Hoy me voy a vestir con flores, muchas flores...
... y a volar...
me llevaré un libro.
“Esta
flor vivirá pocos días, Platero; pero su recuerdo ha de ser eterno. Será su
vivir como un día de tu primavera, como una primavera de mi vida. Ay! ¿Qué le
diera yo al otoño, Platero, a cambio de esta flor divina, para que ella fuese,
diariamente, el ejemplo sencillo de la nuestra?”
Platero
y yo. Juan Ramón Jiménez