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sábado, 27 de abril de 2013

Bocatas vietnamitas

Hacía mucho que no probaba un garito nuevo, así que hoy, aprovechando el día tan de abril con el que amanecimos, me levanté con la intención de poner remedio a la situación. Aunque ya sabía adónde quería ir, saqué la lista de "garitos por visitar" (que en mi caso es un mapa de Google lleno de estrellitas) y me volví a cerciorar de la dirección, el Babanbè, en el céntrico barrio de Mitte. Había leído que en el Babanbè servían "bocatas francovietnamitas" y tenía mucha curiosidad.

Ready to go!

Fue precisamente en un restaurante vietnamita donde hace tiempo me enteré de que Vietnam había sido colonia francesa (¡sí, ignorante de mí!). Entonces me llamó la atención la carta tan interesante de cafés, cosa poco habitual en un restaurante asiático, por lo que me puse a leer un poco y aprendí (más vale tarde que nunca) que Vietnam había sido colonia francesa y por eso la cocina local tenía una fuerte influencia francesa, que se descubre sobre todo en los cafés, la bollería y los bocadillos de pan tipo baguette, conocidos como báhn mì.


Ya en el local, y después de inspeccionar la ubicua pizarra con el menú, le pregunté a la chica que atendía cuál era el bocadillo especial de la casa que, sin dudarlo, me recomendó el BBQ PULLED PORK báhn mì, de tiras de carne de cerdo a la barbacoa. "El de cerdo a la barbacoa it is, then!Además de la carne de un sabor realmente muy intenso, que me ha recordado al olor que hay en los mercados asiáticos ;-), el bocadillo llevaba tiras de zanahoria y rábano encurtidos, un poco de mayonesa con chile y lima, y mucho, mucho cilantro fresco. Vamos, una ensalada vietnamita metida en una baguette muy crujiente y de centro esponjoso.



Tengo que decir que hacía tiempo que no probaba algo que me sorprendiera tanto y tan diferente, sin lugar a duda, una sorpresa muy grata. Si estáis por la zona y queréis probarlo, acompañadlo con un té helado a la hierbalimón y cerradlo con un café bombón vietnamita. Servidora va a volver a probar el resto de sabores. Por todo esto, el Babanbè se va directamente al mapa de "Berlín para glotones".

Babanbè, Tucholskystr. 18-20, 10117 Berlín-Mitte (ver en mapa)

miércoles, 9 de enero de 2013

Berlín para glotones

Los bollos de cardamomo en aquella cafetería pequeña de Estocolmo, la pizza más rica del mundo en un restaurante sin nombre de Nueva York o unos profiteroles increíbles en una pastelería de Estambul... Si eres una de esas personas que recuerda los lugares que ha visitado por lo que comió allí, esta es tu entrada.

Confieso que soy una loca de las listas y los mapas de Google y hoy, todavía no sé muy bien cómo ni por qué, me dio por crear un mapa con mis sitios favoritos en Berlín. Un Berlín gastronómico, está claro, un recorrido sin pretensiones por mis sitios preferidos de la ciudad. Restaurantes, cafeterías, mercados, tiendas de cocina, una recopilación de algunas de mis direcciones favoritas relacionadas, cómo no, con el comer y el cocinar. Son todos sitios en los que he estado y me han gustado, y la lista seguirá creciendo a medida que vaya probando sitios nuevos y me acuerde de algunos más. En el menú derecho del blog he puesto también un enlace directo. No sé, quizás a alguien le sirva para algo. :)


Ir al mapa completo Berlín para glotones

martes, 24 de julio de 2012

Verano en Berlín

Este mes me he ido a dar la vuelta al mundo, otra vez. Solo que en esta ocasión me he llevado compañía, mi sobrina de 12 años que ha venido a estar dos semanas conmigo. Juntas hemos estado en...

Colombia

La Arepería

Japón

Gyoza & Ramen

Tailandia

Fried Wantan

Palestina

Falafel

Italia

Italian Icecream

y claro está, Berlín

Berliner Kalbsleber

¿Qué tal vuestro verano?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Copos de nieve

La ventana de hoy llevaba a otra cocina diferente pero a última hora se ha quedado atascada (debe de ser el frío) y hemos tenido que recurrir a la de emergencia. Pero, que no cunda el pánico, naturalmente teníamos todo previsto para casos como este, así que hoy podéis asomaros a esta ventana, llevaros también una pequeña receta y, de paso, una pequeña impresión sobre la decoración navideña de uno de los paseos más emblemáticos de Berlín.
Si os apetece pasaros más tarde, quizá hayamos podido resolver los problemillas y tengamos una nueva entrada.

