´PICOTEAR´
Ni la sequía, ni las temperaturas asfixiantes
de las olas de calor, ni la DANA que ha venido a servir de contrapeso, ni casi
el juicio final ha conturbado tanto la opinión de esta piel de toro como un
hecho tan concreto como un “pico” (acepción, de uso más latinoamericano que
peninsular, de beso) dado por un tal Rubiales, presidente de la Federación
Española de Fútbol, a una jugadora de la selección, J.H., el día en el que esta
y su equipo se proclamaban campeonas del mundo.
Una vez más, la gente parece haberse
escandalizado sobremanera. Pero no será más que yo, aunque en sentido
contrario. Ya sé que ir contra esa mayoría de la opinión publicada -que no sé
si pública también- me deja a los pies de los caballos, pero no debo
traicionarme a mí mismo ni esconder lo que pienso. Ir a favor de corriente es
lo más sencillo, pero no sé si lo más coherente. De modo que, en forma de
guion, expondré lo siguiente:
. Cada persona es dueña de su cuerpo y los
demás deben respetar su voluntad. Este debe ser el concepto básico y el punto
de partida.
. La revolución mundial se ha iniciado por un
beso en lugar público, a la vista de todo el mundo, sin esconderse de nadie. Pero
sin ser consentido. O sea, que no ha sido ni en el puerto, ni a una dama que no
conocía, ni han matado la alegría a nadie (Manolo escobar dixit en aquella
canción añeja y casposa). Después se le han ido sumando otras mil
circunstancias negativas para el tal Rubiales, pero solo después, no antes.
. Si los hechos no son juzgados en su contexto,
la verdad se desvirtúa y estamos a un paso de la mentira, de la manipulación y
de la demagogia más barata: la del consumo industrial. El contexto era el de la
alegría por el logro del campeonato del mundo.
. No he oído a nadie que asegure que el hecho
es el más correcto, a nadie. Sí he oído que no tiene la importancia que se le
ha dado. Yo me apunto a esa afirmación.
. ¿Quién marca cómo se produce eso que se llama
el consentimiento? No quiero banalizar, pero ¿acaso se necesita una instancia
previa? Sin tener en cuenta el contexto y las variables implicadas, todo se
vuelve rígido, se somete a ley estricta y se acaba fanatizando.
. Mucho más desagradable me parece el gesto
público de llevarse las manos a sus genitales. Pero eso solo se afeó mucho
después, como añadido a lo del beso. He visto en TV cómo un entrenador de
fútbol, de esos que parecen corajudos y que hacen y deshacen en su club,
repetir esta acción ante sesenta o setenta mil espectadores y cómo estos le
aplaudían a rabiar. Y ni un solo medio afeó su conducta. Demagogos, fariseos.
. Los
hechos que se han sucedido después por parte de Rubiales (petición de
disculpas, manifestaciones varias, desprecios, posibles mentiras…) no hacen más
que enfangar el terreno para él mismo.
. Según afirman todas las fuentes, el citado
señor las ha cometido de todos los colores antes de este episodio. Es decir,
que existían números motivos previos para haber actuado contra él. ¿Por qué no
se había hecho?
. En mi pueblo a esto se lo llama tomar el
rábano por las hojas.
. Casi nadie ha querido quedarse atrás en la
condena (medios -especialmente deportivos, aquellos que hasta jaleaban al entrenador
susodicho-, partidos, asociaciones…), en una actitud que a mí me ha convencido
muy poco y que, más bien, me ha parecido un acto de fariseísmo casi cósmico.
. Es difícil de entender que el citado señor no
haya dimitido ya a la vista del reproche generalizado de la sociedad. Algo que
no quiere decir que su conciencia se lo exija, sino el clamor social.
. El país casi entero (al menos la opinión
publicada, que nunca se sabe si coincide con la opinión pública) ha estado pendiente
de este asunto durante varias semanas. Como si no hubiera otros hechos que
piden arreglo y solución: sequías, modelo productivo, incendios, inflación,
educación, gobernabilidad… Los hechos son lo que son y lo que simbolizan, pero
hombre…
. Desde el máximo respeto que merece cualquier
persona, uno tiene la impresión de que esta jugadora ha terminado por ser un
instrumento de fariseísmo en el que se ha visto involucrada casi toda la
sociedad. Y todo ello sin que ella, por supuesto, tena ninguna culpa.
. A pesar de todas estas variables y de que mi
recuento no sea precisamente muy positivo, creo que se ha conseguido en la
conciencia de todo lo que significa eso que se llama feminismo un avance
superlativo. Me apena que haya sido por un hecho tan concreto que, en mi
opinión, no guarda comparación con el revuelo que ha generado.
. Como estos asuntos marcan tendencia, me
gustará saber en qué quedan las aproximaciones, los saludos y los actos de
cortesía de tanta gente. Algunos babosean con demasiada frecuencia. Cuidado no
sea que vayamos todos a la cárcel.
. Y vuelta al principio: el respeto a la
persona es sagrado y nadie está dispensado de guardarlo con el máximo cuidado,
pero si nos convertimos en inquisidores podemos terminar todos en la hoguera.
Vengan, pues, los reproches y los anatemas. Los
espero con el escudo de quien expresa su opinión sin las trabas de los
prejuicios sociales y de las corrientes de opinión generalizadas. Aunque,
seguramente, con la carga de otras personales. Qué le vamos a hacer.
1 comentario:
No entiendo qué hacía en ese puesto de responsabilidad ese tal Rubiales, con fama de manipulador y mafioso, y sigo sin entender que todavía esté ahí, el susodicho, después de sus maneras, y sus manifestaciones publicas de mal gusto. Lo del "pico" , estoy de acuerdo que se ha exagerado en demasía, y me da mucha rabia que haya empañado el merecido campeonato mundial femenino, y en general el buen hacer del comportamiento español ante el mundo. No entiendo que hace ese energúmeno ocupando ese sitio que no le corresponde.
Publicar un comentario