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viernes, 6 de diciembre de 2024

En el 46 aniversario de la Constitución Española de 1978...el artículo 45 sigue chirriando.

 En el 46 aniversario de la Constitución Española de 1978 pienso en el artículo 45, el precioso, maltratado, pisoteado, ignorado, fementido, artículo que dice:

"1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo. 

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva. 

3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado".

Hay quiénes hablan de "ideología fanática criminal" y se quedan tan tranquilos, sin darse cuenta de que esa "ideología" en realidad emana de nuestra carta magna y del conocimiento científico del tiempo que nos ha tocado vivir. Estas personas tienen algo bueno, a pesar de los pesares, y es su sinceridad. Otras, la mayoría, enmascaran sentimientos y formas de pensar y actuar similares, con un vocabulario actualizado y un discurso que imita al de quiénes conocen el tema en profundidad. Es una especie de mimetismo ideológico, cognoscitivo y epistemológico que consigue engañar a la inmensa mayoría que, por otra parte, "está" en otras cosas y no en la Nueva Ética del Agua, en tesis doctorales, en leyes, reales decretos, decretos, directivas europeas (¿qué es eso?) ni en agendas "veinte treinta".

Y así nos luce...la destrucción de los humedales  de la Mancha Húmeda, la desecación de los Ojos del Guadiana, del río Azuer, del río Gigüela y de otras muchas lagunas. Siempre habrá una foto bonita de una puesta de sol reflejada en las aguas estancadas sacadas de un pozo, o en las aguas fecales depuradas para la ocasión. Pero ahí está el artículo 45, por si acaso alguien me llama esas cosas que tantas veces me han llamado...

(Las tres fotografías son de hoy, 6 de diciembre de 2024, viernes, en el entorno del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, España. Dos de cal y una de arena.)





sábado, 14 de septiembre de 2024

La Asociación "Bullaque vivo" sigue recogiendo firmas contra el proyecto de macro granja de cerdos en El Robledo.

 Ayer, 13 de septiembre de 2024, viernes, primer día de las fiestas patronales de Piedrabuena, Ciudad Real, miembros de la Asociación "Bullaque vivo" estuvieron recogiendo firmas contra la proyectada macro granja de cerdos en las inmediaciones del río Bullaque, en la aldea de Las Tiñosillas, término municipal de El Robledo. Allí, a setecientos metros de la zona de protección del río Bullaque -una verdadera joya de la Naturaleza- y a unos 12 kilómetros de distancia del Parque Nacional de Cabañeros se quiere instalar esta empresa, que engordará dos granjas de 1.990 cerdos cada una. Se dice que no contaminará ni el suelo, ni las aguas subterráneas del acuífero 22 detrítico-pliocuaternario del Bullaque, ni las aguas del río -aunque pasa un arroyo pegado a la parcela en cuestión- ni al aire. También se afirma que allí no hay ni animales ni plantas protegidas. 

Pero allí, en Las Tiñosillas, ya hubo una granja de cerdos y el agua de los pozos se contaminó, como es lógico. La consejera de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha hizo unas declaraciones muy poco afortunadas el pasado 9 de septiembre de 2024. Parece ser que ha rectificado. Venía a decir que la documentación aportada por la empresa había sido supervisada por los técnicos y estaba en consonancia con la legislación ambiental. De manera que la decisión recaía en el ayuntamiento de El Robledo. No se corresponden esas declaraciones con la realidad.

Lo cierto es que ayer se recogieron unas 150 firmas para entregar al ayuntamiento de El Robledo. Hoy, sigue la recogida. Todavía hay esperanza de que se pueda suspender esta iniciativa que tan nociva sería para el río Bullaque y los pueblos ribereños. 






Impresionante colonia de nenúfares blancos (Nymphaea alba) de varios miles de metros cuadrados, aguas abajo de la ubicación de la macro granja de cerdos, en el río Bullaque.

viernes, 30 de agosto de 2024

Escrito en la tierra y en los mapas. El cauce anastomosado del río Bullaque.

