viernes, 25 de julio de 2014

Trabajar de infiltrado

Las vacaciones, como todo el mundo sabe, son ese período privilegiado del año en el que, como no trabajas, puedes dedicarte a esas cosas que normalmente quieres hacer pero no tienes tiempo, como echarse la siesta, ir de viaje o, mejor aún, hacerse una infiltración.

¿Qué pasa? ¿A vosotros nunca os han infiltrado? ¿Ni siquiera en una banda internacional de narcotraficantes latinos, que han escogido algún nombre que acojone? No sé... los algo kings. Los lion kings, por ejemplo. Porque eso de ser de la banda del Rey León debe impresionar un montón en los ambientes marginales, seguro.

¿De verdad? ¿Nunca? Pues yo soy muy aficionada

Como ya he ido varias veces, ya me conozco el percal y pensaba que el asunto ya no encerraba sorpresas para mí, pero se ve que sí.

Aunque no es propiamente una operación (ni impropiamente, vaya), en el hospital prefieren andarse con pies de plomo (con las consiguientes quejas de los vecinos de abajo) y tratarte todo el rato como si te fueran a operar.

Así que te citan en Admisiones y una gentil moza vestida con una americana roja (científicamente diseñada para no favorecer a absolutamente a nadie), amablemente te acompaña hasta la sala de espera adecuada para que no te pierdas por el hospital o para que pienses:

- Vale, a mí me van a clavar una aguja de este porte, pero esta pobre chica tiene que llevar esa chaqueta roja tan horrible cinco días a la semana.

La cosa es que estaba en la sala de espera Admisiones y aparecen dos chicas chaquetirojas y nos llaman a la vez a una chica jovencita y a servidora. Yo iba sola, pero para compensar, la otra iba con tres personas nada menos.

Supongo que sus padres y su hermana porque la familia que se infiltra unida, permanece unida.

La chaquetiroja que había llamado a la chiquita empieza andar por un pasillo muy largo, con la chica detrás. Y seguidamente, la chaquetiroja hospitalaria que me tenía que acompañar a mí, con la madre de la chica pegada a su lado.

No había manera ¿eh? El pasillo era larguito y yo pensé que ya se daría cuenta, o algo, pero nada, no me dejaba pasar, se había hecho fuerte al lado de la del hospital y de ahí no se movía. A lo mejor quería preguntarle dónde se había comprado la americana de marras, no sé. Eso sí, de su hija pasaba.

Yo me imagino a la mujer pensando
- No voy a ir junto a mi hija adolescente que es la que está nerviosa, sino al lado de esta empleada, que sin duda agradecerá mi compañía

Claro, al final la chaquetiroja que me correspondía se puso a hablar con ella:
- Ahora vamos a la planta 9 y ahí esperará a que la llamen y ...

Y yo detrás
- Que soy yo!!! Esa es una impostora!!!

Muy cariñosa, sin duda, pero impostora.

Por fin llegamos a la planta de los infiltrados (no es por nada, pero si nos ponen a todos juntos en el mismo sitio, nos van a pillar en seguida) donde nos quedamos la jovenzuela, una servidora y nuestros acompañantes comunes, junto a un montón de gente que ya estaba ahí esperando.

Cuando te dan la cita, te suelen decir que procures ir acompañado ¿por si te sientes mal a la salida? No, es para que no te aburras en la sala de espera, porque anda que no pasa tiempo.

Así que la gente va con alguien de confianza, a estar mucho tiempo sin poder hacer nada más que charlar y ...

Francamente, he estado en fiestas de nochevieja con menos ambiente, además contábamos entre nosotros con uno de los grandes valores de la lírica española.

El nombre no lo sé, pero debe dedicarse a eso, ya sabéis la típica persona que te dice
- YO NO HABLO ALTO ES QUE HABLO FUERTE.

Traducción: no solo no sé bajar el volumen, sino que tengo un lío importante con los adjetivos.

El volumen de las conversaciones, sobre todo las del señor que hablaba "fuerte" (y oirá suave, digo yo) llegó a un punto que una de las muchachas de horrible americana roja, después de quejarse amargamente de su atuendo, intentó que la gente bajara un poco el volumen.

Y la hicieron caso, bajaron la voz... un poco. MUY poco.

Hasta que unos 10 minutos más tarde, una señora mayor de pelo cano (esta expresión le ha dado más categoría a este texto inmediatamente, no sé si lo habréis notado) dijo (no especialmente "fuerte", la verdad) algo similar a:

- Hombre por favor, ¿Es que no puede haber silencio?

