Hoy os voy a contar algo que no es un chiste, aunque podía ser. Tampoco somos xenófobos ni racistas.
Tenemos por suerte muchos extranjeros en nuestro País, de todas nacionalidades. Europeos, Africanos Sudamericanos, musulmanes y no digamos chinos...
A mi me da alegría cuando veo a esas chicas rumanas, tan guapas, que van por la calle sin pasar el frío que hace en su país y van despojadas de abrigotes y gorros. Van luciendo sus piernas porque en España no hace tanto frío como en Rumanía.
Tengo vecinos rumanos y también chinos y...tan contentos.
¡Que algunas veces les ponemos motes! También nos los ponemos nosotros mismos. ¡ Hay que ver las veces que hacemos chistes de los de Lepe, los gallegos, los catalanes, nos reímos de la chulería de los madrileños y...no digamos de los gitanos! Pero eso no quita para que en su momento seamos respetuosos con todos y, si alguno necesita algo...No hay nadie que sea tan solidario como el pueblo español.
La historia de hoy ha ocurrido aquí, en Madrid:
En la calle de Toledo de Madrid una musulmana le hace señas a un taxi para que pare. Una vez dentro del taxi, le pide al taxista que apague la radio porque ella no puede oír música occidental debido a su religión.
"En la época del Profeta no había música como esa y mucho menos radio", dijo la viajera.
"La música occidental es de los infieles y yo no puedo oírla".
El taxista apaga la radio, pero en el siguiente semáforo detiene el coche, sale del mismo y con amabilidad abre la puerta trasera.
La mujer se sorprende y pregunta un tanto enfadada.
-¿Que pasa? Todavía no hemos llegado a mi destino.
El taxista le contesta:
"Mire señora, en la época del Profeta no había taxis, así que, por favor, salga del mío y busque un camello que la transporte.
¡Bien por el taxista!
Si hay que firmar para lo de la medalla...iré...¡Faltaría más"
sábado, 28 de diciembre de 2013
jueves, 26 de diciembre de 2013
Navidad de 1948
¡¡Que lejos está!!
En aquellos tiempos celebrábamos la Navidad de otra manera. Quizá, porque al haber carencias de muchas cosas valorábamos más lo que teníamos en esos momentos.
España estaba en plena posguerra, los alimentos eran escasos. No había supermercados ni mucho menos grandes extensiones alimentarias como hay ahora, no, solo había un mercado y no muy bien abastecido. En aquellos tiempos era difícil comer carne fuera de Navidad, a menos que tuvieras familia en algún pueblo que trajera de vez en cuando un pollo, pero en mi familia "no nos caía esa breva".
Aquel año de 1948, mi madre y una amiga hicieron cola en una carnicería toda la noche para poder agenciase un cordero...lo consiguieron. Aparecieron a las 9 de la mañana con su preciosa carga, los niños, cuando vimos a mamá descargar aquel magnifico animal, pensamos que íbamos a comer carne en abundancia.
Vivíamos en una casita de planta baja que nos había alquilado una señora mayor, Se llamaba Gregoria, pero con la condición de que ella tenía que vivir con nosotros. Disponíamos de toda la casa excepto una habitación que, lógicamente ocupaba esta señora, que no trabajaba en nada y se apañaba con la renta que le pagaban mis padres. Mi madre, además de la renta, muchas veces le ponía un plato de nuestra comida que ella aceptaba, creo que no daba ni las gracias.
Aquella nochebuena en la que mamá guisó el excelente cordero, mi madre, que era muy caritativa, antes de que llegara mi padre para la cena, me dijo: - Niña, vamos a llevar algo de cena a la señora Carmen que quizá no tenga nada, (otra protegida de mi madre).
Cuando volvimos, empezamos a poner la mesa, mamá fue a la cocina a ver si el cordero se mantenía caliente y la sopa también, pero ¡Ja! el cordero había mermado una barbaridad y...la sopa también. Esta estaba más aguada y cociendo a borbotones. Antes de entrar en la cocina vimos a la señora Gregoria apartando la olla de la sopa, quizá la puso a cocer para que aumentara.
Aunque mi madre tenía mucho carácter, no dijo nada. De todas maneras había sopa y cordero para todos. Mi madre tuvo la elegancia, como hacía muchas veces, de poner el primer plato a la señora Gregoria, tanto de sopa como de cordero.
Uno de mis hermanos dijo a mamá que el quería el trozo de las tabas del cordero, con las cuales jugaba, pero dio la "casualidad" que parte de las patas del cordero donde estaban las tabas no aparecían por ninguna parte.
Solo estábamos en el secreto de la desaparición de "ciertas tajadas" mi madre y yo, no quiso que se enterara mi padre ni los niños. Yo he guardado el secreto hasta hoy...
La señora Gregoria siguió siendo mala, mala, mala con nosotros los niños, sobretodo conmigo. Mama decía que aguantáramos, pues le estaba agradecida por realquilarnos la casa. Menos mal que al cabo de 5 años mis padres encontraron una buena casa y la perdimos de vista.
¡Señora Gregoria, donde quiera que esté aún la recuerdo, pero sin odio !
Fíjese que mientras estoy escribiendo, me he reído yo sola al recordar la cara que puso mi madre cuando vio que nos había robado las mejores tajadas del cordero...
¡¡¡Era mala, pero no tonta!!!
En aquellos tiempos celebrábamos la Navidad de otra manera. Quizá, porque al haber carencias de muchas cosas valorábamos más lo que teníamos en esos momentos.
España estaba en plena posguerra, los alimentos eran escasos. No había supermercados ni mucho menos grandes extensiones alimentarias como hay ahora, no, solo había un mercado y no muy bien abastecido. En aquellos tiempos era difícil comer carne fuera de Navidad, a menos que tuvieras familia en algún pueblo que trajera de vez en cuando un pollo, pero en mi familia "no nos caía esa breva".
Aquel año de 1948, mi madre y una amiga hicieron cola en una carnicería toda la noche para poder agenciase un cordero...lo consiguieron. Aparecieron a las 9 de la mañana con su preciosa carga, los niños, cuando vimos a mamá descargar aquel magnifico animal, pensamos que íbamos a comer carne en abundancia.
Vivíamos en una casita de planta baja que nos había alquilado una señora mayor, Se llamaba Gregoria, pero con la condición de que ella tenía que vivir con nosotros. Disponíamos de toda la casa excepto una habitación que, lógicamente ocupaba esta señora, que no trabajaba en nada y se apañaba con la renta que le pagaban mis padres. Mi madre, además de la renta, muchas veces le ponía un plato de nuestra comida que ella aceptaba, creo que no daba ni las gracias.
Aquella nochebuena en la que mamá guisó el excelente cordero, mi madre, que era muy caritativa, antes de que llegara mi padre para la cena, me dijo: - Niña, vamos a llevar algo de cena a la señora Carmen que quizá no tenga nada, (otra protegida de mi madre).
Cuando volvimos, empezamos a poner la mesa, mamá fue a la cocina a ver si el cordero se mantenía caliente y la sopa también, pero ¡Ja! el cordero había mermado una barbaridad y...la sopa también. Esta estaba más aguada y cociendo a borbotones. Antes de entrar en la cocina vimos a la señora Gregoria apartando la olla de la sopa, quizá la puso a cocer para que aumentara.
Aunque mi madre tenía mucho carácter, no dijo nada. De todas maneras había sopa y cordero para todos. Mi madre tuvo la elegancia, como hacía muchas veces, de poner el primer plato a la señora Gregoria, tanto de sopa como de cordero.
Uno de mis hermanos dijo a mamá que el quería el trozo de las tabas del cordero, con las cuales jugaba, pero dio la "casualidad" que parte de las patas del cordero donde estaban las tabas no aparecían por ninguna parte.
Solo estábamos en el secreto de la desaparición de "ciertas tajadas" mi madre y yo, no quiso que se enterara mi padre ni los niños. Yo he guardado el secreto hasta hoy...
La señora Gregoria siguió siendo mala, mala, mala con nosotros los niños, sobretodo conmigo. Mama decía que aguantáramos, pues le estaba agradecida por realquilarnos la casa. Menos mal que al cabo de 5 años mis padres encontraron una buena casa y la perdimos de vista.
¡Señora Gregoria, donde quiera que esté aún la recuerdo, pero sin odio !
Fíjese que mientras estoy escribiendo, me he reído yo sola al recordar la cara que puso mi madre cuando vio que nos había robado las mejores tajadas del cordero...
¡¡¡Era mala, pero no tonta!!!
sábado, 21 de diciembre de 2013
Humor de fin de semana
Esta frase de "humor de fin de semana" es de mi buen amigo Víctor que además de mandarnos todos los días correos de enseñanzas y consejos, los sábados nos ponía cosas graciosas y chistes para relajarnos, lo hacía con esta frase. Desde hace unos meses le están dando Diálisis y, aunque no nos tiene abandonados, hay poco de humor...
I
Una noche, un señor elegantemente vestido, detiene un taxi y pide al chofer lo lleve a su casa. En la mitad del camino ve a una señora muy bien arreglada entrando en un club de alterne...La mujer le pareció familiar, por lo que pide al taxista:
Aquí tienes 1000 euros. Te lo ganas si sacas a la mujer vestida de rojo que acaba de entrar a ese sitio, pero eso sí: A patada limpia...sin contemplación, esa desgraciada es mi esposa.
El taxista que jamás había visto tanto dinero junto, acepta y se mete en el club.
A los diez minutos el taxista sale con una mujer arrastrándola por los cabellos, toda golpeada y diciéndole cuanto improperio te puedas imaginar.
El señor echa una ojeada y se da cuenta que la señora esta vestida de verde, y sale corriendo a detener al taxista por el error cometido.
-Pare señor, pare !!! ¡Esa no es!
El taxista jadeando le responde:
-Tranquilo amigo, que esta es la mía. Ahora voy por la suya.
II
Un gitano que va conduciendo y le para la policía. -¿Puede enseñarme el maletero por favor?, le dice el policía.
Se sorprende el policía al ver que hay una pistola y le dice:
-¿Pero que lleva ahí señor?
-Una calculadora, le contesta el gitano.
-Pero no ve que es una pistola?, dice el policía cada vez más nervioso.
Y dice el gitano gritando:
-"Pos mi primo "el Richal" me ha dicho que servía para ajustar cuentas.
III
Una empleada doméstica pidió aumento de sueldo. A la señora no le sentó bien, así que le preguntó:
-María, ¿Por qué crees que mereces aumento de sueldo?
-Señora, hay tres razones: La primera que yo plancho la ropa mejor que usted.
-¿Quien te ha dicho que planchas mejor que yo?
-Su esposo, señora.
Oh, vaya.
-La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
-Eso es puro cuento, ¿Quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
-También su esposo, señora.
-¡Ah, caramba.
-Y la tercera razón, la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama.
Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
-¿Mi esposo te ha dicho eso?
-No señora...de momento me lo ha dicho el jardinero...
LA SEÑORA LE AUMENTO EL SUELDO
I
Una noche, un señor elegantemente vestido, detiene un taxi y pide al chofer lo lleve a su casa. En la mitad del camino ve a una señora muy bien arreglada entrando en un club de alterne...La mujer le pareció familiar, por lo que pide al taxista:
Aquí tienes 1000 euros. Te lo ganas si sacas a la mujer vestida de rojo que acaba de entrar a ese sitio, pero eso sí: A patada limpia...sin contemplación, esa desgraciada es mi esposa.
El taxista que jamás había visto tanto dinero junto, acepta y se mete en el club.
A los diez minutos el taxista sale con una mujer arrastrándola por los cabellos, toda golpeada y diciéndole cuanto improperio te puedas imaginar.
El señor echa una ojeada y se da cuenta que la señora esta vestida de verde, y sale corriendo a detener al taxista por el error cometido.
-Pare señor, pare !!! ¡Esa no es!
El taxista jadeando le responde:
-Tranquilo amigo, que esta es la mía. Ahora voy por la suya.
II
Un gitano que va conduciendo y le para la policía. -¿Puede enseñarme el maletero por favor?, le dice el policía.
Se sorprende el policía al ver que hay una pistola y le dice:
-¿Pero que lleva ahí señor?
-Una calculadora, le contesta el gitano.
-Pero no ve que es una pistola?, dice el policía cada vez más nervioso.
Y dice el gitano gritando:
-"Pos mi primo "el Richal" me ha dicho que servía para ajustar cuentas.
III
Una empleada doméstica pidió aumento de sueldo. A la señora no le sentó bien, así que le preguntó:
-María, ¿Por qué crees que mereces aumento de sueldo?
-Señora, hay tres razones: La primera que yo plancho la ropa mejor que usted.
-¿Quien te ha dicho que planchas mejor que yo?
-Su esposo, señora.
Oh, vaya.
-La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
-Eso es puro cuento, ¿Quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
-También su esposo, señora.
-¡Ah, caramba.
-Y la tercera razón, la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama.
Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
-¿Mi esposo te ha dicho eso?
-No señora...de momento me lo ha dicho el jardinero...
LA SEÑORA LE AUMENTO EL SUELDO
miércoles, 18 de diciembre de 2013
La puerta verde
Prometo no poner cosas como mi anterior entrada hasta que no pasen las Navidades, no quiero que mis seguidores paséis mal rato como se ha dado el caso. Por eso, os voy a contar una avería que tengo en casa y no se como la voy a solucionar...Seguro que vais a sonreír, pero más vale reír que llorar o pensar en cosas raras.
Ocurre muchas veces que cuando se te rompe una cosa, detrás van siete más. Hace poco se me rompió el televisor, al día siguiente apareció mi hijo con uno nuevo. Antes del verano se estropeó el frigorífico y no hubo más remedio que comprar otro, pues este electrodoméstico es imprescindible.
Para colmo, hace unos días, la puerta de uno de los baños arañaba el suelo y hacía un "raspeo" que daba repelús. Pensé, esto ya pasa de castaño oscuro no falta más que tengamos que cambiar la puerta. Pero claro, hacer el cambio de puerta supone cambiar todas las puertas de la casa, o sea, siete puertas que son las que dan al mismo pasillo; esto no supone 500, ni 600 euros como un electrodoméstico, no, esto supone...lo voy a decir en pesetas para que impresione más, como decía, esto supone, 1000.000 de las antiguas pesetas.
Me he dicho:
Ni hablar, aquí no se compran ni siete ni ocho puertas...si no se puede reparar, pongo una nueva. Pero como va a ser difícil que sea igual que las que hay por aquello del color de la madera y mil zarandangas más, pues he pensado que...pongan una puerta, eso sí, de color verde, así no se nota la tintada. ¿Qué va a dar el cante? Si claro que lo va a dar, pero porque a la tonta de la puerta le de por arrastrar un poco no nos vamos a gastar la friolera de 1000.000 de pesetas, (suponiendo que lo tuviéramos). Creo que ahora con eso del árbol de Navidad que también es verde no quedaría mal, ¿Verdad?
Y es que cuando se rompe alguna cosa en las casas, le sigue otra y otra.
Mi hijo se ríe de mi decisión, pero ¿Verdad que quedaría mona una puerta verde en medio del pasillo?
Yo creo que original si será.
Admito sugerencias...
Ocurre muchas veces que cuando se te rompe una cosa, detrás van siete más. Hace poco se me rompió el televisor, al día siguiente apareció mi hijo con uno nuevo. Antes del verano se estropeó el frigorífico y no hubo más remedio que comprar otro, pues este electrodoméstico es imprescindible.
Para colmo, hace unos días, la puerta de uno de los baños arañaba el suelo y hacía un "raspeo" que daba repelús. Pensé, esto ya pasa de castaño oscuro no falta más que tengamos que cambiar la puerta. Pero claro, hacer el cambio de puerta supone cambiar todas las puertas de la casa, o sea, siete puertas que son las que dan al mismo pasillo; esto no supone 500, ni 600 euros como un electrodoméstico, no, esto supone...lo voy a decir en pesetas para que impresione más, como decía, esto supone, 1000.000 de las antiguas pesetas.
Me he dicho:
Ni hablar, aquí no se compran ni siete ni ocho puertas...si no se puede reparar, pongo una nueva. Pero como va a ser difícil que sea igual que las que hay por aquello del color de la madera y mil zarandangas más, pues he pensado que...pongan una puerta, eso sí, de color verde, así no se nota la tintada. ¿Qué va a dar el cante? Si claro que lo va a dar, pero porque a la tonta de la puerta le de por arrastrar un poco no nos vamos a gastar la friolera de 1000.000 de pesetas, (suponiendo que lo tuviéramos). Creo que ahora con eso del árbol de Navidad que también es verde no quedaría mal, ¿Verdad?
Y es que cuando se rompe alguna cosa en las casas, le sigue otra y otra.
Mi hijo se ríe de mi decisión, pero ¿Verdad que quedaría mona una puerta verde en medio del pasillo?
Yo creo que original si será.
Admito sugerencias...
lunes, 16 de diciembre de 2013
No hay quien se libre de "Ella"
El califa se asombró de ver tan pronto aquella mañana al visir y en tal estado de agitación.
"Por favor, deja que me vaya de la ciudad en este mismo instante", le pidió el visir a su señor.
-¿A que vienen estas prisas?, le preguntó el califa, al lo que su fiel servidor respondió:
Esta mañana, cuando venía camino de palacio, alguien me ha tocado en el hombro y, al girarme, he visto que era la Muerte. Era una vieja dama vestida completamente de negro y seguro que me buscaba. Si me da su autorización, cogeré mi caballo y así esta noche ya estaré a salvo en Samarkanda.
No acabando de creérselo, el califa se disfrazó como era habitual para ir a recorrer de incógnito las calles su ciudad.
Cuando llegó a la plaza del mercado, buscó a la Muerte y, efectivamente, aún estaba allí. El califa, lleno de valor, salió a su encuentro y le preguntó:
"Mi visir es un honrado hombre joven, rebosante de salud. ¿Por qué, entonces te acercaste a el esta mañana y lo miraste de forma amenazadora?."
La muerte, sorprendida al ser interpelada por el califa, le respondió:
"No me acerqué a él con aire amenazante, solo me mostré extrañada. No esperaba verlo en el mercado, porque, de hecho, tenemos una cita esta noche en Samarkanda"
"Por favor, deja que me vaya de la ciudad en este mismo instante", le pidió el visir a su señor.
-¿A que vienen estas prisas?, le preguntó el califa, al lo que su fiel servidor respondió:
Esta mañana, cuando venía camino de palacio, alguien me ha tocado en el hombro y, al girarme, he visto que era la Muerte. Era una vieja dama vestida completamente de negro y seguro que me buscaba. Si me da su autorización, cogeré mi caballo y así esta noche ya estaré a salvo en Samarkanda.
No acabando de creérselo, el califa se disfrazó como era habitual para ir a recorrer de incógnito las calles su ciudad.
Cuando llegó a la plaza del mercado, buscó a la Muerte y, efectivamente, aún estaba allí. El califa, lleno de valor, salió a su encuentro y le preguntó:
"Mi visir es un honrado hombre joven, rebosante de salud. ¿Por qué, entonces te acercaste a el esta mañana y lo miraste de forma amenazadora?."
La muerte, sorprendida al ser interpelada por el califa, le respondió:
"No me acerqué a él con aire amenazante, solo me mostré extrañada. No esperaba verlo en el mercado, porque, de hecho, tenemos una cita esta noche en Samarkanda"
viernes, 13 de diciembre de 2013
Para sonreír
Entre unas cosas y otras parece que estamos todos un poco "cabreados" así que vamos a ver si sonreímos un poco.
En Italia, un hombre mayor italiano, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse. Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombre le dijo:
-Padre...Durante la segunda guerra mundial, una mujer bonita llamó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi altillo.
-¡Eso fue algo maravilloso, hijo - contestó el sacerdote - No tienes necesidad de confesar eso.
No, padre, es que ella empezó a agradecérmelo con favores sexuales.
-Bueno...Estando en gran peligro...y bajo esas circunstancias..., dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado.
-Gracias, padre. Esa es una gran carga que me saca de mi alma. Pero tengo una duda más.
-¿Y cual es, hijo?
-¿Cree usted que debería decirle que la guerra ha terminado?
---
Alberto y Alicia son pacientes de un hospital mental.
Un día mientras caminaban cerca de la piscina del hospital, Alberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el fondo, donde permaneció sin moverse.
Alicia rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.
Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera el alta pues consideró que ella ahora estaba mentalmente estable. El director le dijo a Alicia:
-Tengo dos noticias para ti...una buena y otra mala.
-La buena es que te dimos el alta por haber salvado a otro paciente, considero que estás mentalmente sana y puedes abandonar el hospital.
-La mala es que, Alberto, a quien salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata, momentos después de que salvaste su vida...Alicia, lo siento mucho, Alberto está muerto.
Alicia muy sorprendida le contesta al director:
" No se colgó él...lo colgué yo para que se secara...
En Italia, un hombre mayor italiano, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse. Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombre le dijo:
-Padre...Durante la segunda guerra mundial, una mujer bonita llamó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi altillo.
-¡Eso fue algo maravilloso, hijo - contestó el sacerdote - No tienes necesidad de confesar eso.
No, padre, es que ella empezó a agradecérmelo con favores sexuales.
-Bueno...Estando en gran peligro...y bajo esas circunstancias..., dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado.
-Gracias, padre. Esa es una gran carga que me saca de mi alma. Pero tengo una duda más.
-¿Y cual es, hijo?
-¿Cree usted que debería decirle que la guerra ha terminado?
---
Alberto y Alicia son pacientes de un hospital mental.
Un día mientras caminaban cerca de la piscina del hospital, Alberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el fondo, donde permaneció sin moverse.
Alicia rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.
Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera el alta pues consideró que ella ahora estaba mentalmente estable. El director le dijo a Alicia:
-Tengo dos noticias para ti...una buena y otra mala.
-La buena es que te dimos el alta por haber salvado a otro paciente, considero que estás mentalmente sana y puedes abandonar el hospital.
-La mala es que, Alberto, a quien salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata, momentos después de que salvaste su vida...Alicia, lo siento mucho, Alberto está muerto.
Alicia muy sorprendida le contesta al director:
" No se colgó él...lo colgué yo para que se secara...