Unter den Linden
Nutflakes

Ingredientes
100 g de cacahuetes salados
120 g de azúcar glasé
30 g de palomitas (saladas)
2 claras de huevo frías
1 cucharada de zumo de limón

Making Nutflakes

Elaboración
Picamos finos los cacahuetes, en el mortero o con el robot de cocina pero sin que lleguen a hacerse una pasta. Montamos las claras de huevo y añadimos el zumo de limón. Cuando las claras están montadas vamos echando el azúcar poco a poco. Al final añadimos los cacahuetes y las palomitas.
Con una cucharilla ponemos montoncitos de esta mezcla sobre papel para horno en una bandeja de horno. No las pongáis muy juntas porque se extienden algo con el calor. Horneamos a 130ºC (120ºC en horno de aire, preferible si tenéis esta función porque se desecan más rápido) en el horno precalentado en la parte inferior durante 35-40 minutos. Sacamos, dejamos enfriar dos minutos y despegamos los copos del papel con mucho cuidado. Los colocamos dados la vuelta sobre una rejilla de horno y los dejamos enfriar dentro del horno ya apagado.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Nos han dado las berlinesas

¡Las uvas! ¿Habéis comprado las uvas ya? No sería el primer año que con tanto preparativo se me olvidaran las uvas para las campanadas de Nochevieja. Cuando salí a comprarlas esta mañana, me encontré a los berlineses haciendo lo propio.

Pfannkuchen für Silvester

Comprando Pfannkuchen o berlinesas para su despedida de año. Y aunque tengan fama de ser un poco brutos ellos, no, no se comen una por campanada, entre otras cosas porque no hay 12 campanadas.

Antes de irme a contar las uvas quiero recordaros también que todavía tenéis tiempo de enviar la solución al juego del calendario de adviento 2010, el plazo termina el 2 de enero, así que venga, a escribir y ¡que no os den las berlinesas uvas!

¡Feliz año nuevo!

jueves, 23 de septiembre de 2010

Volver a empezar

Este verano ha sido tan ajetreado que le he dedicado poco tiempo a bloguear, desagradecida yo, porque si el verano ha sido agitado se debe en gran parte al blog y a las estupendas personas a las que me ha acercado. Como ya comenté en su día, lo mejor del viaje a Nueva York fue la escapada a Montreal, donde Arantza y yo pudimos conocernos en carne y hueso (unas con más carne que hueso, pero no desvelaré aquí esa cuestión). Luego llegó un agosto lleno de encuentros y reencuentros, maravillosos días de paseos por la ciudad, cervezas, cafés, tartas, cenas y, sobre todo, estupendas conversaciones con Chole, con Ka, Marona, Paco, Tonicito y un par de M. más ;-)

IMG_1265

La cumbre de agosto la aprovechamos para poner a prueba un libro-guía sobre el que hacía tiempo quería hablar aquí. El librillo en cuestión se llama Berlin beißt sich durch (un juego de palabras que viene a decir algo así como "Berlín se abre paso a bocados"). Pero que no cunda el pánico, también tiene una traducción al inglés (Berlin Bites!), por lo que creo que puede ser una recomendación simpática para cualquier foodie o cocinillas aficionado que vaya a pasar por la capital alemana y no domine el idioma de Goethe. El libro en cuestión es una especie de guía con artículos sobre curiosidades culinarias de la capital, como restaurantes peculiares, paseos por calles "gastronómicas", tiendas de cacharros de cocina, celebraciones con productos de temporada o tiendas por nacionalidades y productos de todo el mundo, entre otros temas. En resumen, todo eso que buscamos los locos por el tema cuando visitamos una nueva ciudad.

