MIRADOR NARICES DEL TEIDE – CHIRCHE –
MIRADOR NARICES DEL TEIDE
(Por el PR-TF-69.1 y regreso por el
PR-TF-70)
(SEGUNDA PARTE)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Guía de Isora.
CÓMO LLEGAR: Al Mirador de Narices del Teide se llega desde Guía de Isora por la carretera TF-38; está situado en el margen de la misma entre los kilómetros 3 y 4.
COMIENZO: Mirador Narices del Teide.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 27,7 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: Galería San Juan de Chío, Caserío de Chiguergue; Caserío de Chirche; Fuente del Cedro.
LUGARES DE INTERÉS: Mirador de Narices del Teide; Era de Charagueche; Refugio de Chasogo; Galería Río de Guía; Era de Barqueto; Galería San Juan de Chío; Canal de Vergara; Caserío de Chiguergue e Iglesia de San Roque; Caserío de Chirche (BIC) e Iglesia de San Felipe Neri; Mirador de Chirche; Era de la Vista; Torre de Incendios de Chavao; Fuente del Cedro.
VENTAJAS: Ruta señalizada en el 90% de su recorrido.
INCONVENIENTES: A partir de la torre de incendios de Chavao, el sendero no está señalizado y en algunos tramos puede haber confusión.
PELIGROSIDAD: En la bajada por la Punta de los Roques, hay que extremar las precauciones, ya que el sendero no está definido y hay mucha roca suelta.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:
CARTOGRAFÍA:
DESCRIPCIÓN:
Cruce con el PR-TF-69.
Caminamos por la vía
de acceso al núcleo poblacional de Chiguergue, también en
descenso, hasta encontrarnos con un panel informativo y varias señales del PR-TF-69
que por nuestra derecha viene desde el Caserío de Chío; continuamos hacia la
izquierda y seguimos el curso de la Calle Las Cuevas que discurre descendiendo
suavemente hasta entrar de lleno en el núcleo urbano de Chiguergue, el cual
cruzamos por la Calle Tinguaro, donde podemos pararnos para observar diferentes
puntos de importancia etnográfica señalados con paneles informativos y si nos
desviamos por la Calle Cervantes, visitar la Iglesia de San Roque, situada en
una recoleta plaza.
Iglesia de San Roque (izq.).
Ya fuera de la población, por el Camino de Chirche, que
continúa asfaltado, llegará un momento que veremos una señalización del PR que
nos obliga a desviarnos de la carretera hacia la izquierda y empezar un sendero
definido por un muro de piedra seca que asciende paulatinamente con firme muy
pedregoso, aunque tiene algunos pequeños tramos que conservan su empedrado
original. Sigue avanzando entre Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), Verodes (Kleinia
neriifolia), Pencones (Opuntia maxima)
que crecen en las huertas abandonadas anexas, así como numerosos ejemplares de
Almedros, que en temporada de floración ofrecen una imagen espectacular.
Más
adelante, el PR-TF-60 sigue su curso con fuerte pendiente y muy sinuoso sobre
la Hoya de los Cardones, hasta que se nos cruza perpendicularmente en nuestro
camino el Canal de Vergara; seguimos unos metros junto al mismo y luego damos
un giro a la derecha tomando altura y con vistas panorámicas hacia las
medianías y la costa de Guía de Isora, así como de la Montaña de Tejina (1058
m.) y la majestuosidad de las laderas de Pico Viejo (3135 m.).
Montaña de Tejina (izq.) y Canal de Vergara (dcha.).
De frente ya
divisamos el Caserío de Chirche, mientras el sendero continúa su serpenteante y
marcada trayectoria entre un mar de terreno volcánico que se extiende por la
Hoya del Monte y la Hoya Honda, donde crecen numerosos Bejeques arbóreos (Sonchus canariensis), Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), Verodes (Kleinia neriifolia), Taginastes (Ehium giganteum), Vinagreras (Rumex lunaria) y Pencones (Opuntia maxima).
Llegando al Caserío de Chirche.
Enseguida una cuesta
abajo que avanza junto a una era de trilla, desemboca poco después en la Calle
el Cornical y por ella seguimos hasta enlazar con la Calle la Calzada que se
une a la Calle San Felipe, donde está la plaza del pueblo que alberga la
Iglesia de San Felipe Neri; el núcleo urbano está declarado Bien de Interés
Cultural (BIC), ya que alberga muchas casas en buen estado de conservación,
pertenecientes a los siglos XVIII y XIX y un rico patrimonio etnográfico.