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Ingenio del orador
A veces tiene gracia la política y si no mirad lo que ha ocurrido hace poco en Las Naciones Unidas:
El periodista lo ha titulado:
CUANDO MOISES GOLPEO LA PIEDRA.
Esto es a mi modo de ver un ingenioso ejemplo de oratoria política.
Ocurrió recientemente en las Naciones Unidas, hizo sonreír a la Comunidad Mundial:
EL REPRESENTANTE DE ISRAEL ANTE LAS NACIONES UNIDAS.
"Antes de empezar mi discurso querría contarles algo sobre Moisés:
Cuando Moisés golpeó la roca y de ella saltó agua, pensó:
"Que buena oportunidad para darme un baño. Se quitó la ropa, la dejó junto a una roca y entró en el agua. Cuando acabó su baño y quiso vestirse, su ropa no estaba allí. Se la habían robado los palestinos.
El representante de Palestina saltó furioso como un basilisco y le dijo:
"Que dice!!! Si los palestinos no estaban allí entones".
El representante de Israel sonrió y dijo:
"Muy bien...y ahora que ha quedado bien claro quienes llegamos lo primeros a este territorio y quienes fueron sus invasores, comenzaré el discurso.
Hay que reconocer que el señor de Israel fue muy ingenioso y, es que a veces los políticos también tienen su cosilla.
Nosotros los españoles tenemos este mismo caso con los catalanes, que aunque son españoles como yo, no quieren serlo...pues eso que se pierden. A ver si han oído o leído este caso y se ponen un poco las pilas. ¡¡¡Claro que de momento todos nos respetamos!!! ¡Faltaría más! ¡¡¡Y Cataluña es tan hermosa!!!
El periodista lo ha titulado:
CUANDO MOISES GOLPEO LA PIEDRA.
Esto es a mi modo de ver un ingenioso ejemplo de oratoria política.
Ocurrió recientemente en las Naciones Unidas, hizo sonreír a la Comunidad Mundial:
EL REPRESENTANTE DE ISRAEL ANTE LAS NACIONES UNIDAS.
"Antes de empezar mi discurso querría contarles algo sobre Moisés:
Cuando Moisés golpeó la roca y de ella saltó agua, pensó:
"Que buena oportunidad para darme un baño. Se quitó la ropa, la dejó junto a una roca y entró en el agua. Cuando acabó su baño y quiso vestirse, su ropa no estaba allí. Se la habían robado los palestinos.
El representante de Palestina saltó furioso como un basilisco y le dijo:
"Que dice!!! Si los palestinos no estaban allí entones".
El representante de Israel sonrió y dijo:
"Muy bien...y ahora que ha quedado bien claro quienes llegamos lo primeros a este territorio y quienes fueron sus invasores, comenzaré el discurso.
Hay que reconocer que el señor de Israel fue muy ingenioso y, es que a veces los políticos también tienen su cosilla.
Nosotros los españoles tenemos este mismo caso con los catalanes, que aunque son españoles como yo, no quieren serlo...pues eso que se pierden. A ver si han oído o leído este caso y se ponen un poco las pilas. ¡¡¡Claro que de momento todos nos respetamos!!! ¡Faltaría más! ¡¡¡Y Cataluña es tan hermosa!!!
lunes, 9 de diciembre de 2013
La madre loca
En una recóndita aldea, vivían dos hermanas jóvenes que no habían podido ser madres y que se sentían desdichadas por ello pues, según un dicho del lugar, "la mujer sin hijos es una fuente de desgracias para todos".
Un día llegó allí una anciana que, de puerta en puerta, pedía algo de comer. Las mujeres le abrieron la casa y la colmaron de atenciones.
Antes de marcharse, la viejecita les preguntó que si no tenían hijos, pues reinaba un silencio sepulcral en aquel hogar.
-No, nosotras no hemos tenido esa suerte, le respondieron.
Viéndolas a tristes, la anciana les dijo:
Yo tengo una medicina para tener hijos, pero tras dar a luz, la mujer se vuelve loca.
Una de las mujeres le confesó que a ella no le importaría si su sueño de ser madre se hiciese real, por lo que la viejecita le dio a tomar su remedio.
Pasaron unos años y la anciana regresó a la aldea y se encontró con las dos mujeres jóvenes. La que no quiso su medicina le soltó el siguiente reproche:
" Tu nos dijiste que quien la tomara se volvería loca, pero mi hermana fue madre y no enfermó"
A lo que la sabia abuela respondió:
-Lo que yo quise decir es que una madre llorará y reirá por su criatura, la castigará y amará. Eso es ser madre y volverse loca.
Un día llegó allí una anciana que, de puerta en puerta, pedía algo de comer. Las mujeres le abrieron la casa y la colmaron de atenciones.
Antes de marcharse, la viejecita les preguntó que si no tenían hijos, pues reinaba un silencio sepulcral en aquel hogar.
-No, nosotras no hemos tenido esa suerte, le respondieron.
Viéndolas a tristes, la anciana les dijo:
Yo tengo una medicina para tener hijos, pero tras dar a luz, la mujer se vuelve loca.
Una de las mujeres le confesó que a ella no le importaría si su sueño de ser madre se hiciese real, por lo que la viejecita le dio a tomar su remedio.
Pasaron unos años y la anciana regresó a la aldea y se encontró con las dos mujeres jóvenes. La que no quiso su medicina le soltó el siguiente reproche:
" Tu nos dijiste que quien la tomara se volvería loca, pero mi hermana fue madre y no enfermó"
A lo que la sabia abuela respondió:
-Lo que yo quise decir es que una madre llorará y reirá por su criatura, la castigará y amará. Eso es ser madre y volverse loca.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Permanent o moldeado
Gracias a un peluquero alemán llamado Nestlé, ( como el chocolate) muchas mujeres de pelo liso han podido ver cumplido su sueño de adornarse la melena con bonitos rizos. Y es que en el año 1906, este alemán afincado en Londres hizo una demostración de un nuevo método para rizar el cabello que denominó "Permanent Waving" -Ondas permanentes -, aunque no tuvo ninguna aceptación. Al poco tiempo emigró a EEUU, donde desarrolló su técnica y consiguió gran éxito entre las mujeres. Sin embargo, hay que reconocer que las primeras permanentes quemaban bastante el pelo.
A mi me quemaba el pelo y las entrañas cada vez que mi madre me mandaba a que me hicieran la permanente.
Dicen que las ovejas son tontas, que hacen lo que les manda el pastor, los perros y siguen caminando detrás de otra oveja aunque las lleve de cabeza al río, pues bien, yo era más tonta que las ovejas porque siempre que me mandaba mi madre a la peluquera, siempre, hacía lo que me mandaba.
Le gustaban mucho los rizos y los niños rubios, nosotros todos éramos morenos con el pelo liso.
A mis hermanos les cortaban el pelo, "al cero" o sea, les dejaban la cabeza como una bola de billar. En cambio, yo, que era la única niña, tenía el pelo largo, pero liso. Entonces cuando le daba la "Vena" me decía: -Vete a que Carmen te haga la permanente.
Ahí me tenéis como una oveja caminando al martirio de la permanente. Cuando volvía a casa, después de más de dos horas de sesión, me ardían, la cabeza, los pelos, las orejas... a todo esto, mi cabeza era como la se Shirley Temple...pero en negro, si, negro como el azabache.
Otra cosa que le gustaba a mi madre eran los niños rubios como el oro.¡¡¡Pero como íbamos a ser rubios!!!
Mi padre era, no moreno, si no morenazo, mi madre, igualmente morena, aunque no tanto, mis abuelos de ambas partes también eran morenos descendientes de los moros de Toledo. Nosotros, todos sin salvarse ninguno, éramos...morenos, morenos, morenos.
Aún ahora, que ya somos todos casi ancianos...seguimos siendo morenos.
¡¡Como con esa ascendencia quería tener un hijo rubio!!
Por supuesto que no lo consiguió. Ahora, que uno de mis hermanos se casó con una guapísima rubia y...¡al menos tubo nietos rubios!
...Y bisnietos rubitos...
A mi me quemaba el pelo y las entrañas cada vez que mi madre me mandaba a que me hicieran la permanente.
Dicen que las ovejas son tontas, que hacen lo que les manda el pastor, los perros y siguen caminando detrás de otra oveja aunque las lleve de cabeza al río, pues bien, yo era más tonta que las ovejas porque siempre que me mandaba mi madre a la peluquera, siempre, hacía lo que me mandaba.
Le gustaban mucho los rizos y los niños rubios, nosotros todos éramos morenos con el pelo liso.
A mis hermanos les cortaban el pelo, "al cero" o sea, les dejaban la cabeza como una bola de billar. En cambio, yo, que era la única niña, tenía el pelo largo, pero liso. Entonces cuando le daba la "Vena" me decía: -Vete a que Carmen te haga la permanente.
Ahí me tenéis como una oveja caminando al martirio de la permanente. Cuando volvía a casa, después de más de dos horas de sesión, me ardían, la cabeza, los pelos, las orejas... a todo esto, mi cabeza era como la se Shirley Temple...pero en negro, si, negro como el azabache.
Otra cosa que le gustaba a mi madre eran los niños rubios como el oro.¡¡¡Pero como íbamos a ser rubios!!!
Mi padre era, no moreno, si no morenazo, mi madre, igualmente morena, aunque no tanto, mis abuelos de ambas partes también eran morenos descendientes de los moros de Toledo. Nosotros, todos sin salvarse ninguno, éramos...morenos, morenos, morenos.
Aún ahora, que ya somos todos casi ancianos...seguimos siendo morenos.
¡¡Como con esa ascendencia quería tener un hijo rubio!!
Por supuesto que no lo consiguió. Ahora, que uno de mis hermanos se casó con una guapísima rubia y...¡al menos tubo nietos rubios!
...Y bisnietos rubitos...
lunes, 2 de diciembre de 2013
Predicando con el ejemplo
Siempre estamos dando y recibiendo consejos: No hagas esto, no comas aquello, no vayas por ese sitio...en fin, como digo siempre aconsejando o recibiendo consejos, pero alguna vez, ¿hemos hecho lo que aconsejamos? Seguro que no, pero este señor tan sabio, que por algo era sabio, si lo hizo:
Una madre muy preocupada por la salud de su hijo, de 6 años, fue con él a casa del Mahatma Gandhi y le suplicó lo siguiente:
-Le ruego, Mahatma, que le pida a mi hijo que deje de comer azúcar. Es diabético y, cada vez que toma un terrón, pone en riesgo su vida. yo lo he intentado de mil maneras, pero no me hace caso. Sé que a usted si lo escucharía porque le admira mucho.
Después de reflexionar unos minutos, Gandhi le dijo:
-Lo siento señora, en este momento no puedo hacer lo que me pide. Tráigame a su hijo dentro de 15 días.
Algo sorprendida pero convencida de que el hombre sabio tenía sus razones, hizo lo que le pedía.
En su segundo encuentro, Gandhi miró al niño a los ojos y le habló con autoridad:
-Muchacho, deja ya de comer azúcar. Tú quizá no lo entiendes, pero te está haciendo daño.
Muy agradecida, pero extrañada por la manera en que había actuado, la madre le preguntó al Mahatma:
¿Por qué hemos tenido que esperar dos semanas para que usted hablara con mi hijo? Podría haberlo hecho el primer día.
A lo que Gandhi respondió:
-Hace 15 días, yo aún comía azúcar.
Cuando me diga mi vecina Eloisa que no coma yo el rico pan, porque estoy muy gorda, le voy a preguntar, que es lo que hace ella con las 7 barras que compra todos lo días...¿Acaso las pone de adorno en la mesa? ¡Ja!
Una madre muy preocupada por la salud de su hijo, de 6 años, fue con él a casa del Mahatma Gandhi y le suplicó lo siguiente:
-Le ruego, Mahatma, que le pida a mi hijo que deje de comer azúcar. Es diabético y, cada vez que toma un terrón, pone en riesgo su vida. yo lo he intentado de mil maneras, pero no me hace caso. Sé que a usted si lo escucharía porque le admira mucho.
Después de reflexionar unos minutos, Gandhi le dijo:
-Lo siento señora, en este momento no puedo hacer lo que me pide. Tráigame a su hijo dentro de 15 días.
Algo sorprendida pero convencida de que el hombre sabio tenía sus razones, hizo lo que le pedía.
En su segundo encuentro, Gandhi miró al niño a los ojos y le habló con autoridad:
-Muchacho, deja ya de comer azúcar. Tú quizá no lo entiendes, pero te está haciendo daño.
Muy agradecida, pero extrañada por la manera en que había actuado, la madre le preguntó al Mahatma:
¿Por qué hemos tenido que esperar dos semanas para que usted hablara con mi hijo? Podría haberlo hecho el primer día.
A lo que Gandhi respondió:
-Hace 15 días, yo aún comía azúcar.
Cuando me diga mi vecina Eloisa que no coma yo el rico pan, porque estoy muy gorda, le voy a preguntar, que es lo que hace ella con las 7 barras que compra todos lo días...¿Acaso las pone de adorno en la mesa? ¡Ja!
sábado, 30 de noviembre de 2013
¡¡¡Fuera penas!!!
Ya estamos hartos de penas, penitas y penurias. Hoy me revelo y vamos a ver algo de humor, que para eso es fin de semana.
Que no se enfaden los gallegos, los leperos ni la vecina de al lado, la cosa es reírnos un poco...halla va...
Un gallego le dice a otro:
-Oye Manolo pásame otro shampoo
-Pero si ahí en el baño hay uno
-Si hombre, pero ese es para cabello seco y yo ya me lo he mojado.
Se encuentras dos viudas en un cementerio una muy feliz limpiando la lápida de su marido y cantando como una loca.
La otra muy triste a llanto tendido...
Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
-Ay, señora, cuanto tiempo hace que enviudó?
-Seis meses - respondió en tono alegre la otra.
-Y como hace para estar tan feliz si yo llevo 3 años y no he podido superar la pena?
-¡Hija mía!: porque después de muchos años, es la primera vez que se DONDE está, y QUIEN se lo está COMIENDO.
Le dice la madre a la hija:
Hija...me dicen las vecinas que te estás acostando con tu novio¡¡¡
¡Ay, mami, la gente es muy chismosa...Una se acuesta con cualquiera y ya dicen que es el novio...
Dígame. ¿Cuál es el motivo por el que quiere divorciarse de su esposo?
Mi marido me trata como si fuera un perro.
¿La maltrata, le pega, le grita...?
No, quiere que le sea fiel.
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.
El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciéndolo pedazos.
Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
Mire amigo, jamás haga eso otra vez ¡ Casi me mata del susto!
El pasajero le pide disculpas y le dice:
-No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro.
El taxista contesta:
-Es mi primer día de trabajo como taxista.
¿Y a que se dedicaba antes?
-Era chofer de carroza funeraria...durante 25 años.
Se encuentran dos chinos:
-El otlo día me comple un coche
¡ Ah sí?
-Si, mila, es ese de ahí.
-Y que malca es?
-Un Alfa
¿Lomeo?
- Lo meas y te lompo el alma, pol malano.
¿Cómo se llama una mujer que sabe donde está su marido todas las noches?...Viuda.
¿Por qué las mujeres casadas son más gordas que las solteras?
La soltera llega a casa, ve lo que tiene en el refrigerador y se va a la cama.
La casada ve lo que tiene en la cama y va para el refrigerador.
Una señora entra en una armería.
-Buenos días. Quería una escopeta para mi marido.
¿Le ha dicho de que calibre?
-¿Que dice? Si ni siquiera sabe que le voy a disparar.
Espero que sonriáis al menos un poco y que paséis todos mis encantadores seguidores un buen fin de semana.
Que no se enfaden los gallegos, los leperos ni la vecina de al lado, la cosa es reírnos un poco...halla va...
Un gallego le dice a otro:
-Oye Manolo pásame otro shampoo
-Pero si ahí en el baño hay uno
-Si hombre, pero ese es para cabello seco y yo ya me lo he mojado.
Se encuentras dos viudas en un cementerio una muy feliz limpiando la lápida de su marido y cantando como una loca.
La otra muy triste a llanto tendido...
Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
-Ay, señora, cuanto tiempo hace que enviudó?
-Seis meses - respondió en tono alegre la otra.
-Y como hace para estar tan feliz si yo llevo 3 años y no he podido superar la pena?
-¡Hija mía!: porque después de muchos años, es la primera vez que se DONDE está, y QUIEN se lo está COMIENDO.
Le dice la madre a la hija:
Hija...me dicen las vecinas que te estás acostando con tu novio¡¡¡
¡Ay, mami, la gente es muy chismosa...Una se acuesta con cualquiera y ya dicen que es el novio...
Dígame. ¿Cuál es el motivo por el que quiere divorciarse de su esposo?
Mi marido me trata como si fuera un perro.
¿La maltrata, le pega, le grita...?
No, quiere que le sea fiel.
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.
El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciéndolo pedazos.
Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
Mire amigo, jamás haga eso otra vez ¡ Casi me mata del susto!
El pasajero le pide disculpas y le dice:
-No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro.
El taxista contesta:
-Es mi primer día de trabajo como taxista.
¿Y a que se dedicaba antes?
-Era chofer de carroza funeraria...durante 25 años.
Se encuentran dos chinos:
-El otlo día me comple un coche
¡ Ah sí?
-Si, mila, es ese de ahí.
-Y que malca es?
-Un Alfa
¿Lomeo?
- Lo meas y te lompo el alma, pol malano.
¿Cómo se llama una mujer que sabe donde está su marido todas las noches?...Viuda.
¿Por qué las mujeres casadas son más gordas que las solteras?
La soltera llega a casa, ve lo que tiene en el refrigerador y se va a la cama.
La casada ve lo que tiene en la cama y va para el refrigerador.
Una señora entra en una armería.
-Buenos días. Quería una escopeta para mi marido.
¿Le ha dicho de que calibre?
-¿Que dice? Si ni siquiera sabe que le voy a disparar.
Espero que sonriáis al menos un poco y que paséis todos mis encantadores seguidores un buen fin de semana.
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Una mala experiencia
Eso es lo que le ha ocurrido a mi amiga Carmen, que ha tenido una mala experiencia y que además no le ha ocurrido a ella sola.
Una de cada 1000 personas que son intervenidas en el mundo se despiertan durante la operación.
Normalmente no se recupera totalmente la conciencia y solo se recuerdan fragmentos de la conversación del personal sanitario o un leve malestar. Cuando detectan que está recuperando la conciencia, simplemente se le aumenta la dosis de la anestesia.
Creo que existen multitud de testimonios de individuos que sentían como su cuerpo permanecía inmóvil incapaces de avisar que estaban despiertos, no podían gritar, ni tan siquiera llorar, y nadie parecía darse cuenta que padecían dolor cuando cortaban sus cuerpos y hurgaban en sus órganos.
Sin duda una de las peores agonías que se pueden vivir.
El domingo pasado fui a visitar a mi amiga Carmen, pues hacía una semana que se sometió a una cirugía para extirparle un tumor de ovario.
Recuerda haberse dormido con la anestesia, pero minutos después despertó con un intenso dolor al sentir como cortaban su cuerpo.
Se sintió atrapada en su cuerpo, incapaz de moverse o respirar.
El hospital le informó después, que un gas había estado cayendo durante la operación y solo recibió el 5% de la anestesia necesaria.
Según me lo estaba contando, me entraba un repelús por la espina dorsal que casi me tienen que llevar a urgencias, pero era del miedo que sentí.
No es que mi amiga haya exagerado pues tengo una vecina que es enfermera de quirófano y, cuando se lo he contado me ha dicho que es posible, que a veces ocurren cosas así...
Sin comentarios.
Yo sigo pidiendo a Dios que no me ocurra, pues con lo cobarde que soy...
Una de cada 1000 personas que son intervenidas en el mundo se despiertan durante la operación.
Normalmente no se recupera totalmente la conciencia y solo se recuerdan fragmentos de la conversación del personal sanitario o un leve malestar. Cuando detectan que está recuperando la conciencia, simplemente se le aumenta la dosis de la anestesia.
Creo que existen multitud de testimonios de individuos que sentían como su cuerpo permanecía inmóvil incapaces de avisar que estaban despiertos, no podían gritar, ni tan siquiera llorar, y nadie parecía darse cuenta que padecían dolor cuando cortaban sus cuerpos y hurgaban en sus órganos.
Sin duda una de las peores agonías que se pueden vivir.
El domingo pasado fui a visitar a mi amiga Carmen, pues hacía una semana que se sometió a una cirugía para extirparle un tumor de ovario.
Recuerda haberse dormido con la anestesia, pero minutos después despertó con un intenso dolor al sentir como cortaban su cuerpo.
Se sintió atrapada en su cuerpo, incapaz de moverse o respirar.
El hospital le informó después, que un gas había estado cayendo durante la operación y solo recibió el 5% de la anestesia necesaria.
Según me lo estaba contando, me entraba un repelús por la espina dorsal que casi me tienen que llevar a urgencias, pero era del miedo que sentí.
No es que mi amiga haya exagerado pues tengo una vecina que es enfermera de quirófano y, cuando se lo he contado me ha dicho que es posible, que a veces ocurren cosas así...
Sin comentarios.
Yo sigo pidiendo a Dios que no me ocurra, pues con lo cobarde que soy...
lunes, 25 de noviembre de 2013
Para algún maestro
Un valor que nunca cambia.
Una profesora decidió dar una lección práctica e inolvidable a sus alumnos y, para ello, se sirvió de un flamante billete de cinco euros,
-¿A quien le gustaría tener este billete?, les preguntó a los pequeños. Todos levantaron la mano sin dudarlo un segundo.
Después, ante el asombro de los niños, la profesora arrugó el billete hasta que casi quedó convertido en una bola de papel. No obstante, cuando les volvió a hacer la misma pregunta, todos seguían deseando poseer esos cinco euros.
Finalmente, la profesora tiró el billete al suelo, y como poseída por un ataque de ira, lo pisoteó hasta convertirlo en un trozo de papel como sacado de la basura.
¿De verdad que aún seguís interesados en él?.
Los niños, sin poder aguantar la risa ante esta original clase, continuaron afirmando en coro con un !"Siiiiii"...
-Pues bien, prosiguió la profesora.