Berlin

El futuro visitante que no sepa orientarse todavía por los barrios o zonas de la ciudad necesitará invertir un poco de tiempo para situar en el mapa los lugares reseñados. Pero, ¿no es el tiempo de preparación previo lo más bonito de los viajes? De todas formas, está preparándose ya una nueva versión, que se espera saldrá en 2011, y que estará "mejorada, y no solo actualizada" según palabras de Peter Eichhorn, coautor del libro, que ha sido tan amable de contestar a un correo electrónico en el que le envié las impresiones recogidas sobre el mismo en la pasada cumbre de agosto.

Por ahora el otoño se presenta también agitado, positivamente, pero haré un esfuerzo por asomar la cabecita más a menudo por esta ventana, a la que por cierto he limpiado los cristales y puesto marcos nuevos.

domingo, 13 de junio de 2010

Hamburguesas the American Way... o casi

Hace poco más de un mes el antiguo aeropuerto de Berlín-Tempelhof, cerrado en el año 2008 después de 85 años de servicio, volvió a abrir sus puertas al público. El tráfico es ahora, eso sí, más ecológico: las pistas han sido tomadas por ciclistas, patinadores y paseantes; el queroseno quemado de los aviones ha sido reemplazado por el humo de las barbacoas y el estruendo de las turbinas por el chirriar de la alondra común. El antiguo aeropuerto se ha convertido en el Parque de Tempelhof y, con sus 300 hectáreas, además, en el mayor parque de la ciudad.

Runway
Please do not disturb

La generación más mayor de berlineses (los del Berlín occidental) tiene un recuerdo muy especial del aeropuerto desde el puente aéreo que abasteció todo un año la ciudad durante el bloqueo en la Guerra Fría. Hoy, dos campos de béisbol y algún que otro "detalle" delatan, como en otros tantos sitios de la ciudad, la zona de ocupación aliada a la que perteneció tras la guerra.

US Army Aviation
German Weather Station

Después de un paseo por el parque y de tanta historia (a)liada, una merecida merienda en homenaje a ese pasado histórico: hamburguesas (de pescado) y batido de fresas (o lassi). Pues eso, the American way... o casi. Y más fotos de Tempelhof aquí.

Fish Burger

Hamburguesas de pescado (salen unas seis)
400 g de pescado congelado
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
1 huevo
1 trozo de pan del día anterior
1 cucharada de hojas secas de hinojo
1 pizca de nuez moscada
sal y pimienta

Elaboración
Picamos o desmenuzamos el pescado descongelado. Pochamos la cebolla en un poco de aceite y la añadimos al pescado desmenuzado. Salpimentamos a gusto y añadimos la cucharada de hinojo y el diente de ajo triturado. Picamos el pan muy fino, o lo rallamos, y lo mezclamos con el pescado. Finalmente añadimos el huevo. Amasamos bien con las manos. La consistencia es buena cuando podemos darle forma a la masa sin que se desmenuce, si es necesario podemos añadir más miga de pan o huevo. Formamos entonces las hamburguesas con la mano y las hacemos a la plancha, con unas gotas de aceite, a fuego moderado-alto hasta que estén doradas por ambos lados.

Montamos las hamburguesas a nuestro gusto. Estas llevan lechuga, pepinillos, pimientos asados, salsa remoulade y unas gotas de tabasco.

***
Lassi de fresa y melón (dos vasos)
1 taza de fresas
1 rodaja de melón
4 cucharadas de yogur natural desnatado
1 vaso de agua
azúcar o edulcorante líquido

Elaboración
Lavamos las fresas, quitamos el pedúnculo y las partimos por la mitad. Pelamos la rodaja de melón y la cortamos en dados. Echamos el yogur, la fruta y el agua en la batidora y batimos medio minuto. Ajustamos con más agua, más yogur o más fruta según queramos la consistencia. Endulzamos a gusto y ¡listo!

domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Blanca Navidad o Christmas & the City?

No quería pecar de explotadora con esto del calendario y hacer trabajar a otros "rellenando" las ventanas, el truco de saber delegar trabajo, vamos. Así que el buen día que repartimos las ventanas, decidí reservarme un día para el blog. ¡A buena hora! Ahora entiendo los resentimientos de algunas cuando les tocó escribir su entrada ;-D. El caso es que el calendario ha llegado a un nivel tal, que miedo me da escribir la mía. Vale, lo confieso, esto no es más que falsa modestia, porque lo que yo quería en realidad era ser también una "chica del calendario", así que allá vamos con el Día 20.

calendario_dia_20

Poco os puedo contar de la Navidad alemana que no haya hecho ya. El año pasado hablé de personajes, de adornos, de mercados y de dulces navideños típicos de estas fechas y mi vecina Natalika ya nos ha puesto al corriente de otras tradiciones teutonas para la Nochebuena. Sí, la Navidad en Alemania es fría y es blanca, es como decían aquellos cuentos que leíamos de pequeños, y para el que no me crea aquí una muestra de esos paisajes nevados, casitas de cuento y trineos aparcados a la puerta.