 Los mapas son materiales de un valor impresionante. Como todo en la vida, tienen su parte también negativa. Hay, por ejemplo, un libro norteamericano muy interesante que se tradujo al español en fecha tan tardía  de 2023 -se publicó en 1991 en inglés-cuyo título ya es lo suficientemente expresivo: "Cómo mentir con mapas" (How to lie with maps). Y no es el único de Mark Monmonier.

Lo cierto es que son una fuente extraordinaria de información que, me temo, está en una fase peligrosa de transformación y desvalorización.

Y es que, hablando del río Bullaque, del hermoso y amenazado afluente del Guadiana por su margen derecha, en las comarcas de los Montes de Toledo y Montes de Ciudad Real, me he vuelto a asomar a estas "construcciones humanas en dos dimensiones" que nos representan el territorio tridimensional. Y ahí está él, el Bullaque, con esas "trenzas" o anastomosamiento -¡vaya palabreja!- de su cauce. Y es que el río Bullaque discurre por tres depresiones muy llanas en las que el cauce se expande, cuando hay suficiente agua, y "se sale de madre". Da gusto ver esos cursos que, escritos por el agua en la tierra, se reflejaban en los mapas con líneas azules. 

Llevo muchos años pensando y quejándome de cómo un aprendizaje -no solo del sistema educativo- tan pobre y esquemático nos dificulta ver, captar, percibir, entender, sentir y amar estos fenómenos de la Naturaleza. No, un río no es una línea azul en un simulacro de mapa. No es tampoco "una corriente continua o discontinua de agua que desemboca en el mar o en otro río". Un río es mucho más que todo eso y está ahí, quizás a tiro de piedra o a escasos kilómetros, llamándonos con el ondular de las aneas, los colores de los lirios amarillos de su ribera y el chapoteo de  la vida que alberga. Y un río son también sus habitantes y la vida de los mismos, y eso parece que siempre se nos olvida. Un río no es un polígono industrial ni se circunscribe meramente a un cauce, aunque nos cueste trabajo entenderlo. Un río es una entidad de vida, de muchas vidas, entrelazadas como las raíces de los fresnos que prosperan en sus orillas. Un río es también el espejo de las sociedades y los tiempos y no nos deberíamos dejar llevar por los espejismos que provocan el deseo desenfrenado y tanta inmediatez destructiva.

Hace ya muchos años se distribuyó una octavilla en algunas movilizaciones para conservar el río Bullaque con unos poemas, y su título decía: "Un río no se destruye si sus habitantes no lo permiten". ¡Ánimo a cuantas personas, asociaciones e instituciones estáis luchando para conservar el río Bullaque! ¡No a la macrogranja! ¡Sí al río Bullaque vivo!

Fragmento de un mapa de escala 1:100.000 en el que se aprecia el cauce trenzado o anastomosado del río Bullaque.








lunes, 26 de agosto de 2024

¿Macrogranjas de cerdos en el río Bullaque? No, gracias.

  Hoy he leído una noticia sobre el proyecto de macrogranja en las proximidades del río Bullaque. Las vecinas y los vecinos se oponen y están llevando a cabo diferentes actividades reivindicativas, como la última manifestación de El Robledo, municipio en cuyo término municipal se quiere instalar una de estas "factorías de destrucción" de nada más y nada menos que 4.000 cerdos.  Y es que las instalaciones se situarían a 700 metros del río Bullaque y a 2.000 de las viviendas de Las Tiñosillas. Ya nos advierten algunos vecinos que hace años hubo allí una pequeña granja porcina y todos los pozos cercanos están contaminados.

Por si no se sabe o no se recuerda no está de más decir que el río Bullaque es una joya de la Naturaleza. Una parte de su cauce forma parte del Parque Nacional de Cabañeros. En realidad el río está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y es uno de los poquísimos ríos vivos de la provincia de Ciudad Real. Podríamos citar al Guadiana, Gigüela, Záncara, Riansares, (Toledo) Azuer...y la nefasta "Daimielización" de la que no se suele hablar.