-"A vosotros os puede pasar lo mismo que a este billete. Aunque os sintáis rechazados, pisoteados y maltratados por algunas personas, sabed que, para quien realmente os quieren, vuestro valor nunca cambiará por muy "arrugados" que estéis.
Una profesora decidió dar una lección práctica e inolvidable a sus alumnos y, para ello, se sirvió de un flamante billete de cinco euros,
-¿A quien le gustaría tener este billete?, les preguntó a los pequeños. Todos levantaron la mano sin dudarlo un segundo.
Después, ante el asombro de los niños, la profesora arrugó el billete hasta que casi quedó convertido en una bola de papel. No obstante, cuando les volvió a hacer la misma pregunta, todos seguían deseando poseer esos cinco euros.
Finalmente, la profesora tiró el billete al suelo, y como poseída por un ataque de ira, lo pisoteó hasta convertirlo en un trozo de papel como sacado de la basura.
¿De verdad que aún seguís interesados en él?.
Los niños, sin poder aguantar la risa ante esta original clase, continuaron afirmando en coro con un !"Siiiiii"...
-Pues bien, prosiguió la profesora.
-"A vosotros os puede pasar lo mismo que a este billete. Aunque os sintáis rechazados, pisoteados y maltratados por algunas personas, sabed que, para quien realmente os quieren, vuestro valor nunca cambiará por muy "arrugados" que estéis.
viernes, 22 de noviembre de 2013
Déjame dormir, mamá
Hijo mío, por favor.
de tu blanco lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor.
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana.
Hijo mío, por favor,
que el sol ya está en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va a pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía
yo no sé porque te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mama, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
Como supondréis, estos versos tan bonitos, graciosos y reales, no son míos,¡¡Que más quisiera yo"
Son de Fray Junípero Serra ( 1713 - 1784)
Aprovecho para dedicárselos a los parlamentarios españoles...si por casualidad, alguno lo lee.
de tu blanco lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor.
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana.
Hijo mío, por favor,
que el sol ya está en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va a pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía
yo no sé porque te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mama, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
Como supondréis, estos versos tan bonitos, graciosos y reales, no son míos,¡¡Que más quisiera yo"
Son de Fray Junípero Serra ( 1713 - 1784)
Aprovecho para dedicárselos a los parlamentarios españoles...si por casualidad, alguno lo lee.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Las dos ranas
No es que me gusten mucho estos animalitos, ninguno anfibio de su estirpe, "pobrecitos" pero no los puedo soportar, y si se trata de cocodrilos...ni ver un documental.
Pero lo que hoy cuento de las ranitas, tiene su moraleja y cosa curiosa, me ha gustado mucho.
Lo cuento.
Un grupo numeroso de ranas iban paseando por el bosque cuando, de repente, dos de ellas cayeron en un profundo pozo.
En ese momento, todas las ranas pensaron que no habría manera de salvar a sus compañeras y que allí habían acabado sus días.
Por eso, desesperadas y angustiadas, no paraban de gritarles:
¡No podréis salir de ahí!, ¡dejad de saltar, no tiene sentido!
Pero las pobres no hacían caso a esos gritos de desaliento que sólo conseguían minar sus cada vez más escasas fuerzas.
De hecho, uno de los anfibios pronto se desanimó, paró de saltar y se ahogó.
La otra rana no se dejó vencer y siguió salta que salta pese a los agoreros gritos de sus congéneres:
¡¡No lograrás salir del pozo!!.
Finalmente, la rana salvo su vida. pero fue gracias a que era sorda y pensó que las demás, con sus gestos y gritos, la estaban animando a seguir esforzándose para salir del hoyo.
Y es que una palabra de aliento puede sacar adelante a alguien que se encuentre desanimado y una palabra destructiva puede desmoralizar hasta al más optimista...
Pero lo que hoy cuento de las ranitas, tiene su moraleja y cosa curiosa, me ha gustado mucho.
Lo cuento.
Un grupo numeroso de ranas iban paseando por el bosque cuando, de repente, dos de ellas cayeron en un profundo pozo.
En ese momento, todas las ranas pensaron que no habría manera de salvar a sus compañeras y que allí habían acabado sus días.
Por eso, desesperadas y angustiadas, no paraban de gritarles:
¡No podréis salir de ahí!, ¡dejad de saltar, no tiene sentido!
Pero las pobres no hacían caso a esos gritos de desaliento que sólo conseguían minar sus cada vez más escasas fuerzas.
De hecho, uno de los anfibios pronto se desanimó, paró de saltar y se ahogó.
La otra rana no se dejó vencer y siguió salta que salta pese a los agoreros gritos de sus congéneres:
¡¡No lograrás salir del pozo!!.
Finalmente, la rana salvo su vida. pero fue gracias a que era sorda y pensó que las demás, con sus gestos y gritos, la estaban animando a seguir esforzándose para salir del hoyo.
Y es que una palabra de aliento puede sacar adelante a alguien que se encuentre desanimado y una palabra destructiva puede desmoralizar hasta al más optimista...
lunes, 18 de noviembre de 2013
Chasco y cotilla
Este fin de semana me llevé un buen chasco por culpa de una cotilla. No se si conocéis alguna, yo si.
es una persona que siempre que salgo a la calle me la encuentro, ya sea en el Súper, camino del Súper o en la farmacia, pero siempre está en la calle. Te ve, te saluda, pero si viene otra vecina, rápidamente te deja y se va hacia ella.
El sábado, como siempre, la vi salir del portal y rápidamente me dice:-Se ha muerto el padre de Fernando. Me quedé helada pues conozco a toda la familia...
Cuando fuimos a vivir a esta comunidad mi hijo pequeño tenía 12 años y Fernando 14, ambos se hicieron amigos de otros vecinitos de su misma edad, jugaban, iban al cine, de paseo. Tal es así que aún ya treintañeros siguen siendo amigos. Mi hijo y Fernando siguen solteros pero han ido a las despedidas de soltero de los demás de la pandilla, e incluso a sus bodas, a las cuales he ido yo también.
Los padres de Fernando después de vivir unos años junto a nosotros se compraron un chale no muy lejos de nuestra casa. Aunque los chicos seguían saliendo juntos yo ya tuve menos contacto con los mayores, pues bien volvamos al día de hoy.
Cuando esta señora me dio la noticia me volví a casa para contársela a mi hijo el cual se llevó el disgusto correspondiente. Enseguida nos preparamos, nos vestimos adecuadamente y salimos hacia la casa de nuestros ex vecinos.
Antes llamó mi hijo por teléfono para anunciar la visita, cuando terminaron de hablar me dijo que Isabel, la niña se había puesto muy contenta de saber que íbamos.
Llegamos a la casa...llamamos al timbre...y nos abre la puerta "el muerto". Bueno el que creíamos muerto y que gracias a Dios estaba tan vivo como nosotros.
Yo no lo pude remediar y me eché a llorar. Cuando entramos a la casa y les contamos lo que había pasado y quien nos lo había dicho, dijeron:
No nos extraña tratándose de Loli, ya sabemos como es.
Gracias a Dios nos llevamos un chasco, no importa, pero también nos llevamos un buen disgusto hasta que llegamos y vimos que toda la familia estaba bien.
La cotilla no se libro de que le echara una buena bronca. Se disculpó diciendo que se lo había dicho la "fulanita", que no se quien es pero seguro que es otra cotilla como ella.
Tengo varias vecinas entre mis seguidores, cuando lean esto seguro que saben de quien se trata pues he tenido la deferencia de cambiar su nombre, pero es la más cotilla d la comunidad y la conocen n el barrio entero.
No me he podido resistir a contarlo...
es una persona que siempre que salgo a la calle me la encuentro, ya sea en el Súper, camino del Súper o en la farmacia, pero siempre está en la calle. Te ve, te saluda, pero si viene otra vecina, rápidamente te deja y se va hacia ella.
El sábado, como siempre, la vi salir del portal y rápidamente me dice:-Se ha muerto el padre de Fernando. Me quedé helada pues conozco a toda la familia...
Cuando fuimos a vivir a esta comunidad mi hijo pequeño tenía 12 años y Fernando 14, ambos se hicieron amigos de otros vecinitos de su misma edad, jugaban, iban al cine, de paseo. Tal es así que aún ya treintañeros siguen siendo amigos. Mi hijo y Fernando siguen solteros pero han ido a las despedidas de soltero de los demás de la pandilla, e incluso a sus bodas, a las cuales he ido yo también.
Los padres de Fernando después de vivir unos años junto a nosotros se compraron un chale no muy lejos de nuestra casa. Aunque los chicos seguían saliendo juntos yo ya tuve menos contacto con los mayores, pues bien volvamos al día de hoy.
Cuando esta señora me dio la noticia me volví a casa para contársela a mi hijo el cual se llevó el disgusto correspondiente. Enseguida nos preparamos, nos vestimos adecuadamente y salimos hacia la casa de nuestros ex vecinos.
Antes llamó mi hijo por teléfono para anunciar la visita, cuando terminaron de hablar me dijo que Isabel, la niña se había puesto muy contenta de saber que íbamos.
Llegamos a la casa...llamamos al timbre...y nos abre la puerta "el muerto". Bueno el que creíamos muerto y que gracias a Dios estaba tan vivo como nosotros.
Yo no lo pude remediar y me eché a llorar. Cuando entramos a la casa y les contamos lo que había pasado y quien nos lo había dicho, dijeron:
No nos extraña tratándose de Loli, ya sabemos como es.
Gracias a Dios nos llevamos un chasco, no importa, pero también nos llevamos un buen disgusto hasta que llegamos y vimos que toda la familia estaba bien.
La cotilla no se libro de que le echara una buena bronca. Se disculpó diciendo que se lo había dicho la "fulanita", que no se quien es pero seguro que es otra cotilla como ella.
Tengo varias vecinas entre mis seguidores, cuando lean esto seguro que saben de quien se trata pues he tenido la deferencia de cambiar su nombre, pero es la más cotilla d la comunidad y la conocen n el barrio entero.
No me he podido resistir a contarlo...
sábado, 16 de noviembre de 2013
Esparcimiento de sábado
No es un chiste...pero podría serlo
Desde pequeña Juanita siempre tuvo miedo al ir a acostarse porque creía que había alguien debajo de su cama. Cansada de esto, un día fue a ver a un psiquiatra y le explicó:
"Tengo problemas y no vivo tranquila, cada vez que voy a acostarme creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. me estaré volviendo loca?"
-Con mis sesiones en doce meses estarás bien.-Le dijo el psiquiatra. "Ven a verme tres veces a la semana y te curaré todos esos miedos".
¿Y cuanto me cobra doctor?-Preguntó.
"Barato. Ochenta euros la visita "contestó el doctor.
"Bueno, un poco caro me parece pero si me cura, vale la pena" dijo.
Fue tres sesiones y no volvió a su consulta, porque le suponía mucho dinero.
Seis meses después, se encontró con el doctor en la calle.
"Hola-le dijo. ¿Porque dejó de venir a mi consulta después de la tercera vez. Por que no volvió?" Le preguntó.
"Bueno, doctor, ochenta euros por consulta, tres veces a la semana por doce meses era bastante dinero. Por suerte encontré un camarero en el bar que me curó en una sola sesión por diez euros y además con cerveza y tapa incluida.
¡No me diga! dijo el psiquiatra algo molesto. ¿Y se puede saber como un camarero que solo sabe servir bebidas, la curó por diez euros?
"Pues si doctor, me dijo que cortara las patas de la cama. ¡Ahora ya no puede haber nadie allí debajo!
Juanita nos da un aconsejo:
Olvídense de los psicólogos y psiquiatras...Tómese una cervecita o un vinito, disfruten de la vida y de los amigos y...hablen con el camarero¡¡
Desde pequeña Juanita siempre tuvo miedo al ir a acostarse porque creía que había alguien debajo de su cama. Cansada de esto, un día fue a ver a un psiquiatra y le explicó:
"Tengo problemas y no vivo tranquila, cada vez que voy a acostarme creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. me estaré volviendo loca?"
-Con mis sesiones en doce meses estarás bien.-Le dijo el psiquiatra. "Ven a verme tres veces a la semana y te curaré todos esos miedos".
¿Y cuanto me cobra doctor?-Preguntó.
"Barato. Ochenta euros la visita "contestó el doctor.
"Bueno, un poco caro me parece pero si me cura, vale la pena" dijo.
Fue tres sesiones y no volvió a su consulta, porque le suponía mucho dinero.
Seis meses después, se encontró con el doctor en la calle.
"Hola-le dijo. ¿Porque dejó de venir a mi consulta después de la tercera vez. Por que no volvió?" Le preguntó.
"Bueno, doctor, ochenta euros por consulta, tres veces a la semana por doce meses era bastante dinero. Por suerte encontré un camarero en el bar que me curó en una sola sesión por diez euros y además con cerveza y tapa incluida.
¡No me diga! dijo el psiquiatra algo molesto. ¿Y se puede saber como un camarero que solo sabe servir bebidas, la curó por diez euros?
"Pues si doctor, me dijo que cortara las patas de la cama. ¡Ahora ya no puede haber nadie allí debajo!
Juanita nos da un aconsejo:
Olvídense de los psicólogos y psiquiatras...Tómese una cervecita o un vinito, disfruten de la vida y de los amigos y...hablen con el camarero¡¡
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Hay que meditar antes de hablar
Los dientes del Sultán.
A muchos kilómetros de aquí, vivía un viejo y riquísimo sultán, al que todos los súbditos temían por su carácter temperamental y supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos sus dientes y, nada más levantarse, ordenó que trajeran ante su presencia a uno de los hombres más sabios de su corte, al que preguntaría por el auténtico significado de su perturbador sueño.
-¡Que augurio más funesto, mi señor!- respondió el sabio-. cada diente caído representa la pérdida de uno de sus queridos parientes.
-¿Pero, como os atrevéis a decirme eso, insolente¡, exclamó el sultán enfurecido, mandando a continuación a sus guardianes que le dieran cien azotes.
Dio instrucciones para que llamaran a otro hombre de preclara inteligencia quien, tras oír el mismo sueño, le respondió:
-Que felicidad. El sueño muestra que tendréis una larga existencia y sobreviviréis a todos vuestros familiares.
Como recompensa, recibió 100 monedas de oro y, cuando los cortesanos le preguntaron por su interpretación, tan diferente de la del otro sabio, respondió:
Puedes comunicar la misma verdad de dos formas: la pesimista la optimista.
A muchos kilómetros de aquí, vivía un viejo y riquísimo sultán, al que todos los súbditos temían por su carácter temperamental y supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos sus dientes y, nada más levantarse, ordenó que trajeran ante su presencia a uno de los hombres más sabios de su corte, al que preguntaría por el auténtico significado de su perturbador sueño.
-¡Que augurio más funesto, mi señor!- respondió el sabio-. cada diente caído representa la pérdida de uno de sus queridos parientes.
-¿Pero, como os atrevéis a decirme eso, insolente¡, exclamó el sultán enfurecido, mandando a continuación a sus guardianes que le dieran cien azotes.
Dio instrucciones para que llamaran a otro hombre de preclara inteligencia quien, tras oír el mismo sueño, le respondió:
-Que felicidad. El sueño muestra que tendréis una larga existencia y sobreviviréis a todos vuestros familiares.
Como recompensa, recibió 100 monedas de oro y, cuando los cortesanos le preguntaron por su interpretación, tan diferente de la del otro sabio, respondió:
Puedes comunicar la misma verdad de dos formas: la pesimista la optimista.
lunes, 11 de noviembre de 2013
Fiesta de los pijamas
La fiesta de los pijamas es un invento muy moderno, tanto es así, que yo solo lo había oído pero he tenido la oportunidad de ver una de estas fiestas "en directo".
Yo creo que en mis tiempos de niña y joven ni siquiera existían los pijamas, yo jamás tuve uno hasta que me casé y fui dueña de mi monedero, antes dormíamos con camisón.
Bueno, todo empezó cuando me llamó mi vecina y amiga Gracia invitándome a una fiesta que hacía para sus hijas, por supuesto que iban a ir varias amiguitas, en total cinco más.
Quiso que le hiciera pestiños y rosquillas para amenizar dulcemente la fiesta. También estaba la madre de mi amiga, su suegra y una tía abuela de más de noventa años...y yo.
Como había tantas abuelas de la familia, al presentarme la niña a sus amigas, dijo que yo era "la otra yaya", cosa que me gustó y me emocionó que la hija de mi amiga me considerara como su propia abuela. A partir de ese momento, tuve el honor de ser para todas las jóvenes, otra yaya.
La fiesta se desarrolló de maravilla, antes de cenar dijeron que nos teníamos que maquillar para estar guapas en las fotos que pensaban hacer. Yo me dejé. Me pusieron la cara con tanto maquillaje, que un lunar que tengo, como dice la canción, junto a la boca, no se veía y por cierto que es bien negro.
La cena fue muy divertida y muy rico todo lo que había cocinado mi amiga. Los dulces que yo hice, también gustaron mucho.
Llegó la hora de lucir los pijamas y buscar donde dormir, pues aunque la casa tiene dos plantas y la buhardilla, tuvieron que preparar camas en el sótano, en el cual habían puesto varias estufas para estar más cómodos y calentitos.
Como lo pasamos tan bien durante toda la tarde y la cena, las niñas cuando se empezó el reparto de camas todas querían dormir con "la otra yaya". Yo muy seria les dije que yo no dormía con nadie a menos que fuera Harrison Ford, aquí hubo muchas risas y más cuando la abuelita de noventa años, con su voz cascada preguntó que quien era "esa". Más risas.
La culminación de la noche llegó cuando todas las niñas estaban con unos pijamas preciosos, unos de seda, otros de terciopelo y... aparecí yo con un pijama de mercadillo color azul, el pantalón con ositos
marrones y un oso enorme también marrón, en toda la "pechuga" y unas pantuflas de peluche que eran el lobo feroz.
Jamás he visto a unas jovencitas reír tanto, algunas contenían la risa quizá por respeto, pero mi amiga les dijo que no se preocuparan, que podían reír tanto como quisieran que yo no me enfadaba y que me había comprado el atuendo adrede.
No se las horas que dormí el sábado, lo que si se es que todavía me duran las ojeras.
Cuando llegó mi hijo el domingo a buscarme me encontró rodeada de unas preciosas jóvenes junto a la chimenea asando castañas, ya estaban preguntando que cuando hacíamos otra juerga...
Hoy en casa le estoy dando vueltas a la cabeza pensando que quizá sería una buena cosa dedicarme a organizar fiestas juveniles....
Yo creo que en mis tiempos de niña y joven ni siquiera existían los pijamas, yo jamás tuve uno hasta que me casé y fui dueña de mi monedero, antes dormíamos con camisón.
Bueno, todo empezó cuando me llamó mi vecina y amiga Gracia invitándome a una fiesta que hacía para sus hijas, por supuesto que iban a ir varias amiguitas, en total cinco más.
Quiso que le hiciera pestiños y rosquillas para amenizar dulcemente la fiesta. También estaba la madre de mi amiga, su suegra y una tía abuela de más de noventa años...y yo.
Como había tantas abuelas de la familia, al presentarme la niña a sus amigas, dijo que yo era "la otra yaya", cosa que me gustó y me emocionó que la hija de mi amiga me considerara como su propia abuela. A partir de ese momento, tuve el honor de ser para todas las jóvenes, otra yaya.
La fiesta se desarrolló de maravilla, antes de cenar dijeron que nos teníamos que maquillar para estar guapas en las fotos que pensaban hacer. Yo me dejé. Me pusieron la cara con tanto maquillaje, que un lunar que tengo, como dice la canción, junto a la boca, no se veía y por cierto que es bien negro.
La cena fue muy divertida y muy rico todo lo que había cocinado mi amiga. Los dulces que yo hice, también gustaron mucho.
Llegó la hora de lucir los pijamas y buscar donde dormir, pues aunque la casa tiene dos plantas y la buhardilla, tuvieron que preparar camas en el sótano, en el cual habían puesto varias estufas para estar más cómodos y calentitos.
Como lo pasamos tan bien durante toda la tarde y la cena, las niñas cuando se empezó el reparto de camas todas querían dormir con "la otra yaya". Yo muy seria les dije que yo no dormía con nadie a menos que fuera Harrison Ford, aquí hubo muchas risas y más cuando la abuelita de noventa años, con su voz cascada preguntó que quien era "esa". Más risas.
La culminación de la noche llegó cuando todas las niñas estaban con unos pijamas preciosos, unos de seda, otros de terciopelo y... aparecí yo con un pijama de mercadillo color azul, el pantalón con ositos
marrones y un oso enorme también marrón, en toda la "pechuga" y unas pantuflas de peluche que eran el lobo feroz.
Jamás he visto a unas jovencitas reír tanto, algunas contenían la risa quizá por respeto, pero mi amiga les dijo que no se preocuparan, que podían reír tanto como quisieran que yo no me enfadaba y que me había comprado el atuendo adrede.
No se las horas que dormí el sábado, lo que si se es que todavía me duran las ojeras.
Cuando llegó mi hijo el domingo a buscarme me encontró rodeada de unas preciosas jóvenes junto a la chimenea asando castañas, ya estaban preguntando que cuando hacíamos otra juerga...
Hoy en casa le estoy dando vueltas a la cabeza pensando que quizá sería una buena cosa dedicarme a organizar fiestas juveniles....
viernes, 8 de noviembre de 2013
Reir y pensar
Hoy nos toca reír y pensar, no todo va a ser dolor y pena, hoy no...
Un pasante entró en una tienda de antigüedades:
después de mirar los artículos observó la figura de una rata, en bronce, muy realista, no tenía la etiqueta con el precio pero decidió que le gustaba y que la compraría.
Llamó al dueño de la tienda y le preguntó:
.¿Cuanto pide por esa rata de bronce? Y el propietario le dijo:
-Doce euros por la estatua y quinientos euros por la historia.
El cliente le pagó 12 euros y le dijo:
-Me llevo solo la rata pero no me interesa la historia.
Salió de la tienda y caminando calle abajo observó que le empezaban a seguir una cierta cantidad de ratas reales, vivas, que salían de los escondrijos y las alcantarillas.
El hombre se sintió desconcertado y empezó a caminar más rápido, pero unas calles más adelante la cantidad de ratas vivas que le seguían se convirtió en una marea de animales chillando y con aspecto amenazador.
