lunes, 26 de febrero de 2024
Una madrileña ilustre
lunes, 19 de febrero de 2024
La Condesa de Orsino
Los que habéis estado en Toledo, quizá conozcáis esta leyenda, yo he estado muchas veces pero no la había escuchado hasta hoy que la he leído y me ha gustado. Por eso os la cuento:
Es en la calle de los Aljibes donde vamos a ubicar esta leyenda.
La duquesa de Saboya, Catalina de Austria, preparó una gran fiesta en su casón toledano, hasta el que se acercaron muchos nobles de la ciudad de Toledo para pasar una velada divertida. Uno de los nobles invitados, y protagonista de la leyenda fue Don Sancho de Córdoba, consejero de finanzas del rey.
Don Sancho, en mitad de la cena, pudo comprobar como una dama, vestida de blanco y una belleza mágica, se movía entre los asistentes sin levantar ninguna mirada de estos atraídos por dicha belleza, salvo la suya. Perecía que, al deslizarse, florara.
Terminada la cena, en los jardines iba a dar comienzo un baile, ocasión que tuvo Don Sancho para pedirla que bailara con él. Ella asintió con la cabeza, pero en ningún momento salió palabra alguna por su boca.
El toque de ánimas de la Catedral sonó en toda la ciudad y la dama, apresurada, insistió en que debía irse. Don Sancho, como buen caballero, se ofreció a acompañarla hasta su casa, pues la noche era fría y una dama solitaria y a estas horas podía estar en peligro. Ella se negó, insistió en que sus pajes la aguardaban a la salida. Pero Don Sancho hizo todo lo posible para que, se llevara su capa.
La dama aceptó el gesto de don Sancho y le dijo que, para recuperar su capa, fuera al día siguiente, al callejón de los Aljibes, al palacio de los condes de Orsino. Al despedirse, pudo comprobar que su mirada parecía no tener brillo y que su piel estaba más fría que la noche.
A la mañana siguiente don Sancho dispuesto a recoger su capa, se dirigió al palacio. Llamó a la puerta y un sirviente de la casa abrió el enorme portón. Le dijo que venía a recoger la capa que la noche anterior había dejado a la joven dama que ahí vivía. Tras la descripción de la misma, el anciano sirviente le dijo que ahí no vivía ninguna dama y que la dama que estaba describiendo había muerto hacía varios años.
Cuando ya se disponía a salir de la casa, pudo fijarse en el cuadro de una bella dama que tenían en el zaguán de la casa. Era la misma dama que la noche anterior, la dama a la que prestó su capa. Volvió a insistir en que era la misma dama que la noche anterior, ofendiendo al anciano y a la familia que residía.
Salió de la casa extrañado y si entender nada. ¿Quién fue, entonces, la dama a la que prestó su capa la noche anterior?
A la mañana siguiente, mientras don Sanco se encontraba en su casa aquejándose de una dolencia extraña y teniendo constantes sudores, alguien llamó a la puerta. Al abrir, era el sirviente anciano de la noche anterior, de los Condes de Orsino. Traía la capa en la mano y, al tiempo que se la entregaba, le dijo: "la encontré esta mañana en el Camposanto, encima de la tumba de la Condesa de Orsino"
lunes, 12 de febrero de 2024
La abeja
No he podido resistirme a contar esto que he leído en un libro. Ya se que quizás no lo leáis, aunque es muy bonito, o por lo menos eso me ha parecido a mi.
Después de que Dios concluyera la creación de los animales, y de decidir cuál sería el lugar de cada uno en la tierra, aún quiso regalarles un último don, convocándoles a Su Presencia, les dijo:
-Os he dado las cualidades y la figura que tenéis, según me ha parecido que sería bueno para la vida que habréis de vivir de ahora en adelante, pero quiero concederos una gracia a cada uno: pedidme aquello que deseéis y os lo daré.