O algo así, lamento no recordar las palabras exactas porque fueron súper eficaces ¡Se calló todo dios! Hasta el señor que hablaba fuerte y comía comidas bajas (o algo así). No se oía una mosca, oye.

¿No pueden contratarla? ¡Una chaqueta roja para esta mujer ahora mismo!

La señora llevaba un rosario en la mano, que para mí que tenía súper poderes. ¡Qué eficacia! ¡Es mi heroína!

Espera, acabo de caer, me ha llevado más de 20 años pero acabo de entender qué narices era eso de ser un "héroe del silencio"

Por fin me llegó el turno, un enfermero (o así) entró en la sala y dijo, bastante bajo (tendría miedo a la señora.. perdón a La Heroína del Silencio)

- Loque Meahorbo?
- Sí, yo - dije levantando la mano.
- Loque Meahorbo?
- Que sí, que soy yo!

Llegué a la puerta, donde seguía sin oírme.
- Loque Mea..?
- Es MeahoRRO
- ¿Ah, sí?
- Tú eres de los que escogieron las ciencias porque se les daban muy mal las Letras ¿Verdad? En concreto las letras B y R, que no se parecen en nada, macho.

Jo, hasta ese día pensaba que mi apellido era feo, pero después de oír eso...

- Bueno ¿y cómo estás?
- Perfectamente, yo vengo a estas cosas porque me aburro mucho en casa.
- ¿Te sigue doliendo la rodilla?
- No, gracias a Dios, porque solo me faltaría que me doliera la rodilla además de la espalda que es donde vengo a hacerme la infiltración.

Mira el informe despistado
- Ah, que es la... la... bueee... vale.

Entramos en la sala en la que te hacen estas cosas, donde siempre hay como 4 personas, la médica se presenta, muy amable, me tumbo, me cambio de sitio 20 veces porque de ninguna manera se me veía bien...
- ¿Tensión alta?
- ¿Alergias a medicamentos?
- ¿Estamos embarazadas?
- Yo no, y tú... tú sabrás, mujer.

Ya se sabe, todas las preguntas de rigor.

Seguimos con las recolocaciones en la camilla y la médica dice:

- Seguimos sin estaaaar.... - se notaba que no se acordaba de lo que iba a preguntar.
- ¿Embarazadas? Sí, seguimos sin estar embarazadas.

Como ya he explicado otras veces, las respuestas que yo doy a estas cosas que dice la gente no son las que pongo en las entradas, más bien suelo decir "Sí, bueno, no, bieen" porque soy una niña muy bien educada.

Pero esto lo dije. Sí, es cierto.

Una de las enfermeras se rió y contestó:
- Sí claro, como no haya sido Kevin (el que no era de Letras) en este rato.

Lo último que pensé antes de que me pincharan fue:
- ¡No, no, no! Me niego a tener un hijo con ese tío, que con vete tú a saber qué nombre me pone al niño en el Registro civil!

viernes, 18 de julio de 2014

Saliendo de mi madriguera

El frío invierno acaba y las alimañas, salen de sus madrigueras tras largo tiempo y asoman sus hocicos perezosamente a un mundo exterior que renace al calor de los primeros rayos del sol que ...

- Psst, que te has equivocado que eso es para la primavera y no para el fin de las vacaciones.

Ya, pero es que no sabía cómo colocar lo de las alimañas.

Y además, la verdad es que siento un poco así. Pues sí, amigos, poco a poco voy incorporándome al agitado mundo laboral (y de paso, al bloguero) mientras me recupero a duras penas  de mi hibernación veraniega.

O sea, que me siento alimaña.

A lo mejor exagero, no sé, pero creo que me está costando un poco más de lo que había previsto. Teniendo en cuenta que he olvidado una contraseña.
Que por otra parte, era igual que el nombre de usuario.
Que por otra parte, eran mis iniciales.

Pero no os creáis que todo ha sido la típica disminución de general de las funciones metabólicas, también me ha dado tiempo a pergeñar (signifique lo que signifique eso) diversos planes de dominación planetaria desde mi covacha.

He aquí las pruebas de mis delitos: uno librero y otro cinero.

Pronto, continuará mi escalada imparable hacia el terror planetario. Bueno, imparable, imparable, lo que se dice imparable... dejémoslo en mitad y cuarto de escalada hacia el terror planetario.