Salió corriendo en dirección al mar y mirando hacia atrás vio que las ratas podían contarse ahora por MILLONES y que corrían más y más rápido.
El hombre presa del pánico se acercó al muelle y tiró al mar la figura de la rata, asombrosamente los millones de ratas saltaron al agua y se ahogaron todas.
El hombre volvió a la tienda de antigüedades y el duelo, al verlo le dice:
-Vaya, vaya, creo que ha vuelto para saber la historia, ¿no?
-"NO" le dijo el hombre, "lo que quiero saber es si tiene usted también figuras de sindicalistas, políticos, banqueros....
Un pasante entró en una tienda de antigüedades:
después de mirar los artículos observó la figura de una rata, en bronce, muy realista, no tenía la etiqueta con el precio pero decidió que le gustaba y que la compraría.
Llamó al dueño de la tienda y le preguntó:
.¿Cuanto pide por esa rata de bronce? Y el propietario le dijo:
-Doce euros por la estatua y quinientos euros por la historia.
El cliente le pagó 12 euros y le dijo:
-Me llevo solo la rata pero no me interesa la historia.
Salió de la tienda y caminando calle abajo observó que le empezaban a seguir una cierta cantidad de ratas reales, vivas, que salían de los escondrijos y las alcantarillas.
El hombre se sintió desconcertado y empezó a caminar más rápido, pero unas calles más adelante la cantidad de ratas vivas que le seguían se convirtió en una marea de animales chillando y con aspecto amenazador.
Salió corriendo en dirección al mar y mirando hacia atrás vio que las ratas podían contarse ahora por MILLONES y que corrían más y más rápido.
El hombre presa del pánico se acercó al muelle y tiró al mar la figura de la rata, asombrosamente los millones de ratas saltaron al agua y se ahogaron todas.
El hombre volvió a la tienda de antigüedades y el duelo, al verlo le dice:
-Vaya, vaya, creo que ha vuelto para saber la historia, ¿no?
-"NO" le dijo el hombre, "lo que quiero saber es si tiene usted también figuras de sindicalistas, políticos, banqueros....
miércoles, 6 de noviembre de 2013
El asno y el lobo
Yo titularía este cuento, fabula o chisme..."Zapatero, a tus zapatos" así te evitarías muchas complicaciones.
Un asno estaba plácidamente comiendo hierba en un prado cuando observó que, desde lejos, un lobo venía corriendo hacia él con un único propósito: hincarle los dientes.
Cuando lo tuvo cerca, empezó a hacerse el cojo. El lobo, que siempre quería enterarse de todo (como mi vecina Manoli), se dirigió al cuadrúpedo y, antes de saciar su hambre con él, le preguntó qué le pasaba en la pata que iba arrastrando.
El asno vio en el interés del lobo una oportunidad de escaparse y continuó con su farsa, explicándole que cuando pasaba junto a un seto había rozado una de las espinas que había cerca del suelo y se la había clavado.
Tras lamentarse de su mala suerte, le sugirió al lobo que, si en realidad tenía intención de zampárselo, era preferible que le arrancara la espina no fuese que, cuando empezara a engullirlo, se le clavara en la garganta.
Totalmente confiado en la bondad del asno, el lobo se dispuso a quitarle la espina cuando, sin esperárselo, recibió una fuerte coz que le rompió varios dientes.
Tras ver cómo se escapaba trotando el astuto asno, el lobo pensó: *Me está bien empleado por meterme a médico cuando mi padre sólo me enseñó el oficio de carnicero*
Aquí también podríamos decir aquello de...No es tan fiero "el lobo" como lo pintan y sin embargo, un humilde asno, fue muy, pero que muy listo.
Un asno estaba plácidamente comiendo hierba en un prado cuando observó que, desde lejos, un lobo venía corriendo hacia él con un único propósito: hincarle los dientes.
Cuando lo tuvo cerca, empezó a hacerse el cojo. El lobo, que siempre quería enterarse de todo (como mi vecina Manoli), se dirigió al cuadrúpedo y, antes de saciar su hambre con él, le preguntó qué le pasaba en la pata que iba arrastrando.
El asno vio en el interés del lobo una oportunidad de escaparse y continuó con su farsa, explicándole que cuando pasaba junto a un seto había rozado una de las espinas que había cerca del suelo y se la había clavado.
Tras lamentarse de su mala suerte, le sugirió al lobo que, si en realidad tenía intención de zampárselo, era preferible que le arrancara la espina no fuese que, cuando empezara a engullirlo, se le clavara en la garganta.
Totalmente confiado en la bondad del asno, el lobo se dispuso a quitarle la espina cuando, sin esperárselo, recibió una fuerte coz que le rompió varios dientes.
Tras ver cómo se escapaba trotando el astuto asno, el lobo pensó: *Me está bien empleado por meterme a médico cuando mi padre sólo me enseñó el oficio de carnicero*
Aquí también podríamos decir aquello de...No es tan fiero "el lobo" como lo pintan y sin embargo, un humilde asno, fue muy, pero que muy listo.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Un tapón que se resiste
Debe de haber muchos tapones, pero como el mío ninguno:
Los que me seguís ya sabéis que tengo un maldito tapón en el oído derecho que me tiene totalmente sorda. Fui al médico y me mando a la enfermera, antes me dijo que me echase unas gotas antes de ir.
Volví con las gotas echadas. La enfermera, el jueves, después de darme no se cuantos jeringazos llenos de agua, me dice que no puede sacarlo que siga echándome gotas y vuelva el lunes.
Vuelvo el lunes, o sea, hoy...no está mi enfermera...la doctora me manda con otra enfermera que por lo visto no me pertenece. Después de estar esperando casi una hora, sale la tal enfermera y me dice:
-Pide otra cita, pues yo no me puedo entretener en sacarte a ti el tapón, tengo que atender a mucha gente.
Le doy las gracias por su "amabilidad", me voy, pido otra cita, me la dan para mañana a las cuatro de la tarde...¿Será esta la "Refinitiva"?
No siento dolor, pero como me han dicho que esto es muy fácil y me está costando una barbaridad, tengo un "Canguis"...
Para remediarlo y daros un poco de alegría, os voy a contar una graciosa historieta...ahí va.
Que sabio el taxista.
Un hombre vuelve de viaje de negocios un día antes de lo previsto. Toma un taxi y cuando está llegando a su casa le pregunta al chofer si quiere ser testigo de lo que va a encontrar, ya que piensa que su mujer lo engaña y que en este momento está con su amante.
El chofer acepta ser testigo a cambio de 100 euros.
Entran sin hacer ruido, abren silenciosamente la puerta del dormitorio, el marido enciende la luz y corre de un tirón las sábanas de la cama.
Tal como lo imaginaba descubre a ambos, mujer y amante a galope tendido.
Fuera de si saca su pistola y coloca el cañón en la sien del amante, pero la mujer grita:
¿.No, no dispares por favor! Te mentí. Nunca recibí una herencia de mi tía. Fue él quien pago el coche que te regalé, nuestro yate, nuestra casa en el lago, nuestras vacaciones, el colegio de los niños. ¡Hasta paga nuestros gastos!
El marido, fuertemente impactado, baja la pistola, se vuelve hacia el taxista le pregunta:
.Y usted en mi lugar que haría?
-Yo, volvería a taparlo rápidamente, no sea cosa que se enfríe...
Los que me seguís ya sabéis que tengo un maldito tapón en el oído derecho que me tiene totalmente sorda. Fui al médico y me mando a la enfermera, antes me dijo que me echase unas gotas antes de ir.
Volví con las gotas echadas. La enfermera, el jueves, después de darme no se cuantos jeringazos llenos de agua, me dice que no puede sacarlo que siga echándome gotas y vuelva el lunes.
Vuelvo el lunes, o sea, hoy...no está mi enfermera...la doctora me manda con otra enfermera que por lo visto no me pertenece. Después de estar esperando casi una hora, sale la tal enfermera y me dice:
-Pide otra cita, pues yo no me puedo entretener en sacarte a ti el tapón, tengo que atender a mucha gente.
Le doy las gracias por su "amabilidad", me voy, pido otra cita, me la dan para mañana a las cuatro de la tarde...¿Será esta la "Refinitiva"?
No siento dolor, pero como me han dicho que esto es muy fácil y me está costando una barbaridad, tengo un "Canguis"...
Para remediarlo y daros un poco de alegría, os voy a contar una graciosa historieta...ahí va.
Que sabio el taxista.
Un hombre vuelve de viaje de negocios un día antes de lo previsto. Toma un taxi y cuando está llegando a su casa le pregunta al chofer si quiere ser testigo de lo que va a encontrar, ya que piensa que su mujer lo engaña y que en este momento está con su amante.
El chofer acepta ser testigo a cambio de 100 euros.
Entran sin hacer ruido, abren silenciosamente la puerta del dormitorio, el marido enciende la luz y corre de un tirón las sábanas de la cama.
Tal como lo imaginaba descubre a ambos, mujer y amante a galope tendido.
Fuera de si saca su pistola y coloca el cañón en la sien del amante, pero la mujer grita:
¿.No, no dispares por favor! Te mentí. Nunca recibí una herencia de mi tía. Fue él quien pago el coche que te regalé, nuestro yate, nuestra casa en el lago, nuestras vacaciones, el colegio de los niños. ¡Hasta paga nuestros gastos!
El marido, fuertemente impactado, baja la pistola, se vuelve hacia el taxista le pregunta:
.Y usted en mi lugar que haría?
-Yo, volvería a taparlo rápidamente, no sea cosa que se enfríe...
miércoles, 30 de octubre de 2013
La silla
La hija de un hombre que estaba enfermo en su cama, le pidió a un sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre.
El sacerdote llegó a la habitación, encontró a este pobre hombre en su cama, con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo.
-¿Supongo que me estaba esperando?-le dijo.
-No, ¿Quien es usted? dijo el enfermo.
-Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando entré y noté la silla vacía al lado de su cama, supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo.
-Ah sí, la silla. ¿Le importa cerrar la puerta? dijo el enfermo. El sacerdote sorprendido cerró la puerta.
El enfermo dijo: -Nunca he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber como orar. No tengo idea de como hacerlo. Un día mi mejor amigo me dijo:
José, esto de la oración es tener una conversación con Jesús, verás, tu te sientas en una silla, colocas otra silla vacía enfrente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti.
-"Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija...pues me internaría de inmediato en un manicomio.
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto, y le dijo a José que era algo muy bueno lo que venía haciendo, y que no dejara de hacerlo nunca.
Luego hizo una oración con él. Le extendió una bendición y se fue a su parroquia.
Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.
El sacerdote le preguntó: -¿Falleció en paz?
-Si, cuando salí de casa a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a verlo a su cama. Me dijo que me quería mucho y me dio un beso. Cuando regresé de hacer unas compras, una hora más tarde, ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recortó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?
El sacerdote, profundamente estremecido, se secó las lágrimas de emoción y le respondió:
-"Ojalá que todos nos pudiéremos ir de esa manera.
El sacerdote llegó a la habitación, encontró a este pobre hombre en su cama, con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo.
-¿Supongo que me estaba esperando?-le dijo.
-No, ¿Quien es usted? dijo el enfermo.
-Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando entré y noté la silla vacía al lado de su cama, supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo.
-Ah sí, la silla. ¿Le importa cerrar la puerta? dijo el enfermo. El sacerdote sorprendido cerró la puerta.
El enfermo dijo: -Nunca he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber como orar. No tengo idea de como hacerlo. Un día mi mejor amigo me dijo:
José, esto de la oración es tener una conversación con Jesús, verás, tu te sientas en una silla, colocas otra silla vacía enfrente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti.
-"Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija...pues me internaría de inmediato en un manicomio.
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto, y le dijo a José que era algo muy bueno lo que venía haciendo, y que no dejara de hacerlo nunca.
Luego hizo una oración con él. Le extendió una bendición y se fue a su parroquia.
Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.
El sacerdote le preguntó: -¿Falleció en paz?
-Si, cuando salí de casa a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a verlo a su cama. Me dijo que me quería mucho y me dio un beso. Cuando regresé de hacer unas compras, una hora más tarde, ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recortó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?
El sacerdote, profundamente estremecido, se secó las lágrimas de emoción y le respondió:
-"Ojalá que todos nos pudiéremos ir de esa manera.
lunes, 28 de octubre de 2013
Obstáculos en el camino
Hoy voy a poner un relato corto pues acabo de llegar de una visita médica y estoy un poco aturdida, bueno, no aturdida, lo que tengo es una aprensión de caballo. Lo que me pasa, es que no oigo por el oído derecho, llevo así más de una semana, ayer domingo los amigos de la parroquia me asustaron y a la vez me animaron para ir al médico. ( no me gustan los doctores) He ido y el muy granuja al verme tan asustada, me ha dicho que no es un tapón lo que tengo en el oído es...un corcho. Y aquí me tenéis preparándome para el jueves que me lo van a sacar...
Ahora os cuento el cuento, se titula...Obstáculos en el camino:
Hace muchos años, un rey decidió poner a prueba a sus súbditos mandado colocar una enorme piedra, que obstaculizaba el paso, en medio de uno de los caminos más transitados del lugar. Tras ello, se escondió detrás de uno de los árboles centenarios que había a lado y lado del sendero y esperó en completo silencio a ver la reacción de quienes se encontraban con aquella pesada roca.
Los primeros en pasar fueron unos adinerados comerciantes que, al ver aquel pedrusco en medio, lo rodearon y siguieron su camino.
Aguzando el oído, el rey oyó cómo le criticaban sin disimulo por no mantener los senderos despejados.
Pero allí se quedó la piedra, pues ni ellos ni otros cortesanos hicieron nada por apartarla.
Un buen rato después, pasó por allí un campesino que llevaba una carretilla llena de verduras. Poniéndola a un lado, se dirigió a la roca y, empujándola con gran esfuerzo, la apartó a un lado.
Cuando lo hubo hecho, vio que, en su lugar, había una bolsa llena de oro y una nota del rey que decía que la recompensa sería para la persona que removiera la piedra del camino.
Solo el campesino supo entender claramente el mensaje: que cada obstáculo de la vida es una oportunidad para mejorar nuestra forma de ser.
Ahora os cuento el cuento, se titula...Obstáculos en el camino:
Hace muchos años, un rey decidió poner a prueba a sus súbditos mandado colocar una enorme piedra, que obstaculizaba el paso, en medio de uno de los caminos más transitados del lugar. Tras ello, se escondió detrás de uno de los árboles centenarios que había a lado y lado del sendero y esperó en completo silencio a ver la reacción de quienes se encontraban con aquella pesada roca.
Los primeros en pasar fueron unos adinerados comerciantes que, al ver aquel pedrusco en medio, lo rodearon y siguieron su camino.
Aguzando el oído, el rey oyó cómo le criticaban sin disimulo por no mantener los senderos despejados.
Pero allí se quedó la piedra, pues ni ellos ni otros cortesanos hicieron nada por apartarla.
Un buen rato después, pasó por allí un campesino que llevaba una carretilla llena de verduras. Poniéndola a un lado, se dirigió a la roca y, empujándola con gran esfuerzo, la apartó a un lado.
Cuando lo hubo hecho, vio que, en su lugar, había una bolsa llena de oro y una nota del rey que decía que la recompensa sería para la persona que removiera la piedra del camino.
Solo el campesino supo entender claramente el mensaje: que cada obstáculo de la vida es una oportunidad para mejorar nuestra forma de ser.
jueves, 24 de octubre de 2013
Día del Domud
El domingo pasado se celebró el día del Domund. Ya sabemos que todos los años por esta fecha tenemos que hacer un esfuerzo y dar algo para las misiones.
Cuando yo era niña, siempre veía en la mesa de la profesora una hucha con forma de Indio, Negrito o Chinito. En ellas íbamos echando monedas durante todo el año para que el día del Domund se las llevaran a los misioneros.
Cuando yo fui profesora, también tuve en mi mesa una cabeza de negrito y los niños que se portaban mal, el castigo era que tenían que llevar un real para los negritos, (angelitos, cumplían el castigo), pero el día del Domund, se repartían entre los niños varias huchas para que fuesen a pedir. La verdad es que muchos de ellos bombardeaban a sus familiares para que echasen dinero en la hucha.
No se me olvida aquel año de 1956, al volver el lunes al colegio, me dijeron, que a uno de los niños lo había atropellado un camión y a las pocas horas falleció. Todos sus compañeros que eran del mismo barrio estaba impresionados y todos los profesores también.
Como el alumno era mío, el director decidió que era yo la que tenía que ir en representación del colegio a ver a sus padres. Yo era muy jovencita, en aquellos tiempos los jóvenes no éramos tan espabilados como los de ahora y sentí verdadero horror tener que ir a casa de José Ignacio y ver a sus padres.
Los niños que nunca sabemos como van a responder, debieron de notar el pánico que yo tenía y decidieron acompañarme todos, eran niños de entre 8 y 12 años.
Cuando llegamos a la casa y la madre me vio, creo que sintió más dolor del que ya tenía.
Me dijo la señora, lo contento que iba el niño a clase, las veces que me nombraba en su casa y, que el accidente, se produjo al cruzar una calle para que le echara dinero en la hucha, cabeza de negrito, una persona conocida, quería llevarla llena el lunes al colegio y no vio el camión.
Cuando reanudamos las clases, uno de los niños, el más revoltoso de todos (Celso) y que me hacía quedar muda algunas veces de tanto como le tenía que reñir, se sentó en el pupitre, puso sus cosas en el asiento de José Ignacio, que era su compañero, se cruzó de brazos y dijo que en ese sitio no se sentaba nadie. Aún hoy me emociona ese rasgo.
Aún hoy los recuerdo a los dos.
Aún hoy siento amor por los dos y...por todos los niños.
También hoy, que tengo hijos, no se me olvida el dolor de aquella madre
Cuando yo era niña, siempre veía en la mesa de la profesora una hucha con forma de Indio, Negrito o Chinito. En ellas íbamos echando monedas durante todo el año para que el día del Domund se las llevaran a los misioneros.
Cuando yo fui profesora, también tuve en mi mesa una cabeza de negrito y los niños que se portaban mal, el castigo era que tenían que llevar un real para los negritos, (angelitos, cumplían el castigo), pero el día del Domund, se repartían entre los niños varias huchas para que fuesen a pedir. La verdad es que muchos de ellos bombardeaban a sus familiares para que echasen dinero en la hucha.
No se me olvida aquel año de 1956, al volver el lunes al colegio, me dijeron, que a uno de los niños lo había atropellado un camión y a las pocas horas falleció. Todos sus compañeros que eran del mismo barrio estaba impresionados y todos los profesores también.
Como el alumno era mío, el director decidió que era yo la que tenía que ir en representación del colegio a ver a sus padres. Yo era muy jovencita, en aquellos tiempos los jóvenes no éramos tan espabilados como los de ahora y sentí verdadero horror tener que ir a casa de José Ignacio y ver a sus padres.
Los niños que nunca sabemos como van a responder, debieron de notar el pánico que yo tenía y decidieron acompañarme todos, eran niños de entre 8 y 12 años.
Cuando llegamos a la casa y la madre me vio, creo que sintió más dolor del que ya tenía.
Me dijo la señora, lo contento que iba el niño a clase, las veces que me nombraba en su casa y, que el accidente, se produjo al cruzar una calle para que le echara dinero en la hucha, cabeza de negrito, una persona conocida, quería llevarla llena el lunes al colegio y no vio el camión.
Cuando reanudamos las clases, uno de los niños, el más revoltoso de todos (Celso) y que me hacía quedar muda algunas veces de tanto como le tenía que reñir, se sentó en el pupitre, puso sus cosas en el asiento de José Ignacio, que era su compañero, se cruzó de brazos y dijo que en ese sitio no se sentaba nadie. Aún hoy me emociona ese rasgo.
Aún hoy los recuerdo a los dos.
Aún hoy siento amor por los dos y...por todos los niños.
También hoy, que tengo hijos, no se me olvida el dolor de aquella madre
lunes, 21 de octubre de 2013
El elefante y la alondra
Esta es la historia de un elefante y una alondra que eran muy buenos amigos. Por ello, el ave le mostraba al paquidermo los lugares más sombreados para descansar y, como agradecimiento, el elefante protegía con su imponente presencia el nido de la alondra del ataque de serpientes y ardillas rapaces.
Un día que estaban conversando junto a la orilla del río, el elefante le confesó a su amiga: "No sabes la envidia que te tengo por no poder volar como tú y conocer lugares lejanos".
En respuesta, la alondra le dio una gran alegría asegurándole que eso era mucho más fácil de lo que se imaginaba. Arrancándose con el pico una pluma de la cola que estaba a punto de caérsele le dijo:
"Aprieta fuerte esta pluma en tu boca y agita con velocidad las orejas arriba y abajo"
Dicho y hecho. El elefante batió su enormes orejas con fuerza y empezó a elevarse lentamente por los aires hasta que, casi sin darse cuenta, notó cómo dominaba el vuelo.
Tras recorrer mundo, el elefante volvió y gradeció a la alondra que le hubiese regalado esa pluma milagrosa. Y la inteligente ave le respondió: "La verdad es que esa pluma no vale para nada, pero tenía que darte algo para que creyeras en ti aunque tú habrías volado de todos modos.
A través de pequeños cuentos y emotivas fábulas, podemos ver grandes lecciones de vida. A veces no hacemos cosas porque nosotros mismos nos creemos incapaces para ello. Tenemos que creer más en nosotros mismos.
Un día que estaban conversando junto a la orilla del río, el elefante le confesó a su amiga: "No sabes la envidia que te tengo por no poder volar como tú y conocer lugares lejanos".
En respuesta, la alondra le dio una gran alegría asegurándole que eso era mucho más fácil de lo que se imaginaba. Arrancándose con el pico una pluma de la cola que estaba a punto de caérsele le dijo:
"Aprieta fuerte esta pluma en tu boca y agita con velocidad las orejas arriba y abajo"
Dicho y hecho. El elefante batió su enormes orejas con fuerza y empezó a elevarse lentamente por los aires hasta que, casi sin darse cuenta, notó cómo dominaba el vuelo.