Winter Scenery

El caso es que para encontrar estos paisajes hay que salir un poco de la gran ciudad porque, como en todas partes, la navidad urbana es diferente. Así que, ignorando las temperaturas glaciales, he decidido que salgamos a dar un paseo por la ciudad, que está bien bonita también.

Aunque a muchos os pueda parecer mentira, no nieva todos los días, y en la capital aún menos, por eso llegadas estas fechas se espera que los encargados de repartir los regalos en Nochebuena, el Weihnachtsmann (hombre de la Navidad) en el norte de Alemania, o el Christkind (niño Jesús) en el sur del país, traigan nieve el 24 y haya unas navidades blancas. Parece que este año nos hemos portado bien.

Charlottenburg Palace

Durante el Adviento hay infinidad de mercados navideños por todo el país. Y en la capital los encontramos para todos los gustos y colores: los "elegantes", por ejemplo, como el del Palacio de Charlottenburg (arriba en la foto), o los más "ruidosos" con sus norias, tiovivos y demás cachivaches, como el de la plaza del Ayuntamiento (abajo).

Christmas Market
Round & High

Sin embargo, todos tienen un denominador común, los puestos del famoso vino especiado y caliente, Glühwein, alrededor de los que se amontonan los visitantes. Y es que hay que llevar mucho vino encima para subirse a dar vueltas a una noria o a un tiovivo a varios grados bajo cero.

Luego están los escaparates de los comercios más importantes de la ciudad, porque mirar no cuesta dinero. Por ejemplo, los de los almacenes KaDeWe, que personalmente solo puedo recomendar por su sección de alimentos y delicatessen, allí donde acudir en busca de productos imposibles.

KaDeWe Window

Aunque si me tengo que quedar con un decorado, me quedo con las luces que todos los años iluminan el histórico paseo Unter den Linden (Bajo los tilos), con la Puerta de Brandeburgo al fondo.

Unter den Linden

¿Se os ha abierto el apetito? Vamos entonces a tomarnos algo, porque mientras investigaba un poco sobre la receta que aportar al calendario, en los libros más antiguos de cocina alemana, concretamente en aquellos que incluían todavía la región de Silesia en su índice, descubrí un postre sencillo de tradición silesia, un pudding con semillas de amapola llamado en alemán Mohnpielen y conocido en muchas otras regiones de Europa Central como Mohnkließla, en silesio, o Mákos Guba, en húngaro. La cocina berlinesa está muy marcada por la gastronomía de todos los pueblos que llegaron a la región, las influencias más importantes son las de hugonotes, bohemios y silesios.

Los Mohnpielen se preparan exclusivamente en navidades, especialmente en Nochebuena, y están hechos con pan viejo, lo que instantáneamente me hace pensar en nuestras torrijas o torrejas. Aquí dejo la receta. ¡Feliz cuarto domingo de Adviento!

Poppy Seed Pudding

Ingredientes
(para 4 copas)

125 g de semillas de amapola molidas
500 ml de leche (250 ml + 250 ml)
100 g de azúcar (50 g + 50 g)
30 g de uvas pasas
30 g de almendras picadas
250 g de pan blanco viejo

Elaboración

En una cazuela calentamos 250 ml de leche con las semillas de amapola que habremos molido justo antes en un molinillo, por ejemplo de los de café. Añadimos la mitad del azúcar (50 g), las pasas y las almendras picadas. Cuando rompa a hervir retiramos del fuego, removemos bien y dejamos reposar diez minutos. En un recipiente aparte mezclamos el resto de leche (250 ml) con el azúcar restante (50 g). Cortamos el pan en rebanadas gruesas que empapamos en la leche azucarada. Vamos llenando unas copas de cristal (también puede ser una fuente mediana) con capas de pan empapado y la mezcla de las semillas de amapola. Si vemos que el pan queda muy seco podemos regar con algo más de leche. Dejamos reposar en la nevera unas 2 horas y servimos frías.

