BUENAVISTA - PLAYA DE LAS ARENAS -
BUENAVISTA
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Buenavista del Norte.
COMO LLEGAR: Por la autopista TF-5 en dirección a Icod de los Vinos,
hay una conexión con la carretera TF-42, que termina en la entrada del núcleo
urbano de Buenavista del Norte.
COMIENZO: Plaza de los Remedios, en el núcleo urbano de Buenavista del Norte.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 6,9 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el casco urbano y en la Zona Recreativa del
Barranco de Triana.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Plaza de los Remedios; 2.- Iglesia de Los Remedios; 3.- Zona Recreativa y
Lavaderos del Barranco de Triana; 4.- Jardín de plantas medicinales; 5.- Ermita
de La Fuente o de La Visitación; 6.- Hacienda de La Fuente; 7.- Ermita de la
Virgen del Carmen; 8.- Playa de Los Barqueros; 9.- Puerto del Buen Jesús; 10.- Mirador
en Punta de La Tablada; 11.- Conchero de Punta Negra; 12.- Playa de Las Arenas;
13.- Hacienda del Conde; 14.- Plaza de Triana; 15.- Plaza e Iglesia de San
Sebastián.
VENTAJAS: Recorrido señalizado, de alto valor histórico y etnográfico.
INCONVENIENTES: Ninguno digno de mención.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR O DESCARGAR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
La Plaza de
los Remedios es el centro neurálgico del municipio y a su alrededor es donde se
desarrollan las actividades habituales del municipio de Buenavista del Norte;
está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto
Histórico, por lo tanto, no está de más dar un paseo por sus estrechas calles
para disfrutar de su pintoresco casco urbano. En un costado de dicha plaza se
alza la Iglesia de Los Remedios, datada en el año 1513, con posteriores
ampliaciones, incluida la construcción, en 1951, de la torre del campanario. En
su interior, compuesto de tres naves y una capilla principal, existieron antes
de un devastador incendio que destruyó prácticamente todo su patrimonio
histórico y religioso en 1996, un retablo de estilo barroco de gran valor
artístico, así como imágenes y esculturas religiosas del siglo XVII, varias
piezas de orfebrería y unos óleos de gran valor artístico.
Iglesia de Los Remedios.
Núcleo urbano de Buenavista del Norte.
Desde dicha
plaza, donde hay un panel informativo de la ruta que vamos a hacer, tomamos la
Calle El Chorro, que enseguida converge con la Calle El Puerto, justo donde se
encuentra la oficina de información turística; por esta última vamos andando
hasta conectar con la Calle La Rosa, que termina pocos metros después, en una
bifurcación donde se inicia el Camino La Vega, que desciende con firme
empedrado hacia la Zona Recreativa de Barranco de Triana, donde se encuentran
unos viejos lavaderos recientemente restaurados, al igual que un aljibe y
varias atarjeas, formando un conjunto etnográfico de gran interés.
Recorrido hacia el Barranco de Triana.
En el diario
digital www.dautedigital.es hay una reseña muy interesante y reivindicativa,
fechada el 30 de septiembre de 2016, escrita por el escritor Ernesto Rodríguez
Abad (https://ernestorodriguezabad.com/) referida a este
magnífico entorno:
(… Se fueron hace tiempo, cuando llegaron las lavadoras y la mecanización
de la cotidianidad. Las lavanderas llegaban con las cestas de ropa en la cabeza
y la alegría en sus andares. Ya no se oyen sus risas rebotando en las aguas. Ya
la algarabía de colores de telas es solo un recuerdo. Ya no se escuchan sus
coplas y dichos, ya no rebotan en las piedras sus festivas chanzas, ya no se
deslizan entre las hierbas secas sus bromas picantes…
Yo vide una pulga arando
Y un ratón tocando el pito
Muerto de risa un mosquito
Al ver un burro estudiando.
Las carcajadas bullangueras borbollaban entre el jabón y las piedras.
Ahora unos muchachos miran al barranco con ojos vacíos de esperanzas.
Conversación tediosa, gestos cansados. Unas latas de cerveza ruedan por los
caminos de piedra. El humo de los cigarrillos compite con los eucaliptos. El
envoltorio de plástico juega con la brisa.
Quizá algún día un coro de lavanderas escandalosas vuelva a lavar el
barranco, remanso de paz y de palabras. Vuelva a lavar la vida y nos devuelvan
la belleza que cada día robamos al paisaje ...)
El camino
cruza el cauce del Barranco de Triana y pasa junto a un recinto donde emerge un
pequeño jardín de plantas medicinales y ornamentales, que forma parte de un
proyecto de transmisión de conocimientos por parte de las personas mayores, de
varios lugares y caseríos del municipio. Unos metros más adelante, se termina
el pavimento empedrado donde hay un poste con señales de dirección de la ruta,
y continúa el Camino de la Vega con firme de tierra, llaneando entre unas
huertas plantadas de plataneras y algunas viviendas aisladas.
