Una vez recogidas las moras, puedo pensar en hacer mermelada, este año lo he intentado.
Ha quedado espesa para mi gusto. La tarta de queso está riquísima.
"Sé que ese sabor es la verdad primera y última de toda mi vida, que encierra en sí la llave
de un corazón al que he amordazado desde entonces. Sé que es un sabor de infancia o de adolescencia,
un manjar originarioy maravilloso, anterior a toda vocación crítica, a todo deseo y a toda pretensión de expresar mi placer por la mesa. Un sabor olvidado, oculto en lo más profundo de mí mismo y que se revela, en el ocaso de mi vida, como la única verdad que en ella se haya dico -o hecho."
Rapsodia Gourmet. Muriel Barbery
¡A disfrutar!
(Imágenes tomadas deinternet)