Entre sus muchos valores podemos destacar la presencia de un gran número de especies protegidas como el lince ibérico o las abundantísimas nutrias. Ictiológicamente también se trata de un espacio singular con especies de peces únicas en el mundo, compartidas con el cercano Estena. Y desde un punto de vista ornitológico basta un paseo por cualquier tramo del río para comprobar la cantidad de aves y la gran variedad de géneros y especies. Si nos fijamos en su vegetación llaman especialmente la atención esas colonias de nenúfares blancos de decenas de miles de metros cuadrados, precisamente en La Tiñosillas, entre otros parajes. Otras muchas especies vegetales pueblan el río así como una comunidad de anfibios y reptiles muy significativa. Entomológicamente también el río Bullaque y su entorno es un espacio particularmente rico. Como curiosidad diremos que hay un pequeño invertebrado que lleva su nombre, el "Typhlolocharis bullaquensis", que fue descrito para la Ciencia en 1997 por Zaballos y Ruiz Tapiador.

Paisajísticamente el Bullaque es un escenario con un potencial extraordinario, independientemente de que haya parajes alterados y se hayan llevado a cabo acciones impactantes que, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, se deberían ir restaurando. 

Otro punto clave a tener en cuenta es el hidrogeológico. Como dicen los vecinos, ya han sufrido las consecuencias de la contaminación de los pozos cercanos a una pequeña granja porcina y es que este territorio se asienta sobre el llamado "Acuífero 22 detrítico-pliocuaternario". De manera que estamos ante un sistema acuífero que se recarga con las aguas de las precipitaciones y con las del río Bullaque. Estas últimas, desde que se construyó la presa de Torre de Abraham, cuentan también algunos vecinos, bajaron considerablemente. Lo cierto es que el peligro de contaminación de las aguas subterráneas es tan alto como para desconfiar de lo que se afirme en un proyecto hecho a medida para "colarse" por los entresijos de la legislación ambiental actual.

Demográficamente estos pueblos se van manteniendo en esa difícil lucha contra la despoblación y el envejecimiento. No parece lógico que se aprueben proyectos como este, con ese argumento de la creación de puestos de trabajo y la fijación de población, que no sólo no la atraería ni la mantendría sino que la expulsaría. Si de verdad desde las instituciones se quiere apoyar el mundo rural, la conservación de la Naturaleza y evitar la formación de desiertos demográficos lo que tienen que hacer es impedir que estas propuestas tan destructivas salgan adelante. Y para concluir si de verdad se hubiera instaurado lo que se llamó "Una Nueva Ética del Territorio" en España estos capítulos de defensa de la Naturaleza y del sentido común no tendrían cabida sencillamente porque no harían falta. ¡Bullaque vivo!

Pancarta en el puente sobre el río Bullaque de las Casas del Río, Porzuna. Verano 2023.

Flor y parte de la hoja de nenúfar blanco (Nymphaea alba).

Tabla completamente cubierta de nenúfares blancos (Nymphaea alba) en Las Casas del Río, Porzuna, aguas abajo del emplazamiento elegido para la macro granja de cerdos. Fotografía del verano de 2023.


Martinete en un afluente del río Bullaque, en Piedrabuena, Ciudad Real.


sábado, 17 de agosto de 2024

Sobre "la Zanja Madre" del río Gigüela en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real.

 En Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real he escuchado bastantes veces hablar de "la Zanja Madre" del río Gigüela. Desconocía el origen pero tenía la idea de que podría estar relacionado con los diferentes usos que se le han venido dando a los terrenos adyacentes al cauce -la llanura de inundación muy ancha y llana- de este río de régimen estacional y cierto grado de anastomosamiento, afluente del río Guadiana. 