Poppy Seed Pudding

Ver Receta para imprimir

lunes, 23 de noviembre de 2009

Piedras en el camino

Hace tiempo que quería hablar de las Stolpersteine, unos cubos de latón incrustados en las aceras que forman parte de un proyecto del artista Gunter Demnig mediante el que se pretende recordar el destino de muchas víctimas del nacionalsocialismo. Hay que fijarse un poco para descubrirlas, las Stolpersteine (algo así como "cortapisas") están colocadas delante de las casas en las que una vez vivieron aquellas víctimas.

La semana pasada fueron colocadas estas delante de mi casa.
Y uno empieza a hacerse preguntas.
¿En qué piso vivirían?

Stolpersteine
Stolpersteine

La inscripción dice:
Aquí vivió Arthur Wiener, nacido en 1862, deportado el 31 de agosto de 1942 a Theresienstadt, asesinado el 19 de septiembre de 1942; y Pauline Wiener, apellido de soltera Cohn, nacida en 1858, deportada el 31 de agosto de 1942 a Theresienstadt, asesinada el 2 de noviembre de 1942.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

En todas partes fríen morcillas (segundo acto)

Después de la entrada anterior me quedé con las ganas de probar frita la morcilla de la Blutwurstmanufaktur y, para despejar además cualquier duda que hubiera podido causar en los lectores mi referencia a su forma de prepararlas (como insinúa una amable lectora), hoy me he ido a freírlas en persona, para que no se diga.

Esta morcilla lleva cebolla y pan seco en lugar de arroz (nada apta para celíacos me temo), y entre los condimentos no secretos están la mejorana, la pimienta de Brasil y la canela.

Y sí, también han pasado la prueba de la sartén. A la plancha, sin una gota de aceite, solo con la grasa que ellas mismas sueltan. Acompañadas de un poco de salsa de tomate, aros de cebolla y unas rodajas de manzana doradas en la grasa restante en la sartén.

Black Pudding

lunes, 9 de noviembre de 2009

Un nueve de noviembre

No podía dejar pasar la fecha sin una pequeña mención. Un día como hoy hace 20 años caía el famoso muro que separaba esta ciudad físicamente por la mitad. No todo el mundo estaba esa noche en la calle, algunos se fueron pronto a dormir y se perdieron la famosa entrevista en la que, más o menos accidentalmente, saltaba la noticia. Imaginaos llegar al día siguiente al trabajo sin saber nada y encontrároslo vacío. Esta es la anécdota de mi compañero, una de las muchas y pequeñas historias personales que no salieron por la tele.

Hoy cruzar el muro es algo tan sencillo como cruzar esta línea que recuerda por donde pasaba.

Berlin Wall 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

¡Eid Mubarak!

Unos amigos sirios me relataban hace tiempo cómo se celebra la fiesta del Ramadán en su país. Ellos, aunque pertenecientes a la minoría católica del país, disfrutaban tanto como los demás del ambiente festivo durante el Ramadán, lleno de celebraciones, reuniones y comidas familiares tras la puesta del sol, además de regalos para los niños. Algo que me llamó especialmente la atención es que su madre, cristiana ortodoxa, solía ayunar también durante el mes del Ramadán, en parte por respeto, en parte porque las costumbres y tradiciones de otras comunidades se hacen más familiares cuando se viven de cerca.

Ya he comentado en alguna ocasión que el barrio en el que vivo tiene una proporción muy alta de población inmigrante (incluyendo a una servidora) y la religión mayoritaria dentro de esta comunidad extranjera es el islam. Desde que vivo aquí, el Ramadán es una festividad que no pasa desapercibida y cada año me alegro de su llegada, entre otras cosas porque la panadería turca de debajo de mi casa saca todas las tardes hornadas de la pita especial para Ramadán. El olor a pan recién horneado me avisa de que es hora de bajar a por una pita, esperar impaciente la cola que se forma y subir las escaleras cambiando el pan de mano en mano para no quemarme, mientras no puedo resistir darle un bocado.