Tras recorrer mundo, el elefante volvió y gradeció a la alondra que le hubiese regalado esa pluma milagrosa. Y la inteligente ave le respondió: "La verdad es que esa pluma no vale para nada, pero tenía que darte algo para que creyeras en ti aunque tú habrías volado de todos modos.
A través de pequeños cuentos y emotivas fábulas, podemos ver grandes lecciones de vida. A veces no hacemos cosas porque nosotros mismos nos creemos incapaces para ello. Tenemos que creer más en nosotros mismos.
miércoles, 16 de octubre de 2013
El cojo de Calanda
Se llamaba Miguel Pellicer:
En 1636 se fue a Castellón a casa de un tío materno. En julio de 1637, iba montado en un carro cargado de trigo, se cayó a tierra pasándole un rueda del carro sobre su pierna derecha fracturándole la tibia en su parte central. Le trasladaron a Valencia al Hospital Real, según consta en el libro de registro que aún se conserva. En este hospital está cinco días, solicita permiso para trasladarse a Zaragoza. Tardaron 52 días en llegar.
Lo primero que hizo al llegar a Zaragoza fue una visita a La Virgen del Pilar y a continuación es ingresado en el Hospital General. Aquí consta que le amputaron la pierna cuatro dedos más abajo de la rodilla. Enterraron dicha pierna en el cementerio del hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta. Hubo de recurrir a la limosna para poder vivir, esto lo hacía en una de las puertas del Templo del Pilar, en Zaragoza. Y aprovechaba esta circunstancia para oír misa todos los días a la vez que ungía con aceite de las lámparas el muñón de la pierna para aliviar el dolor.
Esta vida de Miguel duró dos años ya que quiso volver a su casa de Calanda.
El día 29 de marzo de 1640, después de una dura jornada de trabajo en su casa, su madre le preparó la cena y un jergón para dormir en el cuarto de sus padres. Eran aproximadamente las diez de la noche.
Entre las diez y media y las once entraron sus padres en la habitación a la luz del candil y percibieron una "fragancia y olor suave no acostumbrado allí" y al acercarse su madre para comprobar como se había acomodado Miguel en el lecho improvisado, lo encuentra durmiendo pero, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban dos pies cruzados.
Miguel y sus padres comprobaron las cicatrices en la "pierna amputada" en la nueva pierna.
De este suceso dieron fe, D. Miguel Andreu, notario de Mazaleón y el Acta Notarial, con todo protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.
El Conde Duque de Olivares informó al rey Felipe IV, quien visito a Miguel y le besó la pierna.
Este milagro en su momento se difundió por toda Europa.
En l999, Vittorio Messori, escribió el libro titulado "El Gran Milagro" por lo que estoy segura que ya se ha difundido por todo el mundo.
Como ha sido el día 12 la festividad de Nuestra Señora del Pilar y está muy cerca todavía, he querido hacer mi pequeño homenaje a La Virgen del Pilar.¡¡Cuanto rogaría Miguel Pellicer a la Virgen por su pierna!! ¡Y Ella, se la concedió!
Seguro que todos sabéis de este y otros muchos milagros, pero por si hay algún despistadillo que n o lo sabe...yo lo cuento.
En 1636 se fue a Castellón a casa de un tío materno. En julio de 1637, iba montado en un carro cargado de trigo, se cayó a tierra pasándole un rueda del carro sobre su pierna derecha fracturándole la tibia en su parte central. Le trasladaron a Valencia al Hospital Real, según consta en el libro de registro que aún se conserva. En este hospital está cinco días, solicita permiso para trasladarse a Zaragoza. Tardaron 52 días en llegar.
Lo primero que hizo al llegar a Zaragoza fue una visita a La Virgen del Pilar y a continuación es ingresado en el Hospital General. Aquí consta que le amputaron la pierna cuatro dedos más abajo de la rodilla. Enterraron dicha pierna en el cementerio del hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta. Hubo de recurrir a la limosna para poder vivir, esto lo hacía en una de las puertas del Templo del Pilar, en Zaragoza. Y aprovechaba esta circunstancia para oír misa todos los días a la vez que ungía con aceite de las lámparas el muñón de la pierna para aliviar el dolor.
Esta vida de Miguel duró dos años ya que quiso volver a su casa de Calanda.
El día 29 de marzo de 1640, después de una dura jornada de trabajo en su casa, su madre le preparó la cena y un jergón para dormir en el cuarto de sus padres. Eran aproximadamente las diez de la noche.
Entre las diez y media y las once entraron sus padres en la habitación a la luz del candil y percibieron una "fragancia y olor suave no acostumbrado allí" y al acercarse su madre para comprobar como se había acomodado Miguel en el lecho improvisado, lo encuentra durmiendo pero, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban dos pies cruzados.
Miguel y sus padres comprobaron las cicatrices en la "pierna amputada" en la nueva pierna.
De este suceso dieron fe, D. Miguel Andreu, notario de Mazaleón y el Acta Notarial, con todo protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.
El Conde Duque de Olivares informó al rey Felipe IV, quien visito a Miguel y le besó la pierna.
Este milagro en su momento se difundió por toda Europa.
En l999, Vittorio Messori, escribió el libro titulado "El Gran Milagro" por lo que estoy segura que ya se ha difundido por todo el mundo.
Como ha sido el día 12 la festividad de Nuestra Señora del Pilar y está muy cerca todavía, he querido hacer mi pequeño homenaje a La Virgen del Pilar.¡¡Cuanto rogaría Miguel Pellicer a la Virgen por su pierna!! ¡Y Ella, se la concedió!
Seguro que todos sabéis de este y otros muchos milagros, pero por si hay algún despistadillo que n o lo sabe...yo lo cuento.
lunes, 14 de octubre de 2013
Un clavo en la puerta
Un joven tenía tan mal carácter que su padre no tuvo más remedio que idear una estrategia para ayudarle.
Un día, le regaló una bolsa llena de clavos y le dijo que, cada vez que perdiera la paciencia, tendría que clavar uno de esos clavos tras la puerta.
El primer día, el muchacho clavó más de 30 púas, pero a medida que pasaban las semanas consiguió ir controlando su genio y, con resultado, cada vez tuvo que gastar menos clavos. Y es que era mucho más fácil poner freno a su mal carácter que pasarse el día dando martillazos.
Cuando el joven consiguió tener un control absoluto sobre los brotes de mal genio, su padre puso en marcha la segunda parte de su plan: le pidió que retirase uno de los clavos de la puerta cada día que lograra controlar su ira,
Los días iban pasando con tan buena fortuna que el muchacho pronto pudo comunicarle al padre que ya no quedaba ni un solo clavo que arrancar de la maltratada puerta. Y, entonces, el padre le dijo:
"Hijo mío, te felicito por el esfuerzo que has hecho, pero mira todos los agujeros que has dejado en la puerta. Piensa que cada vez que pierdas la paciencia o que des muestras de tu mal carácter, dejarás en los demás cicatrices tan difíciles de curar como las que ves aquí".
El padre de este muchacho, era muy, pero que muy sabio. Como madre que soy, creo que puedo aplicárselo a uno de mis retoños...
Un día, le regaló una bolsa llena de clavos y le dijo que, cada vez que perdiera la paciencia, tendría que clavar uno de esos clavos tras la puerta.
El primer día, el muchacho clavó más de 30 púas, pero a medida que pasaban las semanas consiguió ir controlando su genio y, con resultado, cada vez tuvo que gastar menos clavos. Y es que era mucho más fácil poner freno a su mal carácter que pasarse el día dando martillazos.
Cuando el joven consiguió tener un control absoluto sobre los brotes de mal genio, su padre puso en marcha la segunda parte de su plan: le pidió que retirase uno de los clavos de la puerta cada día que lograra controlar su ira,
Los días iban pasando con tan buena fortuna que el muchacho pronto pudo comunicarle al padre que ya no quedaba ni un solo clavo que arrancar de la maltratada puerta. Y, entonces, el padre le dijo:
"Hijo mío, te felicito por el esfuerzo que has hecho, pero mira todos los agujeros que has dejado en la puerta. Piensa que cada vez que pierdas la paciencia o que des muestras de tu mal carácter, dejarás en los demás cicatrices tan difíciles de curar como las que ves aquí".
El padre de este muchacho, era muy, pero que muy sabio. Como madre que soy, creo que puedo aplicárselo a uno de mis retoños...
viernes, 11 de octubre de 2013
Muley-Hacén Abdul Hassan
Este señor Muley-Hacen Abdul Hassan, que como vemos tenia un nombre muy rimbombante, era ni más ni menos que el dueño de granada durante algunos años. No se puede decir que fuese adúltero porque no lo necesitaba pues tenía un harén para él solito, claro que, un día vio a una linda mujer castellana y...a partir de entonces, no solo abandono dicho harén si no que también abandono a la sultana.
Como todos sabemos, la castellana era doña Isabel de Solís, fue secuestrada para pedir un rescate, cosa que era muy frecuente, pues tanto moros como cristianos hacían incursiones, robaban señoritas para intercambiarlas por dinero e incluso alimentos, así estaban las cosas.
Lo bueno o lo malo, es que el moro se enamoró perdidamente de la cristiana y la dama no iba a ser menos, se enamoró del rey moro.
La sultana Aixa, no solo puso el grito en el cielo, si no que quiso poner los cuchillos en el precioso cuello de la cristiana Isabel.
Muley-Hacen se llevó a Isabel, primero a una torre, que se llamó desde entonces, "de la cautiva" después a sus aposentos, no sabemos si antes o después de casarse, porque al final se casaron.
Me gustó tanto la historia del Sultán y la cristiana que el romanticismo me puede. No he parado de buscar y encontrar todo lo referente a esta historia de amor. Por eso, se que después de muchas vicisitudes y peleas con la sultana y su hijo Boabdil vivieron felices, Ella adoptó el nombre de Zoraya, tuvieron dos hijos, llamados: Nars ben Alí y su hermano, Saad ben Alí.
Vivieron felices hasta la muerte del Sultán, que murió en el castillos de Mondujar, quiso ser enterrado en el lugar más cercano al cielo y alejado de la civilización. El pico más alto de la Península Ibérica, de ahí que se llame...Mulhacen.
Desde entonces fueron muchas las búsquedas que se han realizado en esta montaña para localizar la tumba del monarca y los tesoros que se supone puede contener, pero nunca ha sido encontrada.
Después de la muerte de Muley-Hacen, Isabel, aunque había aceptado la religión musulmana, volvió a su religión cristiana, cambió el nombre de sus hijos, que fueron: Don Fernando de Granada y Don Juan de Granada, este último tuvo descendencia.
Por lo tanto todos aquellos que se apelliden Granada, son descendientes de Muley-Hacen e Isabel de Solís.
Hay un monumento en el pueblo donde nació Isabel precioso, a mi al menos me lo parece.
Es una mujer con el cuerpo desnudo hacia Granada, como entregándoselo al rey y la cara hacia la iglesia entregándose a su Dios.
Como todos sabemos, la castellana era doña Isabel de Solís, fue secuestrada para pedir un rescate, cosa que era muy frecuente, pues tanto moros como cristianos hacían incursiones, robaban señoritas para intercambiarlas por dinero e incluso alimentos, así estaban las cosas.
Lo bueno o lo malo, es que el moro se enamoró perdidamente de la cristiana y la dama no iba a ser menos, se enamoró del rey moro.
La sultana Aixa, no solo puso el grito en el cielo, si no que quiso poner los cuchillos en el precioso cuello de la cristiana Isabel.
Muley-Hacen se llevó a Isabel, primero a una torre, que se llamó desde entonces, "de la cautiva" después a sus aposentos, no sabemos si antes o después de casarse, porque al final se casaron.
Me gustó tanto la historia del Sultán y la cristiana que el romanticismo me puede. No he parado de buscar y encontrar todo lo referente a esta historia de amor. Por eso, se que después de muchas vicisitudes y peleas con la sultana y su hijo Boabdil vivieron felices, Ella adoptó el nombre de Zoraya, tuvieron dos hijos, llamados: Nars ben Alí y su hermano, Saad ben Alí.
Vivieron felices hasta la muerte del Sultán, que murió en el castillos de Mondujar, quiso ser enterrado en el lugar más cercano al cielo y alejado de la civilización. El pico más alto de la Península Ibérica, de ahí que se llame...Mulhacen.
Desde entonces fueron muchas las búsquedas que se han realizado en esta montaña para localizar la tumba del monarca y los tesoros que se supone puede contener, pero nunca ha sido encontrada.
Después de la muerte de Muley-Hacen, Isabel, aunque había aceptado la religión musulmana, volvió a su religión cristiana, cambió el nombre de sus hijos, que fueron: Don Fernando de Granada y Don Juan de Granada, este último tuvo descendencia.
Por lo tanto todos aquellos que se apelliden Granada, son descendientes de Muley-Hacen e Isabel de Solís.
Hay un monumento en el pueblo donde nació Isabel precioso, a mi al menos me lo parece.
Es una mujer con el cuerpo desnudo hacia Granada, como entregándoselo al rey y la cara hacia la iglesia entregándose a su Dios.
martes, 8 de octubre de 2013
La calle del Toro
La calle del Toro está situada en lo que llamamos el viejo Madrid, o sea, la parte más antigua. No fue nombrada así por los encierros que en siglos pasados se celebraban en el barrio, si no que cuentan, que uno de los vecinos de la calle colgaba en su ventana unas astas de toro con el fin de atemorizar a los transeúntes, imitando además el bramido del animal.
Este madrileño ya en aquella época, era un poco gamberro.
Cuenta otra de las leyendas, que gobernaba en Madrid el moro Aliatar, enamorado de la bella Zaida, y para conquistarla organizó unos juegos y festejos en la plaza del Alamillo.
Comenzó la fiesta de alancear un toro, resultó el astado bravísimo, y cada moro que intentaba clavar su lanza al animal, terminaba volteado y por los suelos.
Apareció un caballero cristiano que quiso probar suerte y Aliatar se lo permitió pensando que correría la misma suerte que los demás. Pero el caballero alanceó al toro con gran precisión y acabó con la vida del animal.
El caballero se desprende del casco y enseña su rostro: era El Cid Campeador.
Tras su victoria, el caballero abandonó la ciudad, o sea, Madrid, pero ya había inflamado el pecho de la bella Zaida que, enamorada del cristiano, mandó disecar la cabeza del toro en recuerdo y colocarla en la fachada de su casa (en la actual calle del Toro).
Cuentan que cada vez que Zaida suspiraba de amor, el toro mugía...
En realidad no se cual de las dos leyendas es la autentica, lo que si me imagino es que si es la segunda, al moro Aliatar, los cuernos no le cabían en el turbante...aunque solo eran de pensamiento...
¡¡¡Menudos eran ellos!!!
Claro que aún hoy, no solo los moros tienen celos...creo que los cristianos los han heredado...
Este madrileño ya en aquella época, era un poco gamberro.
Cuenta otra de las leyendas, que gobernaba en Madrid el moro Aliatar, enamorado de la bella Zaida, y para conquistarla organizó unos juegos y festejos en la plaza del Alamillo.
Comenzó la fiesta de alancear un toro, resultó el astado bravísimo, y cada moro que intentaba clavar su lanza al animal, terminaba volteado y por los suelos.
Apareció un caballero cristiano que quiso probar suerte y Aliatar se lo permitió pensando que correría la misma suerte que los demás. Pero el caballero alanceó al toro con gran precisión y acabó con la vida del animal.
El caballero se desprende del casco y enseña su rostro: era El Cid Campeador.
Tras su victoria, el caballero abandonó la ciudad, o sea, Madrid, pero ya había inflamado el pecho de la bella Zaida que, enamorada del cristiano, mandó disecar la cabeza del toro en recuerdo y colocarla en la fachada de su casa (en la actual calle del Toro).
Cuentan que cada vez que Zaida suspiraba de amor, el toro mugía...
En realidad no se cual de las dos leyendas es la autentica, lo que si me imagino es que si es la segunda, al moro Aliatar, los cuernos no le cabían en el turbante...aunque solo eran de pensamiento...
¡¡¡Menudos eran ellos!!!
Claro que aún hoy, no solo los moros tienen celos...creo que los cristianos los han heredado...
sábado, 5 de octubre de 2013
Maravilloso Sócrates
Un hombre se acercó a Sócrates y le dijo:
"Tengo que contarte una cosa muy seria relacionada con un buen amigo tuyo".
El Filósofo se lo quedó mirando fijamente con sus ojos llenos de sabiduría y le preguntó:
"Antes de que empieces a hablar, ¿has sometido lo que pretendes contarme a la prueba de los tres coladores?".
El hombre, desconcertado, le preguntó:"
¿Y que prueba es esa?".
A lo que el viejo filósofo respondió:
"Si no lo sabes, presta atención. El primero de los tres coladores es el de la verdad. Estás seguro de que es cierto lo que me quieres contar?".
"En realidad, seguro del todo no estoy, pero lo escuché de una persona muy seria, poco amiga de las mentiras", respondió el hombre.
"¿Y que me dices del segundo colador, el de la bondad?", continuó Sócrates. "Aunque fuese verdad lo que me has de contar, ¿estás seguro de que es bueno que yo lo oiga?, ¿me hará bien escucharlo?".
Y el otro respondió sin titubear:
"Lo que se dice bueno, no lo es. Más bien todo lo contrario".
"Siendo así -prosiguió el venerable pensador-, aún quedaría un tercer colador, el de la utilidad. ¿Estás seguro de que me resultará útil lo que quieres contarme?".
Pues, la verdad es que no, respondió el hombre.
"Ves?- le replicó el sabio-, si lo que me vas a contar no sabes si es verdad y no sería ni bueno ni provechoso, prefiero que te lo guardes solo para ti".
A partir de hoy mismo, cada vez que me encuentre con la vecina de turno, que lo sabe todo menos tener la lengua quieta, ya se lo que voy a decirle...
Por cierto, tengo que contar lo que me armó dicha vecina hace unos meses. Primero me disgusté, después...bueno ya lo cuento otro día.
Buen "finde" a todos
"Tengo que contarte una cosa muy seria relacionada con un buen amigo tuyo".
El Filósofo se lo quedó mirando fijamente con sus ojos llenos de sabiduría y le preguntó:
"Antes de que empieces a hablar, ¿has sometido lo que pretendes contarme a la prueba de los tres coladores?".
El hombre, desconcertado, le preguntó:"
¿Y que prueba es esa?".
A lo que el viejo filósofo respondió:
"Si no lo sabes, presta atención. El primero de los tres coladores es el de la verdad. Estás seguro de que es cierto lo que me quieres contar?".
"En realidad, seguro del todo no estoy, pero lo escuché de una persona muy seria, poco amiga de las mentiras", respondió el hombre.
"¿Y que me dices del segundo colador, el de la bondad?", continuó Sócrates. "Aunque fuese verdad lo que me has de contar, ¿estás seguro de que es bueno que yo lo oiga?, ¿me hará bien escucharlo?".
Y el otro respondió sin titubear:
"Lo que se dice bueno, no lo es. Más bien todo lo contrario".
"Siendo así -prosiguió el venerable pensador-, aún quedaría un tercer colador, el de la utilidad. ¿Estás seguro de que me resultará útil lo que quieres contarme?".
Pues, la verdad es que no, respondió el hombre.
"Ves?- le replicó el sabio-, si lo que me vas a contar no sabes si es verdad y no sería ni bueno ni provechoso, prefiero que te lo guardes solo para ti".
A partir de hoy mismo, cada vez que me encuentre con la vecina de turno, que lo sabe todo menos tener la lengua quieta, ya se lo que voy a decirle...
Por cierto, tengo que contar lo que me armó dicha vecina hace unos meses. Primero me disgusté, después...bueno ya lo cuento otro día.
Buen "finde" a todos
miércoles, 2 de octubre de 2013
Santos Ángeles Costodios
Muy a menudo cuento anécdotas que pasan en mi vida, algunas muy reales y a otras les pongo un poquito de "pimienta" para suavizarlas un poco. Quizá la de hoy no le interese a muchos, o a nadie, pero es totalmente real y la he vivido esta mañana.
Como todos sabéis hoy es el día de los Santos Ángeles Custodios, Patrón de la policía nacional española, no se si de otros países también, pues bien. Un policía de mi parroquia nos ha invitado para que le acompañáramos en el día de hoy en los actos que se han celebrado como homenaje a sus compañeros. Todo ha empezado con una misa a la que han asistido la policía de Coslada y San Fernando, los alcaldes, concejales y demás autoridades, también han estado acompañados por varios miembros de la Guardia Civil y del Ejercito. El coro de mi parroquia ha estado presente, yo no canto, pero he puesto mi granito de arena pasando el cestito, la verdad es que no se si será por la crisis, el caso es que he recogido poca "pasta".
Ha estado muy emotiva la ceremonia, sobre todo cuando se ha mencionado a tres policías que han fallecido este año. En ese momento y por el pasillo central de la iglesia, caminaban dos policías, uno masculino y otro femenino, con una corona de laureles atravesada con la bandera de España.
En este momento hemos cantado unas estrofas de "La muerte no es el Final" que como todos sabéis es una canción cristiana compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi. La compuso tras haber perdido a Juan Pedro, un joven de 17 años que era organista en su parroquia.
Dicho sacerdote compuso centenares de canciones mundialmente conocidas como Pescador de Hombres (Tú has venido a la orilla).
Las fuerzas armadas de España adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los que han muerto en acto de servicio.
En este momento se nos ha puesto un nudo en la garganta. ¡No os imagináis la emoción de ver a tanto hombre con el pecho henchido y lágrimas en los ojos cantando esta canción por el compañero perdido!
Bueno, después de terminada la ceremonia y para quitar un poco la pena, nos han invitado a un vino español. Por supuesto de Rioja y para que no se enfade nadie, también había Valdepeñas.
Como es natural, no ha faltado la tortilla de patatas, el buen jamoncito, etc. etc.etc...
Yo me he "Jartado" como dicen los andaluces, de tortilla y cervecita bien fresquita...Ya a las tres de la tarde, mis vecinos Susana y Juan, que pertenecen al coro de mi parroquia, me han llevado a casa en su coche, me he tomado un te y me he echado una siestecita hasta este momento, que he pensado, se lo voy a contar a mis buenos amigos...y aquí está.