Así, si salimos desde el casco urbano de Villarrubia de los Ojos hacia el sur, hacia Daimiel, cruzaremos primero un afluente del Gigüela, la Madre Chica, que discurre sub-paralelo al cauce del río, dirección oeste. Después encontramos ya el cauce principal del río, modificado y encauzado en los años sesenta del siglo XX. Y una vez cruzado el río, en una faja de terreno disimétrica, volvemos a encontrar la llanura de inundación del río. 

Esos terrenos están hoy cultivados y edificados parcial y esporádicamente pero todavía dejan ver algunas zanjas que se habían estado haciendo durante, quizás, siglos, para drenar las vegas y poderlas cultivar en los veranos propicios. De allí se sacaba el agua para regar las huertas así como se extraían otros recursos alimenticios como los peces y las ranas. Posteriormente, ya a finales del siglo XIX, se soltaron cangrejos (el llamado cangrejo autóctono, que no lo era). Se estuvieron soltando en el entorno del Guadiana y del Gigüela hasta, al menos, la Dictadura de Primo de Rivera. La más grande de ese entramado era la Zanja Madre, que hacía las veces de colector de ese sistema de drenaje artificial. 

La Zanja Madre aparece ya en documentos oficiales del último tercio del siglo XIX. En concreto, al menos en una de las muchas subastas de bienes que tuvieron lugar, se la menciona. Era el mes de marzo de 1885 y el anuncio, publicado en el Boletín Oficial de Venta de Bienes Nacionales del 18 de dicho mes decía:

"Un cañamar, al sitio de la Cañadilla, de la misma clase, que perteneció á Manuel Valverde; que linda S(aliente) con Don José Antonio Sánchez, M(ediodía) y P(oniente) con Petronilo García y N(orte) con Zanja Madre. Su cabida es de 2 celemines, equivalente á 10 areas, valen en renta 3 pesetas, y en venta 25."

Como vemos no se trata de un topónimo ni de una zanja surgidos a partir de la Ley de 17 de julio de 1956* y que se llevó a cabo a mediados de los años sesenta del siglo XX sino de un accidente, elemento geográfico o paraje, probablemente de origen antrópico, del siglo XIX o anterior. En cuanto al grado de artificialidad de esa "zanja" podría ser uno de los brazos del cauce anastomosado o trenzado que, en determinado momento, fue profundizado o canalizado para esos usos antes descritos.

Como sugerencia sería muy positivo señalizar este elemento para que se pudiera localizar el topónimo y que sirviera como punto de referencia para explicar la evolución de este hermoso, conflictivo y casi totalmente destruido río de la Península Ibérica. Decía el poeta latino que "conocerlo todo es amarlo todo".


*Ley de 17 de julio de 1956 sobre "saneamiento y colonización de los terrenos pantanosos que se extienden inmediatos  a las márgenes de los ríos Guadiana, Cigüela, Záncara y afluentes de estos dos últimos en las provincias de Ciudad Real, Toledo y Cuenca". 

lunes, 20 de mayo de 2024

El doctor Moreno Díaz del Campo disertó muy brillantemente sobre los conflictos por el agua en el río Azuer en la Edad Moderna en Manzanares, Ciudad Real.

 El pasado viernes, 17 de mayo de 2024, el doctor y profesor de la UCLM Francisco Javier Moreno Díaz del Campo disertó muy brillantemente sobre los conflictos por el agua en el río Azuer en la Edad Moderna en Manzanares, Ciudad Real.

La actividad fue organizada por el Ayuntamiento de Manzanares con motivo del Día Internacional de los Museos y tuvo lugar precisamente en uno de los cinco museos de esta ciudad, concretamente en el Museo de Sánchez Megías. La conferencia tenía por título "Las disputadas aguas del río Azuer a su paso por Manzanares en el Antiguo Régimen".

Gracias al profesor Moreno supimos de la intensa actividad hidráulica de este afluente del Guadiana, que llegó a tener unos cincuenta molinos durante siglos, manteniendo actividad los últimos hasta los años setenta del pasado siglo XX. Como curiosidad, asistió un molinero, el último, quizás, de esta actividad. También descubrimos los conflictos que fueron surgiendo -y repitiéndose- a lo largo de los años en ese intento de utilización de las aguas, entre los molineros y los hortelanos, que derivaban sus aguas, no siempre de forma legal, pleiteando en numerosas ocasiones.

