CALETA DEL SEBO - PLAYA LAMBRA -
CALETA DEL SEBO
(Con ascenso a Montaña Bemeja)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Teguise (Isla de La Garciosa).
COMO LLEGAR: El único modo de llegar a la Isla de
La Graciosa es por vía marítima, partiendo desde el Puerto de Órzola en el
norte de la Isla de Lanzarote; desde ese punto salen hacia la isla varios
barcos diarios con frecuencias regulares.
COMIENZO: Caleta del Sebo.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 13.9 km., sin tener en cuenta el regreso
desde la Playa de las Conchas hasta la Caleta del Sebo.
PROVISIÓN DE AGUA: En la Caleta del Sebo hay
algunas tiendas de alimentación, panadería, bares y restaurantes. Hay que
recordar que fuera de la población principal no hay ningún lugar en la isla
donde abastecerse de agua, por lo tanto, hay que tener en cuenta estar
aprovisionados para el regreso.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Parroquia de la Virgen del
Mar; 2.- Museo Chinijo; 3.- La Mareta Chica; 4.- Playa de Lambra o Ámbar; 5.- Caletón
de Los Arcos; 6.- Montaña Bermeja (157 m.); 7.- Playa de las Conchas.
VENTAJAS: Recorrido en un entorno natural muy
salvaje, de alto valor paisajístico.
INCONVENIENTES: En los meses de verano hay bastante
afluencia de turistas y con ello el tráfico de los taxis todoterreno por la
pista es mucho más frecuente, debiendo tener precaución ya que la pista es
compartida entre personas, vehículos y bicicletas. La subida a Montaña Bermeja
en verano puede resultar algo tediosa debido al calor.
PELIGROSIDAD: Ninguna.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
En el centro urbano de Caleta del Sebo, en la Isla de la Graciosa, se encuentra la Parroquia de la Virgen del Carmen, o como se conoce en el lugar, la Parroquia de la Virgen del Mar, originaria del año 1945, edificada en una sola nave de estilo contemporáneo y rematada en un pequeño campanario; destaca en su interior elementos decorativos y mobiliario de corte marinero, donde destaca su Altar Mayor en forma de barca, al igual que diversas imágenes religiosas de vital importancia para los habitantes del pueblo.
Caleta del Sebo y Montaña de las Agujas, desde el barco.
Parroquia de la Virgen del Mar (izq.).
Por la parte trasera de la plaza donde se ubica la
Parroquia, está la Calle Margarona donde empezaremos la ruta y donde se
encuentra el Museo Chinijo, imprescindible su visita para
conocer a fondo la historia de esta fantástica isla que pertenece al llamado
Archipiélago Chinijo, un espacio natural protegido y catalogado como Parque
Natural Marítimo Terrestre, que está formado por una serie de islotes como
Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste, sin olvidar por
supuesto, La Graciosa.
Empezamos el recorrido por la citada calle, que
dicho sea de paso es de tierra, como todas las que recorren el caserío, hasta
confluir con la Calle La Popa, que en pocos metros nos deja en las afueras del
pueblo. Allí veremos un panel informativo que explica diferentes aspectos a
tener en cuenta en el Parque Natural donde estamos inmersos, así como las
prohibiciones a que estaremos sometidos.
Montaña del Mojón (dcha.).
Montaña de Las Agujas.