Ramadan Pide

Además, al atardecer las calles y terrazas se llenan de gente, la mezquita se viste con sus mejores galas y algunas tardes se escuchan sonidos inesperados.

Sehitlik Moschee

Hoy se celebra el Bayram o Eid al-Fitr, el fin del Ramadán, tan esperado por los niños por los dulces y regalos que recibirán. En esta casa intentamos adoptar lo mejor de cada tradición y por eso tampoco pueden faltar dulces típicos para la ocasión. Así que ¡feliz fin de Ramadán o Eid Mubarak!

Turkish Sweets

lunes, 1 de junio de 2009

Carnaval de los sabores

Este fin de semana largo, con lunes de fiesta por Pentecostés estuvimos, otro año más, de carnaval. Para mí es una fiesta especial, y no solo porqué lleva tantos años como yo en la ciudad sino porque representa muchas de las cosas que intento transmitir y dar a conocer a través de este blog. El Carnaval de las Culturas nació como expresión de la diversidad cultural de la ciudad, no solo étnica sino también artística. Es un carnaval casero, con comparsas de muchas asociaciones de emigrantes, así como asociaciones culturales y artísticas.

Cada año con más participantes, más visitantes y más cosas ricas que probar, este año nos saltamos el desfile para dedicarnos directamente, en cuerpo y alma, a explorar la diversidad de la oferta gastronómica en torno a los cinco escenarios fijos.

Nuestra ruta nos llevó a Rusia, pelmeni y piroshki (la empanadilla rusa) para abrir el apetito.

Pelmeni

Russian Piroshky

Que acompañamos con kvas, una bebida ligeramente gaseosa hecha por fermentación de centeno o pan de centeno y frutas con un sabor malteado que recuerda a la cerveza de malta alemana. El kvas tiene una graduación alcohólica muy baja, por lo que se considera una bebida sin alcohol.

Kvass

Luego pasamos por Hungría para probar un langos, una torta de pan frito con "cosas" por encima.

Langos

Y acabamos en el continente africano donde nos tomamos una tapa de plátano frito con salsa de cacahuete (una bomba energética con un sabor redondísimo).

Plantain with peanut sauce

Por último, un plato con el sabor cálido y acastañado del ñame en un guiso de espinacas. Hasta el año que viene intentaremos profundizar en estos sabores y hacer experimentos propios.

Spinach with yam

lunes, 4 de mayo de 2009

Hamy Cafe

Últimamente salen pocas cosas de esta cocina, las excusas son el trabajo y el tiempo veraniego que obliga a disfrutarlo en la calle. Así que hoy toca comer fuera. Además, al lado de casa tenemos una joya de la que hace tiempo quería hablar, el restaurante vietnamita Hamy.

El Hamy es un restaurante pequeño y bastante barato. Además de la carta, básicamente de sopas tipo "tanque de combate", lo más popular son los dos platos del día, siempre muy frescos. Generalmente un plato de carne o de pescado con arroz o tallarines (y opción vegetariana) acompañados de mucha verdura cruda crujiente. Los platos saben especialmente a curry, a hierba limón y a albahaca tailandesa, y suelen ser picantes.

Hamy Café

Otra de las especialidades del restaurante son las bebidas, varios tipos de lassi y los batidos de frutas, como los batidos de menta y piña o el té frío de lima y hierba limón que alivian el picante de la comida.

Hamy Café

Y lo mejor (en este país donde no es tradicional cerrar una buena comida con un café) es pedir un café vietnamita, un tipo de café bombón con leche condensada. Si el tiempo acompaña, solo hay que cruzar la calle para poder echarse una siesta en el estupendo parque Hasenheide, o darse un paseo por las religiones del mundo visitando el templo hinduista Sri Ganesha y la mezquita Sehitlik.
Definitivamente una recomendación para quienes quieran salirse del circuito más turístico.

HAMY CAFE
Hasenheide 10, Berlín-Kreuzberg

jueves, 2 de abril de 2009

Comer con los cuatro sentidos

Hace tiempo que quería hablar de un restaurante en Berlín que visité con mi madre y con mi buen amigo A. hace ya un tiempo. Se trata del Unsicht-Bar, cuyo nombre juega ya con lo que nos vamos a encontrar en el local. Bar Unsicht podría ser la traducción directa, sin embargo, "unsichtbar", escrito junto, significa "invisible". Y ¿qué hay de invisible, o mejor dicho de "no visible", en este restaurante? No podía ser otra cosa: la comida. El Unsicht-Bar es un restaurante totalmente a oscuras donde no es posible ver los platos en ningún momento, solo olerlos, oírlos, palparlos y, claro está, saborearlos.


