Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta motel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta motel. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de enero de 2025

martes, 6 de junio de 2023

JABÓN Y SEXO DE MOTEL




    





*IMAGEN INTERVENIDA



Aquella tarde (hacía un calor insoportable), se arregló como pudo. Sintió que no era su día. Al mirarse en el espejo, se vio el pelo sin vida, en ella que era uno de sus mayores atractivos, y casi termina en llanto, si no es porque tocan a la puerta, y se fue de prisa a abrirla, rodando por el suelo, al enredarse con la alfombra de la sala, que había sido levantada en una de sus esquinas, quizás, por la muchacha que hacía el aseo en el apartamento. En el traspiés se peló la rodilla izquierda con la consecuencial rotura de su jean estrecho, un Disel, a cambio del cual, había tenido que privarse de los helados “gelato”, que hacían las delicias de su paladar, y de las idas a los cinemas de Cañaveral, con sus amigas, los sábados, a escondidas de Guillermo, cuando se reunían a chismosear  cosas de su novio, y del espionaje  que le había montado, porque  quería saber  con cuál babosita me  la está jugando el Guille , pues últimamente, llegaba oliendo a jabón chiquito, y muy distraído de sus responsabilidades amorosas;  apenas le daba un beso frío, y no le susurraba como antes, con ese verraco acento de varón santandereano, eres mi perrita, que a ella se le erizaba la piel, y se lo comía a besos, y como en las películas terminaban desordenando las sábanas.

   Sí. Últimamente, llegaba esparciendo ese olor inconfundible a jabón chiquito de esos que dan en los moteles, pero le quedaba bailando la duda, puta incertidumbre, porque en los hoteles también daban ese jabón de olor inconfundible a sexo. ¿Y si en lugar de hacerlo en un motel, se las daba de fino y la llevaba a la cama en un hotel lujoso, como ese de la Mansión del Conde de Cuchicute, que habían inaugurado recientemente, con bombos y platillos y presidente de la República a bordo? No supo cómo abrió la puerta, en medio de la duda que la asaltaba, y el dolor que le alfilereaba la rodilla. Era, Guillermo. Enmudeció sin remedio, y no atinaba a moverse. Qué te pasa mi perrita, me vas a dejar aquí parado como una estatua de museo, le escuchó decir al otro lado de la puerta, en ese acento familiar del macho santandereano, que a ella le encantaba más que sus gelatos, y náufraga de sus besos, no le quedó más remedio que lanzarse en sus brazos y buscar con ansiedad sus labios, olvidándose de las molestas disquisiciones sobre Guille, el jabón chiquito y sus infidelidades de motel que, la atormentaban, últimamente. 




domingo, 23 de diciembre de 2018

Amor de diciembre
















La pólvora revienta en  un cielo
cuajado de estrellas
los cafés de la plaza 
son un hálito de felicidad
desbordada por la música de porros
y fandangos, entre copas de aguardiente
y ron.
La ciudad vieja se conmueve 
con los villancicos de la natividad
en las cornetas delas torres de la iglesia.
Abrazada a un farol del atrio,
ella lo espera.
En el motel un canto de gallos
los despertará
con la certeza de que el amor sabe mejor
en  diciembre



*Foto propia





lunes, 24 de febrero de 2014

Nostalgia

NOSTALGIA

Creo que era una canción
nostálgica como las de Violeta Parra,
detrás de un bandoneón tristón,
la que sonaba en el café,
cuando hubo un revuelo de faldas
y te sentaste en la barra,
a tomarte un "guaro",
(le decías al aguardiente fuerte),
y me miraste tras tus lentes de intelectual,
mientras leías La Peste de Camus;
y me brindaste un aguardiente,
y terminamos besándonos,
mientras te hablaba de Las flores del mal,
de Baudelaire.
Hoy no está el café,
pero si la casa,y escucho ese 

bandoneón tristón 
entre notas de nostalgia








miércoles, 7 de enero de 2009

Memorias


El viejo callejón,

y sus balcones de hierro entristecido.

El barcito aquel,

donde Jara rumiaba en la victrola

"te recuerdo Amanda...".

El motelito de dos pisos,

a donde los fines de semana

pagábamos la cuota de amores

clandestinos,

todo intacto,

menos tú.