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jueves, 12 de octubre de 2023

¡Malditas fechas malditas! ¿Porqué empezó la guerra el pasado día 7 de octubre de 2023 en Israel?

 Las fechas tienen una importancia tan fuerte o tan floja como se les quiera otorgar. Hay personas a las que les gusta especialmente tenerlas muy en cuenta en determinados aspectos de la vida y hay políticos, gobernantes, dirigentes, activistas y cabecillas  que también parecen utilizarlas según les convenga. Ciertamente pueden tener un impacto psicológico pero lo verdaderamente trascendente son los hechos. No es lo mismo hacer coincidir un acto determinado con un hecho histórico positivo que elegir una fecha para recordar el inicio de una guerra, e iniciarla de nuevo, por ejemplo.

Y eso es lo que ha pasado hace seis días. El grupo Hamás, con otros apoyos y colaboraciones inició una guerra aprovechando que era sábado, "sabat", el día sagrado y de descanso de los judíos  pero además, era el cincuenta aniversario de la llamada Guerra del Yom Kipur. Como no pudo coincidir exactamente, cosas del calendario, la retrasaron un día para que fuera precisamente en "sabat".

Y es que la guerra del "Yom Kippur", la cuarta guerra árabe-israelí, también llamada guerra del Ramadán o guerra de octubre comenzó el seis de octubre de 1973, hace ahora cincuenta años, como digo, un sábado que coincidía con esa celebración, la más importante del año para el pueblo judío. En aquellas fechas  fueron Siria y Egipto los países que la iniciaron pero algunos países árabes más los intervinientes. La guerra, al menos sobre el papel y en la mesa de negociación, acabó unos días después, el 24 de octubre, con el alto el fuego decretado por la ONU. Para entonces todos los territorios que habían sido tomados por los países árabes habían sido recuperados por el ejército israelí, aunque la victoria dejó un sabor tan amargo como para que tuviera que dimitir la primera ministra Golda Meir.

La Historia del pueblo judío y del pueblo palestino es muy muy compleja, dura y tensa. Sólo desde finales del siglo XIX la convivencia pacífica se ha visto interrumpida en muchas ocasiones. Las intervenciones extranjeras han sido de lo más variado y contradictorio y, lejos de lo que se dice, este "conflicto" no tiene setenta años sino muchos más. Es curioso y sorprendente que en esos 22.000 kilómetros cuadrados -Israel es un poco más extenso que la provincia de Cáceres- en los que viven unos ocho millones de personas no se haya sido capaz de instaurar una Paz duradera, honrosa y respetuosa para todo el mundo. Muy al contrario es un foco de conflictos y tensiones que trascienden los límites nacionales, regionales y continentales.

Ayer, una analista extranjera decía que esta guerra se venía preparando desde hace al menos un año. Y es que todo parece indicar que a esas personas que "preparan" y "trabajan" para empezar una guerra lo que menos les preocupa son las víctimas, los muertos, los heridos física y mentalmente, los impresionantes daños materiales, patrimoniales y ambientales. Les interesan otros objetivos casi seguro inconfesables, amparados en argumentos, ideologías y hasta en la utilización interesada y forzada de las creencias religiosas y las diferencias culturales. Siguiendo al "Mahatma", es decir, "Alma Grande", Gandhi, la Paz es el único camino. 

PS: 

El número de muertos de la guerra del Yom Kippur, utilizando los intervalos a la baja, superaron los 10.000. Es decir, ¡como mínimo murieron 10.000 personas! Es curioso porque este dato a veces no se dice en algunos programas o no se incorpora en determinados libros de Historia y en artículos periodísticos, como si la guerra se tratase de una mera cuestión lingüística y cartográfica.

lunes, 9 de octubre de 2023

Ante la guerra de Hamás e Israel de octubre de 2023, la Paz es el único camino.

 El pasado sábado, "sabbat", a las seis de la mañana, Hamás atacó Israel matando a civiles y militares indiscriminadamente, tomando rehenes y haciéndose con el control de una parte del territorio. Las consecuencias no se hicieron esperar y el presidente Netanyahu declaró que estaban en guerra, iniciándose un ataque también indiscriminado.

Desde ese momento hasta hoy, martes, 10 de octubre de 2023, a las ocho y poco de la mañana, según las fuentes, ya van más de mil quinientos muertos, miles de heridos, un número impreciso de rehenes, de los cuáles, según el New York Times, el ejército israelí ya habría matado a varios en un ataque, incluyendo a los secuestradores.

Las manifestaciones en las calles y plazas de medio mundo tampoco han tardado y en la misma medida las declaraciones y tomas de posición de lo dirigentes y de la llamada clase política. En las redes sociales está ocurriendo lo mismo.

Lo que más me sorprende, además de estos espantosos acontecimientos, es cómo miles no, millones de personas, sacan a pasear su odio como si fueran actitudes normales, compartibles y hasta obligatorias. La división es muy fuerte y parece inútil intentar razonar y racionalizar esos discursos.

Y es que un ataque como el de Hamás no tiene justificación alguna. Pensemos, por ejemplo, muy "a la rusa" de Putin, cómo Hamas amenaza con asesinar a los rehenes en público si Israel sigue atacando "sin avisar". Y ese es el primer punto a tratar en estos dolorosos y tensos momentos. Y después, seguimos expresando con la misma contundencia que un estado, Israel, no puede hacer lo mismo que una formación como Hamás, por sangrienta y dolorosa que haya sido el golpe recibido. Y en la misma medida, que se condene la forma de proceder de Hamás no significa bajo ningún concepto que se esté en contra del pueblo palestino o de Palestina y a favor de Israel. Son cosas muy diferentes. Lo que está ocurriendo en Israel en perjuicio gravísimo, y a veces asesino, contra los palestinos no tiene tampoco justificación alguna. 

Y para mí, esta es la única posición posible. Yo digo alto y claro, siguiendo a Gandhi, que la Paz es el único camino, que estoy en contra de la violencia, venga de quién venga y que un palestino es igual que un israelí, un español o un ruso o un ucraniano.

Las declaraciones de algunos políticos españoles me han parecido bastante pobres, pero no voy a entrar en detalles. Tampoco me ha parecido ni medianamente aceptable ni comprensible el comunicado de la embajada palestina en Madrid.

Para concluir siempre deberíamos hacernos las preguntas muy elementales como ¿quién gana con las guerras? y ¿qué podemos hacer? Desde luego dejarnos llevar por nuestro corazoncito si lo que salen son improperios no parece lo más indicado. ¿Apoyar a uno de los dos pueblos en liza? Bueno, yo no lo veo tampoco. Porque, repito, la Paz es el único camino y, por lo tanto lo único que me parece lógico y consecuente y positivo es apoyar a todas las víctimas, a todos los inocentes, sean quiénes sean.