La conferencia fue planteada como una obra teatral en la que se nos presentó a los actores -apareciendo el río como telón de fondo pero también como uno de los protagonistas- tres actos y un epílogo, estando enriquecida con fotografías, ilustraciones, mapas, genealogías, líneas del tiempo y un plano de gran precisión realizado por Esteban de Perola (Peroli, en italiano), de 1616, encargado por el propietario del Molino Grande, Sebastián Gómez Rabadán, motivado por las denuncias, dadas las derivaciones de aguas para riegos.

Tras la aplaudida exposición del historiador se produjeron algunas preguntas e intervenciones también muy interesantes. ¡Enhorabuena a cuántas personas e instituciones hicisteis posible esta actividad, especialmente al doctor Francisco Javier Moreno Díaz del Campo!

Una de las salas del Museo de Sánchez Megías.





El doctor en Historia Moderna Francisco Javier Moreno Díaz del Campo, a la izquierda, saludando al último molinero del río Azuer.



jueves, 4 de abril de 2024

El Cordel de la Ribera de Villarrubia de los Ojos.

 El pasado lunes de Resurrección vi, en Villarrubia de los Ojos, una señal de color marrón oscuro y letras blancas con la leyenda "cordel de la Ribera". Dicho indicador ha sido instalado recientemente entre la Madre Chica y el río Gigüela, en la carretera que une nuestro pueblo con Daimiel.

Tras consultar el "Proyecto de clasificación de Vías Pecuarias", redactado en 1924 -hace cien años- y, revisado y presumiblemente aprobado en 1931, vemos que se trataba de la segunda vía en aparecer en este documento, cuyo texto reproduzco en fotografía de una fotocopia.

Tenía una anchura de 37 metros y una longitud en Villarrubia de los Ojos de 15 kilómetros. Desconozco si estuvo alguna vez señalizado, pienso que no, y creo que no se han respetado ni su trazado ni, desde luego, su anchura.

Unos kilómetros más al oeste, muy crecano a Carrión de Calatrava, encontramos otro similar, junto al río Guadiana. Es de suponer que se trate del mismo cordel.

Las Vias Pecuarias son, como se sabe, caminos para el tránsito del ganado que surgieron hace muchos siglos. En España había 125.000 kilómetros de los que se calcula que quedan 100.000. Las vías de mayor rango son las cañadas reales, con 75 metros de anchura y le siguen los cordeles, justo con la mitad de esa medida, 37, 50 metros. Después vienen las veredas, que vuelven a ser la mitad más estrechas.

Las VVPP de Villarrubia de los Ojos se clasificaron en 1931 mediante la real orden o la orden ministerial de 10 de marzo de 1931 sin que conste en los documentos consultados la fecha de publicación en el BOE, Gaceta de Madrid o Gaceta de la República. ¿Se llegó a publicar esta clasificación?

Extracto del Proyecto de Clasificación de Vías Pecuarias de Villarrubia de los Ojos de octubre de 1924.

Cordel de la Ribera, junto al río Guadiana, entre Carrión de Calatrava y Fernáncaballero

Cartel del Cordel de la Ribera, en Villarrubia de los Ojos, entre la Madre Chica, en primer término, y el río Gigüela. Como vemos este cauce tiene agua tras haber estado muchos años seco. Fotografía del 1 de abril de 2024.


domingo, 3 de septiembre de 2023

Las maclas de yeso del río Gigüela, en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real.

 Las maclas son formaciones de cristales de diferentes materiales naturales. Cuando yo era jovencillo comencé a ver maclas de yeso en la cibanca (o con uve, civanca, orilla o ribera) del río Gigüela en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real. Eran pequeñas, de unos cuatro o cinco centímetros de lado más grande y tenían una coloración parduzca por fuera. Si se partían o estaban rotas se observaban las pequeñas capas y se rayan con la uña. Esas capas son ligeramente  translúcidas. Casi siempre estaban semienterradas en esa tierra blanquecina y yesosa. 