Como todos sabéis hoy es el día de los Santos Ángeles Custodios, Patrón de la policía nacional española, no se si de otros países también, pues bien. Un policía de mi parroquia nos ha invitado para que le acompañáramos en el día de hoy en los actos que se han celebrado como homenaje a sus compañeros. Todo ha empezado con una misa a la que han asistido la policía de Coslada y San Fernando, los alcaldes, concejales y demás autoridades, también han estado acompañados por varios miembros de la Guardia Civil y del Ejercito. El coro de mi parroquia ha estado presente, yo no canto, pero he puesto mi granito de arena pasando el cestito, la verdad es que no se si será por la crisis, el caso es que he recogido poca "pasta".
Ha estado muy emotiva la ceremonia, sobre todo cuando se ha mencionado a tres policías que han fallecido este año. En ese momento y por el pasillo central de la iglesia, caminaban dos policías, uno masculino y otro femenino, con una corona de laureles atravesada con la bandera de España.
En este momento hemos cantado unas estrofas de "La muerte no es el Final" que como todos sabéis es una canción cristiana compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi. La compuso tras haber perdido a Juan Pedro, un joven de 17 años que era organista en su parroquia.
Dicho sacerdote compuso centenares de canciones mundialmente conocidas como Pescador de Hombres (Tú has venido a la orilla).
Las fuerzas armadas de España adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los que han muerto en acto de servicio.
En este momento se nos ha puesto un nudo en la garganta. ¡No os imagináis la emoción de ver a tanto hombre con el pecho henchido y lágrimas en los ojos cantando esta canción por el compañero perdido!
Bueno, después de terminada la ceremonia y para quitar un poco la pena, nos han invitado a un vino español. Por supuesto de Rioja y para que no se enfade nadie, también había Valdepeñas.
Como es natural, no ha faltado la tortilla de patatas, el buen jamoncito, etc. etc.etc...
Yo me he "Jartado" como dicen los andaluces, de tortilla y cervecita bien fresquita...Ya a las tres de la tarde, mis vecinos Susana y Juan, que pertenecen al coro de mi parroquia, me han llevado a casa en su coche, me he tomado un te y me he echado una siestecita hasta este momento, que he pensado, se lo voy a contar a mis buenos amigos...y aquí está.
lunes, 30 de septiembre de 2013
El bocadillo de arroz
Hay muchos niños traviesos, bueno casi todos, pero también hay algunas mamás que son más traviesas que los niños. Todo lo digo en plan simpático y con el máximo respeto a todos.
Este fin de semana, mejor dicho, hoy, para ser mas exactos, cuando venían mis vecinas de llevar a los niños al "cole" me he parado con ellas un rato, entre ellas había tres abuelas y estas son las "traviesas" a las que yo me refiero:
Cada una contaba su "batallita" y aunque les he advertido que lo iba a escribir no me han hecho ni pizca de caso, así que como dice un humorista español muy famoso..."ahora voy y lo casco"
La primera abuela mientras una mamá se quejaba de que su niño no quería lentejas, le ha dado un consejo y ha contado su historia, dice:
Que un día a la hora de la comida, con el tiempo justo pues tenía que volver al trabajo. Antes recoger la mesa, llevar a los niños de vuelta al colegio, peinar a la más pequeña y cambiar de ropa a otro...cuando pone la comida que la pobre se había acostado a las doce de la noche haciéndola...dice una de las niñas que ella no quiere lentejas...Esta mamá, toda nerviosa, pues se le echaba la hora encina, haciéndole los cargos y la niña diciendo que no...le cogió de la trenza y metió la cabeza de la niña en el plato de las lentejas, dice que menos mal que estaban templadas, pues a la niña no le pasó nada, solo el susto. Hoy es una señora que tiene un precioso niño...veremos como hace ella en un caso igual.
Aquí nos quitábamos la palabra para contar cada una su caso. A mi me ha parecido muy gracioso el caso del arroz:
Cuenta otra abuela, que cierto día ella había hecho arroz, llegan los niños a comer y uno de ellos dice que el no come arroz. Como suponemos que la pobre mamá le haría los cargos y el que no comía arroz. Ella con muy buen temple le manda al colegio sin comer.
Cuando vuelven por la tarde y empieza a preparar los bocadillos de la merienda, a este le pone el bocadillo de arroz y los mandó al jardín a todos.
Aquí si que nos hemos reído de la ocurrencia, claro este niño también hoy es un hombre con hijos y en una ocasión le dijo a su madre que solo se comió el pan, el arroz lo tiró a un alcantarilla...más risas de todas las que estábamos escuchando.
Yo he tenido la suerte de que mis hijos han comido bien y de todo, pero el más pequeño, cuando le reñía por algo, me amenazaba: -¡Ahora no como!
Y es que los niños siempre nos buscan las vueltas.¡Saben más que nosotras!
Yo me lo he pasado muy bien, creo que voy a salir otro día a ver si me cuentan más cosas...
Este fin de semana, mejor dicho, hoy, para ser mas exactos, cuando venían mis vecinas de llevar a los niños al "cole" me he parado con ellas un rato, entre ellas había tres abuelas y estas son las "traviesas" a las que yo me refiero:
Cada una contaba su "batallita" y aunque les he advertido que lo iba a escribir no me han hecho ni pizca de caso, así que como dice un humorista español muy famoso..."ahora voy y lo casco"
La primera abuela mientras una mamá se quejaba de que su niño no quería lentejas, le ha dado un consejo y ha contado su historia, dice:
Que un día a la hora de la comida, con el tiempo justo pues tenía que volver al trabajo. Antes recoger la mesa, llevar a los niños de vuelta al colegio, peinar a la más pequeña y cambiar de ropa a otro...cuando pone la comida que la pobre se había acostado a las doce de la noche haciéndola...dice una de las niñas que ella no quiere lentejas...Esta mamá, toda nerviosa, pues se le echaba la hora encina, haciéndole los cargos y la niña diciendo que no...le cogió de la trenza y metió la cabeza de la niña en el plato de las lentejas, dice que menos mal que estaban templadas, pues a la niña no le pasó nada, solo el susto. Hoy es una señora que tiene un precioso niño...veremos como hace ella en un caso igual.
Aquí nos quitábamos la palabra para contar cada una su caso. A mi me ha parecido muy gracioso el caso del arroz:
Cuenta otra abuela, que cierto día ella había hecho arroz, llegan los niños a comer y uno de ellos dice que el no come arroz. Como suponemos que la pobre mamá le haría los cargos y el que no comía arroz. Ella con muy buen temple le manda al colegio sin comer.
Cuando vuelven por la tarde y empieza a preparar los bocadillos de la merienda, a este le pone el bocadillo de arroz y los mandó al jardín a todos.
Aquí si que nos hemos reído de la ocurrencia, claro este niño también hoy es un hombre con hijos y en una ocasión le dijo a su madre que solo se comió el pan, el arroz lo tiró a un alcantarilla...más risas de todas las que estábamos escuchando.
Yo he tenido la suerte de que mis hijos han comido bien y de todo, pero el más pequeño, cuando le reñía por algo, me amenazaba: -¡Ahora no como!
Y es que los niños siempre nos buscan las vueltas.¡Saben más que nosotras!
Yo me lo he pasado muy bien, creo que voy a salir otro día a ver si me cuentan más cosas...
jueves, 26 de septiembre de 2013
De Psicología
Esto que escribo y he leído es de Don Javier Urra, doctor en Psicología.
La voz interior.
I
En un hermoso jardín coincidían muchos árboles. Uno era un manzano, otro una higuera, aquel un naranjo, el de allí un peral...pero había un árbol triste que no sabía qué era.
Estaba silencioso, triste, confundido. Uno de los árboles le decía que intentara dar manzanas, otro que higos, otro más que naranjas, alguno que peras.
El pobre árbol lo intentaba, pero no conseguía nada. Hasta que un día se posó en sus ramas un búho sabio, que le indicó que no debía intentar ser como los demás deseaban que fuera, que lo esencial era conocerse a sí mismo, escuchar su voz interior.
Así lo hizo, dejó que hablasen sus sentimientos y supo que nunca daría frutas, pues no era un frutal, pero que tenía una misión: dar sombra a los viajeros, cobijo a las aves, belleza al paisaje. Se sintió digno y respetado. Era un roble.
II
Un león, una zorra y un asno salieron de caza y consiguieron muchas piezas. El asno hizo el reparto en tres parte iguales y, ante ello, el león se lanzó sobre el asno y lo devoró.
Pasó entonces a repartir la zorra y lo hizo en dos grupos: uno desproporcionadamente grande asignado al león, y otro pequeño para ella misma.
El león preguntó de donde había aprendido a hacer ese tipo de reparto. Y contestó la zorra:
"Del error del asno".
La voz interior.
I
En un hermoso jardín coincidían muchos árboles. Uno era un manzano, otro una higuera, aquel un naranjo, el de allí un peral...pero había un árbol triste que no sabía qué era.
Estaba silencioso, triste, confundido. Uno de los árboles le decía que intentara dar manzanas, otro que higos, otro más que naranjas, alguno que peras.
El pobre árbol lo intentaba, pero no conseguía nada. Hasta que un día se posó en sus ramas un búho sabio, que le indicó que no debía intentar ser como los demás deseaban que fuera, que lo esencial era conocerse a sí mismo, escuchar su voz interior.
Así lo hizo, dejó que hablasen sus sentimientos y supo que nunca daría frutas, pues no era un frutal, pero que tenía una misión: dar sombra a los viajeros, cobijo a las aves, belleza al paisaje. Se sintió digno y respetado. Era un roble.
II
Un león, una zorra y un asno salieron de caza y consiguieron muchas piezas. El asno hizo el reparto en tres parte iguales y, ante ello, el león se lanzó sobre el asno y lo devoró.
Pasó entonces a repartir la zorra y lo hizo en dos grupos: uno desproporcionadamente grande asignado al león, y otro pequeño para ella misma.
El león preguntó de donde había aprendido a hacer ese tipo de reparto. Y contestó la zorra:
"Del error del asno".
lunes, 23 de septiembre de 2013
Curiosidades
He aprendido unas cuantas cosillas que no sabía. Las voy a contar:
1 Los ojos del hámster pueden caerse, si los cuelgan con la cabeza para abajo...Pobrecitos si caen en manos que no lo sepan.
2 Thomas Alva Edison, el inventor de la bombilla, le temía a la oscuridad...¿La inventaría por ese motivo?
3 Las semillas de las manzanas contienen Cianuro, comete 40, o, 50 y podrían matarte...Mucho cuidado.
4 Si divides el número de abejas hembras por el de machos de cualquier panal del mundo siempre obtendrías el mismo número PI. 3.1459265. O sea, como decíamos en el cole...3.1416...Aún me acuerdo.
5 Los peces chicos no se aburren en las peceras porque su memoria solo dura dos minutos y es como si volvieran a nacer...Creo que a algunas personas se les olvidan las cosas muy pronto también.
6 ¡¡¡No aguantes un estornudo!!! Si estornudas tu corazón se detiene un milisegundo, si aguantas un estornudo, se te podría romper una costilla, desgarrar la carótida o sufrir daños cerebrales...Ufff.
7 Muy importante dormir. Una persona morirá más rápido por no dormir que por no comer. El hombre solo puede aguantar 10 días sin sueño, y puede estar varias semanas sin comer... Yo duermo como un ceporro, mi médico dice que eso es bueno...
8 Si metes una Coca-Cola light en un recipiente con agua, flota. Si lo haces con una Coca-Cola normal, se hunde... Creo que voy a experimentar a ver si es verdad.
1 Los ojos del hámster pueden caerse, si los cuelgan con la cabeza para abajo...Pobrecitos si caen en manos que no lo sepan.
2 Thomas Alva Edison, el inventor de la bombilla, le temía a la oscuridad...¿La inventaría por ese motivo?
3 Las semillas de las manzanas contienen Cianuro, comete 40, o, 50 y podrían matarte...Mucho cuidado.
4 Si divides el número de abejas hembras por el de machos de cualquier panal del mundo siempre obtendrías el mismo número PI. 3.1459265. O sea, como decíamos en el cole...3.1416...Aún me acuerdo.
5 Los peces chicos no se aburren en las peceras porque su memoria solo dura dos minutos y es como si volvieran a nacer...Creo que a algunas personas se les olvidan las cosas muy pronto también.
6 ¡¡¡No aguantes un estornudo!!! Si estornudas tu corazón se detiene un milisegundo, si aguantas un estornudo, se te podría romper una costilla, desgarrar la carótida o sufrir daños cerebrales...Ufff.
7 Muy importante dormir. Una persona morirá más rápido por no dormir que por no comer. El hombre solo puede aguantar 10 días sin sueño, y puede estar varias semanas sin comer... Yo duermo como un ceporro, mi médico dice que eso es bueno...
8 Si metes una Coca-Cola light en un recipiente con agua, flota. Si lo haces con una Coca-Cola normal, se hunde... Creo que voy a experimentar a ver si es verdad.
jueves, 19 de septiembre de 2013
¡¡¡Zambombazo!!!
Un zambombazo terrible hemos sentido hoy en casa a la hora del almuerzo.
Es curioso que cuando oímos un ruido fuera de lo común, lo primero que hacemos es, correr. Eso es lo que hemos hecho mi hijo y yo hoy, ¡correr!
Estábamos en la mesa tomándonos un rico gazpacho mientras escuchábamos las noticias por tv. De pronto pega un zambombazo la televisión. Lo primero que hacemos es salir corriendo sin mirar atrás. Nos atrancamos en la puerta del comedor, pues los dos tratamos de salir a la vez. Se oyen cosas caer al suelo, pero nosotros no nos paramos, seguimos corriendo por el pasillo hacia la salida de la casa...yo iba la primera.
Mi hijo más sensato que yo, se para y dice: -¿Pero donde vamos? Lo primero vamos a ver lo que ha pasado.
Yo, histérica y muy dramática, digo:-¡¡Hijo, no vuelvas!! Llama a los bomberos (pues se veía humo), al presidente de la comunidad y a la vecina del cuarto, que no se lo pierda.
Recapacitando un poco mi hijo vuelve al comedor, yo a todo esto me quedo en el recibidor, por si hay que salir corriendo a la calle, ya estoy la primera en la puerta.
Dando voces le pregunto al niño si puedo ir a donde él está, me contesta:-Mejor que no vengas.
Pienso...¡Dios mío, ¿Qué pasará?
Me hago la valiente y voy despacito por el pasillo para ver lo que mi hijo no quería que viese.
Razón tenía al decirme que me quedara donde estaba:
En la mesa, no había quedado más que el cesto de las servilletas, lo demás, estaba por los suelos. Cubiertos, vasos, pan...y lo que más sentimos, nuestro riquísimo gazpacho. Todo, todo estaba por los suelos. La mesa pringosa. el parqué todo rojo, en fin un desastre...De la tv. solo quedaba el marco y la muy "desgraciá" parecía que se estaba riendo de verme la cara.
Resultado final: después de la lógica limpieza, terminar de comer y seguir con el cabreo...500 euros nos ha costado, menos mal que era pequeña que si no...
Es curioso que cuando oímos un ruido fuera de lo común, lo primero que hacemos es, correr. Eso es lo que hemos hecho mi hijo y yo hoy, ¡correr!
Estábamos en la mesa tomándonos un rico gazpacho mientras escuchábamos las noticias por tv. De pronto pega un zambombazo la televisión. Lo primero que hacemos es salir corriendo sin mirar atrás. Nos atrancamos en la puerta del comedor, pues los dos tratamos de salir a la vez. Se oyen cosas caer al suelo, pero nosotros no nos paramos, seguimos corriendo por el pasillo hacia la salida de la casa...yo iba la primera.
Mi hijo más sensato que yo, se para y dice: -¿Pero donde vamos? Lo primero vamos a ver lo que ha pasado.
Yo, histérica y muy dramática, digo:-¡¡Hijo, no vuelvas!! Llama a los bomberos (pues se veía humo), al presidente de la comunidad y a la vecina del cuarto, que no se lo pierda.
Recapacitando un poco mi hijo vuelve al comedor, yo a todo esto me quedo en el recibidor, por si hay que salir corriendo a la calle, ya estoy la primera en la puerta.
Dando voces le pregunto al niño si puedo ir a donde él está, me contesta:-Mejor que no vengas.
Pienso...¡Dios mío, ¿Qué pasará?
Me hago la valiente y voy despacito por el pasillo para ver lo que mi hijo no quería que viese.
Razón tenía al decirme que me quedara donde estaba:
En la mesa, no había quedado más que el cesto de las servilletas, lo demás, estaba por los suelos. Cubiertos, vasos, pan...y lo que más sentimos, nuestro riquísimo gazpacho. Todo, todo estaba por los suelos. La mesa pringosa. el parqué todo rojo, en fin un desastre...De la tv. solo quedaba el marco y la muy "desgraciá" parecía que se estaba riendo de verme la cara.
Resultado final: después de la lógica limpieza, terminar de comer y seguir con el cabreo...500 euros nos ha costado, menos mal que era pequeña que si no...
lunes, 16 de septiembre de 2013
Atar los perros con longaniza
No se si esta frase se utiliza en otros Países, nosotros la utilizamos con mucha frecuencia:
Este dicho nos remonta a principios del siglo XIX.
Precisamente en el pueblo de Candelario, cercano a la Ciudad de Bejar, famoso por la calidad de sus embutidos.
En el vivía un afamado elaborador de chorizos llamado Constantino Ríos , alias "el choricero", cuya figura sería inmortalizado por el artista Bayeu en un famoso tapiz que hoy se exhibe en el Palacio de El Pardo.
Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras, en los bajos de su propia casa.
En una ocasión, una de estas obreras apremiada por las circunstancias y para que no se le escapara su perrito faldero, tuvo la peregrina idea de atar a su chucho a la pata de un banco, usando a manera de soga, una ristra de longanizas.
Al poco tiempo entró un muchacho - hijo de otra operaria - a dar un recado a su madre y presenció con estupor la escena.
Inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que, en la casa del tío Rico se atan los perros con longanizas.
La expresión, tuvo inmediatamente aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la opulencia y el derroche.
Ya sabemos que nosotros la utilizamos mucho, sobre todo, cuando alguno decimos por ejemplo. En tal sitio esto mismo es más barato. Enseguida el otro le contesta..."En ningún sitio atan los perros con longaniza".
Este dicho nos remonta a principios del siglo XIX.
Precisamente en el pueblo de Candelario, cercano a la Ciudad de Bejar, famoso por la calidad de sus embutidos.
En el vivía un afamado elaborador de chorizos llamado Constantino Ríos , alias "el choricero", cuya figura sería inmortalizado por el artista Bayeu en un famoso tapiz que hoy se exhibe en el Palacio de El Pardo.
Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras, en los bajos de su propia casa.
En una ocasión, una de estas obreras apremiada por las circunstancias y para que no se le escapara su perrito faldero, tuvo la peregrina idea de atar a su chucho a la pata de un banco, usando a manera de soga, una ristra de longanizas.
Al poco tiempo entró un muchacho - hijo de otra operaria - a dar un recado a su madre y presenció con estupor la escena.
Inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que, en la casa del tío Rico se atan los perros con longanizas.
La expresión, tuvo inmediatamente aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la opulencia y el derroche.
Ya sabemos que nosotros la utilizamos mucho, sobre todo, cuando alguno decimos por ejemplo. En tal sitio esto mismo es más barato. Enseguida el otro le contesta..."En ningún sitio atan los perros con longaniza".
jueves, 12 de septiembre de 2013
La maldita envidia
SE CUENTA QUE UNA BELLA Y LUMINOSA LUCIÉRNAGA AVANZABA CON DONAIRE
CUANDO SE PERCATÓ DE QUE LA SEGUÍA UNA ESCURRIDIZA SERPIENTE.
AVANZÓ Y AVANZÓ, PERO COMO ERA TAN PEQUEÑITA SE CANSABA, PUES
SIEMPRE VEÍA A LA SERPIENTE SIGUIÉNDOLA. PERO AL FINAL NO TUVO MÁS
REMEDIO QUE DETENERSE Y, ANTES DE SER ATACADA, PORQUE NO VEÍA EL MODO
DE GANARLE TERRENO, PREGUNTÓ A LA SERPIENTE:
-"¿ TE HE HECHO ALGÚN MAL?".
RECIBIÓ POR RESPUESTA:
-"NO".
VOLVIÓ A PREGUNTAR:
"¿ENTONCES POR QUÉ QUIERES ACABAR CONMIGO?".
Y LO ÚLTIMO QUE ESCUCHÓ FUE:
-"PORQUE NO SOPORTO VERTE BRILLAR".
Es muy corta la fábula, historia o cuento, pero me parece muy intensa, por ese motivo la he querido compartir. Hace unos días que la leí y me hizo llorar...¡¡¡Que mala es la envidia!!!
CUANDO SE PERCATÓ DE QUE LA SEGUÍA UNA ESCURRIDIZA SERPIENTE.
AVANZÓ Y AVANZÓ, PERO COMO ERA TAN PEQUEÑITA SE CANSABA, PUES
SIEMPRE VEÍA A LA SERPIENTE SIGUIÉNDOLA. PERO AL FINAL NO TUVO MÁS
REMEDIO QUE DETENERSE Y, ANTES DE SER ATACADA, PORQUE NO VEÍA EL MODO
DE GANARLE TERRENO, PREGUNTÓ A LA SERPIENTE:
-"¿ TE HE HECHO ALGÚN MAL?".
RECIBIÓ POR RESPUESTA:
-"NO".
VOLVIÓ A PREGUNTAR:
"¿ENTONCES POR QUÉ QUIERES ACABAR CONMIGO?".
Y LO ÚLTIMO QUE ESCUCHÓ FUE:
-"PORQUE NO SOPORTO VERTE BRILLAR".
Es muy corta la fábula, historia o cuento, pero me parece muy intensa, por ese motivo la he querido compartir. Hace unos días que la leí y me hizo llorar...¡¡¡Que mala es la envidia!!!
lunes, 9 de septiembre de 2013
Irena Sendler
Muchos sabéis quien era Irena Sendler, quizá todos, pero a lo mejor no sabéis este episodio de su vida:
Irena cuando era joven en plena Guerra Mundial, se dedicó a salvar niños judíos de las hordas nazis.
Se hizo pasar por fontanera y en la caja de herramientas, cada día sacaba a un niño del campo de concentración, (ella era alemana).