Centro urbano de Chirche.
Continuamos ascendiendo por la misma calle y en un
cruce donde hay unos antiguos lavaderos junto a un aljibe, comienza la Calle
Tágara; a la derecha cruza el Barranco de Chirche el PR-TF-69
que continúa su curso hasta Vera de Erques, es en este punto donde enlazamos
con el PR-TF-70 que viene por el Camino de la Campana desde Guía de Isora; por
este último marcharemos en fuerte pendiente y enlazaremos con la Calle Lomo los
Pinos, que empieza adoquinada y pasa a ser luego el Camino del Pasito hermoso, un
pasaje bien delimitado con firme empedrado que pasa junto a una era con vistas
panorámicas hacia el caserío y desemboca poco después en la carretera de acceso
al poblado; hay un espacio amplio que sirve de mirador hacia el pueblo que
aprovecharemos para hacer una parada y coger fuerzas para la exigente subida
que viene a continuación.
Camino del Pasito Hermoso.
Al otro lado de la vía hay una rampa empedrada y protegida por un pasamano de madera donde una señal indicativa del PR-TF-70 nos obliga a subirla y empezar un sendero delimitado por un muro de piedra volcánica que zigzaguea con firme empedrado que nos ofrece, a medida que ascendemos, unas inmejorables vistas del municipio de Guía de Isora y del núcleo poblacional de Chirche; continúa luego por el Lomo los Pinos donde hay Taginastes (Ehium giganteum), Bejeques (Sonchus canariensis), Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), Verodes (Kleinia neriifolia) y algunos ejemplares de Pino Canario (Pinus canariensis) aislados por el entorno más cercano.
PR-TF-70.
Chirche, Guía de Isora y Mña. de Tejina desde el Lomo de los Pinos.
Llegaremos a un punto donde hay una bifurcación bajo
los altos muros de una de las fincas, a la izquierda la pista sigue su curso
hacia la Galería Machado que está situada bajo el Saltadero Tamuja. Nuestros
pasos siguen hacia la derecha y enseguida daremos un giro brusco a la izquierda
para introducirnos en un pasillo donde crecen unos Almendreros; este pasaje
separa el límite de la finca con un talud rocoso no exento de desprendimientos, salvable enseguida mediante unos
escalones de piedra que dan acceso al inicio del Camino del Lomo de las Vistas.
Ascenderemos con fuerte pendiente mediante una superficie empedrada, aunque algo deteriorada, que va subiendo sin demora por un trazado sinuoso que a medida que tomamos altura nos deja entrever la panorámica del trazado del recorrido que hemos hecho inicialmente que discurre entre el Risco Tamuja y el lomo la Choza. Después, un largo tramo en línea recta que bordea el cauce del Barranco de los Pinos que nos queda por nuestra derecha, continúa su ascenso con largos tramos escalonados rodeados de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Cabezotes (Carlina falcata), Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), Vinagreras (Rumex lunaria), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) salteados, hasta coronar Los Espigones, un promontorio rocoso al cual podremos acceder para admirar la belleza del paisaje que nos rodea.
Luego el sendero avanza con firme bastante compacto por una zona de piedra caliza, llaneando por el borde de una lomada que forma un barranquillo secundario que desemboca en el Barranco de Tamuja, cruzando el mismo bajo Las Lajas del Pino redondo y ascendiendo luego por la otra vertiente, que se nos presenta muy sinuosa y con bastantes tramos que han conservado su empedrado original. A medida que tomamos altura, las vistas del entorno más cercano alrededor de la Galería Machado se hacen cada vez más espectaculares, así como las medianías y el propio pueblo de Guía de Isora. Continúa su curso el sendero muy marcado por grandes rocas a los lados del trayecto, algo estrecho y con firme irregular, que discurre entre numerosos ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Cerrajones arbóreos (Sonchus canariensis), Cabezotes (Carlina falcata) y pequeños plantones de Poleo de Monte (Bystropogon origanifolius); tiene algunos espacios más empinados que se han suavizado con la colocación de escalones de piedra.
