Ficha: "La dulce envenenadora", autor Arto Paasilinna, editorial Anagrama, 197 páginas, ISBN: 9788433974969.
Hace tiempo que me propuse leerme todas las obras de este novelista finlandés que se hubieran publicado en castellano, con
este título y mientras la editorial Anagrama no saque ninguno más he dado por concluida la tarea. Ha sido una interesante incursión por la literatura de este fascinante escritor nórdico poseedor de un estilo y personalidades únicas, podrá gustar o no pero es indudable que dificilmente deja indiferente a nadie.
En este libro volvemos a todos los tópicos presentes en su obra, la omnipresencia del país, Finlandia, con sus bosques, lagos, saunas, gastronomía, casitas de madera y gentes peculiares. Paasilinna es un enamorado de su país y aunque le lanza muchos dardos y le convierte en blanco de ácidas críticas uno no deja de desear visitar ese lugar del mundo tras la lectura de cada uno de sus libros.
De nuevo un personaje peculiar, una encantadora ancianita, Linnea Ravaska, abocada a una singular aventura muy a su pesar. Tras soportar pacientemente el robo sistemático y los abusos del ingrato de su sobrino Kauko y sus brutales amigos y temiendo por su vida emprende la huida de su hogar... huida que deparará más de una sorpresa ya que Linnea posee más recursos de lo que parece y su camino no tardará en quedar sembrado de cadáveres.
Paasilinna de nuevo arremete con fuerza con su principal arma, el humor negro, y en esta ocasión lo hace sin contemplaciones, la crudeza y violencia del relato, muy superior a lo leido por mí en el resto de su obra contrasta con el tono ingenuo y preciosista de la narración. Destacar también la psique de los personajes y el retrato que hace de los mismos... aunque la pandilla formada por Kauko y sus amigotes sea retratada como lo que es, como un grupo de seres abominables que poco a poco irán encontrándose con la horma de su zapato a lo largo de la narración, su peculiar mundo interior es expueso a la luz y a pesar de lo cruel y mezquino de sus acciones no dejamos de ver que sus actos también tienen sus motivaciones completamente lógicas en su mundo, un mundo sin amor, sin esperanza, sin futuro, con una escala de valores transmitidos por una sociedad donde se ensalza continuamente el más crudo materialismo egoista... lo sorprendente es que no haya más gente así de la que hay.
La violencia, especialmente la que se centra en las personas mayores, animales y seres más débiles y desprotegidos es el tema central de la obra, así como la marginación de la juventud y su adicción a las drogas en una sociedad que dicta unas normas muchas veces injustas a las que hay que adherirse desde la cuna. También tienen cabida las críticas hacia la indiferencia hacia el dolor del prójimo y la desprotección de las personas de la tercera edad, verdadera carne de cañón junto con los niños y jóvenes sin futuro. La amada nación de Passilinna, Finlandia, se lleva una buena colección de palos en esta ocasión ... y eso que es uno de los paises con un nivel de educación más alto... miedo da pensar en lo que este autor escribiría si viviese en nuestro país o en el mundo anglosajón.
Lo mejor: De nuevo destacar la habilidad de este escritor que vuelve a demostrar su valía como narrador, la historia se lee en un suspiro y engancha desde el comienzo. De nuevo situaciones cómicas mezcladas con tragedia con gran habilidad, lo que para otros escritores es poco menos que imposible para Arto es lo habitual... ¡tengo que visitar Finlandia un año de estos !.
Lo peor: Tópicos y más tópicos sobre Finlandia. En esta ocasión Paasilinna carga demasiado las tintas en el aspecto trágico y la novela aunque interesante no me pareció para nada humorística, si es verdad que hay mucha ironía... pero con un trasfondo pesimista que no es habitual en su obra.
Hace tiempo que me propuse leerme todas las obras de este novelista finlandés que se hubieran publicado en castellano, con
este título y mientras la editorial Anagrama no saque ninguno más he dado por concluida la tarea. Ha sido una interesante incursión por la literatura de este fascinante escritor nórdico poseedor de un estilo y personalidades únicas, podrá gustar o no pero es indudable que dificilmente deja indiferente a nadie.
En este libro volvemos a todos los tópicos presentes en su obra, la omnipresencia del país, Finlandia, con sus bosques, lagos, saunas, gastronomía, casitas de madera y gentes peculiares. Paasilinna es un enamorado de su país y aunque le lanza muchos dardos y le convierte en blanco de ácidas críticas uno no deja de desear visitar ese lugar del mundo tras la lectura de cada uno de sus libros.
De nuevo un personaje peculiar, una encantadora ancianita, Linnea Ravaska, abocada a una singular aventura muy a su pesar. Tras soportar pacientemente el robo sistemático y los abusos del ingrato de su sobrino Kauko y sus brutales amigos y temiendo por su vida emprende la huida de su hogar... huida que deparará más de una sorpresa ya que Linnea posee más recursos de lo que parece y su camino no tardará en quedar sembrado de cadáveres.
Paasilinna de nuevo arremete con fuerza con su principal arma, el humor negro, y en esta ocasión lo hace sin contemplaciones, la crudeza y violencia del relato, muy superior a lo leido por mí en el resto de su obra contrasta con el tono ingenuo y preciosista de la narración. Destacar también la psique de los personajes y el retrato que hace de los mismos... aunque la pandilla formada por Kauko y sus amigotes sea retratada como lo que es, como un grupo de seres abominables que poco a poco irán encontrándose con la horma de su zapato a lo largo de la narración, su peculiar mundo interior es expueso a la luz y a pesar de lo cruel y mezquino de sus acciones no dejamos de ver que sus actos también tienen sus motivaciones completamente lógicas en su mundo, un mundo sin amor, sin esperanza, sin futuro, con una escala de valores transmitidos por una sociedad donde se ensalza continuamente el más crudo materialismo egoista... lo sorprendente es que no haya más gente así de la que hay.
La violencia, especialmente la que se centra en las personas mayores, animales y seres más débiles y desprotegidos es el tema central de la obra, así como la marginación de la juventud y su adicción a las drogas en una sociedad que dicta unas normas muchas veces injustas a las que hay que adherirse desde la cuna. También tienen cabida las críticas hacia la indiferencia hacia el dolor del prójimo y la desprotección de las personas de la tercera edad, verdadera carne de cañón junto con los niños y jóvenes sin futuro. La amada nación de Passilinna, Finlandia, se lleva una buena colección de palos en esta ocasión ... y eso que es uno de los paises con un nivel de educación más alto... miedo da pensar en lo que este autor escribiría si viviese en nuestro país o en el mundo anglosajón.
Lo mejor: De nuevo destacar la habilidad de este escritor que vuelve a demostrar su valía como narrador, la historia se lee en un suspiro y engancha desde el comienzo. De nuevo situaciones cómicas mezcladas con tragedia con gran habilidad, lo que para otros escritores es poco menos que imposible para Arto es lo habitual... ¡tengo que visitar Finlandia un año de estos !.
Lo peor: Tópicos y más tópicos sobre Finlandia. En esta ocasión Paasilinna carga demasiado las tintas en el aspecto trágico y la novela aunque interesante no me pareció para nada humorística, si es verdad que hay mucha ironía... pero con un trasfondo pesimista que no es habitual en su obra.