Otra de las cosas que lo hacen especial es que el personal encargado de servir las mesas es invidente. Al entrar en la sala de comidas, son ellos quienes te guían y ayudan a manejarte en una sala completamente a oscuras, por lo que desde ese momento deberás confiar plenamente en ellos. No se permiten móviles o relojes con luz ni tampoco fumar, cualquier foco de luz que pueda alterar la absoluta oscuridad. Confieso que al principio se tiene una sensación un poco extraña, las pupilas intentan adaptarse a la oscuridad sin conseguirlo, pero transcurridos los primero minutos, uno empieza a relajarse.

Después de que nuestra camarera nos recoge a la entrada y nos guía a través de la oscuridad hasta la mesa, empieza la carrera de obstáculos. En la mesa nos explicó que cuando trajera algo nos iba a decir donde lo ponía. Para ello solo había que imaginarse la mesa como un reloj y cada vez que traía algo iba a decir a qué hora lo ponía, la bebida por ejemplo a la una, el pan a las diez, etc. Cuando nos trajo la bebida, nos explicó que debíamos introducir el dedo en el vaso para saber cuando el líquido ha alcanzado el borde, cosas de cajón que no lo son tanto cuando uno nunca se las ha cuestionado.

El menú se pide en el lounge a la entrada del comedor, sin embargo, está descrito de tal forma que no es posible saber con exactitud qué vamos a comer, solo si es un menú de carne, de pescado o vegetariano. Las descripciones son muy divertidas, como Crema de una verdura plantada mucho antes de que la patata se extendiera por el mundo aderezada con hierbas salvajes hace mucho tiempo olvidadas o Si hubiera luz podría describirse como un blanco italiano suave sobre un verde español fresco con aromáticas solanáceas nocturnas rojas.

A partir de aquí lo único que hay que hacer es relajarse y disfrutar con los cuatro sentidos de la comida y de la estancia en el restaurante en presencia de otros comensales, que los había, aunque nunca sabremos cuántos. Durante la cena surgieron muchas situaciones que uno no se cuestiona nunca, como por ejemplo ¿me he acabado el plato ya? Y situaciones divertidas como cuando mi madre quiso probar lo que estaba tomando mi amigo A. y le dejó sin postre al llevarse, sin verlo (y pensemos que sin intención), todo el contenido de un cucharazo.

Normalmente soy un desastre con la comida, pocas hay en las que no acabe pringada por alguna parte, en esta ocasión, y probablemente porque uno se concentra en lo que hace, superé la cena sin ninguna mancha en la ropa. La verdad es que no recuerdo ni lo que comí, estaba bueno, pero con tanta emoción, la cosa pasó a un segundo plano. Si tenéis oportunidad de probar algo así en vuestra ciudad, os lo recomiendo, siempre es una experiencia interesante el ponerse en la piel de otros.

viernes, 13 de febrero de 2009

Berlinale - Cine Culinario II

Otra de las películas que he visto este año en la sección de Cine Culinario ha sido la española Dieta Mediterránea, actualmente también en cartelera en España. No me voy a entretener mucho en la película en sí, que fue, como esperaba, entretenida, bien hecha, divertida... punto. De todas las de la sección me pareció la más "culinaria", y aunque sí salen cocinas, cocineros y platos no se entretiene tanto en su elaboración como el espectador culinario desearía.

Después de la película el (también estrellado) mediático y simpatiquísimo Kolja Kleeberg (Restaurante VAU) preparaba un plato inspirado en la película, la historia de Sofía y los dos hombres de su vida, como explicó el propio Kleeberg la inspiración le vino de una escena en la que los protagonistas desayunan juntos tras una apasionada noche. Su plato en el menú fue un

Almuerzo catalán entre tres
Guiso picante de almejas con costillas de lechón de Saalow*,
salchicha Bratwurst y arroz
(las costillas excelentes; el arroz un pelín pasado)

Berlinale 2009

* Saalow es una localidad de Brandenburgo al sur de Berlín, donde se crían cerdos en semilibertad que se alimentan principalmente de diferentes semillas y hierbas aromáticas.