Como el cauce del río había sido modificado recientemente con el encauzamiento para conseguir la desecación de estas vegas y su puesta en cultivo las maclas aparecían más en los montones de tierra que había en algunas zonas adyacentes al lecho del río, paralelas y perpendiculares. 

Para mí fue todo un descubrimiento pero no pareció interesar a nadie -así lo recuerdo, después de casi cincuenta años- a pesar de su belleza y "rareza", a ojos de un amante de la Naturaleza. Creo que ese mismo año o quizás algo más tarde, mostré mi pequeño tesoro a algún profesor del internado en el que estudiaba y me dio algunas explicaciones. Durante años visitaba muy frecuentemente -en verano, prácticamente todos los días- esos lugares tan mágicos y ricos de vida, incluso después de las transformaciones tan profundas que venían sucediéndose. A lo largo del tiempo fui buscando información sobre estos temas y encontré en otros lugares yeso cristalizado en láminas, por ejemplo. 

Lo cierto es que esos pequeños cristales de yeso en maclas están asociados a mi infancia y juventud, a mis deseos de conocer el Entorno y a mi fascinación por la Naturaleza pero también a esas obras de "saneamiento" en virtud de la ley correspondiente de julio de 1956. 

Aquellas maclas de yeso, como tantos otros fenómenos y elementos naturales, en mi mente, están unidos a un sentimiento extraño, incierto, confuso, impreciso que me resulta complicado desgranar. Yo no terminaba de entender el escaso o nulo interés que suscitaban estos hallazgos, estos materiales llenos de belleza, misterio y lecciones de todo tipo. Con el tiempo leí algo sobre las inteligencias múltiples de Howard Gardner y, de alguna manera, encontré respuestas a preguntas que estaban en mi sala de espera mental. De pronto me pareció entender muchas situaciones de mi vida pero también de mi alumnado. Así, las maclas de yeso del río Gigüela siguen siendo joyas en mi memoria, verdaderas piedras preciosas sin valor económico alguno pero, piedras preciosas al fin y al cabo.


Los nenúfares de la provincia de Ciudad Real, veinticinco años después del "Proyecto Nenúfar", septiembre de 2023.

 El año 1998 pusimos en marcha una iniciativa a la que llamamos "Proyecto Nenúfar" desde el Grupo Ecologista Cantueso de Piedrabuena, Ciudad Real, en colaboración con el Centro de Profesores y recursos "Pintor Ortega" de Alcoba de los Montes y la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, ARBA, de ámbito nacional. Seguíamos, de alguna manera, las propuestas del etnobotánico Dr. Emilio Blanco Laguna que, el año anterior, había puesto de manifiesto los peligros que acuciaban a estas plantas y las carencias que presentaba la legislación ambiental, en general, y el borrador del decreto de Especies amenazadas de Castilla-La Mancha, en particular. Sus palabras fueron noticia en la prensa provincial gracias a Aníbal de la Beldad Caro que publicó un artículo en el diario Lanza el día 19 de mayo de 1997.

Se trataba, por un lado, de hacer un estudio de las poblaciones de nenúfares blancos y amarillos que había en la provincia de Ciudad Real, comparando los datos con las citas de fechas anteriores. Además, se pedía la protección de determinados espacios en los que estas plantas acuáticas, junto con otras muchas, eran abundantes. 

También tenía el proyecto una dimensión educativa, tanto formal como no formal. Aparecieron varias noticias en la prensa, en la radio y en la televisión. Colaboraron algunas personas, incluyendo agentes medioambientales y personal de la administración. 

