Si en su último libro, Habitaciones de soledad y miedo,
Romero hacía un repaso de toda su trayectoria profesional y de sus viajes por
el mundo, en este, por el contrario, se centra en un solo país que es, además,
uno de los más pobres del mundo. El libro tiene también otra particularidad
pues, como se anuncia ya desde el título, se centra en la situación social y
económica por un lado, pero, y esta es su gran originalidad y su principal
aportación, por otro lado dedica mucho espacio a explicar en qué consiste el
vudú y a contar algunos de los casos que ha conocido de zombificación.
En el libro se
recogen informaciones de los siete viajes que ha hecho el autor a lo largo de
los años desde el primero en 1981 al último en 2013. Prácticamente en todos se
tocan los dos temas que mencionaba hace un momento con mayor o menor incidencia
en uno u otro según los casos.
En cada uno de los
viajes nos pone en primer lugar al corriente de cuál era la situación política en ese momento y,
como entre algunos pasan bastantes años, explica también cómo se ha llegado a
ella. La verdad es que desde aquí la mayor parte de los procesos son bastante
poco conocidos y los medios apenas dieron información. Yo recuerdo la salida de
Baby Doc y luego la elección de
Aristide, pero poco más y de eso hace ya mucho tiempo. En ese sentido el libro
resulta interesante para conocer la evolución. Dentro del aspecto del libro
sobre la situación social merece la pena destacar alguna cosa, así: las cifras
pavorosas que se dan de la época de 1987 y las informaciones sobre el barrio de
la Cité Soleil y, sobre todo, la impresionante descripción que hace Romero de
lo que se encontró cuando llegó tras el terremoto de 2010, incluido el papel de
las religiones pugnando por quedarse con la ayuda internacional.
Pero si con estos
temas el libro ya resultaría muy interesante, lo más novedoso es todo lo que
cuenta sobre el vudú, esa religión tan desconocida y que tan mala prensa tiene
en occidente. Desde luego, la visión que yo tenía de ella, fruto en gran parte
de alguna ceremonia vista en películas,
no tiene nada que ver con lo que cuenta Romero.
Voy a reproducir algunos
fragmentos de la Introducción en los que se resume muy bien en qué consiste lo
fundamental de esa religión. Los siete principios básicos del vudú según
Bizango, una de las principales organizaciones sagradas semisecretas son:
“respeto a Dios como
árbitro supremo; servicio a los loas que representan y protegen a la comunidad;
memoria y honor a los muertos y a los ancestros; cuidado y ayuda a los
ancianos; generosidad con las personas cercanas; apoyo a familiares y amigos
que lo necesiten, y buena convivencia social.”
De ahí se derivan
siete delitos básicos:
“avaricia, falta de
respeto a los demás, denigrar a los correligionarios vuduistas, tener
relaciones sexuales con la pareja de otro, difundir calumnias, atacar a otras
familias de la comunidad y apropiarse de tierras ajenas.”
Y a continuación la
pregunta obligada:
“¿Existen los zombis? No es, aunque pueda
parecerlo, una pregunta absurda. Y la respuesta que han dado los científicos
que han estudiado el fenómeno es rotunda: sí. Son reales, aunque formen parte
de lo “real maravilloso”. Su existencia me parece fuera de toda duda, a la luz
de mis propias experiencias en Haití a lo largo de varias décadas. ¿Cómo podría
negarla, ni siquiera dudarla, cuando he conocido –y filmado- a tres de esas criaturas cuyos fallecimientos
estaban documentalmente probados?” (todos en p. 12-13)
Es decir, estamos
ante una religión que, al menos teóricamente, se acerca más a unas normas de
comportamiento ético que a otra cosa aunque, en el caso de los zombis, cuya
existencia como se lee constata el autor por su propia experiencia, la
situación cambia al tratarse en realidad, si lo he entendido bien, de convertir
a gente en esclavos para otros.
Sea como sea, el
libro resulta tremendamente interesante y todo está narrado con la agilidad y
el ritmo habitual en el autor, pero también con la precisión que unos temas así
necesitan.
Tengo que reconocer
que siendo un ateo y anticlerical visceral y racional, me ha sorprendido mi
propio interés. Creo que en ello ha influido mi idea de que Romero también es
algo parecido y, sin embargo, muestra un interés enorme por descubrir y
entender ese fenómeno religioso.
Un libro recomendable
aunque, claro, depende de para quién. La parte dedicada a mostrar la realidad
política y social puede interesar a cualquiera. La otra ya es más complicado
aventurarse a dar una respuesta. Quizá mi caso pueda ser significativo.
Vicente Romero, Tierra de zombis. Vudú y miseria en Haití.