Piloto desde los 16 años, superó las pruebas fisicas y psicológicas del proyecto Mercury 13 para viajar al espacio, aunque la NASA no la admitio en su programa espacial.
A Jerrie Cobb no la dejaron ser astronauta. Si ha habido una pionera en el mundo de la aviación de EEUU Jerrie Cobb hija de un piloro militar, su vocación por surcar el aire fue muy temprana. A los 12 años, voló por primera vez, a los 16, participaba en exibiciones aéreas; a los 18, obtuvo su licencia de piloto comercial; a los 19, era profesora de vuelo, y a los 21, transportaba bombarderos por todo el mundo.
Una carrera frenada por el machismo.
Sin embargo, la época que le tocó vivir no era la mejor para que una mujer avanzara en el mundo de la navegación aérea y, a pesar de su potencial, no la dejaron progresar como piloto y tuvo que dedicarse a hacer los trabajos que los hombres rechazaban, como fumigar campos.
En 1960 la revista <<Life>> la incluyó en la lista de las 100 personas jóvenes más importantes del país y, al año siguiente, formó parte del proyecto Mercury 13 para viajar al espacio, siendo la primera mujer en superar todas las pruebas fisicas y psicológicas que también hicieron sus compañeros masculinos, Y, apesar de todo, estando perfectamente capacitada para ir al espacio, la NASA no la seleccionó para ser astronauta porque era una mujer. No solo eso. Cuando pidió, con su colega Jane Briggs, que las participantes femeninas del programa pudieran entrenar con los hombres, la NASA cambió las normas y exigió que los aspirantes fueran pilotos de las fuerzas aéreas, consciente de que entre ellos no había mujeres.
Cobb desistió y decidio utilizar lo que mejor sabía hacer, volar, para ayudar a los demás. Durante 30 años llevó a cabo misiones humanitarias en comunidades aisladas de la Amazonía. Su labor fue tan destacada que, en 1981, fue nominada al Premio Nobel de la Paz por ese compromiso.
Una frase:
¿ ME PREGUNTO POR QUÉ COMPRO ARROZ Y FLORES? COMPRO ARROZ PARA VIVIR Y FLORES PARA TENER ALGO POR LO QUE VIVIR.
Autor: Confucio.