Se podrá argumentar que lo efímero de siete días en un lugar no alcanza para percibir la realidad de un país en profundidad, menos aún el futuro de un proyecto político audaz y por tanto controvertido. Es por eso que sólo me remitiré a intentar trasmitir algunas sensaciones y sentimientos en nuestra breve e intensa estadía en Caracas.
Ni bien llegué al aeropuerto, a las 3 de la madrugada, me enfrenté con dos sensaciones térmicas: 1- La del “tachero”, conductor de una 4x4 negra, que a medida que me acercaba a toda velocidad a destino en el barrio de La Florida, una especie de Belgrano no R con edificios enrejados hasta la manija, me machacaba con el discurso de la inseguridad – “que este barrio es muy peligroso, que aquí te roban y te matan por cualquier cosa, que no se te ocurra andar de noche”, etc. 2- La otra sensación fue de unos 30 grados y estamos hablando de invierno.
Unas horas más tarde el sol pega y fuerte, hasta arrastrarme a la conclusión de que con ese calor ningún pueblo tiene derecho a progresar. A quién se le ocurre trabajar con semejantes temperaturas y un mar Caribe tan cerca.
El sábado vimos de cerca la
marcha del NO al referéndum modificatorio de la Constitución. La Oposición, bautizados “escuálidos” por Chávez en una marcha que no era propiamente masiva, parecen una especie de Macrismo sin Macri, (casualmente la campaña del NO es de un amarillo muy PRO), sumado a la extrema izquierda y la extrema derecha. La poca gente no chavista con la que hablé tiene una postura inexplicablemente autodefinida como “apolítica”, que esboza una queja ante la “falta de democracia” sin argumentos sólidos ante la primera repregunta. Con frases que denotan una postura clasista y/o racista. No digo que no haya opositores serios, digo que yo no los vi.
Ahora bien: me atrevo a decir que violencia política masiva seguro no hay. Me explico: es usual ver por las calles autos particulares con sus vidrios pintados a la cal por el SI y por el NO. Comparten las calles y los estacionamientos. ¿Ustedes pintarían los autos que manejan a favor del NO en una dictadura?
El domingo se largó nuestra maratón semanal en la Marcha del SI. Desde poco antes del mediodía caminamos entre Ministros, dirigentes y la gente bailando, cantando, riendo, unas 60 cuadras hasta llegar a unas 15 del escenario donde Hugo Chávez habló poco: unas 5 horas. La cerveza corría a un ritmo que si fuese por estos pagos, cualquier marcha terminaría en batahola generalizada, pero ahí no, todo muy relajado, cada sector con sus propias identificaciones pero un solo jefe, un solo proyecto, un solo color, la denominada “MAREA ROJA”. “Sí! Sí! Ahora sí… con Chávez Sí…”, el hit de la jornada.
Y sí, el Chavismo no es pero se parece bastante al primer Peronismo: hay pobres, los olvidados de siempre, incorporados como actores políticos y sociales, dispuestos a tomar la calle por defender al líder; hay un movimiento que va desde una izquierda (que da la pelea ideológica y cultural de Poder para el Pueblo, “Real” Socialismo, Revolución Bolivariana y Contrapoder Mediático) a una derecha, digamos nacionalista-popular (concentración de poder institucional y económico dentro de un Estado fuerte, benefactor, Chávez sin socialismo, relaciones militares) y un solo Jefe que maneja los hilos, que pareciera tener un discurso para cada interlocutor; con un proyecto nacional y un coqueteo utópico por una Latinoamérica unida; Mi sensación/intuición en base a lo que oímos y vimos: el modelo chavista está en tensión entre estos dos polos, y el enemigo está adentro.
Hablando de ver, la TV es algo que me llamó la atención, es un claro fenómen
o que muestra una sociedad sin grises: o sos o sos anti. Globo es claramente antichavista. Nada de enmascararse en una supuesta objetividad periodística, por el contrario, la manipulación de la información es intencionada. Valga como ejemplo la cobertura de la última marcha de estudiantes opositores, donde los mostraba niños bien, comprometidos por el futuro de la democracia, marchando a la Suprema Corte de justicia a presentar un petitorio. A continuación mostraban a un conjunto de bárbaros que salían a los tiros de la Facultad de Trabajo Social (junto con Sociales, una de las pocas chavistas dentro de la gran Ciudad Universitaria): los violentos, los chavistas, los negros dirían acá.
Al cambiar a TV Venezuela (un TN oficialista, con programas y periodistas jugados, y en constante denuncia y reflexión de la manipulación de los medio privados) la cobertura cambia de
PE a PA: con una cámara de Avila TV (canal chavista para jóvenes, una especie de MTV Guevarista), muestra la marcha de jóvenes opositores, que de regreso a la Ciudad Universitaria emprende hacia la Facultad de Trabajo Social al grito de “los vamos a matar a todos”, encapuchados apedrean las ventanas, intentan ingresar ante las puertas tabicadas, al no lograrlo prenden fuego el edificio. Otra cámara cubre desde dentro del edificio los hechos, con mayoría de alumnas, todos cuerpo a tierra y varios verdaderamente asustados. Hasta que algunos muchachos salen a los tiros!. Y sí, nosotros estábamos ahí, habíamos ido a charlar con el profesor
Javier Biardeau, chavista crítico, autor del concepto de la “boliburguesía”. Ni bien llegamos a la Ciudad Universitaria nos encontramos con un micro incendiado y nos fuimos a los tiros… Como no entendí que salieran a los tiros y no haya ningún herido, pregunté a nuestros “panas” anfitriones. La respuesta fue que ya sabían que iban a pretender tomar la Facultad y había que defender a las compañeras, - “las balas de salva asustan pero no matan…"
Algunas de nuestras experiencias (Visita al
Núcleo de Desarrollo Endógeno “Fabricio Ojeda”,
su cooperativa de calzado y su cooperativa textil y el Núcleo de Desarrollo Eco turístico “Camino de los Españoles”; el Avila TV y su Escuela de Producción Audiovisual) merecen un desarrollo mucho mayor. Pero que me ayuden los otros compañeros viajantes, que los proyectos colectivos valen más que los propósitos individuales.
Mendieta me había pedido que fuese objetivo e imparcial. Yo le digo que debiera haber venido con nosotros. Pongo guita que se quedaba allá.