Más adelante transcurre en línea recta sobre la Ladera de
la Vera Jímenez con vistas a Pico Viejo (3135 m.), sin parar de ascender,
delimitado con una hilera de piedra del lugar y con firme muy compacto, que va
avanzando hasta encontrar una zona formada por grandes lajas rocosas por donde
serpentea un pequeño tramo del recorrido; después, tendremos a la vista por
nuestra izquierda, el cauce del Barranco de Tamuja donde hay unas formaciones
rocosas que nos llaman la atención, el Roque Blanco del Lado Sol, por donde
pasa el canal perteneciente a la Galería de Tamuja, situada bajo el Saltadero
Oscuro, cauce arriba; también hay unas casas aisladas en el Camino del Lomo de
la Fuente, en la zona del Descansadero de los Pinos del Camino, sobre el Morro
Negro.
Ascenderemos con fuerte pendiente mediante una superficie empedrada, aunque algo deteriorada, que va subiendo sin demora por un trazado sinuoso que a medida que tomamos altura nos deja entrever la panorámica del trazado del recorrido que hemos hecho inicialmente que discurre entre el Risco Tamuja y el lomo la Choza. Después, un largo tramo en línea recta que bordea el cauce del Barranco de los Pinos que nos queda por nuestra derecha, continúa su ascenso con largos tramos escalonados rodeados de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Cabezotes (Carlina falcata), Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), Vinagreras (Rumex lunaria), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) salteados, hasta coronar Los Espigones, un promontorio rocoso al cual podremos acceder para admirar la belleza del paisaje que nos rodea.
Luego el sendero avanza con firme bastante compacto por una zona de piedra caliza, llaneando por el borde de una lomada que forma un barranquillo secundario que desemboca en el Barranco de Tamuja, cruzando el mismo bajo Las Lajas del Pino redondo y ascendiendo luego por la otra vertiente, que se nos presenta muy sinuosa y con bastantes tramos que han conservado su empedrado original. A medida que tomamos altura, las vistas del entorno más cercano alrededor de la Galería Machado se hacen cada vez más espectaculares, así como las medianías y el propio pueblo de Guía de Isora. Continúa su curso el sendero muy marcado por grandes rocas a los lados del trayecto, algo estrecho y con firme irregular, que discurre entre numerosos ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Cerrajones arbóreos (Sonchus canariensis), Cabezotes (Carlina falcata) y pequeños plantones de Poleo de Monte (Bystropogon origanifolius); tiene algunos espacios más empinados que se han suavizado con la colocación de escalones de piedra.
Sendero bordeando el Barranco de Tamuja.
El camino sigue su trayectoria, esta vez más
sinuoso, abundando en esta ocasión los Escobones (Chamaecytisus proliferus) de gran porte y los Taginastes (Ehium giganteum); en un momento
determinado, en un brusco giro a la derecha, encontramos junto al sendero la
Era de la Vista, una era de trilla muy bien conservada que da fe de la
importancia agrícola del lugar; a la izquierda, bajo un gran ejemplar de Escobón
(Chamaecytisus proliferus), se inicia
una vereda algo perdedora que ignoraremos y que se dirige cruzando el Roque
Blanco del Sombrío, hacia la pista de acceso a la Galería Luz de Guía, situada
en el cauce del Barranco de Mañoca, bajo el Saltadero de Mañoca.
Era de La Vista.
Seguimos el curso del camino, bastante ancho, con
acusado desnivel de subida y algo sinuoso, con algunos tramos escalonados que
salvan desniveles mayores, hasta que lleguemos a Los Morritos de la Vista, un
promontorio rocoso a 1624 metros de altitud situado sobre un amplio espacio
protegido por la sombra de un Pino Canario (Pinus
canariensis) que nos puede servir de lugar de descanso; desde este sitio
podremos ver las cabeceras de algunos barrancos de la zona, el Barranco de la Corcova
y el de Los Chajocos que desembocan ambos en el Barranco de Tamuja, así como el
Lomo Corto que separa los cauces del Barranco de Mañoca del de Charagueche.
El sendero sigue su curso sin parar de subir, algo más pedregoso y de configuración más estrecha, hasta llegar de nuevo a otro collado bajo el Lomo de la Vista donde el camino se bifurca en tres direcciones; hay un poste con varias señales pertenecientes al PR, a la izquierda la indicación se refiere a una senda de enlace con el PR-TF-69.1 que es el recorrido que hicimos al inicio de la ruta después de pasar por el Refugio de Chasogo; este enlace cruza varios cauces de barrancos aledaños y conecta con el Lomo de la Fuente.