Aquellas palabras llenaron de alegría a todos los animales creados, y uno a uno fueron pidiendo algo que no tenían: el león quiso tener la melena mas espesa y bella de todos los felinos. El conejo pidió unas orejas más grandes, como sabía que sus orejas funcionaban como radares, necesitaba unas muy grandes. El Creador se lo concedió. El oso pidió que le permitieran dormir todo el invierno, pues no le gustaba nada el frío. El perro solicitó que le concediera ser el amigo más fiel del ser humano. La jirafa pidió ser muy alta para llegar a las exquisiteces de las alturas donde ningún otro animal llegaría. El canario pidió tener el mejor canto. Y a todos complació el Señor, pero cuando ya iba a retirarse creyendo que ningún animal quedaba sin satisfacer, la abeja zumbó:
Mi Creador, aún falto yo.
-¿ Y que es lo que deseas, abejita? Te he dotado con ojos maravillosos capaces de ver todos los colores, y puedes volar mucho tiempo sin cansarte, si te falta algo, te lo concederé.
-Lo que yo quiero es elaborar un alimento sabrosos. Uno que sea dulce y curativo.
Dios quedó pensando un momento.
-La miel será el alimento que fabricarás.
-¿Gracias Señor. gracias!- agradeció la abeja muy feliz.
El Creador le dijo: -Hombres y animales pelearán por tu miel, incluso podrían matarte por tu miel.
La abeja se quedó muy triste, Y el Señor le dijo. -Te dotaré de una arma para que puedas defenderte.
-Señor, yo no quiero un arma que pueda herir a otros.
-Pero tendrás que defenderte.
--¡ Antes preferiría morir !- exclamó la abeja muy decidida.
-Así será- dijo muy serio. -Cuando claves tu aguijón en un ser vivo para defenderte, morirás...
lunes, 5 de febrero de 2024
Primera maquina de dialisis
Fijaos en lo rudimentaria y a la vez sencilla que es esta máquina de diálisis, seguro que ahora son mucho mejores. Yo por suerte no he visto ninguna. Y después de tanto susto con la Mecedora y la hija del doctor Velasco, hoy tenemos que reír, o por lo menos admirar a este gran hombre, que gracias a Dios, también los hay.
Fue el médico holandés Willem Johan Kolff, quien, a pesar de las penurias de la Segunda Guerra Mundial, creó en l943, el primer riñón artificial con lo que pudo encontrar a su alrededor , desde una bomba de agua del modelo T, de Ford, y una pieza de avion aleman derribado, hasta la envoltura de unas salchichas. Y aunque, al principio, su artefacto no funcionó como esperaba, su esfuerzo tuvo recompensa y el 11 de septiembre de 1945 salvó una vida, la de María Sofía Schatstads, una mujer de 67 años y aquejada de insuficiencia renal aguda severa.
Y ahora, algo que os haga reír un poco y que he leído hace poco.
EL LADRÓN CULPABLE
Cierta noche, un ladrón trataba de entrar por la ventana de la casa que intentaba robar, cuando cayó al suelo y se fracturó la pierna al romperse el alféizar . Fue al juzgado para demandar al dueño de la vivienda y este último dijo: "Demandad al carpintero que colocó la ventana".
El carpintero se excusó diciendo: "El constructor no hizo correctamente el hueco para la ventana". Cuando compareció el constructor dijo: "Mi falta fue causada por una hermosa mujer que pasaba mientras yo trabajaba en la ventana", La mujer fue hallada y dijo: "Llevaba puesto un hermoso vestido aquel día. Normalmente nadie me mira . La culpa es del vestido que estaba teñido con franjas jaspeadas".
"Ahora tenemos al culpable-zanjó el juez-,Llamad al hombre que realizó el teñido y será considerado por el daño sufrido en la pierna al ladrón". Cuando lo encontraron resultó ser el esposo de la mujer, que era...¡El mismo ladrón!
Espero que esta historieta os haya sacado una sonrisa,... aunque sea pequeña