Mira por la ventana como el cielo se va oscureciendo, “volverá a llover”, piensa y la tristeza le inunda como un mar al que mira la luna llena al subir la marea, no entiende su tristeza, no debería tener motivo, solo sabe que cuando no entiende las cosas le falta información, pero no sabe cuales son las preguntas que ha de hacer para obtener respuestas. Se siente a veces tan vieja como el mismo mar, a veces demasiado niña, inocente y terriblemente estúpida y se ríe de si misma y se repite una vez más “que ya no tienes edad para ser tan imbécil”, oculta su rostro entre las manos bajando la cabeza en un gesto de vergüenza absoluta, luego vuelve a mirar por la ventana y piensa “volverá a llover”.