Algunos días sacaba dos, uno pequeño en la caja de herramientas y otro más mayor en un saco a su espalda o como podía camuflarlo.
Pensaréis que era difícil, pero ella se valió de sus mañas, os cuento lo que se y como lo hizo.
Tenía un enorme perro "cómplice" de ella, pues le había entrenado para ladrar a los soldados alemanes, así que empezaba a ladrar a la entrada y a la salida, los soldados le temían y por ese motivo ni se preocupaban en mirar la furgoneta de Irena.
Claro que como lo bueno dura poco, un día la descubrieron, le rompieron los brazos y las piernas, pero hasta ese momento había sacado a 2.500 niños de las manos de los asesinos...
Cuando terminó la guerra, trató de encontrar a sus familiares pero la mayoría habían muerto en los campos. Aún así, a los que no encontró a su familia, los colocó en una casa de acogida.
Murió en 2009, tenía más de noventa años, estuvo propuesta para el premio Nobel pero no se lo dieron, lo gano en aquella fecha, un tal Al Gore, por aquello de lo climático...
Yo se lo hubiera concedido a Irena, pues creo que se lo merecía más.
Debían de haber respetado la edad, pues el señor Al Gore era muy joven todavía.
A Irena y a todos los que actuaron como ella en todas las guerras, vaya desde aquí mi pequeño homenaje, reconocimiento y cariño...aunque ya nos estén con nosotros.
Irena cuando era joven en plena Guerra Mundial, se dedicó a salvar niños judíos de las hordas nazis.
Se hizo pasar por fontanera y en la caja de herramientas, cada día sacaba a un niño del campo de concentración, (ella era alemana).
Algunos días sacaba dos, uno pequeño en la caja de herramientas y otro más mayor en un saco a su espalda o como podía camuflarlo.
Pensaréis que era difícil, pero ella se valió de sus mañas, os cuento lo que se y como lo hizo.
Tenía un enorme perro "cómplice" de ella, pues le había entrenado para ladrar a los soldados alemanes, así que empezaba a ladrar a la entrada y a la salida, los soldados le temían y por ese motivo ni se preocupaban en mirar la furgoneta de Irena.
Claro que como lo bueno dura poco, un día la descubrieron, le rompieron los brazos y las piernas, pero hasta ese momento había sacado a 2.500 niños de las manos de los asesinos...
Cuando terminó la guerra, trató de encontrar a sus familiares pero la mayoría habían muerto en los campos. Aún así, a los que no encontró a su familia, los colocó en una casa de acogida.
Murió en 2009, tenía más de noventa años, estuvo propuesta para el premio Nobel pero no se lo dieron, lo gano en aquella fecha, un tal Al Gore, por aquello de lo climático...
Yo se lo hubiera concedido a Irena, pues creo que se lo merecía más.
Debían de haber respetado la edad, pues el señor Al Gore era muy joven todavía.
A Irena y a todos los que actuaron como ella en todas las guerras, vaya desde aquí mi pequeño homenaje, reconocimiento y cariño...aunque ya nos estén con nosotros.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Jesús de Medinaceli
Todos los pueblos y ciudades del mundo veneran a un santo en especial, nosotros los madrileños tenemos mucho amor y fe a nuestro Padre Jesús de Medinaceli.
No solamente los madrileños si no gentes de toda España e incuso del extranjero, no hay más que ir el primer viernes de marzo para ver las enormes colas (de hasta 6 horas) que se forman para besar el pie de la imagen.
Esta imagen se realizó por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, quienes la llevaron a la colonia española de Mámora en el norte de África.
Ocurrió que el 30 de abril de 1618, Mámora cayó en manos de Muley Ismael y su ejercito y la imagen del Nazareno también fue capturada y llevada a Mequínez.
La historia refiere que el reducido ejercito español, no pudieron resistir la presión de los 80.000 soldados musulmanes, por lo que les fue fácil a estos hacerlos prisioneros y también a la imagen del nazareno.
Por orden del rey Muley, fue arrastrada por sus calles en señal de odio a la religión cristiana y algunos aseguran que la trataron como si de carne humana se tratara...
Exactamente en un vertedero la imagen fue vista por un capuchino llamado fray Pedro, quien arriesgando su vida, se presentó ante el rey, solicitó el rescate de la imagen como si se tratara de un ser vivo. Se dice que el rey permitió al fraile custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen.
El Padre General de la Orden mandó a tres frailes que se encargaran de servir de mediadores, estos lograron convencer al rey Muley de que tasara el rescate, y este "buen hombre" pidió su peso en oro.
La leyenda dice que la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon 30 monedas.
Una y otra vez efectuada esta operación, el resultado siempre era el mismo, por lo que todos pensaron en el episodio del Evangelio en el que el mismo Cristo fue valorado por esas 30 monedas, por las que Judas le vendió...Resultado milagroso ¿verdad?
Como ya digo antes, los madrileños le tenemos mucha fe y mucho cariño. Todos los viernes del año, hasta las doce de la noche que se cierra la iglesia, en ningún momento está solo. Hay cola para besarle el pie y misa cada hora...quien quiera creer, que crea. Amen
No solamente los madrileños si no gentes de toda España e incuso del extranjero, no hay más que ir el primer viernes de marzo para ver las enormes colas (de hasta 6 horas) que se forman para besar el pie de la imagen.
Esta imagen se realizó por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, quienes la llevaron a la colonia española de Mámora en el norte de África.
Ocurrió que el 30 de abril de 1618, Mámora cayó en manos de Muley Ismael y su ejercito y la imagen del Nazareno también fue capturada y llevada a Mequínez.
La historia refiere que el reducido ejercito español, no pudieron resistir la presión de los 80.000 soldados musulmanes, por lo que les fue fácil a estos hacerlos prisioneros y también a la imagen del nazareno.
Por orden del rey Muley, fue arrastrada por sus calles en señal de odio a la religión cristiana y algunos aseguran que la trataron como si de carne humana se tratara...
Exactamente en un vertedero la imagen fue vista por un capuchino llamado fray Pedro, quien arriesgando su vida, se presentó ante el rey, solicitó el rescate de la imagen como si se tratara de un ser vivo. Se dice que el rey permitió al fraile custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen.
El Padre General de la Orden mandó a tres frailes que se encargaran de servir de mediadores, estos lograron convencer al rey Muley de que tasara el rescate, y este "buen hombre" pidió su peso en oro.
La leyenda dice que la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon 30 monedas.
Una y otra vez efectuada esta operación, el resultado siempre era el mismo, por lo que todos pensaron en el episodio del Evangelio en el que el mismo Cristo fue valorado por esas 30 monedas, por las que Judas le vendió...Resultado milagroso ¿verdad?
Como ya digo antes, los madrileños le tenemos mucha fe y mucho cariño. Todos los viernes del año, hasta las doce de la noche que se cierra la iglesia, en ningún momento está solo. Hay cola para besarle el pie y misa cada hora...quien quiera creer, que crea. Amen
lunes, 2 de septiembre de 2013
Arquímedes
Este señor Arquímedes. Matemático, físico e inventor griego, murió a manos de un tonto. Sí, porque se le puede decir tonto y malo el que mata a una persona de esa manera.
Arquímedes de Siracusa nació en el 287 antes de Cristo. Se tienen pocos detalles personales de este ingeniero, inventor, matemático y físico heleno, pero entre lo que ha trascendido se sabe que su padre fue un astrónomo y tenía parentesco con el rey Hierón de Siracusa.
Tras realizar sus primeros estudios en su ciudad natal se traslado a la Biblioteca de Alejandría (Egipto) para mejorar y completar sus conocimientos. Durante su estancia en la tierra de los Faraones inventó >>el tornillo sin fin<< que se usó para extraer agua de los barcos y los campos inundados por el Nilo, así como para bombear sólidos como el carbón o los cereales. Actualmente, se utiliza para la recuperación de tierra y el drenaje en los Países Bajos.
Como físico, hay que destacar su celebre principio de flotación o Principio de Arquímedes. Lo descubrió, gracias indirectamente al rey Hierón II. Al parecer el monarca quería saber si el orfebre que le estaba haciendo una linda corona, a la vez le estaba robando el material, poniendo otros más baratos, como la plata o el cobre, y le pidió a Arquímedes que le diera una respuesta, este se la dio de la manera más inesperada.
Se iba a dar un baño y, como había puesto demasiada agua en la tina, al meter el cuerpo parte del líquido se derramó. Aquel sencillo percance doméstico le permitió resolver el problema. Estaba tan contento que salió a la calle desnudo, gritando: * Eureka, eureka, lo he conseguido*. Así metiendo la corona en agua vio que desalojaba menos agua que si introducía un bloque de oro de igual peso que la corona. Así verificó la sospecha del rey: que, efectivamente el joyero le había timado.
La física también le debe a Arquímedes la primera formula matemática de la ley de la palanca que le llevaría a pronunciar una de sus frases más famosas: *Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo*.
Es muy extenso todo lo que se puede decir de este gran sabio, a mi lo que ha dado mucha rabia es que Arquímedes fue asesinado por un soldado romano que lo encontró dibujando un diagrama matemático en la arena. Tras decirle * no me pises las figuras*, el soldado lo atravesó con su espada.
Tras veintidós siglos después de su muerte sus investigaciones están más vigentes que nunca.
Arquímedes de Siracusa nació en el 287 antes de Cristo. Se tienen pocos detalles personales de este ingeniero, inventor, matemático y físico heleno, pero entre lo que ha trascendido se sabe que su padre fue un astrónomo y tenía parentesco con el rey Hierón de Siracusa.
Tras realizar sus primeros estudios en su ciudad natal se traslado a la Biblioteca de Alejandría (Egipto) para mejorar y completar sus conocimientos. Durante su estancia en la tierra de los Faraones inventó >>el tornillo sin fin<< que se usó para extraer agua de los barcos y los campos inundados por el Nilo, así como para bombear sólidos como el carbón o los cereales. Actualmente, se utiliza para la recuperación de tierra y el drenaje en los Países Bajos.
Como físico, hay que destacar su celebre principio de flotación o Principio de Arquímedes. Lo descubrió, gracias indirectamente al rey Hierón II. Al parecer el monarca quería saber si el orfebre que le estaba haciendo una linda corona, a la vez le estaba robando el material, poniendo otros más baratos, como la plata o el cobre, y le pidió a Arquímedes que le diera una respuesta, este se la dio de la manera más inesperada.
Se iba a dar un baño y, como había puesto demasiada agua en la tina, al meter el cuerpo parte del líquido se derramó. Aquel sencillo percance doméstico le permitió resolver el problema. Estaba tan contento que salió a la calle desnudo, gritando: * Eureka, eureka, lo he conseguido*. Así metiendo la corona en agua vio que desalojaba menos agua que si introducía un bloque de oro de igual peso que la corona. Así verificó la sospecha del rey: que, efectivamente el joyero le había timado.
La física también le debe a Arquímedes la primera formula matemática de la ley de la palanca que le llevaría a pronunciar una de sus frases más famosas: *Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo*.
Es muy extenso todo lo que se puede decir de este gran sabio, a mi lo que ha dado mucha rabia es que Arquímedes fue asesinado por un soldado romano que lo encontró dibujando un diagrama matemático en la arena. Tras decirle * no me pises las figuras*, el soldado lo atravesó con su espada.
Tras veintidós siglos después de su muerte sus investigaciones están más vigentes que nunca.
jueves, 29 de agosto de 2013
Accidente y misterio
Un matrimonio viajaba con su hijo pequeño de noche por una carretera prácticamente abandonada, sus continuas curvas, la estrechez de la calzada y la espesa niebla hacía que aventurarse por ese camino al filo del abismo fuera realmente peligroso.
De improviso una mujer con la ropa ensangrentada se cruzó en la carretera obligando al padre de familia a frenar en seco, tras el susto, el señor bajó del coche con la intención de ayudar, la mujer muy alterada y llorando les explicó que había tenido un accidente y su coche había caído por el barranco.
La mujer le rogó que la ayudara ya que su bebé aún se encontraba en el vehículo atrapado y ella no podía sacarlo sola. La caída era de varias decenas de metros y de no haberle avisado la mujer, hubiera sido imposible localizar el coche de tanta vegetación que había y probablemente nadie hubiese encontrado al bebé.
El señor, guiado por el llanto del bebé lo rescató.
Al rato, subió muy nervioso con el bebé en brazos. Se metió en el coche rápidamente con el bebé y le dijo a su esposa e hijo que hicieran lo mismo.
Arrancó el auto y se fueron. Su mujer, muy asustada, le preguntó que por qué se iba con el bebé sin buscar antes a la mujer. El marido le dijo que en cuanto llegaran a la próxima gasolinera se lo contaría.
Cuando llegaron, el hombre le contó que cuando bajó encontró el vehículo accidentado, vio a la mujer que les había dado el aviso, muerta. Estaba muy fría probablemente el accidente se había producido horas ante de que ellos pasaran por ese punto.
Probablemente, el espíritu de la mujer era el que había pedido ayuda para que salvaran a su hijo.
¡¡¡QUE HERMOSO AMOR DE MADRE!!!
De improviso una mujer con la ropa ensangrentada se cruzó en la carretera obligando al padre de familia a frenar en seco, tras el susto, el señor bajó del coche con la intención de ayudar, la mujer muy alterada y llorando les explicó que había tenido un accidente y su coche había caído por el barranco.
La mujer le rogó que la ayudara ya que su bebé aún se encontraba en el vehículo atrapado y ella no podía sacarlo sola. La caída era de varias decenas de metros y de no haberle avisado la mujer, hubiera sido imposible localizar el coche de tanta vegetación que había y probablemente nadie hubiese encontrado al bebé.
El señor, guiado por el llanto del bebé lo rescató.
Al rato, subió muy nervioso con el bebé en brazos. Se metió en el coche rápidamente con el bebé y le dijo a su esposa e hijo que hicieran lo mismo.
Arrancó el auto y se fueron. Su mujer, muy asustada, le preguntó que por qué se iba con el bebé sin buscar antes a la mujer. El marido le dijo que en cuanto llegaran a la próxima gasolinera se lo contaría.
Cuando llegaron, el hombre le contó que cuando bajó encontró el vehículo accidentado, vio a la mujer que les había dado el aviso, muerta. Estaba muy fría probablemente el accidente se había producido horas ante de que ellos pasaran por ese punto.
Probablemente, el espíritu de la mujer era el que había pedido ayuda para que salvaran a su hijo.
¡¡¡QUE HERMOSO AMOR DE MADRE!!!
lunes, 26 de agosto de 2013
El Balancin
El sábado día 24 nos invitaron unos amigos de Alcalá de Henares, pues como eran las fiestas mayores hemos pasado todo el fin de semana con ellos.
Además de los actos propios de estos eventos, hemos nadado en la piscina y lo hemos pasado muy bien. La anfitriona es una excelente cocinera y repostera y nos ha obsequiado con ricos dulces ya que a sus hijas les gustan mucho, digo hijas porque tiene cinco niñas.
A la caída de la tarde de ayer domingo se estaba de maravilla en el jardín donde había un precioso columpio, me fui derechita a él, pues me gusta mucho los asientos que se mueven. Nos sentamos mi amiga Eloisa y yo. Estábamos encantadas charlando, más bien cotilleando, al fresquito.
Al cabo de un rato llegó una de las niñas,poco después otra, más tarde una tercera. Total que el columpio estaba lleno de culetes, pues mi amiga y yo ya ocupábamos bastante.
Tan enfrascadas estábamos en "nuestras cosas", que no vimos, como el resto de las niñas, tomando carrerilla se tiró de golpe sobre las cinco que ya estábamos sentadas.
No se si el columpio estaba resentido, pues con semejantes "niñitas"...luego dicen que los chicos son brutos...
Total, cedió una parte y todas fuimos a parar al santo suelo. Lo inmediato en estos casos es gritar, y gritamos todas a la vez. De momento sentí un poco de miedo pues a mis años una caída de esa categoría puede tener consecuencias. Pero con tanto griterío que se armó, apenas tuve tiempo de pensar en mi; las niñas chillaban unas, las otras reían, seguro que yo también gritaba, pues soy muy escandalosa, pero lo que si sé, es que oía dar enormes gritos a Eloisa, diciendo: Nos hemos matado, nos hemos matado. ¡Hayyyy! y más, hayyyy...
La verdad es que de ver el panorama, me estaba dando risa, ya que yo no sentía ningún dolor, no así la pobre Eloisa, que se había pillado un pie entre el columpio, el suelo y todas nosotras encima. Ella seguía dando alaridos diciendo que nos habíamos matado.
Al oír los gritos, salieron corriendo mi hijo y Jesús, el padre de las "deliciosas niñas" y acto seguido trataron de desenredarnos, pues estábamos hechas un lío unas con otras. Jesús cogió el teléfono dispuesto a llamar a no se quien, todas estábamos bien, menos la madre que parió a las criaturitas que se había desgraciado un pie y no paraba de chillar a pleno pulmón.
Cuando me pude levantar con la ayuda de mi hijo le dije a Eloisa que no nos había pasado nada a ninguna y tampoco a ti, pues cuando estás chillando, es que estás bien, los que están heridos de gravedad no chillan. Es lo primero que nos enseñan cuando hacemos un curso de primeros auxilios y tu chillas más que un cerdo cuando lo están matando. Todos se echaron a reír y yo también.
Tuve que hacer manzanilla para la pobre Eloisa, tenía un moretón en el pie la iban a llevar a urgencias.
Resultado final...El balancín...siniestro total, dos o tres macetas rotas, Eloisa magullada y yo...con unas ganas de marcharme a mi casa...
A todo esto, el pobre Jesús, solo sabía decir..¡¡¡No compro mas columpios. no más columpios!!!
Yo por si acaso ocurrían más cosas...me vine a mi casa...
Hoy lunes he hablado con Eloisa, solo tiene un pequeño esguince...
Además de los actos propios de estos eventos, hemos nadado en la piscina y lo hemos pasado muy bien. La anfitriona es una excelente cocinera y repostera y nos ha obsequiado con ricos dulces ya que a sus hijas les gustan mucho, digo hijas porque tiene cinco niñas.
A la caída de la tarde de ayer domingo se estaba de maravilla en el jardín donde había un precioso columpio, me fui derechita a él, pues me gusta mucho los asientos que se mueven. Nos sentamos mi amiga Eloisa y yo. Estábamos encantadas charlando, más bien cotilleando, al fresquito.
Al cabo de un rato llegó una de las niñas,poco después otra, más tarde una tercera. Total que el columpio estaba lleno de culetes, pues mi amiga y yo ya ocupábamos bastante.
Tan enfrascadas estábamos en "nuestras cosas", que no vimos, como el resto de las niñas, tomando carrerilla se tiró de golpe sobre las cinco que ya estábamos sentadas.
No se si el columpio estaba resentido, pues con semejantes "niñitas"...luego dicen que los chicos son brutos...
Total, cedió una parte y todas fuimos a parar al santo suelo. Lo inmediato en estos casos es gritar, y gritamos todas a la vez. De momento sentí un poco de miedo pues a mis años una caída de esa categoría puede tener consecuencias. Pero con tanto griterío que se armó, apenas tuve tiempo de pensar en mi; las niñas chillaban unas, las otras reían, seguro que yo también gritaba, pues soy muy escandalosa, pero lo que si sé, es que oía dar enormes gritos a Eloisa, diciendo: Nos hemos matado, nos hemos matado. ¡Hayyyy! y más, hayyyy...
La verdad es que de ver el panorama, me estaba dando risa, ya que yo no sentía ningún dolor, no así la pobre Eloisa, que se había pillado un pie entre el columpio, el suelo y todas nosotras encima. Ella seguía dando alaridos diciendo que nos habíamos matado.
Al oír los gritos, salieron corriendo mi hijo y Jesús, el padre de las "deliciosas niñas" y acto seguido trataron de desenredarnos, pues estábamos hechas un lío unas con otras. Jesús cogió el teléfono dispuesto a llamar a no se quien, todas estábamos bien, menos la madre que parió a las criaturitas que se había desgraciado un pie y no paraba de chillar a pleno pulmón.
Cuando me pude levantar con la ayuda de mi hijo le dije a Eloisa que no nos había pasado nada a ninguna y tampoco a ti, pues cuando estás chillando, es que estás bien, los que están heridos de gravedad no chillan. Es lo primero que nos enseñan cuando hacemos un curso de primeros auxilios y tu chillas más que un cerdo cuando lo están matando. Todos se echaron a reír y yo también.
Tuve que hacer manzanilla para la pobre Eloisa, tenía un moretón en el pie la iban a llevar a urgencias.
Resultado final...El balancín...siniestro total, dos o tres macetas rotas, Eloisa magullada y yo...con unas ganas de marcharme a mi casa...
A todo esto, el pobre Jesús, solo sabía decir..¡¡¡No compro mas columpios. no más columpios!!!
Yo por si acaso ocurrían más cosas...me vine a mi casa...
Hoy lunes he hablado con Eloisa, solo tiene un pequeño esguince...
jueves, 22 de agosto de 2013
Justo y Pastor
En Alcalá de Henares están de fiestas Patronales. Son en honor a estos Santos niños;
Lo que les ocurrió a estos maravillosos niños, como maravillosos son todos los niños, aunque Justo y Pastor tuvieran mala suerte de vivir en aquella época.
Fue en el siglo VII, un malísimo emperador romano, dictó la prohibición del cristianismo y un tal Daciano gobernador de Hispania puso todo su empeño en que se cumpliera la orden.
En la Complutum Hispano Romana, dos niños de 7 y 9 años, Justo y Pastor, hijos de un tal Vidal, al que martirizaron, se mostraron dispuestos a decirle al gobernador que ellos no pensaban renunciar al cristianismo. Acudieron al Palacio de Daciano, se lo dijeron a los soldados de la puerta, a los capitanes de la guardia y al propio Gobernador.
Les riñeron, les azotaron, les encarcelaron. Ellos siguieron con su idea de ser cristianos. Al fin se los llevaron lejos a las afueras de la ciudad y, en medio del camino, apoyadas sus cabezas sobre una piedra blanca, les cercenaron la cabeza.