Avanzaremos por una pista de tierra
con firme bastante compacto que discurre con la vista puesta enfrente de
Montaña del Mojón (187 m.) y Montaña de las Agujas, donde se pueden distinguir
perfectamente la Montaña de la Aguja Grande (267 m.) y
Montaña de la Aguja Chica (257 m.). Caminaremos en suave ascenso por un trazado
en línea recta que discurre por la zona conocida como Morritos de las Pedreras
y más adelante por la zona de La Vista; después de haber recorrido un kilómetro
y medio aproximadamente desde el inicio, llegaremos al lugar conocido como La
Mareta Chica, una amplia llanada que se extiende entre la base de las dos
montañas que hemos visto desde que empezamos la ruta; en este punto hay una
bifurcación de caminos y un poste con varias señales, a la izquierda empieza
otra pista de tierra que se dirige, atravesando la zona de la Costa del Corral
y bajo Los Morros de las Carreras, a Montaña Amarilla (175 m.), que se eleva
junto a la Playa
de la Cocina, distante desde este punto unos 6 kilómetros; a la derecha
otra pista se dirige bordeando las faldas de la Montaña de las Agujas y
traspasando el Morro del Gato, al Caserío
de Pedro Barba, alejada unos 5 kilómetros.
Nuestra ruta continúa de frente, por la pista que
se dirige a la Playa de
las Conchas y lo hace con una suave
pendiente de bajada que empieza a discurrir por el Llano de la Mareta, una
enorme explanada donde se asientan algunas propiedades con huertas valladas,
que se vislumbran en la lejanía. Sigue luego el curso de la ruta por el Llano
de las Esparragueras, donde pasamos junto a una de las propiedades que se
encuentra delimitada por un murete de piedra seca; vamos dejando detrás la cara
sur de la Montaña de Las Agujas, concretamente la Montaña de la Aguja Grande
(267 m.), que se eleva por nuestra derecha, a la vez que por el lado contrario
se va alejando de nuestra vista la silueta de Montaña del Mojón (187 m.) y
aparece en la lejanía la de Montaña Amarilla (175 m.) y el Morro de las Caleras
(53 m.).
Llano de Las Esparragueras.
Islote de Montaña Clara y Montaña Bermeja.
La pista por la que vamos caminando, que se
encuentra cercada con una valla de madera, transcurre virando paulatinamente
hacia la derecha mediante unas curvas muy suaves por la zona de Los Morros de las
Esparragueras, apareciendo repentinamente la espectacular imagen de la Montaña
Bermeja (157 m.) y el islote de Montaña Clara, situado justo enfrente de la Playa
de las Conchas. Pasaremos luego junto al Llano de la Baja del Ganado que se
extiende por nuestra derecha en forma de una extensa planicie y del Morro de
las Estribas, unos promontorios rocosos que abrigan, por nuestra izquierda, la
zona de costa bastante peñascosa llamada Los Robalajes.
Islote de Montaña Clara.
Bifurcación hacia Playa Lambra.
Prolongamos luego nuestra ruta por la misma pista,
que avanza llaneando y en línea recta en dirección a Montaña Bermeja (157 m.);
en pocos metros, a nuestra izquierda, donde hay un parquin para bicicletas, veremos
un acceso hacia una playa muy frecuentada por surferos, en la zona conocida
como La Baja del Ganado.
Por el Llano de Las Conchas.
Seguimos de frente y a unos setecientos metros
aproximadamente, nos desviamos de la pista principal y giramos a la derecha para
tomar otra vía de tierra que se inicia en el Llano de las Conchas y transcurre
también llana, cruzando una enorme llanura que se extiende entre la Montaña
Bermeja (157 m.), que nos queda a nuestra izquierda y la cara oeste de la
Montaña de las Agujas, donde está la Caldera de la Aguja Chica.
Playa Lambra o Del Ámbar.
Seguimos la
marcha por el Llano de la Bermeja y llegamos a una zona más arenosa, donde las
pequeñas dunas de arena son la constante del entorno paisajístico que nos rodea;
llegamos al Llano de las Majapolas y entre unos promontorios rocosos muy suaves
llegaremos a la costa rocosa de la zona conocida como La Baja de las Majapolas
y girando a la derecha y bordeando dicha costa, llegaremos a la Playa de Lambra
o Ámbar, una enorme ensenada muy salvaje, de arena amarilla y abierta al mar,
que se extiende hasta la Punta del Hueso, donde hay zonas más rocosas que crean
oquedades, recovecos y caprichosas formaciones naturales.
