CALDERA DE LOS CUERVOS
(Parque Natural de Los
Volcanes)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Tinajo (Isla de Lanzarote).
COMO LLEGAR: Desde Arrecife, ciudad capital de la isla de Lanzarote,
tendremos que tomar la carretera LZ-2 hasta la población de Uga; una vez allí,
conectamos con la Carretera de la Geria, la LZ-30, que se cruza en un momento
determinado con la LZ-56, donde se encuentra, aproximadamente a 1,5 km., el
parquin de inicio de la ruta.
COMIENZO: Punto kilométrico 4,5 de la carretera LZ-56.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 1,5 km desde el parquin hasta la caldera; si optamos por la
circular completa, rodeando el edificio volcánico, hemos de recorrer unos 4,5 km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Trayecto con diferentes puntos de información
por el mar de lava de Timanfaya; 2.- Interior del cráter del Volcán del Cuervo.
VENTAJAS: Recorrido dentro del Parque Natural de los Volcanes.
INCONVENIENTES: Ninguno digna de mención.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
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CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
En el parquin, que seguramente encontraremos masificado, ya tendremos
unas vistas espectaculares del entorno volcánico formado por las lavas de las
erupciones de los conos volcánicos que se encuentren alrededor, como son
Montaña Negra (511 m.), Montaña Colorada (468 m.) y Montaña de las Nueces (406
m.) como las más cercanas y detrás de la protagonista de la ruta, la Caldera de
los Cuervos (388 m.) o también llamado Montaña de las Lapas, podemos visualizar
también gran parte del territorio que comprende el Parque Nacional de
Timanfaya, que alberga el complejo volcánico Monumento Natural de las Montañas
del Fuego; más a la izquierda destaca la Montaña Diama (470 m.), dentro del
espectacular Paisaje Protegido de La Geria.
El recorrido lo comenzamos por un sendero ancho y muy marcado con firme
arenoso, material característico de los entornos volcánicos, denominado
“lapilli” o “picón”, término este último utilizado en Canarias; está formado
por pequeñas piedras provenientes de las erupciones volcánicas. Avanza
prácticamente recto y llano hasta llegar a una bifurcación, que es otro acceso
alternativo desde la carretera, que se inicia dónde está el cartel anunciador
del municipio de Tías; en este cruce donde nos encontramos, hay un panel
informativo, a día de hoy ilegible, que explica las características generales
del recorrido y los diferentes puntos de información repartidos por la
totalidad del trayecto, así como alguna recomendación para asegurarnos una
buena ruta.
Panel informativo de la ruta.
A partir de aquí el camino avanza con pequeñas ondulaciones en el
terreno casi imperceptibles y siempre con la vista puesta en la silueta de la
Caldera de los Cuervos. Durante el recorrido hay pequeños carteles situados al
borde del camino, que nos advierten de la prohibición de salirnos del trayecto
marcado.
Caldera de los Cuervos.
A unos doscientos cincuenta metros nos paramos para observar el entorno
que nos indica otro panel informativo, se refiere al término “mar de lava”,
situado estratégicamente, para admirar el inmenso paisaje volcánico que han
dejado las diferentes erupciones acaecidas en Timanfaya en el siglo XVIII.
Continuamos la senda y en unos trescientos metros descendemos una pequeña
vaguada para situarnos justo enfrente de la base del volcán, donde otro cartel
informativo nos hace realizar una parada obligatoria para advertir y concienciar
al visitante del uso y conservación del patrimonio geológico y geomorfológico
que tiene en su entorno más próximo.
Dirección a tomar para la ruta circular (dcha.).
En este punto comienza el sendero que circunda la totalidad del cono
volcánico, a la izquierda progresa para realizar esta opción, teniendo unas
vistas panorámicas del Parque Natural de los Volcanes, donde despuntan varios
conos volcánicos, como por ejemplo la Montaña Diama (470 m.) y la Montaña de
Junqueras (461 m.), que tapa visualmente parte del Monumento Natural de
Montañas del Fuego; más a la izquierda, se pueden vislumbrar parte de los
caseríos de Las Asomada y Conil, al igual que el núcleo urbano de Tías. Durante
todo el trayecto, que incluso alberga un cono secundario al principal de unos
358 metros de altura, podemos ilustrarnos de la formación geológica del
entorno, con diferentes puntos informativos colocados en lugares estratégicos
para entender el terreno por donde nos movemos.
Vegetación en el entorno del volcán.
Hacia la derecha, evitando la ruta circular, iremos bordeando las faldas
de la montaña, que están protegidas con un cordón y varias señales que prohíben
su ascenso por cualquier lugar; en unos metros estaremos en otra mesa
informativa que nos instruye en la formación del volcán, éste fue el primer
cono volcánico formado en las inmensas erupciones de Timanfaya, concretamente
el 1 de septiembre del año 1730, fluyendo sus lenguas de lava hacia el norte y
noroeste de la isla.
Montaña Colorada y Montaña Negra.