Era el día 6 de Agosto del año 306. El pueblo se amotinó en protesta. Pero la leyenda ya había nacido: Los santos niños, Justo y Pastor fueron enterados y nadie más supo del lugar del martirio.
Un siglo más tarde, un obispo llamado Asturio recibió la revelación del lugar de aquel episodio.
Acudió a Complutum, buscó el campo laudable, encontró la piedra del martirio y, junto a ella, los restos de los Santos Infantes. Allí levantó una pequeña ermita donde hoy se encuentra la Catedral Alcalaína.
Precisamente en la Catedral, se conserva la piedra y una urna de plata con los restos de los mártires, así como sus imágenes de valientes muchachitos Hispanos.
Han pasado 1700 años desde que sucedieron estos hechos y Alcalá celebra la conmemoración del martirio de Justo y Pastor y la creación hace 1600 años de la Diócesis Complutense.
Esta historia creo que la sabe mucha gente. Lo que no sabrá es que son los Patronos de Alcalá de Henares, y que hoy los niños de este pueblo que está a 20 kilómetros de la capital de España, son, gracias a Dios, mucho más afortunados que Justo y Pastor...
Quizá haya algún santo entre los niños de Alcalá en este siglo...¿Por qué no?
Lo que les ocurrió a estos maravillosos niños, como maravillosos son todos los niños, aunque Justo y Pastor tuvieran mala suerte de vivir en aquella época.
Fue en el siglo VII, un malísimo emperador romano, dictó la prohibición del cristianismo y un tal Daciano gobernador de Hispania puso todo su empeño en que se cumpliera la orden.
En la Complutum Hispano Romana, dos niños de 7 y 9 años, Justo y Pastor, hijos de un tal Vidal, al que martirizaron, se mostraron dispuestos a decirle al gobernador que ellos no pensaban renunciar al cristianismo. Acudieron al Palacio de Daciano, se lo dijeron a los soldados de la puerta, a los capitanes de la guardia y al propio Gobernador.
Les riñeron, les azotaron, les encarcelaron. Ellos siguieron con su idea de ser cristianos. Al fin se los llevaron lejos a las afueras de la ciudad y, en medio del camino, apoyadas sus cabezas sobre una piedra blanca, les cercenaron la cabeza.
Era el día 6 de Agosto del año 306. El pueblo se amotinó en protesta. Pero la leyenda ya había nacido: Los santos niños, Justo y Pastor fueron enterados y nadie más supo del lugar del martirio.
Un siglo más tarde, un obispo llamado Asturio recibió la revelación del lugar de aquel episodio.
Acudió a Complutum, buscó el campo laudable, encontró la piedra del martirio y, junto a ella, los restos de los Santos Infantes. Allí levantó una pequeña ermita donde hoy se encuentra la Catedral Alcalaína.
Precisamente en la Catedral, se conserva la piedra y una urna de plata con los restos de los mártires, así como sus imágenes de valientes muchachitos Hispanos.
Han pasado 1700 años desde que sucedieron estos hechos y Alcalá celebra la conmemoración del martirio de Justo y Pastor y la creación hace 1600 años de la Diócesis Complutense.
Esta historia creo que la sabe mucha gente. Lo que no sabrá es que son los Patronos de Alcalá de Henares, y que hoy los niños de este pueblo que está a 20 kilómetros de la capital de España, son, gracias a Dios, mucho más afortunados que Justo y Pastor...
Quizá haya algún santo entre los niños de Alcalá en este siglo...¿Por qué no?
lunes, 19 de agosto de 2013
El matrimonio
Era un matrimonio muy pobre.
Ella hilaba a la puerta de su choza, pensando en su marido.
Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello, era negro y largo, como hebras brillantes salidas de su rueca.
Él iba cada día al mercado a vender frutas. Se sentaba a esperar a la sombra de un árbol, sujetando una pipa vacía entre los dientes. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podía regalar a su marido. y, además, ¿con qué dinero?
Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero al decidirse todo su cuerpo se estremeció de gozo: vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y el prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo unas monedas por su pelo, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco.
El perfume de las hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender la pipa.
Ella hilaba a la puerta de su choza, pensando en su marido.
Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello, era negro y largo, como hebras brillantes salidas de su rueca.
Él iba cada día al mercado a vender frutas. Se sentaba a esperar a la sombra de un árbol, sujetando una pipa vacía entre los dientes. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podía regalar a su marido. y, además, ¿con qué dinero?
Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero al decidirse todo su cuerpo se estremeció de gozo: vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y el prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo unas monedas por su pelo, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco.
El perfume de las hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender la pipa.
sábado, 17 de agosto de 2013
¿Habrá boda?
Empezó la misa puntualmente a las 13 horas. Sale el sacerdote y comienza a sonar el órgano. Empezamos a cantar..."Tu, sabes bien lo que tengo/ en mi barca no hay oro ni espada/ tan solo redes y mi trabajo"... el órgano tenía el tono alto, el fraile que cantaba, lo hacía en tono bajo. Nosotros, si seguíamos al órgano, no podíamos seguir al fraile. Aquello parecía una espuerta de grillos.
Yo como no podía seguir a ninguno de los dos, me he callado, mi amiga y otras personas también.
Detrás de nosotras había una señora que parecía el jefe de lo grillos, su voz se nos metía en los oídos de tal manera... creo que la barca ha ido a la deriva con redes y todo y quizá se haya hundido. (que Dios nos perdone).
Terminada a misa y muy cerca de la salida, hay una imagen de San Antonio. Siempre tiene muchos devotos, pero ayer reparé, que la mayoría de las personas que allí estaban eran mujeres mayores.
Todos sabemos que a San Antonio le dicen el " Santo Casamentero" y era visitado por las jóvenes madrileñas para pedirle novio. Pero no había ninguna joven, por el contrario, las señoras que estaban allí eran bien entraditas en años.
Mi curiosidad ha podido más que, quizá el sentido común. Me he dirigido a una señora que lo menos tenía 50 años o más, le he preguntado:
-Señora, sería tan amable de decirme por que hay tantas mujeres mayores aquí?
-Pues que están pidiendo al Santo novio o novia para sus hijos treintañeros, vamos de esos que no hay quien los eche de casa.
.Y es efectivo?-le he preguntado.
-Ya lo creo, mi vecina tenía una hija de 40 años y un hijo de 35 y los casó el año pasado. ¿Verdad Agapita?
-O si- responde la tal Agapita- Y mi hermana también ha casado a mi sobrina, que ha sido toda su vida un pendón...
Se acerca una señora con un bastón y la trompetilla puesta para saber de que hablábamos, dice:
-Yo le hice una novena en el mes de junio y he casado a mi hija de 30 años con el jardinero de la comunidad...no lo pienso más...me pongo a la cola.
Ya os contaré si me visto de madrina...
Yo como no podía seguir a ninguno de los dos, me he callado, mi amiga y otras personas también.
Detrás de nosotras había una señora que parecía el jefe de lo grillos, su voz se nos metía en los oídos de tal manera... creo que la barca ha ido a la deriva con redes y todo y quizá se haya hundido. (que Dios nos perdone).
Terminada a misa y muy cerca de la salida, hay una imagen de San Antonio. Siempre tiene muchos devotos, pero ayer reparé, que la mayoría de las personas que allí estaban eran mujeres mayores.
Todos sabemos que a San Antonio le dicen el " Santo Casamentero" y era visitado por las jóvenes madrileñas para pedirle novio. Pero no había ninguna joven, por el contrario, las señoras que estaban allí eran bien entraditas en años.
Mi curiosidad ha podido más que, quizá el sentido común. Me he dirigido a una señora que lo menos tenía 50 años o más, le he preguntado:
-Señora, sería tan amable de decirme por que hay tantas mujeres mayores aquí?
-Pues que están pidiendo al Santo novio o novia para sus hijos treintañeros, vamos de esos que no hay quien los eche de casa.
.Y es efectivo?-le he preguntado.
-Ya lo creo, mi vecina tenía una hija de 40 años y un hijo de 35 y los casó el año pasado. ¿Verdad Agapita?
-O si- responde la tal Agapita- Y mi hermana también ha casado a mi sobrina, que ha sido toda su vida un pendón...
Se acerca una señora con un bastón y la trompetilla puesta para saber de que hablábamos, dice:
-Yo le hice una novena en el mes de junio y he casado a mi hija de 30 años con el jardinero de la comunidad...no lo pienso más...me pongo a la cola.
Ya os contaré si me visto de madrina...
miércoles, 14 de agosto de 2013
Los duros de plata
El calor que tenemos en Madrid es propenso para zanganear. Yo no iba a ser menos.
Desde mi mecedora mirando al techo me ha pillado mi hijo. En ese momento yo tenía el pensamiento muy lejos...
Estaba por los años cincuenta viendo discutir a mis padres, casi siempre por la economía. Esta no subía, pero la familia si aumentaba, éramos más que numerosa.
Un día mientras discutían, mejor dicho, la que hablaba era mi madre, mi padre solo decía...si, no, bueno, o...lo que tu digas.
Después de un rato, mi padre dijo:-Si no hubiese sido por tu madre hoy no estaríamos tan apurados.
Nosotros los tres mayores queríamos saber qué hizo la abuela, mi madre dijo que nada, mi padre dijo:-Arruinarnos.
Nosotros queríamos saber más e insistimos. Con la oposición de mi madre y con mucha gracia, mi padre nos lo contó:
-Veréis hijos, cuando yo estaba en Brunete en plena guerra, mamá y la abuela estaban solas en Recas, oyeron que iban a ir militares y los del pueblo que eran más tontos que ellas, creían que iban a robar, así que decidieron esconder sus pertenencias. Mamá y vuestra abuela que eran más tontas que "un puchero boca bajo"( jajaja, reímos nosotros).-No le hagáis caso-dijo mi madre. Pero él siguió.
-Las dos decidieron esconder lo que tenían, mamá lo que más valoraba era su ajuar, que lo tenía en el baúl rojo (siempre lo hemos visto en casa), no se les ocurrió más que enterrarlo en el establo, para ello hubieron de hacer tal hoyo, que cuando regresé al final de la guerra, casi me dejo los riñones tratando de sacar el maldito baúl.
Más risas nuestras.
Mi madre ya se estaba mosqueando y decía que se callara, entonces uno de mis hermanos dijo:-Papá ?Qué hizo la abuela?
-Lo de tu abuela fue peor, ella no enterró ropas, lo que hizo fue enterrar la fortuna que tenía, que eran duros de plata y los pendientes de todas sus hijas, incluidos los de vuestra hermana. Pero no es eso lo malo, si no que lo escondió ella sola y cuando terminó la guerra no sabía donde lo había escondido.
Dijo que cerca del tronco de un olivo, pero...¿Qué olivo? En Recas había una gran extensión de olivares.
Cada vez que mi madre decía que le hacía falta dinero, mi padre sacaba el tema de los duros de plata. Nosotros nos lo pasábamos muy bien, pues él tenía mucha gracia y le gustaba cabrear a mi madre,
No se como se las apañaban, pero cada vez que se sacaba el tema y discutían...a los nueve meses teníamos otro hermanito...Ahora si lo sé...
¡¡¡Ah, el tesoro aún no ha aparecido!!!.
Desde mi mecedora mirando al techo me ha pillado mi hijo. En ese momento yo tenía el pensamiento muy lejos...
Estaba por los años cincuenta viendo discutir a mis padres, casi siempre por la economía. Esta no subía, pero la familia si aumentaba, éramos más que numerosa.
Un día mientras discutían, mejor dicho, la que hablaba era mi madre, mi padre solo decía...si, no, bueno, o...lo que tu digas.
Después de un rato, mi padre dijo:-Si no hubiese sido por tu madre hoy no estaríamos tan apurados.
Nosotros los tres mayores queríamos saber qué hizo la abuela, mi madre dijo que nada, mi padre dijo:-Arruinarnos.
Nosotros queríamos saber más e insistimos. Con la oposición de mi madre y con mucha gracia, mi padre nos lo contó:
-Veréis hijos, cuando yo estaba en Brunete en plena guerra, mamá y la abuela estaban solas en Recas, oyeron que iban a ir militares y los del pueblo que eran más tontos que ellas, creían que iban a robar, así que decidieron esconder sus pertenencias. Mamá y vuestra abuela que eran más tontas que "un puchero boca bajo"( jajaja, reímos nosotros).-No le hagáis caso-dijo mi madre. Pero él siguió.
-Las dos decidieron esconder lo que tenían, mamá lo que más valoraba era su ajuar, que lo tenía en el baúl rojo (siempre lo hemos visto en casa), no se les ocurrió más que enterrarlo en el establo, para ello hubieron de hacer tal hoyo, que cuando regresé al final de la guerra, casi me dejo los riñones tratando de sacar el maldito baúl.
Más risas nuestras.
Mi madre ya se estaba mosqueando y decía que se callara, entonces uno de mis hermanos dijo:-Papá ?Qué hizo la abuela?
-Lo de tu abuela fue peor, ella no enterró ropas, lo que hizo fue enterrar la fortuna que tenía, que eran duros de plata y los pendientes de todas sus hijas, incluidos los de vuestra hermana. Pero no es eso lo malo, si no que lo escondió ella sola y cuando terminó la guerra no sabía donde lo había escondido.
Dijo que cerca del tronco de un olivo, pero...¿Qué olivo? En Recas había una gran extensión de olivares.
Cada vez que mi madre decía que le hacía falta dinero, mi padre sacaba el tema de los duros de plata. Nosotros nos lo pasábamos muy bien, pues él tenía mucha gracia y le gustaba cabrear a mi madre,
No se como se las apañaban, pero cada vez que se sacaba el tema y discutían...a los nueve meses teníamos otro hermanito...Ahora si lo sé...
¡¡¡Ah, el tesoro aún no ha aparecido!!!.
lunes, 12 de agosto de 2013
La salvaron "las faldas"
El Viaducto de Madrid, es una de las estampas más conocidas de la ciudad, también es el lugar que eligen los madrileños que se quieren suicidar.
Casi siempre que lo intentan tienen éxito, salvo raras excepciones, yo conozco dos:
Una de las veces que trato de suicidarse un madrileño y se tiró desde lo más alto, fue a caer sobre una cesta cargada de pan que llevaba un panadero de reparto. El suicida, se salvó, pero el pobre panadero sin comerlo ni beberlo...pereció.
Otra historia ocurrió en el siglo XIX.
Una joven quiso morir porque su familia no consintió que se casara con su enamorado. Sin embargo la cosa termino felizmente, ya que la joven solo sufrió magulladuras, gracias a que sus faldas le frenaron la caída. Digo yo: Si las faldas hubiesen sido como las que llevamos ahora, o sea, de una cuarta, no la había salvado, ni las faldas, ni la madre que...
Dicha joven moriría mucho después al dar a su decimocuarto hijo...¡Ya son hijos!
Espero no aburriros, sigo con otro tema:
Cerca del Viaducto y en un edificio de nueva construcción, está el escudo mas viejo de Madrid.
Este emblema es lo único que queda del que fuera el primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo.
Un edificio conocido como la Casa del Pastor. En ella vivió don José, un sacerdote que, al verse cerca de la muerte preparó su testamento y dejó escrito en un sobre cerrado quien sería el heredero de su casa. Al morir abrieron la carta y pudieron leer: "Mi casa será para la primera persona que entre en Madrid por la puerta de la Vega en la madrugada de mi muerte".
Los testigos esperaron en dicha puerta hasta que un pastor con su rebaño la atravesó.
Tras recibir la casa en herencia, se comprobó que el destino recompensó al pastor, ya que este hombre fue el que dio cobijo a Don José, cuando el sacerdote debió escapar una temporada de Madrid por problemas con la Santa Inquisición.
¡Dios premió al buen pastor!
viernes, 9 de agosto de 2013
El mejor regalo
Hace tiempo, un padre castigó severamente a su pequeña hija de 4 años por desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado, tratando de adornar una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad.
Es cierto que en aquellas fechas el dinero era escaso.
A pesar de la regañina, a la mañana siguiente, la pequeña le llevó el regalo a su padre y le dijo:
"Esto es para ti, papito".
Inmediatamente, el hombre se avergonzó de su reacción de furia, pero volvió a explotar, cuando comprobó que la caja en realidad estaba vacía.
"¿No sabes que cuando se hace un regalo a alguien debe haber algo dentro?", le dijo a gritos.
La niña, con lágrimas en los ojos, cogió la caja y le dijo:
"¡O papito, no está vacía, yo soplé muchos besos dentro de la caja, todos para ti, papá!"
El padre se deshizo en llanto y abrazó con la mayor de las ternuras a su hija, mientras le pedía que lo perdonara.
Tengo oído que el padre guardó toda su vida la caja dorada y, siempre que se encontraba triste o agotado, tomaba de la caja un beso imaginario y recobraba el entusiasmo, al recordar todo el amor que su hija había puesto ahí.
¡¡¡¡A mi no me importaría recibir una caja igual!!!
Es cierto que en aquellas fechas el dinero era escaso.
A pesar de la regañina, a la mañana siguiente, la pequeña le llevó el regalo a su padre y le dijo:
"Esto es para ti, papito".
Inmediatamente, el hombre se avergonzó de su reacción de furia, pero volvió a explotar, cuando comprobó que la caja en realidad estaba vacía.
"¿No sabes que cuando se hace un regalo a alguien debe haber algo dentro?", le dijo a gritos.
La niña, con lágrimas en los ojos, cogió la caja y le dijo:
"¡O papito, no está vacía, yo soplé muchos besos dentro de la caja, todos para ti, papá!"
El padre se deshizo en llanto y abrazó con la mayor de las ternuras a su hija, mientras le pedía que lo perdonara.
Tengo oído que el padre guardó toda su vida la caja dorada y, siempre que se encontraba triste o agotado, tomaba de la caja un beso imaginario y recobraba el entusiasmo, al recordar todo el amor que su hija había puesto ahí.
¡¡¡¡A mi no me importaría recibir una caja igual!!!
martes, 6 de agosto de 2013
Verídicos
Creo que os van a gustar un par de casos verídicos que no han llegado a lo que llamamos ahora "Violencia de género" de puro milagro. Uno porque el pobre hombre es eso, un pobre. El otro, porque es todo un hombre:
El primero lo he leído en prensa: Es abogado, tenía esposa e hijos y mucho dinero. Hace 20 años su mujer lo abandonó por un amigo de él, que quizá, estaba más... "bueno".
En aquél momento estaba involucrado en un caso jurídico que por el estrés que tenía lo perdió y se deprimió de tal manera, que la única solución que encontró fue dejar su casa, sus hijos y su dinero...Ya no levantó cabeza.
Hoy vive en la calle, en la más absoluta pobreza. En la zona que está y que nunca ha dejado, ha sabido hacerse con el cariño se sus vecinos. La ciudad en la que vive es Zaragoza.
El otro. A este si que lo conozco...no doy más datos.
Es joven, muy atractivo, Ingeniero de Obras Públicas, por lo tanto muy hacendoso y todo un manitas.
Un día estaba en casa decorando la buhardilla a base de estanterías y pijotadas, pues acababan de comprar un hermoso chalé.
Llega la "zángana", aparentemente de trabajar. Él subido en una escalera clavando una balda con el martillo en la mano. Se acerca a el, que espera inclinándose un poco un beso, entonces le dice a boca de jarro:-Mira Fulanito, vengo de acostarme con tu amigo Zutanito y he llegado a una conclusión...me voy con él definitivamente.
Fulanito tuvo la sangre fría de bajarse de la escalera, dejar la herramienta, hacer su maleta y salir rumbo a casa de su madre.
En los días siguientes, buscó un abogado y tramitó la cosas en la legalidad.
Llevaban diez años de novios y cuatro de casados.
Hoy está casi feliz, pero cuando lo veo, me dice:-Han creado en mi un monstruo, ya jamás quiero ver ni en pintura a una mujer.
Aquí tenemos dos casos de hombres heridos por dos mujeres.
Si estos hombres hubieran cometido un delito contra ellas...ellos serían los malos.
Menos mal que, uno por ser débil y el otro por ser fuerte...Ojala que otros hombres tomen ejemplo.
Uno por ser un mendigo y el otro por considerarse desgraciado, los dos pueden salir a la calle con la cabeza muy alta...chicos...los dos sois estupendos.
El primero lo he leído en prensa: Es abogado, tenía esposa e hijos y mucho dinero. Hace 20 años su mujer lo abandonó por un amigo de él, que quizá, estaba más... "bueno".
En aquél momento estaba involucrado en un caso jurídico que por el estrés que tenía lo perdió y se deprimió de tal manera, que la única solución que encontró fue dejar su casa, sus hijos y su dinero...Ya no levantó cabeza.
Hoy vive en la calle, en la más absoluta pobreza. En la zona que está y que nunca ha dejado, ha sabido hacerse con el cariño se sus vecinos. La ciudad en la que vive es Zaragoza.
El otro. A este si que lo conozco...no doy más datos.
Es joven, muy atractivo, Ingeniero de Obras Públicas, por lo tanto muy hacendoso y todo un manitas.
Un día estaba en casa decorando la buhardilla a base de estanterías y pijotadas, pues acababan de comprar un hermoso chalé.
Llega la "zángana", aparentemente de trabajar. Él subido en una escalera clavando una balda con el martillo en la mano. Se acerca a el, que espera inclinándose un poco un beso, entonces le dice a boca de jarro:-Mira Fulanito, vengo de acostarme con tu amigo Zutanito y he llegado a una conclusión...me voy con él definitivamente.
Fulanito tuvo la sangre fría de bajarse de la escalera, dejar la herramienta, hacer su maleta y salir rumbo a casa de su madre.
En los días siguientes, buscó un abogado y tramitó la cosas en la legalidad.
Llevaban diez años de novios y cuatro de casados.
Hoy está casi feliz, pero cuando lo veo, me dice:-Han creado en mi un monstruo, ya jamás quiero ver ni en pintura a una mujer.
Aquí tenemos dos casos de hombres heridos por dos mujeres.
Si estos hombres hubieran cometido un delito contra ellas...ellos serían los malos.
Menos mal que, uno por ser débil y el otro por ser fuerte...Ojala que otros hombres tomen ejemplo.
Uno por ser un mendigo y el otro por considerarse desgraciado, los dos pueden salir a la calle con la cabeza muy alta...chicos...los dos sois estupendos.
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