Caletón de Los Arcos.
Islote de Alegranza (izq.).
Después de disfrutar un buen rato en este sitio,
donde el baño en el mar está desaconsejado por las fuertes corrientes que
existen, nos toca el regreso, y para ello desandaremos el camino que nos ha
traído hasta aquí, y a unos cuatrocientos metros aproximadamente, nos desviamos
hacia la derecha con la intención de visitar el Caletón de Los Arcos, una zona
costera escarpada que se encuentra recorriendo una vereda que se aleja de la
pista principal; el mar rompe con fuerza en la costa rocosa y ha formado con el
tiempo varios arcos naturales de basalto que son un auténtico espectáculo de la
naturaleza; en el horizonte se vislumbra también la espectacular silueta del
Islote de Alegranza, cuya altura máxima es un evidente cono volcánico llamado
La Caldera, que se eleva 298 metros sobre el nivel del mar.
De vuelta a la pista y ya regresando, ascendemos
suavemente un buen trecho, aproximadamente de un kilómetro y medio, por el
Llano de la Bermeja, hasta encontrarnos con un desvío hacia la derecha, a la
altura de la Hoya de las Higuerillas, que asciende con un desnivel más acusado
y con firme un poco más suelto, que se dirige a la base de Montaña Bermeja (157
m.).
Sendero de subida a Montaña Bermeja (dcha.).
Una vez estemos en una pequeña degollada, donde repentinamente aparece la
imagen panorámica y espectacular de la Playa
de las Conchas, conectamos con un sendero muy marcado que se cruza
perpendicularmente a nuestra llegada; a la derecha asciende con fuerte
pendiente y con firme muy erosionado y resbaladizo, hacia la cima de Montaña
Bermeja (157 m.).
Opcionalmente subiremos los cuatrocientos metros aproximados
que nos separan de la cumbre, mediante una vereda en línea recta que, como
dijimos antes, se encuentra muy deteriorada y resbaladiza, sobre todo en
algunos de los tramos que se presentan más empinados; al llegar a la cima se
puede disfrutar de unas vistas inmejorables del entorno natural más al norte de
la isla, con el incentivo de disfrutar de la vista de los islotes
pertenecientes al Archipiélago Chinijo, que están catalogados como Reserva
Natural Integral.
Sendero bajando de la Montaña Bermeja hacia la Playa de las Conchas.
Montaña Clara desde la Playa de las Conchas.
Después del descenso, seguiremos el evidente sendero que
termina en la pista de tierra que es el acceso a la Playa
de las Conchas, una de las más visitadas de la isla, por lo que con toda
seguridad, la encontraremos masificada, sobre todo en la época estival; eso no
impide que la disfrutemos pisando su maravillosa arena blanca con vistas
espectaculares al Islote de Montaña Clara.
Playa de Las Conchas.
La ensenada en cuestión en la más
famosa de La Graciosa, estando situada al norte, entre los Morros de los
Entraderos y La Baja de las Conchas, tiene una anchura de unos setecientos
metros de arena amarilla, que contrasta paisajísticamente con el azul del cielo
limpio característico de las Islas Canarias y el color marrón intenso de la
isla volcánica que queda enfrente.
De regreso a Caleta del Sebo.
Caleta del Sebo; al fondo el Risco de Famara, en Lanzarote.
Para el regreso a Caleta del Sebo tendremos que
tomar la pista de tierra, dejando la Montaña Bermeja (157 m.) a nuestras
espaldas, evitando unos metros más adelante el cruce que tomamos para ir a la
Playa de Lambra y continuar desandando el camino, que transcurre en suave
ascenso, cruzando luego el Llano de la Mareta, entre la Montaña de las Agujas y
la Montaña del Mojón (187 m.) y después descender paulatinamente hacia el
pueblo de Caleta del Sebo, donde daremos por finalizada la ruta.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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