CAMINO DE SANTIAGO 2017
ETAPA III
PAMPLONA - PUENTE LA REINA
ETAPA III
PAMPLONA - PUENTE LA REINA
PRÓLOGO:
Salimos del Hostal Bearan, situado cerca de la Plaza del Castillo, muy temprano, después de haber descansado en sus cómodas y limpias habitaciones, alejadas del bullicio nocturno de las calles adyacentes siempre llenas de gente y nos dirigimos a la Plaza del Ayuntamiento para iniciar esta tercera etapa. Es difícil encontrar un lugar para desayunar temprano, por eso lo hicimos ya casi en las afueras; La salida de la ciudad es muy pintoresca y en la llegada al final de etapa encontramos el pueblo en fiestas y disfrutamos incluso de un encierro taurino a primera hora de la mañana.
Salimos del Hostal Bearan, situado cerca de la Plaza del Castillo, muy temprano, después de haber descansado en sus cómodas y limpias habitaciones, alejadas del bullicio nocturno de las calles adyacentes siempre llenas de gente y nos dirigimos a la Plaza del Ayuntamiento para iniciar esta tercera etapa. Es difícil encontrar un lugar para desayunar temprano, por eso lo hicimos ya casi en las afueras; La salida de la ciudad es muy pintoresca y en la llegada al final de etapa encontramos el pueblo en fiestas y disfrutamos incluso de un encierro taurino a primera hora de la mañana.
Perfil de la ruta |
DESCRIPCIÓN:
Ciudad de Pamplona.
Desde el punto citado anteriormente, tomamos la Calle San Saturnino que
está junto a la Iglesia de San Saturnino y enseguida conectamos con la
Calle Mayor que avanza haciendo un recorrido urbano hasta la Plaza
Recoletas, donde está la Iglesia de San Lorenzo y la Basílica de las
Agustinas Recoletas.
Seguiremos las marcas en el suelo que nos indican
la salida de la ciudad, que discurre entre Los Jardines de la Taconera y
La Ciudadela, donde desayunamos en una panadería cercana ya que no
habíamos encontrado ningún lugar para hacerlo desde que partimos del
hostal.
La señalización nos lleva a rodear las magníficas instalaciones
del campus de la Universidad de Navarra bordeando en ocasiones el Río
Sadar, que fluye como un pequeño arroyo que cruzaremos en un momento
determinado sobre el Puente de Acella Landa, medieval y de un solo ojo.
Luego un pasillo peatonal paralelo a la carretera NA-7027 nos lleva en
continuo ascenso hasta la población de Cizur Menor, donde lo primero que
vemos es el Monasterio de la Encomienda Sanjuanista y un albergue de
peregrinos anexo; más adelante y desviándonos unos metros a la derecha,
está la Iglesia Parroquial de San Emeterio y San Celedonio, con una
portada románica y una torre del siglo XVII.
Puente de Acella Landa (izq.).
Iglesia de San Emeterio y San Celedonio.
Al salir de Cizur
Menor, una senda de grava en suave descenso nos lleva entre unas huertas
de cultivo hasta Cizur Mayor, el cual dejaremos a nuestra derecha sin
internarnos en el mismo. Al pasarlo iremos por una senda estrecha que
bordea una carretera asfaltada y luego giramos a la izquierda para
comenzar un incesante ascenso por un sendero que combina firme de grava
con algunos tramos enlosados, que transcurre entre amplios pastizales y
campos de cultivo, donde algún árbol aislado junto al recorrido puede
servirnos para cobijarnos del sol en días de intenso calor.
Cizur Mayor.
Sin
desviarnos en ningún cruce que nos hayamos encontrado llegaremos al
Embalse de Guenduláin, lugar perfecto para refrescarnos y tomar aliento
para seguir luego el camino que no para de ascender, en esta ocasión por
un corto trecho bajo la vegetación, algo escasa hasta llegar a este
punto.
Embalse de Guenduláin.
La subida que se nos presenta más adelante es algo más
tediosa porque discurre con firme pedregoso, y continúa sin parar hasta
llegar a un punto culminante donde hay un asiento bajo un gran árbol que
nos dará algo de sombra. El camino llanea un poco y nos da un breve
descanso a nuestras piernas, pero vuelve a acusar un desnivel superior
seguidamente, que se hace casi interminable al llegar a un minúsculo
bosque donde hay unos cuantos árboles y dos bancos entre una Cruz de
hierro, para poder descansar.
