo hace, además nos querrá ver arrodillados y pidiendo árnica para subsistir. Todo lo que esté fuera de la marca Trump y sus tropelías será combatido y severamente castigado.

Y a este país lo ponen de ejemplo cuando se habla de democracia. ¡Qué pena! ¿Qué pensarían aquellos griegos que la inventaron si levantaran la cabeza? Lo llamarían dictadura plutocrática.

Salud y República

17 enero 2016

¿Quo Vadis, Sánchez?

La verdad, cualquiera sabe dónde va el líder socialista. Sí que sabemos de dónde viene. Y viene de haber tenido los peores resultados de su historia, y se encuentra dentro de su partido con una baronía que le machaca, que le dicta el camino y que le tiene prisionero de su fracaso y sus decisiones.

Pedro Sánchez atraviesa una situación esquizofrénica, de blanco y negro, de Doctor Jeckill y Mr. Hyde. Desde fuera y, para su desgracia, desde dentro de su partido tiene presiones que le tienen obnubilado y que le hacen dar pasos a izquierda y derecha como si estuviera bailando la yenka.

Da penita verle en esta situación, aunque cuando toma decisiones es para darle una colleja. Porque es verdad que lo tiene difícil, en este momento, pero es que además, él mismo, se complica más la vida innecesariamente.

La realidad le tiene cercado. Si apoya al PP, cuestión que no descarto conociendo al PSOE y a Sánchez, sus militantes le van a dejar más solo que la una. Si se convocasen elecciones generales, es más que probable que Podemos le supere –ya hay encuestas que lo anuncian--, con lo que quedaría supeditado a un papel secundario, algo que no perdonarían sus barones y que le echarían los perros y le desalojarían en el próximo congreso con toda seguridad.

La única posibilidad que tiene es pactar para conseguir un gobierno que él presidiera. Difícil pero no imposible. Es seguro que desde la derecha, incluido Ciudadanos le llamarían de todo, y desde luego a muchos de los suyos no les gusta ni un pelo que pacte con los podemitas, pero es la única posibilidad de que una vez de presidente del gobierno pudiera reconducir su causa y la de su partido, y desde allí, hacer olvidar todo lo anterior.

Lo que pasa es que si la situación es la que es, o sea mala para Sánchez, las decisiones que está tomando la empeoran. Porque pretende estar en misa y repicando, lo cual es harto difícil. Y desde luego lo que ha decidido al constituir la mesa de los parlamentos, le puede pasar una factura importante. Y todo para que Patxi López pudiera llegar a presidente del Congreso. El precio puede ser caro, porque aunque se empeñen en que no es legal la constitución de cuatro grupos en el caso de Podemos y sus coaliciones afines, todos saben que una interpretación laxa del reglamento –otras veces se ha hecho-- podría permitirlo.

Y lo que es más grave, mucho más, es que para que el ex-lehendakari López (el único socialista que se ha atrevido, sin rubor y con orgullo, a aliarse con el PP para gobernar Euskadi) fuera elegido presidente de la mesa ha pactado con PP y Ciudadanos, mientras que ha aislado a Podemos, haciendo que la derecha tenga la mayoría de la mesa, cuando no la tiene ni en escaños ni menos en votos.

Añadamos a todo esto que, después de estar diciendo que con los independentistas no iba a pactar, de ninguna manera, resulta que les presta senadores para que tengan grupo, tanto Esquerra Republicana como Democràcia y Llibertat. Que conste que yo estoy de acuerdo en que estas dos formaciones tengan voz, puesto que han tenido unos buenos resultados y es importante no cortarles la comunicación, pero hay que recordar que la condición sine-qua-non del PSOE para hablar con Podemos era retirar la creación de un referéndum decisorio en Catalunya, y sin embargo son capaces de buscar alianzas con los que quieren la independencia. ¿No es esto una clara incoherencia?

Si a lo anterior unimos que Sánchez insiste en que puede hacer un acuerdo de izquierdas para ser presidente, se nos antoja que el camino, él mismo, lo está llenando de obstáculos, porque estos bandazos no han contentado mucho a Podemos, que debería ser el socio más importante, sin el cual es imposible la opción de un gobierno sin el PP.

En fin, difícil lo tiene, está recibiendo palos de todos los lados y en vez de seguir una ruta coherente, se está cargando de enemigos en el camino. Haber dejado la mesa del Congreso en manos de la derecha –aunque pueda presumir de presidente— y haber hecho oídos sordos a la petición de los cuatro grupos de Podemos, mientras que ha ayudado a los grupos independentistas puede hacer que ni dentro ni fuera de su partido consiga las ayudas necesarias para liderar una opción sin el PP.

Y ya sabe qué le puede pasar si pacta con el PP o hay nuevas elecciones. Sus barones mayores –los que obtuvieron los mejores resultados en las elecciones: Susana Díaz, Fernández Vara y Emiliano García.Page-- le están esperando con la escopeta cargada. Lo tiene francamente, jodido.


Salud y República