Enseguida el sendero nos deja en un llano de considerables
dimensiones donde otro punto de información está situado justo enfrente de
Montaña Colorada (468 m.), otro de los edificios volcánicos pertenecientes a
las erupciones de Timanfaya, concretamente uno de los últimos que se formaron,
en abril de 1735, su topónimo se debe al color rojizo que presenta y tiene este
volcán, la particularidad de ser el causante de la expulsión de lava que se
detuvo en el lugar donde más tarde se edificó la Ermita de la Virgen de los
Dolores, en su entorno más próximo existen varias bombas volcánicas de gran
tamaño, que evidencian la violencia explosiva de su erupción; a su derecha se
encuentra Montaña Negra (511 m.) que fue testigo impávido de las erupciones
citadas, en el mismo horizonte también visualizamos la Montaña Ortiz (451 m.) y
la Montaña de las Nueces (406 m.), esta última albergando en su entorno varios
tubos volcánicos que, según dicen algunos locales, enlaza con la Cueva de los
Naturalistas, situada en la población de Masdache.
El mar de lavas que vemos
desde este punto es el que surgió de la Caldera de los Cuervos, derramándose y
sorteando los conos volcánicos que nombramos anteriormente; en primer término,
también vemos un bloque rocoso que formó parte del antiguo cráter y que colapsó
por la acción del empuje de las coladas lávicas.
Separado unos metros y en el lado opuesto, se encuentra otro punto de
información justo delante de la entrada al cráter de la Caldera de los Cuervos;
como citamos anteriormente, este fue el primer volcán en formarse en las
erupciones históricas de Timanfaya en el siglo XVIII. El cráter que estamos
observando desde este punto, fue en su día, un enorme depósito de lava
incandescente que tuvo distintos niveles de altura y en un momento determinado
colapsó y se derrumbó por esta zona, dando lugar al derramamiento de material
lávico que se desplazó hacia el norte, arrastrando consigo una gran roca,
situada a escasos metros.
Final de la senda que rodea el interior del cráter.
💬
Las referencias históricas referidas a este complejo volcánico podemos
encontrarlas gracias a las publicaciones del investigador Agustín Pallarés,
estudioso de la toponimia de la isla e Hijo Adoptivo de Lanzarote, que en una
de sus investigaciones dejó escrito lo siguiente:
- Que
este volcán de La Caldera de los Cuervos fue el primero de cuantos entonces se
abrieron ya lo advirtió además el geólogo alemán Leopold Von Buch, pues así lo
manifiesta en el siguiente pasaje de su trabajo ‘Physicalische Beschreibung
der Canarischen Inseln’, escrito con los datos que recogió durante su
visita a Lanzarote en 1815:
“Esta primera erupción ocurrió al E de la Montaña del
Fuego, a medio camino aproximadamente entre esta montaña y la del Sobaco”.
A lo que añade más adelante: “Era evidente que la lava había salido de
una sola boca, que podría estar situada aproximadamente entre Tinguatón y
Tegoyo”.
Estas declaraciones apuntan claramente hacia la situación de La Caldera
de los Cuervos, ya que ésta se encuentra poco desviada del punto de
intersección de las coordenadas trazadas entre los lugares referidos,
cumpliéndose con bastante aproximación la condición expresada en el primer párrafo
de hallarse a media distancia de las dos montañas que en él se citan, las del
Fuego y la del Sobaco -hoy llamada de Juan Bello- dándose además la favorable
condición de no haber ningún otro volcán de esa época en torno a ese punto en
un área bastante amplia aparte de los de Las Nueces y Montaña Colorada, sobre
cuya fecha de erupción hay seguridad plena de haberse producido años más tarde.
- Sobre
la emisión de lava de este volcán y los caseríos que destruyó nos informa el
cura de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo en su famoso Diario con
las siguientes palabras:
“El 1º de septiembre de 1730, entre 9 y 10 de la noche,
se abrió de pronto la tierra a dos leguas de Yaiza, cerca de Chimanfaya. Desde
la primera noche se formó una montaña de considerable altura, de la que
salieron llamas que estuvieron ardiendo durante diecinueve días seguidos. Pocos
días después se abrió una nueva sima y una arrolladora corriente de lava se
precipitó sobre Chimanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha
Blanca”.
De regreso a nuestro recorrido, el sendero se adentra hacia el interior
del volcán y una vez dentro, hace un recorrido circular bajo las laderas
rocosas que se encuentran cubiertas, en su mayor parte, por algunas especies de
líquenes que le dan un colorido especial y que se han ido desprendiendo y
erosionando con el tiempo; es un lugar muy tranquilo a pesar de la presión
turística en momentos y temporadas puntuales, ya que es un recorrido fácil,
corto y sin apenas dificultad. El regreso hacia el punto de inicio, lo haremos
desandando todo el recorrido que hemos hecho, hasta llegar de nuevo al parquin,
donde daremos por finalizada la ruta propuesta.