Ermita de La Fuente o de La Visitación.
Hacienda de La Fuente.
Luego, un pequeño
trayecto por asfalto nos deja en otro tramo empedrado que desciende suavemente
hacia la Ermita de La Fuente o de La Visitación, un templo de mediados del
siglo XVI de construcción sencilla y cubierta interior con artesonado mudéjar,
destacando en el exterior su portada de cantería, así como sus dos espadañas y
una cruz central rematando la techumbre;
pertenece a la Hacienda de La Fuente, que se encuentra anexa a la misma,
sobre los extensos terrenos que aprovechaban el caudal de la vieja Fuente de
los Cuervos; es una de las mejores muestras de edificaciones señoriales en
Canarias, destacando sus torres almenadas y sus portones y ventanas de madera
de tea.
Por la trasera
de la Iglesia, continúa el recorrido por un estrecho pasadizo, en ocasiones
bajo un manto vegetal muy frondoso, bordeado por nuestra derecha por un muro de
piedra perteneciente a unos invernaderos, y por el otro lado, hacia las
instalaciones del campo de golf llamado “Buenavista Golf”. Al finalizar este
callejón, llegamos al borde del Barranco de Triana y el sendero sigue su curso
dando un brusco giro a la izquierda y comenzando a descender con fuerte
pendiente, mediante un firme con restos de empedrado y delimitado con muretes
de piedra seca a ambos lados del mismo; las vistas panorámicas del entorno del
barranco y de la costa próxima, no tienen ningún desperdicio.
Instalaciones de "Buenavista Golf" (izq.).
Aljibe (izq.); vieja edificación de la finca colindante (dcha.).
Pasamos luego
junto a un viejo aljibe y una edificación en estado ruinoso, que forman parte
de una finca de plataneras anexa; mientras nuestro trayecto evita una pista de
tierra que se aleja por la derecha, nuestros pasos se desvían hacia la
izquierda siguiendo el curso del camino, que avanza muy evidente hasta
desembocar en una calle asfaltada, que es el acceso desde el pueblo hacia la
Playa de los Barqueros.
Continuamos
hacia la izquierda unos cien metros, bordeando las instalaciones del campo de
golf y terminamos en una plaza donde se encuentra la Ermita de la Virgen del
Carmen, una edificación construida en el año 1965 por iniciativa de todos los
trabajadores del mar del municipio, así como la adquisición de la imagen de la
Virgen que ocupa su altar mayor.
Ermita de la Virgen del Carmen (dcha.).
Playa de Los Barqueros.
Desde esta ubicación tenemos unas vistas
panorámicas, tanto del entorno más próximo de la desembocadura del Barranco de
Triana, también llamado Barranco del Chorro, incluyendo la Playa de los
Barqueros y parte del campo de golf, como de la cuerda montañosa que cierra por
el norte este magnífico valle, donde se asienta el municipio de Buenavista del
Norte; allí se vislumbran la Punta del Fraile y el Mirador de la Monja, el
Roque Marrubio (606 m.) y el Roque Gaveta (673 m.), así como el Lomo de la
Caldera, el Lomo Camello y la Cumbre de Molina, esta última sobre el Caserío de
El Palmar.
Viejo embarcadero en la Playa de Los Barqueros.
Seguimos la
ruta por una pista cementada que desciende con fuerte pendiente hacia la Playa
de los Barqueros, lugar muy importante de la costa de Buenavista, ya que
conserva los restos de un viejo embarcadero, comúnmente llamado el Puerto del
Buen Jesús, referenciado en algunos escritos del siglo XVIII, dando fe que se
usaba para el comercio de exportación e importación de mercancías e incluso de
personas, éstas en menos medida. El acceso a la playa y al embarcadero está
prohibido, pero podemos disfrutar de sus vistas desde un punto estratégico
donde hay una señal de prohibición.
Sendero costero por la costa de Buenavista del Norte.
Volvemos hacia
atrás y hacemos caso de unas señales de dirección que nos indican la
trayectoria a seguir hacia la Playa de Las Arenas, distante algo más de un
kilómetro; para ello continuamos por un sendero ancho y con firme empedrado,
que transcurre adaptándose a las ondulaciones del terreno que serpentea por la
costa, bordeando las instalaciones del campo de golf. Es un paseo muy agradable
que cruza algunos barranquillos y vaguadas mediante unos puentes de madera y
que va permanentemente bordeando la costa y con vistas panorámicas, tanto de
las montañas del entorno, como de parte del núcleo urbano de Buenavista e
incluso de la Montaña de Taco, un cono volcánico formado en una de las
erupciones de hace millones de años que actualmente alberga en su cráter un
embalse de agua para riego.
Instalaciones de "Buenavista Golf" (dcha.).