De frente continúa muy estrecho y bastante pedregoso, el Camino Lomo de las Vistas, que conecta más arriba con la pista de acceso a la Galería Salto Gutiérrez. A la derecha continúa nuestra ruta hacia el Refugio de Tágara, como así lo indica la señalización; para ello continuaremos por el Camino de las Peguerías bordeando mediante una estrecha vereda, que desciende suavemente por la ladera, el Lomo de la Vista y sobre el cauce del Barranco de las Peguerías, dicho camino es bastante estrecho y va en dirección a vadear dicho barranco; sobre su cabecera veremos la Gollada de la Fuentita y el Morro y Saltadero de los Mastrantes, dos altos cerros arropados por el frondoso pinar. Una vez crucemos el barranco, iremos en suave ascenso mediante un firme muy compacto y cómodo por la otra ladera, veremos una bifurcación por nuestra derecha que ignoraremos, es el Camino de la Córcoba que desciende por el Lomo de los Basalitos hacia Chirche; avanzamos ignorando otra bifurcación más por nuestra izquierda y unos metros más adelante vemos de nuevo otro cruce, de frente continúa el Camino de la Madre hacia la Galería de la Madre, situada en el Barranco de Tágara y a la izquierda continuaremos nuestra ruta con fuerte ascenso hasta que estemos sobre los Morritos Blancos, un afloramiento rocoso situado sobre la Degollada del Horno, que sobresale en un claro del pinar, desde donde tendremos unas vistas espectaculares de las medianías y costa de Guía de Isora, si el mar de nubes lo permite.
El sendero sigue su curso sin parar de subir, algo más pedregoso y de configuración más estrecha, hasta llegar de nuevo a otro collado bajo el Lomo de la Vista donde el camino se bifurca en tres direcciones; hay un poste con varias señales pertenecientes al PR, a la izquierda la indicación se refiere a una senda de enlace con el PR-TF-69.1 que es el recorrido que hicimos al inicio de la ruta después de pasar por el Refugio de Chasogo; este enlace cruza varios cauces de barrancos aledaños y conecta con el Lomo de la Fuente.
Tramo bordeando el Barranco de las Peguerías.
De frente continúa muy estrecho y bastante pedregoso, el Camino Lomo de las Vistas, que conecta más arriba con la pista de acceso a la Galería Salto Gutiérrez. A la derecha continúa nuestra ruta hacia el Refugio de Tágara, como así lo indica la señalización; para ello continuaremos por el Camino de las Peguerías bordeando mediante una estrecha vereda, que desciende suavemente por la ladera, el Lomo de la Vista y sobre el cauce del Barranco de las Peguerías, dicho camino es bastante estrecho y va en dirección a vadear dicho barranco; sobre su cabecera veremos la Gollada de la Fuentita y el Morro y Saltadero de los Mastrantes, dos altos cerros arropados por el frondoso pinar. Una vez crucemos el barranco, iremos en suave ascenso mediante un firme muy compacto y cómodo por la otra ladera, veremos una bifurcación por nuestra derecha que ignoraremos, es el Camino de la Córcoba que desciende por el Lomo de los Basalitos hacia Chirche; avanzamos ignorando otra bifurcación más por nuestra izquierda y unos metros más adelante vemos de nuevo otro cruce, de frente continúa el Camino de la Madre hacia la Galería de la Madre, situada en el Barranco de Tágara y a la izquierda continuaremos nuestra ruta con fuerte ascenso hasta que estemos sobre los Morritos Blancos, un afloramiento rocoso situado sobre la Degollada del Horno, que sobresale en un claro del pinar, desde donde tendremos unas vistas espectaculares de las medianías y costa de Guía de Isora, si el mar de nubes lo permite.
A partir de aquí continúa una subida bastante
sinuosa con un desnivel muy acentuado por un lomo que bordea el Barranco de
Tágara, es la continuación del Camino de la Córcoba; sin parar de ascender,
llegaremos a un punto sobresaliente donde abundan grandes rocas desde donde
tendremos unas vistas panorámicas espectaculares. Luego avanzamos por un
entorno boscoso donde abundan ejemplares de Pinos Canarios (Pinus canariensis) que han rebrotado
después de sufrir un gran incendio que asoló estos montes, incluso algunos
centenarios que no han sobrevivido al fuego y han caído al suelo; el sendero
transcurre marcado y delimitado por una hilera de piedras por un terreno con
menos desnivel de ascenso, incluso llanea en algunas ocasiones.
A la derecha podremos acercarnos hacia algunos puntos dominantes para admirar el esplendoroso paisaje de la profundidad del Barranco de Tágara, de las medianías del municipio, donde destaca la Montaña de Tejina (1058 m.) y del horizonte hacia el mar, donde podremos divisar en días muy nítidos las siluetas de la Islas de La Gomera, El Hierro y La Palma.
Cabecera del Barranco de Tágara.
A la derecha podremos acercarnos hacia algunos puntos dominantes para admirar el esplendoroso paisaje de la profundidad del Barranco de Tágara, de las medianías del municipio, donde destaca la Montaña de Tejina (1058 m.) y del horizonte hacia el mar, donde podremos divisar en días muy nítidos las siluetas de la Islas de La Gomera, El Hierro y La Palma.
Costa de Guía de Isora, al fondo la Isla de La Gomera.
El recorrido continúa su curso en un agradable camino,
rodeado de un frondoso sotobosque de Escobones (Chamaecytisus proliferus) y cerca del cauce del Barranco de las
Peguerías; mas adelante cruzamos el cauce del Barranco de Tágara, en su
cabecera, donde hay un dique rocoso atravesando el sendero y donde hay una
señalización correspondiente al PR que nos advierte del peligro de vadear el
barranco en temporada de lluvias fuertes. Una vez lo hayamos rebasado, nos
espera una fuerte subida con algunos escalones hechos de piedra que nos deja en
un corredor rocoso que se alza sobre los Andenes Atravesados, donde nacen
algunos barrancos de la zona, este es el mejor lugar para un descanso admirando
el grandioso paisaje del valle que tenemos ante nuestra vista.
De regreso a la ruta y en unos pocos metros hay un poste con señalización en un cruce de caminos, a la derecha se inicia el PR-TF-70.1 que se une, después de pasar por el Alto de Tafosaya, con el PR-TF-69 antes de terminar en el Caserío de El Jaral. De frente continuamos bajo el pinar hasta coronar la cúspide del Morro del Gato, a 2081 metros de altitud, donde hay una pista forestal y una torre de incendios, así como un poste con señales del PR-TF-70; a la derecha dicha pista se dirige, por dicho PR, hacia la Boca de Chavao ya dentro del Parque Nacional del Teide, donde podremos conectar con otros senderos de la red del Parque Nacional y con el PR-TF-70.2 que desciende hacia el Caserío de Las Fuentes. Nuestro recorrido abandona el PR-TF-70 y se dirige hacia la izquierda hasta el final de la pista forestal que se encuentra solo a unos pocos metros, donde hay una construcción en Las Moradas (2081 m.), anexa a la torre de incendios.
Torre de Incendios de Chavao (izq.).
En este lugar empieza una estrecha vereda con firme
muy pedregoso que serpentea entre Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus) y Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus), que asciende suavemente bajo el pinar
y avanza entre numerosos promontorios rocosos donde podemos asomarnos a
disfrutar del entorno, pudiendo vislumbrar el Valle donde se asienta el
municipio de Guía de Isora y parte el de Santiago del Teide.
La senda continúa su curso con algunos remontes más elevados y algunos otros llaneando; llega un momento en que se abre el monte sobre la zona conocida como el Hoyo de la Ceniza, un torrente pedregoso en forma de cauce que desemboca más abajo en el Barranco de las Peguerías; luego avanza introduciéndose en los límites del Parque Nacional, donde la cumbre del Teide (3718 m.) se hace visible desde muchas partes del camino. Poco a poco vamos saliendo del entorno boscoso y en un momento determinado veremos una bifurcación hacia la derecha que asciende fuertemente hacia el Morro del Cedro (2264 m.), una serie de riscos pertenecientes a Montaña del Cedro. Unos metros más adelante, después de zigzaguear por algunos recovecos entre grandes rocas, pasamos junto a la Fuente del cedro, situada al lado del sendero dentro de una pequeña oquedad; ya fuera del pinar, llegaremos a una degollada entre el Morro del Cedro (2264 m.) y el Roque del Cedro (2167 m.) donde hay una bifurcación por nuestra derecha que es una senda muy pedregosa que desciende sobre el Dique de la Cañada, hacia el sendero S-18 perteneciente a la red de senderos del Parque Nacional.
La senda continúa su curso con algunos remontes más elevados y algunos otros llaneando; llega un momento en que se abre el monte sobre la zona conocida como el Hoyo de la Ceniza, un torrente pedregoso en forma de cauce que desemboca más abajo en el Barranco de las Peguerías; luego avanza introduciéndose en los límites del Parque Nacional, donde la cumbre del Teide (3718 m.) se hace visible desde muchas partes del camino. Poco a poco vamos saliendo del entorno boscoso y en un momento determinado veremos una bifurcación hacia la derecha que asciende fuertemente hacia el Morro del Cedro (2264 m.), una serie de riscos pertenecientes a Montaña del Cedro. Unos metros más adelante, después de zigzaguear por algunos recovecos entre grandes rocas, pasamos junto a la Fuente del cedro, situada al lado del sendero dentro de una pequeña oquedad; ya fuera del pinar, llegaremos a una degollada entre el Morro del Cedro (2264 m.) y el Roque del Cedro (2167 m.) donde hay una bifurcación por nuestra derecha que es una senda muy pedregosa que desciende sobre el Dique de la Cañada, hacia el sendero S-18 perteneciente a la red de senderos del Parque Nacional.
Pico Viejo.
Fuente del Cedro (izq.).
Pico Viejo.
Después de admirar el grandioso paisaje volcánico
que nos ofrece el entorno de Pico Viejo (3135 m.), Teide (3718 m.), hasta
Montaña Guajara (2715 m.), las tres cumbres más importantes de la isla, continuamos
nuestro recorrido bordeando el Roque del Cedro (2167 m.) entre Retamas del
Teide (Spartocytisus supranubius), Codesos
de Cumbre (Adenocarpus viscosus),
Malpicas de Cumbre (Carlina
xeranthemoides) y Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus
lasiospermus), el sendero sigue su curso bien marcado y avanza con remontes
y bajadas más o menos rocosas.
De nuevo llegaremos a otra degollada donde hay un vivac bajo los pinos que bordean el recorrido, donde una parte de la superficie del entorno sobresale por ser más blanquecina, es en este punto donde podemos confundirnos y tomar una senda que se introduce en el pinar hacia la izquierda que nos llevará a un recorrido muy pedregoso y bastante confuso; tendremos que rodear la Sierra del Cedro (2180 m.), un promontorio rocoso que salta a la vista frente a nuestra posición.
Luego iremos bordeando numerosos riscos entre Retamas del Teide (Spartocytisus supranubius), Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus) y Malpicas de Cumbre (Carlina xeranthemoides), que se alzan entre algunas degolladas donde poder disfrutar del paisaje volcánico; la traza del sendero, que avanza sobre la Punta de los Roques está medianamente marcada, más por el uso de los caminantes, que por estar marcada o señalizada.
Llega un momento en que se confunde su trazado en una zona donde las grandes rocas son protagonistas del entorno y el paso se vuelve un poco intuitivo; tenemos que tener en cuenta que no debemos introducirnos en el pinar que hay por nuestra izquierda, sino progresar por una morrena donde el avanzar se hace un poco tedioso.
Después, la
senda vuelve a hacer acto de presencia transcurriendo más marcada y bastante
sinuosa, acercándonos en forma descendente, cada vez más al sendero de inicio, la
ruta número S-18 (Chavao); una vez en ella tendremos que girar a la izquierda y
llegar, después de unos cien metros, a la bifurcación donde está el inicio del
PR-TF-70.3 y a partir de ahí desandar el camino hasta llegar de nuevo al
Mirador de las Narices del Teide, donde daremos por finalizada la ruta.
Montaña del Cedro (dcha.).
De nuevo llegaremos a otra degollada donde hay un vivac bajo los pinos que bordean el recorrido, donde una parte de la superficie del entorno sobresale por ser más blanquecina, es en este punto donde podemos confundirnos y tomar una senda que se introduce en el pinar hacia la izquierda que nos llevará a un recorrido muy pedregoso y bastante confuso; tendremos que rodear la Sierra del Cedro (2180 m.), un promontorio rocoso que salta a la vista frente a nuestra posición.
Luego iremos bordeando numerosos riscos entre Retamas del Teide (Spartocytisus supranubius), Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus) y Malpicas de Cumbre (Carlina xeranthemoides), que se alzan entre algunas degolladas donde poder disfrutar del paisaje volcánico; la traza del sendero, que avanza sobre la Punta de los Roques está medianamente marcada, más por el uso de los caminantes, que por estar marcada o señalizada.
Llega un momento en que se confunde su trazado en una zona donde las grandes rocas son protagonistas del entorno y el paso se vuelve un poco intuitivo; tenemos que tener en cuenta que no debemos introducirnos en el pinar que hay por nuestra izquierda, sino progresar por una morrena donde el avanzar se hace un poco tedioso.
Pico Viejo.
Final de la ruta en la carretera TF-38.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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