Vuelve de nuevo a llanear, pero ya con la cercana vista del núcleo de población de Zariquiegui, lo que nos da un alivio el pensar que descansaremos un poco más. Nada más entrar en el pueblo, vemos un punto de agua y enseguida la Iglesia de San Andrés, con portada románica del siglo XIII, que alberga en su interior un retablo mayor de la primera mitad del siglo XVII. En la aldea hay dos albergues con bar y una pequeña tienda de servicios mínimos donde reponer algo de comida, fruta y líquidos.
Enseguida salimos del pueblo y seguimos el Camino por una pista ancha con superficie de grava con vistas espectaculares de la inmensidad de tierras de cultivo y praderías, así como la cuerda montañosa que alberga un parque eólico y el Alto del Perdón (781 m.), a una distancia de unos 2,4 kilómetros. El recorrido va tomando altura paulatinamente y se convierte en ocasiones en una senda bastante pedregosa, todo ello sin apenas posibilidad de tener un atisbo de sombra; según la temporada, veremos antes de llegar a la Fuente de la Reniega un campo plantado de girasoles y al otro lado del camino un banco para descansar.
La fuente está en el sitio adecuado
ya que antes de terminar la subida viene bien un trago de agua y
refrescarse. Sólo queda un pequeño tramo por firme mas pedregoso y
estaremos haciendo cumbre en el alto, donde hay una escultura de hierro,
que es uno de los símbolos indiscutibles del Camino de Santiago y un
panel interpretativo del paisaje del entorno, así como una enorme lápida
de piedra en recuerdo a la existencia en este lugar de una Basílica y
un hospital de peregrinos.
Cruzamos la carretera, que es por donde discurre el GR-220 hacia Belascoaín, y seguimos de frente para acometer un delicado descenso por un largo tramo muy pedregoso donde hay que extremar las precauciones ya que la cantidad de piedras sueltas que hay, dificultan el paso con seguridad, siendo este un tramo bastante tedioso.
Una vez se haya suavizado el desnivel de la bajada, iremos
entre prados y tierras de cultivo por una pista ancha hasta llegar a la
población de Uterga, no sin antes haber pasado junto a un Santuario con
la imagen de la Virgen de Irunbidea. Entramos al pueblo por la Calle
Mayor, pasando junto al edificio del Ayuntamiento, hay albergues y algún
restaurante; nos desviamos unos metros para visitar la Parroquia de la
Asunción y sellar la credencial, un templo de estilo gótico del siglo
XVI cuyo retablo mayor de estilo neoclásico es lo más destacado de su
interior. A salida del pueblo y antes de retomar el Camino, paramos para
comer y descansar un buen rato.
La salida del núcleo poblacional es por una pista de tierra que discurre paralela a la carretera NA-6016 entre amplios campos de cereal y que termina poco después en Muruzábal; nos internamos en el pueblo, que tiene toda clase de servicios, y visitamos la Iglesia de San Esteban, edificada combinando estilo gótico y barroco, cuyo mayor tesoro está en el interior en forma de retablo mayor del siglo XV.
Pisamos la
carretera unos metros y enseguida nos desviamos por un camino de tierra
que asciende, después de haber cruzado la NA-601 por un pasadizo
subterráneo, adentrándose en la Villa de Óbanos, más grande que la
población anterior y con toda clase de servicios; visitamos la preciosa
Plaza de los Fueros, donde confluye el Camino Aragonés, lugar donde se
encuentra el edificio del ayuntamiento y la Iglesia de San Juan
Bautista, de edificación contemporánea, sustituyendo al templo original
de estilo gótico; conserva aún la portada del siglo XIV y algunas
imágenes religiosas que pertenecieron al retablo del siglo XVII.