Las citas de nenúfares que conseguimos se facilitaron a la Delegación Provincial de Medio Ambiente (no recuerdo la denominación oficial en aquel momento). Resultaba evidente que en determinados ríos y humedales los nenúfares habían desaparecido desde hacía varias décadas. El ejemplo más flagrante era el de los Ojos del Guadiana y el río Guadiana hasta Luciana, aproximadamente. El río Bullaque presentaba unas poblaciones muy extensas pero los habitantes de la cuenca que tenían un conocimiento anterior confirmaban que en algunos lugares, como en la Tabla de la Yedra, en Piedrabuena, y en otros parajes cercanos, había menos nenúfares blancos que en tiempos recientes.

Los coordinadores de aquel proyecto éramos un botánico y dos maestros, a saber: el doctor Emilio Blanco Laguna y José María Acevedo y el que estas líneas escribe, Francisco Zamora Soria. Contábamos con los miembros del Grupo Cantueso y la colaboración de amigos y conocidos y con otro botánico, el doctor Francisco José Sarrión Torres

Hicimos, por ejemplo, algunas mediciones de la que probablemente era la mayor colonia de Ciudad Real, la de las Casas del Río, que arrojó una extensión sorprendente para nosotros, con 14.500 metros cuadrados aproximadamente. También iniciamos mediciones del número de nenúfares por metro cuadrado pero los resultados no fueron concluyentes.

En unos años la legislación ambiental se fue ampliando y el río Bullaque fue declarado LIC, por ejemplo y los nenúfares se incluyeron en los catálogos correspondientes de flora protegida. 

Pero, pasados veinticinco años desde aquel "Proyecto Nenúfar", hoy, en septiembre de 2023, cabe preguntarnos en qué situación se encuentran estas plantas y estos ríos en la provincia de Ciudad Real.

Contamos con un trabajo académico de 2014 de los doctores Rafael Ubaldo Gosálvez Rey y Tomás Flores Polanco que, utilizando las fotografías aéreas desde 1956 hasta nuestros días, estudiaron la evolución de las colonias de nenúfares. 

Además, una asociación conquense, Gemosclera, Asociación para la difusión del conocimiento de los humedales y su conservación, colabora con la JCCM en la protección del nenúfar blanco en Castilla-La Mancha desde el año 2016. En 2021 retomaron sus acciones para la recuperación de esta planta. También en los últimos años se ha formado una Asociación llamada "Bullaque Vivo" en los pueblos de la cuenca de dicho río.

Es de suponer que la administración regional y otras personas a título profesional, grupal o institucional han venido estudiando y trabajando este preocupante tema. Lo cierto es que aquellas poblaciones de nenúfares de mediados del siglo XX hacia atrás no se han vuelto a recuperar y otras más recientes, ya incluso en el siglo XXI, están en franco retroceso o ya han desaparecido. ¿Qué causas han provocado esta situación? En algunos casos, como en los Ojos del Guadiana, es evidente, la sobrexplotación del acuífero pero ¿y en el río Bullaque en el término de Piedrabuena? Contrasta fuertemente la escasísima presencia de nenúfares blancos en Piedrabuena frente a las colonias del municipio de Porzuna, contiguo y aguas arriba del anterior.

También me sorprende que se siga ignorando la presencia de otras colonias en otros ríos provinciales aunque entiendo que puede deberse a desconocimiento. No es este el momento de aportar más datos al respecto. 

Desde luego los nenúfares son quizás las plantas acuáticas más vistosas y llamativas que tenemos en esta provincia del centro peninsular. Su proceso de deterioro debería hacernos reflexionar, estudiar y actuar. La situación actual y el trato que estamos dando a nuestros ríos y humedales no parece ser el adecuado y a la vista está, a pesar de los loables avances que estamos viviendo en los últimos decenios. Sin embargo es muy probable que los mismos nos oculten la realidad, no siempre complaciente.



Vista parcial de la gran colonia de nenúfares blancos (Nymphaea alba) en el río Bullaque, en Las Casas del Río, Porzuna, Ciudad Real, España. La fotografía es del día 29 de agosto de 2023.