Enseguida nos
acercamos a un mirador donde un panel informativo nos enseña el oficio de la
recolección de sal marina, está situado en la Punta de la Tablada, justo en el
lugar donde estaban los charcos naturales donde se recogía la sal después de
haberlos llenado con agua de mar y evaporarse a medida que pasase un tiempo prudencial.
Vemos también desde este punto diferentes y curiosas formaciones rocosas
producto de erupciones volcánicas, como la llamada disyunción columnar o
diversas “Bombas Volcánicas” o también denominadas Bolas de Acreción, de un
tamaño considerable.
"Bomba volcánica" (dcha.).
Avanzamos
ahora por un pasillo de madera que salva un terreno más abrupto por la zona de
El Tinajero, por donde crecen gran cantidad de especies de vegetación halófila,
como Salados (Schizogyne sericea), Tabaibas Dulces (Euphorbia
balsamifera), algunos Cardones (Euphorbia canariensis), Lechugas de
Mar (Astydamia latifolia) y Siempreviva de Mar (Limonium pectinatum),
entre muchas otras especies perfectamente adaptadas a las condiciones costeras.
Continuamos la ruta bordeando otra de las abundantes calas pedregosas que hay
por la costa y en una de las curvas del sendero encontramos un panel
informativo que nos previene de un lugar que no podemos dejar de visitar, el
Conchero de Punta Negra, un yacimiento que forma parte del conjunto
arqueológico de La Fuente; se encuentra situado al abrigo de un afloramiento
rocoso y es un claro ejemplo del aprovechamiento de los recursos marinos que
hicieron en su día los antiguos habitantes de la isla, los Guanches, En este
mismo lugar se encontraron restos de cerámica y otros elementos arqueológicos.
Conchero de Punta Negra.
Unos metros
más adelante, en las inmediaciones de la Punta Negra, termina la ruta
señalizada, que ha tenido siete puntos de interés así mismo señalizados.
Llegamos a la Playa de Las Arenas, donde hay un panel informativo de dicho
recorrido y una señal de dirección hacia el centro histórico, que es de donde
venimos. La playa tiene un paseo peatonal con pavimento empedrado, que se
encuentra a un nivel inferior del parquin y que recorre, bajo una línea de
Tarajales (Tamarix canariensis), todo el litoral.
Al finalizar el paseo,
regresamos por el mismo camino hasta el inicio de la playa, donde hay varias
instalaciones municipales y un restaurante; en este punto tomamos la Calle
Vista de la Monja, que asciende moderadamente con firme asfaltado y con
magníficas panorámicas hacia las montañas, donde destaca el Morro Redondo y el
Morro La Fralla, que se elevan dejando entrever el angosto cauce del Barranco Negro. La vía avanza
después junto a unos invernaderos, donde crecen al borde de la misma, gran
cantidad de Tabaibas (Euphorbia lamarckii), así como algunos Verodes (Kleinia
neriifolia) y Cornicales (Periploca laevigata), y discurre siempre,
bordeando las instalaciones del campo de golf.
Unos metros
más adelante pasamos junto a la Hacienda del Conde, una hacienda canaria de
estilo señorial, de más de doscientos cincuenta años de antigüedad, que fuera
hogar del Conde de Siete Fuentes, actualmente reconvertida en una instalación
hotelera de gran lujo. Enseguida, conectamos con una calle empedrada que gira a
la izquierda descendiendo suavemente, hasta encontrarnos de nuevo con La
Hacienda de la Fuente y la Ermita de La Visitación, después, continuamos en
ascenso por la Calle Camino de la Vega unos metros, hasta que nos desviamos
hacia la derecha para conectar con la Calle Toledo y después con la Calle La
Estrella, donde se encuentra la pintoresca Plaza de Triana, situada en el borde
del Barranco de Triana, desde donde vislumbraremos el campanario de la Iglesia
de los Remedios, que sobresale del núcleo urbano.
Desde la plaza
continuamos por la Calle La Asomada y luego por la Calle El Puente, hasta
llegar a la Plaza de San Sebastián donde se encuentra la Iglesia de San
Sebastián, datada en la mitad del siglo XVI y reestructurada a finales del XIX.
Regresamos al centro histórico por la Calle La Alhóndiga, para recorrer sus
tranquilas calles, visitando las ruinas del Convento de Nuestra Señora de la
Merced, fundado en el año 1648 y demolido dos siglos después para construir el
cementerio municipal, actualmente solo se conserva el muro exterior con una
portada de cantería.
También es recomendable visitar la Casa de la Viuda, edificio
del siglo XVII, de arquitectura tradicional canaria, rehabilitada en su
totalidad y reconvertida en un espacio cultural. La Sala de exposiciones El
Granero y la Biblioteca Municipal anexa, son también dos edificaciones a tener
en cuenta para nuestra visita.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña