Ricardo Silva a veces se lamentaba de su curiosidad. Sentado junto a Felipe en el salón del señor Monror, no podía dejar de preguntarse qué estaría sucediendo en el piso de arriba. Aparentemente Enric Monror no tenía hijos con su mujer, y les había dicho minutos atrás que estaban solos. "Mi esposa salió esta mañana a cazar. Llevo esperándoles todo el día", les había comentado al entrar en su casa. Como mandaba su educación, se disculpó por haber llegado tres horas después de lo acordado, y entonces Enric comenzó a contar la historia de su familia. Ricardo se preguntaba qué relación podría tener todo eso con la llamada que les había hecho, pero le dejó hablar hasta que no aguantó más: ㅡ¿Qué está sonando arriba? ㅡpreguntó Monror se calló y lo miró fijamente. La expresión de su cara era neutra. No mostraba enfado ni ningún otro tipo de sentimiento. Simplemente le mantenía la mirada. Luego, tras varios segundos que a Ricardo le parecieron años, Enric se limitó, sentado en su buta...
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