La cena incluía también una entrada: Terrina de jabalí joven de Brandenburgo con membrillo y aceite de tomillo; y un postre: Rebanada de ricotta y aceite de oliva al limoncello, servidos estos por un conocido hotel de la ciudad. En general fue una cena correcta aunque, para mi gusto, le faltó el factor ¡guau! que sí había tenido la cena del domingo.

Berlinale 2009 - Kulinarisches Kino

El debate programado para después de la cena llevaba como título "La mujer tras el fogón" y, según anunciaba el programa, pretendía abordar el tema de las mujeres en el mundo de la cocina profesional, mundo dominado aún por hombres. Uno de los precursores de los programas de cocina en la televisión alemana, el presentador Alfred Biolek, era el encargado de moderar el debate, que desgraciadamente se quedó en una entrevista bastante ligerita en la que el Sr. Biolek no dejó en el tintero ningún estereotipo clásico sobre España, y llegó a ser abucheado por el público cuando declaró que en muchos sitios de España se comía muy mal (Madrid entre ellos), rematando la jugada con comentarios sobre el profundo catolicismo del país o la falta de tolerancia para con los homosexuales. Ahí estuvo muy bien Joaquín Oristrell, director de Dieta Mediterránea, con sus respuestas.

Berlinale 2009 - Dieta Mediterránea

En resumidas cuentas, creo que el año que viene invertiré el dinero que costaba el evento en tres películas de cualquiera de las otras secciones del festival y en una cena después (y me seguirá sobrando para el autobús de vuelta a casa). Hoy vengo yo crítica.

lunes, 9 de febrero de 2009

Berlinale - Cine Culinario I

Desde hace tres años la Berlinale dedica una de sus secciones al cine culinario. Este año la sección la ha inaugurado Food, Inc., un impresionante documental sobre la industria alimentaria en EE UU, dirigida y producida por Robert Kenner y con la presencia de colaboradores como Eric Schlosser, autor de Fast Food Nation, libro en el que se basa la película homónima.

Creo que ha sido una opción arriesgada abrir una sección de cine dedicada a la gastronomía con una película "incómoda" y realmente poco apetitosa, que saca a la luz todo eso que suponemos pero que preferimos no saber cuando estamos delante de la estantería del supermercado. Porque, ¿qué sabemos realmente de los alimentos que compramos?

Sin considerarme una fanática de las dietas anti-loquesea (tema muy bien tratado aquí), ni practicar radicalmente la compra biológica-orgánica-medioambiental (sencillamente porque es un lujo, no lo neguemos), este documental despierta la reflexión seria y anima a la concienciación, siempre en tono de diálogo y sin intentar dogmatizar, proponiendo soluciones factibles que cada cual puede adecuar a su situación. Pequeños esfuerzos para grandes resultados.

Food, Inc. - Opening Film

El documental presenta el gran negocio de la industria alimentaria, dominado por unos pocos consorcios que controlan todo el proceso de la cadena, desde las semillas patentadas que han dejado de ser un bien común y limitan a agricultores en todo el mundo, hasta la contaminación medioambiental y la manipulación, que acaba llegando hasta nuestros platos (pocos alimentos se libran) sin pocas veces ni imaginárnoslo, pasando naturalmente por la brutal explotación a trabajadores y animales.

Parte del evento en esta sección del festival de cine es la cena que algún renombrado (y estrellado) cocinero berlinés ofrece después de la película. Ayer le tocaba a Tim Raue, del restaurante , quien, francamente, lo tenía difícil después de 94 minutos de datos e imágenes, no del todo agradables, sobre la producción de alimentos. Según él mismo la define, su cocina combina «una interpretación moderna de la filosofía de la gastronomía china con productos de la cocina regional», whatever! En cualquier caso, la elección de un plato vegetariano para después del film fue acertada: Un estofado de pulpa de calabaza, zanahorias y jengibre con hierbas aromáticas de invierno. Increíblemente perfumado, fresco, dulce y picante, reconfortante.

Stew

Como curiosidad dejo aquí el simpático cortometraje proyectado antes del documental: Cuisine de François Vogel. Seguiremos informando :-)