Salimos
de la plaza bajo un arco de piedra y caminamos junto a la Ermita de San
Salvador por una calle cementada; en el siguiente cruce de calles hay
un monumento al peregrino y una cruz de hierro. Seguimos de frente hasta
que la calle se funda con un sendero que desciende hasta encontrarse
más adelante con la carretera NA-6064, que continúa cruzándola y
avanzando paralelo a la misma, desembocando poco después en la carretera
NA-1110, justo donde hay un monumento al peregrino. El Camino sigue por
un pasillo peatonal junto a la vía hasta llegar al inicio de la ciudad
donde se encuentra la Iglesia del Crucifijo, vinculada a la orden de los
templarios del año 1146, que alberga en su interior una curiosa talla
gótica del siglo XIII de un Cristo Crucificado; momento en el cual
tomaremos la Calle del Crucifijo que conecta directamente con la Calle
Mayor, atravesando todo el casco urbano de Puente la Reina, final de la
etapa.
Buscamos el alojamiento ubicado en una paralela de la
Calle Mayor, prácticamente en el centro del pueblo, teniendo a tiro de
piedra todo lo que nos ofrece este bello rincón y además en plenas
fiestas patronales, donde tuvimos la suerte de disfrutar de un encierro
taurino. En dicha calle están los lugares más importantes para visitar,
como es la Iglesia de Santiago el Mayor, románica y con influencias
moriscas del siglo XII con un retablo mayor dedicado al Apóstol
Santiago, del siglo XVIII.
Cerca está el Convento de los Trinitarios, del siglo XIII y la Plaza Julián Mena, en la cual se alza el edificio del Ayuntamiento. A la salida del pueblo se alza el Puente románico que cruza el Río Arga, auténtico emblema del lugar y conocido en todo el mundo por ser uno de los más bellos del Camino de Santiago. Las calles y callejuelas del entorno nos ofrecen tranquilos paseos en un ambiente muy agradable y establecimientos para disfrutar de la gastronomía del lugar.
© Texto de Francisco Fariña
© Fotografías de Francisco Fariña y Cory Fariña
Vuelve de nuevo a llanear, pero ya con la cercana vista del núcleo de población de Zariquiegui, lo que nos da un alivio el pensar que descansaremos un poco más. Nada más entrar en el pueblo, vemos un punto de agua y enseguida la Iglesia de San Andrés, con portada románica del siglo XIII, que alberga en su interior un retablo mayor de la primera mitad del siglo XVII. En la aldea hay dos albergues con bar y una pequeña tienda de servicios mínimos donde reponer algo de comida, fruta y líquidos.
Iglesia de San Andrés en Zariquiegui.
Enseguida salimos del pueblo y seguimos el Camino por una pista ancha con superficie de grava con vistas espectaculares de la inmensidad de tierras de cultivo y praderías, así como la cuerda montañosa que alberga un parque eólico y el Alto del Perdón (781 m.), a una distancia de unos 2,4 kilómetros. El recorrido va tomando altura paulatinamente y se convierte en ocasiones en una senda bastante pedregosa, todo ello sin apenas posibilidad de tener un atisbo de sombra; según la temporada, veremos antes de llegar a la Fuente de la Reniega un campo plantado de girasoles y al otro lado del camino un banco para descansar.
Alto del Perdón (781 m.).
Cruzamos la carretera, que es por donde discurre el GR-220 hacia Belascoaín, y seguimos de frente para acometer un delicado descenso por un largo tramo muy pedregoso donde hay que extremar las precauciones ya que la cantidad de piedras sueltas que hay, dificultan el paso con seguridad, siendo este un tramo bastante tedioso.
Virgen de Irunbidea.
La salida del núcleo poblacional es por una pista de tierra que discurre paralela a la carretera NA-6016 entre amplios campos de cereal y que termina poco después en Muruzábal; nos internamos en el pueblo, que tiene toda clase de servicios, y visitamos la Iglesia de San Esteban, edificada combinando estilo gótico y barroco, cuyo mayor tesoro está en el interior en forma de retablo mayor del siglo XV.
Núcleo poblacional de Uterga.
Plaza de los Fueros en Óbanos.
Calles en el casco histórico de Puente la Reina.
Cerca está el Convento de los Trinitarios, del siglo XIII y la Plaza Julián Mena, en la cual se alza el edificio del Ayuntamiento. A la salida del pueblo se alza el Puente románico que cruza el Río Arga, auténtico emblema del lugar y conocido en todo el mundo por ser uno de los más bellos del Camino de Santiago. Las calles y callejuelas del entorno nos ofrecen tranquilos paseos en un ambiente muy agradable y establecimientos para disfrutar de la gastronomía del lugar.
© Texto de Francisco Fariña
© Fotografías de Francisco Fariña y Cory Fariña
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